Proclama del emperador Agustín I

AutorFernando Serrano Migallón
Páginas485-485
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PROCLAMA DEL EMPERADOR AGUSTÍN I
Mexicanos: Me dirijo á vosotros solo como un ciudadano que anhela el or-
den y ansía vuestra felicidad in nitamente más que la suya propia. Las vici-
situdes políticas no son males cuando hay por parte de los pueblos la pru-
dencia y la moderación de que siempre disteis pruebas.
El ejército y el Pueblo de esta Capital acaban de tomar un partido: al
resto de la Nación corresponde aprobarle ó reprobarle: yo, en estos mo-
mentos no puedo más que agradecer su resolución y rogarles, sí, mis Con-
ciudadanos, rogaros, pues los mexicanos no necesitan que yo les mande,
que no se dé lugar á la exaltación de las pasiones, que se olviden resenti-
mientos, que respetemos las autoridades, porque un pueblo que no las tie-
ne ó las atropella es un monstruo. ¡Ah, no merezcan nunca mis amigos este
nombre! que dejemos para momentos de tranquilidad la decisión de nues-
tro sistema y de nuestra suerte; van a suceder luego. La Nación es la Patria:
la representan hoy sus Diputados: oigámosles: no demos un escándalo al
mundo, y no temáis errar siguiendo mi consejo. La ley es la voluntad del
pueblo: nada hay sobre ella: entendedme y dadme la última prueba de
amor, que es cuanto deseo, y lo que colma mi ambición. Dicto estas pala-
bras con el corazón en los labios; hacedme la justicia de creerme sincero y
vuestro mejor amigo.— ITURBIDE.— México, 18 de mayo de 1822.

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