Teoría de la verdad evolucionaria en Pierce.

AutorSoto, Cristian
CargoEnsayo cr
  1. Introducción

    Expondré las líneas generales de lo que llamaré teoría de la verdad evolucionaría en Peirce. Me interesará destacar sus compromisos metafísicos realistas, cuestión que resulta de primera importancia si se considera la discusión contemporánea sobre teorías de la verdad, en la que se han generalizado dos opiniones: primero, que una teoría de la verdad es metafísicamente neutral (cfr., a propósito de Tarski 1944, Soames 1984, p. 414; en otros respectos Horwich 1996, p. 193; Resnik 1992, pp. 421 y ss.; Macintosh 1994, p. 153; y, a propósito de Peirce, Hookway 2002, pp. 50 y ss., y 2004, pp. 127 y ss.); y, segundo, que, en particular, la llamada teoría de la verdad pragmatista es instrumentalista, verificacionista u operacionalista (Quine 1953, pp. 42 y ss., especialmente la p. 46; Resnik 1992, pp. 422 y ss.; Ullian 1991, p. 64; Haack 1976, p. 232, aunque refiriéndose a Peirce, James y Dewey). (1) En este trabajo discutiré directamente el primer punto y ofreceré evidencia textual para rechazar el segundo y proponer, a partir de Peirce, una teoría de la verdad evolucionaria. (2) De inmediato, también, conviene hacer la advertencia de que otros han intentado ofrecer un informe de la teoría de la verdad en Peirce. Tengo a la vista la propuesta antes mencionada de Hookway (2002, pp. 50 y ss., y 2004, pp. 127 y ss.), que problematiza la relación entre una teoría de la verdad y sus compromisos metafísicos; también la de Misak (1991), que enfatiza con claridad y, a mi entender, acertadamente en su capítulo 4 (1991, pp. 125 y ss.) la distinción entre verdad y realidad en Peirce. (3) Asimismo, el trabajo de Forster resulta particularmente exhaustivo al evidenciar aspectos de la correspondencia, la coherencia, el instrumentalismo y el consensualismo en la propuesta peirceana (cfr. Forster 1996, pp. 120 y ss.). En la misma dirección, Hynes (2006) examina textos correspondentistas y coherentistas, además de las lecturas de Rescher y Forster, para intentar una vez más mostrar la unidad de la propuesta de Peirce. ¿En qué se diferencia de los trabajos recién mencionados mi aproximación evolucionaria? Principalmente, en que si bien la cuestión de la unidad de la teoría de la verdad en Peirce es uno de los asuntos de mi investigación, no es en ningún caso el asunto principal, sino que éste más bien se focalizará en que la teoría de la verdad evolucionaria de Peirce es una teoría que evidentemente involucra compromisos metafísicos realistas.

  2. Teoría de la verdad evolucionaria

    ¿Qué no es la teoría de la verdad evolucionaria? En principio, no es una teoría que sostenga que la verdad sea una propiedad de aquellas creencias que resultan biológicamente convenientes para la conservación de la especie o de un individuo. Hay pasajes en los que Peirce parece apuntar en aquella dirección, cuando sostiene que la creencia "es un estado de calma y satisfactorio que no deseamos abandonar, ni [tampoco queremos] cambiar la creencia por alguna otra, [sino que] nos adherimos tenazmente no sólo a la creencia, sino a creer justamente en lo que creemos" (EP 1, 1877, p. 115). Es el mismo Peirce, sin embargo, el que rechaza la tenacidad como método para fijar creencias (cfr. EP 1, 1877, pp. 116 y ss.), destacando con ello que no basta el mero impulso biológico para sostener la verdad de una creencia porque resulte adecuada para la vida, sino que ésta se acepta como verdadera solamente en la medida en que ha sido aprobada por el método de la fijación de creencias de la ciencia o de la experiencia, que no opera atendiendo a un criterio de adecuación biológica. La teoría de la verdad evolucionaria de Peirce se elabora dentro de su metafísica evolucionaria, basada en la relación estrecha entre evolución, verdad y realidad, y no dentro del evolucionismo científico darwiniano (cfr. Wiener 1946, pp. 223 y ss.; Fisch 1947, pp. 357 y ss.).

    ¿Qué es entonces la teoría de la verdad evolucionaria? En lo fundamental, es aquella que reúne las teorías de la convergencia y de la correspondencia. Por el lado de la convergencia sostiene que la verdad es el resultado de la evolución de los procesos epistémicos naturales del hombre y de los instrumentos disponibles para la investigación científica, que en su desarrollo se adaptan para el conocimiento del mundo. Y por el lado de la correspondencia sostiene que, más allá de los constreñimientos epistémicos propios de la investigación de la verdad, esta última tiene que entenderse como una creencia que se corresponde con algo real, involucrando en esto tanto una semántica realista para nuestras creencias como una ontología realista para el objeto referido por ellas. (4)

    Con el propósito de desarrollar esta caracterización inicial de la teoría de la verdad evolucionaria, en lo que sigue argumentaré que se puede ofrecer un informe coherente y sistemático de las ideas de Peirce acerca de la convergencia y de la correspondencia como elementos de una única teoría de la verdad evolucionaria; mostraré, también, que la noción de verdad está en estrecha relación con la noción de realidad; y expondré, finalmente, que la concepción peir-ceana de la evolución involucra algunas determinaciones específicas sobre la naturaleza de la verdad y de su consecución, expresadas en el supuesto metafísico evolucionario de la adecuación entre la mente y el mundo, que encuentra un respaldo conceptual en las nociones de abducción y de innatismo naturalista (5) desarrolladas por el filósofo.

    2.1. Convergencia y correspondencia

    Al examinar las ideas de Peirce acerca de la verdad, nos encontramos con dos tipos de aproximaciones, entre sí muy diferentes, que incluso podrían formularse como dos teorías de la verdad independientes: convergencia y correspondencia. Los comentaristas usualmente han identificado la teoría de la verdad de la convergencia como aquella que refleja la postura pragmatista, dejando sólo en un segundo plano la consideración de una teoría de la verdad de la correspondencia expuesta por el mismo Peirce (cfr. Macintosh 1994, p. 153; Resnik 1992, p. 425; y Smart 1995, p. 313); y, acto seguido, dado que la convergencia involucra por sí misma constreñimientos epistémicos, se suele sostener que la teoría de la verdad pragmatista es inevitablemente antirrealista o, al menos, neutral respecto de la cuestión del realismo.

    Esbozaré las líneas principales de la convergencia y de la correspondencia en Peirce, para mostrar que no sólo son coherentes entre sí, sino que incluso se complementan sistemáticamente dentro de una única teoría de la verdad pragmatista peirceana, que, dado el vínculo que establece con la realidad y con la evolución, conviene llamar teoría de la verdad evolucionaria.

    El siguiente pasaje es ilustrativo respecto de la teoría de la verdad como convergencia, puesto que en él se destaca el proceso que se lleva a cabo a partir de ideas antagónicas que, en el progreso de la investigación, inevitablemente conducen a una misma conclusión:

    Diferentes mentes pueden disponer de las convicciones más antagónicas, pero el progreso de la investigación las conducirá por fuerza fuera de ellas mismas hacia una y la misma conclusión. Esta actividad del pensamiento por la cual somos conducidos, no a lo que deseamos, sino a un objetivo previamente ordenado [a preordained goal], es como la operación del destino. (EP 1, 1878, p. 138)

    Es destacable en este pasaje la relación que se establece entre, primero, la situación particular del sujeto epistémico que investiga; segundo, el progreso en la investigación, que en cada caso está sometido a las variables propias de la economía de la investigación de una comunidad científica (tiempo, esfuerzo, dinero, etc.); y, tercero, la conclusión, al parecer metafísicamente insoslayable, a la que se tiene que llegar a través de la investigación, que es, según Peirce, como la operación del destino. Hay, en este pasaje, un punto de primera importancia: incluso en la teoría de la verdad de la convergencia se alude tanto a los procesos epistémicos como a ciertos elementos metafísicos, ambos complementarios entre sí a la hora de describir la investigación científica. El pasaje, sin embargo, continúa enfatizando los supuestos metafísicos al señalar que el proceso encarna una gran ley que conduce a la opinión predestinada, que expresa una creencia cuyo correlato es lo real:

    Ninguna modificación del punto de vista que se asuma, ninguna selección de otros hechos para el estudio, ni siquiera una inclinación natural de la mente, puede hacer capaz a un hombre de escapar a la opinión predestinada [predestinate opinion]. Esta gran ley está encarnada en la concepción de la verdad y de la realidad. La opinión que está destinada [is fated] a ser finalmente acordada [agreed] por todos los que investigan es lo que entiendo por verdad, y el objeto representado por esta opinión es lo real. Ésta es la manera en que yo explicaría la realidad. (EP 1, 1878, p. 139)

    La teoría de la verdad de la convergencia da cuenta de una aproximación metafísica a la realidad y de una aproximación que, precisamente, es compatible con las condiciones epistémicas específicas del agente y con los instrumentos disponibles para la investigación científica en un momento dado. El supuesto metafísico de fondo es, en este pasaje, que, no obstante los constreñimientos epistémicos, hay una opinión predestinada que expresa una creencia verdadera, cuyo objeto es lo real. El mismo Peirce subraya que su teoría de la verdad de la convergencia es una manera de explicar la realidad.

    El pasaje recién analizado data de 1878. Otro pasaje de 1911 confirma la misma idea y muestra la continuidad de los planteamientos de Peirce. Allí se sostiene: "Llamo verdad a la opinión predestinada, por la cual entiendo aquella que prevalecería finalmente si la investigación fuera conducida suficientemente lejos" (EP 2, p. 457). Esto respalda la tendencia de los comentaristas a identificar la teoría de la verdad de la convergencia con la teoría de la verdad del...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR