El TEPJF siempre ha sostenido que la autoridad electoral no se puede convertir en censor de la veracidad
| Autor | Janine Madeline Otálora Malassis |
| Cargo | Magistrada Presidenta del Tribunal del Poder Judicial de la Federación |
| Páginas | 43-44 |
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Foro Jurídico, buscó a la Magistrada Presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (tepjf), Janine Madeline Otálora Malassis, para conocer los impactos legales que pudieran tener las noticias falsas en las próximas elecciones, aquí la entrevista.
El desarrollo tecnológico de las últimas décadas tuvo un gran impacto en la comunicación de nuestras sociedades. El advenimiento del internet y, con él, de las redes sociales, ha permitido un flujo más libre y amplio de la información, algunos podrían decir que se dio la democratización de la comunicación pública.
Es un fenómeno fascinante que puede beneficiar y fortalecer a la democracia al permitir una mayor y más directa participación de las personas en el debate público y en la toma de decisiones. Al mismo tiempo, conlleva ciertos peligros, ya que la difusión ilimitada de la información deriva, con frecuencia, en la circulación de información falsa o inexacta.
Ahora bien, respecto de las llamadas fake news, en primer lugar, hay que distinguir entre las expresiones de carácter informativo y las que contienen opiniones. En este sentido, la difusión de los hechos falsos no está protegida por la libre expresión; en tanto que el ejercicio de la opinión, no está sujeto al análisis bajo el canon de veracidad. Es decir, las opiniones no pueden ser analizadas como verdaderas o no, no pueden ser comprobadas, ya que dependen de las preferencias, concepciones, ideologías y, en general, de las posturas de cada uno. Asimismo, los estándares internacionales
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de protección de la libre expresión señalan que la necesidad de un vínculo entre un juicio de valor y sus datos de apoyo puede variar de un caso a otro.
Habrá casos en donde el remedio sea mejor información o información de más alta calidad. Habrá otros que se ubiquen en constitutivos de responsabilidad civil ante los tribunales respectivos, cuando la información produzca daño a personas concretas.
La difusión de la información falsa no está amparada por la libertad de expresión. Aquí hay que recordar que...
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