RSE. Búsqueda de una normatividad internacional única y eficiente. Parte 2
Autor | Laura Olivo Ayala |
Cargo | Profesora de tiempo completo en el Departamento de Finanzas y Contabilidad del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México |
Páginas | 12-12 |
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Como se mencionó en la primera parte que antecede a este artículo, la responsabilidad social empresarial ha cobrado gran importancia a nivel internacional y distintas organizaciones han enfocado sus esfuerzos por establecer reglas y estándares que, sin ser obligatorias para las empresas, dan una guía de acción específica. En esta segunda entrega haremos un breve recorrido por algunas de estas organizaciones internacionales.
Elaborados por el Representante Especial del Secretario General para la cuestión de los derechos humanos y las empresas transnacionales y otras empresas y adoptados por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 2011, los Principios Rectores son un documento básico cuyo objetivo se declara: “…mejorar las normas y prácticas en relación con las empresas y los derechos humanos a fin de obtener resultados tangibles para las personas y las comunidades afectadas, y contribuir así también a una globalización socialmente sostenible” (Naciones Unidas, 2011).
A pesar de que se especifica que no se pretenden establecer nuevas obligaciones de derecho internacional, una diferencia con respecto a las normativas que hemos expuesto anteriormente es la presencia de un capítulo exclusivo para mecanismos de reparación en caso de incumplimiento, tanto por parte de los gobiernos como por parte de las empresas a alguno de los principios expuestos.
Como parte de la misión de la OCDE (construir economías sólidas en sus países miembros, mejorar la eficiencia, los sistemas de mercado nacionales, ampliar el libre comercio y contribuir al desarrollo tanto en países industrializados como en desarrollo),1 esta organización ha establecido Líneas directrices, cuyo objetivo es generar una conducta empresarial responsable dentro del contexto global.
México, como parte de esta organización y por medio de la Secretaría de Economía, tiene un punto nacional de contacto creado con el propósito de difundir dichas líneas y declara: “Estas directrices son una serie de principios y estándares que buscan garantizar que las operaciones de las empresas multinacionales: se desarrollen en armonía con las políticas públicas, fortalezcan la confianza entre empresa y sociedad...
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