"La responsabilidad electora del Presidente de México"
| Autor | Alejandro Medina Pérez |
| Cargo | Profesor, investigador y Coordinador general del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Facultad de Derecha y Criminología de la UANL |
| Páginas | 42-48 |
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La responsabilidad en su sentido más amplio, es uno de los temas que en los últimos años se han discutido en México. La gestión presidencial, en la época en la que el Partido Revolucionario Institucional dominaba la escena política, creó un presidente todopoderoso, con facultades meta constitucionales inmensas (como lo citaba el maestro Daniel Cossío Villegas)1. La hegemonía de un partido político (El PRI) sobre el cual reposaba el poder del presidente en turno inhibió, descartó y conjuró cualquier posibilidad material de exigir al presidente de la república, el de rendir cuentas a la sociedad por el desempeño en sus funciones.
El cambio que representó la alternancia en el máximo cargo en el país, posibilitó la llegada de un presidente de otro partido.
El Partido Acción Nacional, con su representante en las elecciones presidenciales de 2000, Vicente Fox Quesada, permitió que se instalara un multipartidismo real con una distribución del poder en todas las esferas del poder publico en varios partidos políticos.
Es en esta nueva realidad donde la exigencia para la actuación del presidente de la república es cada vez mayor, los partidos políticos, gobernadores, y la sociedad en general, encaminan al sistema político mexicano, hacia un régimen presidencial mas racional, es decir un régimen presidencial en el que el presidente de la república se apegue en una primera instancia y de manera estricta, al uso de las facultades que la Constitución federal le confiere para el desarrollo de su mandato.
Aunado a lo anterior, el deseo de la mayoría, es el que el titular del ejecutivo federal no recurra más como aconteció en el pasado, al uso de facultades que no estaban contempladas en el marco legal (facultades meta constitucionales), ya que uno de lo de los reclamos mas sentidos de la sociedad mexicana ha sido la ausencia de una democracia real. Anteriormente el presidente de la república como eje principal del sistema político mexicano tenia injerencia en los procesos electorales, y al no haber reglas electorales ciaras que transparentaran a estos, permitía la intervención discrecional del presidente de la república. Esto sin lugar a dudas ha sido subsanado gracias (entre otras cosas) al contar ya con órganos electorales administrativos y jurisdiccionales autónomos que han permitido la organización y calificación de las elecciones en el país con un alto grado de confiabilidad de los electores.
Sin embargo, la amenaza está latente,y esto es precisamente el contenido de esta po-Page 43nencia, en donde tratamos el tema de la responsabilidad del presidente de la república, para encontrar en el derecho comparado y en la experiencia mexicana, los elementos que nos lleven a proponer los cambios que a nivel constitucional se requieren para exigir al presidente de la república una mayor responsabilidad en el desempeño de sus funciones, y evitar con ello la posible intromisión de este, en una democracia naciente como la nuestra, que requiere de mecanismos que impidan al gobierno volver a incurrir en prácticas lesivas para la democracia, que tanto le han costado al país.
Como en las mayoría de los regímenes presidenciales, en el mundo la responsabilidad del presidente de la república es un tema que se presta a debate; la razón es muy simple: el común denominador de esta forma de gobierno es la irresponsabilidad del presidente de la república. Definitivamente, en el origen de la creación del régimen presidencial, el referente inmediato fue el régimen parlamentario. En este, el jefe de estado, el monarca era irresponsable totalmente de sus actos. Este privilegio se traspasó en la evolución del régimen parlamentario al presidente de la república en aquellos países donde se sustituyo al rey por un presidente, en las funciones de jefe de estado.
En los países donde se ha tomado el modelo presidencial como forma de gobierno, la irresponsabilidad presidencial es un elemento recurrente, que poco ha sido modificado.
En México, la Constitución Política de 1917, define en su titulo cuarto la responsabilidad política de los funcionarios públicos. En esta, se contempla un régimen especial para el presidente de la república. La finalidad de este texto constitucional es como menciona el Doctor Eduardo Ferrer Macgregor,"La finalidad de incluir en el texto fundamental un título con este contenido, radica en la intención de los constituyentes de evitar el abuso del poder en que puedan incurrir los servidores públicos de los tres poderes de la Unión, de los Estados de la república y del Distrito federal"2.
Esta disposiciones contemplan, las responsabilidades en que pueden incurrir estos servidores públicos que son políticas, penales, administrativas o incluso civiles.
En lo tocante a la responsabilidad del presidente,el artículo 108 de la Constitución establece en el párrafo segundo un régimen especial que enunciamos con anterioridad. Establece lo siguiente: "El Presidente de la república, durante el tiempo de su encargo, solo podrá ser acusado por traición a la patria y delitos graves del orden común. Estos delitos son contemplados por la legislación secundaria específicamente la penal federal en la cual se precisa a aquellos delitos considerados como graves, en los cuales se encuentran el homicidio por culpa grave, espionaje terrorismo y genocidio, entre otros.
al margen
El entusiasmo del magistrado Jorge Ojeda Velásquez ha tenido resultados: La Cámara de Diputados avaló que las personas que enfrentan un proceso legal no pierdan su derecho al voto. La idea es que los derechos políticos se pierdan hasta que se haya dictado sentencia firme. No antes.
Mal se vieron los ministros Mariano Azuela y Salvador Aguirre Anguiano al rechazar la posibilidad de que un enfermo de VIH pueda permanecer dentro de las Fuerzas Armadas. Es cierto que cualquier enfermedad, cualquier invalidez, limita las oportunidades laborales de una persona pero ¿no pueden hallárseles otras actividades a los minusválidos, a quienes padecen cáncer o a los que están enfermos de SIDA? Adoptando las precauciones convenientes, no debiera discriminarse a nadie. Afortunadamente los otros ministros no apoyaron la postura de Azuela y de Aguirre.
José Guadalupe Carrera, presidente del Tribunal Superior de Justica del D.F. está preocupado. No tanto por la sucesión,como por el hecho de que se estén concediendo libertades condicionales con una irresponsabilidad que espanta. Así se lo hizo saber recientemente a algunos de sus colegas. El Tribunal se ha convertido en rehén de algunas mafias de abogados que controlan a jueces y magistrados. En materia civil, tampoco van bien las cosas: si dos personas se quieren divorciar pero no acuden a los grupos de abogados adecuados, el juez puede tardarse años en conceder el divorcio, aunque los dos cónyuges hayan acordado los términos del mismo. Si no hay una causal clara a juicio del juzgador y tampoco hay el aliciente económico, ¿por qué los va a divorciar?
Sin embargo, nuestra legislación en la materia no contempla como en otros países, la hipótesis normativa de una eventual intromisión en materia electoral del presidente de la república. Por lo que una reforma en la que se añada tanto a nivel constitucional como en la secundaria la responsabilidad presidencial en ese supuesto, contribuiría enormemente hacia una democracia elec-Page 44toral mas creíble, así como al respeto de uno los principios pilares del derecho electoral, a saber, la equidad de que toda contienda debe de observar para la adecuada legitimitidad y certeza,de que quien triunfa en la urnas, lo haga sin la intervención del ejecutivo federal. Una reforma en este sentido, se vuelve indispensable.
Los comicios presidenciales de 2006 fueron los mas cerrados y competidos de la historia contemporánea del país, solamente medio punto de ventaja porcentual entre el ganador, Felipe Calderón Hinojosa (PAN) y su más cercano perseguidor Andrés Manuel López Obrador, del Frente político integrado por los partidos (PRD...
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