Jamás lea las preguntas

AutorGabriel Andrés Campoli
Cargo del AutorAbogado por la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. Doctor en Derecho por la UCES en Buenos Aires, Argentina
Páginas55-56
55
Como Interrogar y Contrainterrogar en Juicios Orales
Por ejemplo:
NO HAGA PREGUNTAS COMO LAS SIGUIENTES:
¿Nos puede describir qué negocios hay en cada una de las
esquinas de las calles 31 poniente y diagonal 19 poniente en
la que Usted se encontraba?
A esta hora se estará Usted preguntando por qué no debe
hacer una pregunta como esa, la respuesta es muy simple,
porque lo único que podría generar es la confusión y la duda
del testigo, toda vez que realmente muy poca gente podría
recordar detalles como ese que, además resultan innecesa-
rios a la historia que se relata, cuando lo verdaderamente
importante es la posición del testigo para lo cual podría ser
suficiente con preguntarle:
¿En qué esquina se encontraba Usted?
Respuesta: en la de las calles 31 Sur y 31 Poniente.
¿Hay allí algún comercio que sirva de referencia?
Respuesta: SI, yo estaba saliendo de la sucursal del banco
HSBC.
Como ve, este sistema simplifica las respuestas y permite
que el testigo responda son mayor fluidez y seguridad, mis-
ma que se transmite al juzgador.
JAMÁS LEA LAS PREGUNTAS.
Si el juicio es oral, es justamente ese el sistema que pre-
valece, es decir que si no es correcto leer a la hora de los ale-
gatos tampoco lo será al momento de interrogar.

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