La sucesión

AutorJosé C. Valadés
Páginas73-117
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Capítulo II
La sucesión
ACTIVIDADES DE FLORES MAGÓN
Antes de que las partes estamentales que obedecían a la sinergia
del régimen porfirista se contrajeran defensivamente, las fuerzas
contrarias al gobierno del general Porfirio Díaz empezaron a elimi-
narse silenciosamente, para dejar la responsabilidad y dirección
de lo que parecía un inminente porvenir a los más aptos. Esta se-
lección política se realizaba no bajo el mando o acción de determi-
nada parcialidad, sino que tal acontecimiento se efectuaba como
parte de la naturaleza política del antiporfirismo, de manera que
entre un grupo que sustituía al siguiente grupo, iban apareciendo
hombres sobresalientes; y si éstos no hacían gran número, puesto
que la escasez de indivudualidades formaba en los males del país,
sí debieron tener altas cualidades para poder ganar una confianza
popular que poco a poco iba adquiriendo visibilidad al través de la
República.
Esto último, que podía ser observado a la luz del día, era desde-
ñado por los hombres del porfirismo, puesto que mucho se había
hincado en ellos el engreimiento. Además, como acontece siempre
que en un gobierno se desenvuelve la idea de su omnipotencia, el
régimen vigilaba, perseguía y encarcelaba a los oponentes más dé-
biles y desatendía las actividades y artificios de quienes, por sus
virtudes intrínsecas, podían ser los más fuertes, los más agresivos y
quizás los únicos victoriosos.
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José C. Valadés
Al efecto, para el gobierno del general Díaz, el peligro eruptivo
estaba representado por la Junta organizadora del Partido Libe-
ral, establecido en San Luis Missouri (Estados Unidos). Tal peligro,
sin embargo, era sobrestimado, porque ¿qué significaba, dentro de
la gran realidad autoritaria de don Porfirio, un grupo de jóvenes ex-
pulsos acaudillado por Ricardo Flores Magón, noveles en el arte de
la insurrección, pobres de solemnidad, dedicados al iluminismo po-
lítico y creyentes en el poder de sus letras?
Flores Magón, después de sufrir prisión y hambre, como conse-
cuencia de la publicación de Regeneración, hecha en la Ciudad de
México en compañía de su hermano Jesús, considerando inútil una
lucha contra el gobierno del general Díaz dentro del país, se había
asilado voluntariamente en Estados Unidos, reiniciando la edición
de su periódico en San Antonio (Texas); pero como aquí, la suerte le
siguió siendo adversa, llevó su laboriosidad política y literaria, siem-
pre inagotable, a San Luis Missouri, donde, presidiendo la Junta Li-
beral reinició sus actividades periodísticas.
Establecidos así, en la ciudad norteamericana, y mientras que las
agencias de policía privada les seguían vigilando y molestando por
instrucciones de Ramón Corral, los jóvenes expulsos creyeron llega-
do el momento de dar cuerpo político a sus pensamientos y resolucio-
nes, y al efecto, con la fundación de la Junta del Partido Liberal, fijaron
los principios y planes para un futuro político victorioso; futuro que
no veían lejano, pues eran neófitos en política y de manifiesta y teme-
raria vehemencia.
A este último objeto redactaron y firmaron un documento al cual
llamaron Programa, que si carecía de ciencia política, en cambio poseía
un espíritu popular. Trata tal documento, por igual, los más acceso-
rios y criticables problemas administrativos del régimen porfirista y
los más superficiales negocios de la nación. Pretende, en seguida,
una definición acerca de la democracia, pero sin resultado. Detrae al
clero, aunque le reconoce jerarquía y estabilidad.
Regeneración, periódico fundado el 7 de agosto de 1900 por los hermanos Flores Magón

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