Pablo Lazo Briones, La fragil frontera de las palabras. Ensayo sobre los (debiles) margenes entre filosofia y literatura.

AutorMendiola Mej
CargoRese

Pablo Lazo Briones, La frágil frontera de las palabras. Ensayo sobre los (débiles) márgenes entre filosofía y literatura, Universidad Iberoamericana/Siglo Veintiuno, México, 2007, 272 pp.

Lo que Pablo Lazo hace en La frágil frontera de las palabras podría ser presentado por medio de su propia caracterización de la lectura de libros. En su obra caracteriza la lectura como una interpretación que no sólo recibe y reproduce lo que está en el texto, sino que inventa su conexión y genera su significado. Lazo predica con el ejemplo. Él emplea dos recursos hermenéuticos dinámicos: la adivinación y la comparación. El recurso de la adivinación lo dirige a la indagación de los elementos individuales del texto, mientras que el recurso de la comparación le sirve para identificar los términos generales. Con esta actividad heurística, los términos se conectan entre sí, se les inventa un significado, un nexo posible; aunque esta conexión e invención tienen un marco de acción siempre dentro de un cierto uso ya vigente entre ellos.

De su propuesta de la caracterización de la lectura de libros desprende la tesis de la obra que nos ocupa, y con base en esa caracterización (hacer la estructura de un texto, no partir de ella), pretende afirmar que se puede leer o hacer filosofía como se lee y se hace literatura. La práctica de la lectura es una y, ya sea literatura o filosofía, debe ser leída de esta manera.

Mientras leía su libro me preguntaba cómo lo clasificaría él. ¿Qué respondería si tuviera que contestar a qué otro libro se parece? En esa comparación entre términos generales --de la que habla y que practica--, ¿de qué obra pensaría él que su libro está más cerca? Esta inquietud me surgía porque Lazo crea su exposición transitando entre la lectura de los más diversos y heterodoxos pensadores. De esta forma, nos hace pasar de un pensador a otro, como si fueran personajes de una batalla que tiene que ganar: demoler esa zanja entre la filosofía y la literatura. Y con esa pregunta (qué libro aceptaría como más cercano al suyo) seguía la saga de esta batalla, enfrentándome a autores que, nos dice Lazo, caracterizan sus escritos como "ensayos de novela lógico psicoanalíticas". Y sentía curiosidad por saber si Lazo quería hacer algo así, hasta que me encontré con una cita enigmática, a la cual él califica de convincente. "Más de uno, como yo sin duda, escriben para perder el rostro. No me pregunten quién soy, ni me permitan que permanezca invariable: es una moral de estado civil la que rige nuestra documentación. Que nos deje en paz cuando se trata de escribir" (p. 225). Entonces pensé que Lazo consideraría su obra cercana a El caballero inexistente de Italo Calvino, donde se nos cuenta la historia de Agilulfo, paladín de Carlomagno, quien sólo se manifiesta, habla y combate a través de su blanca armadura, sin la cual sencillamente no existe. Se trata de un personaje con el que Calvino quiere expresar lo que considera el problema del hombre: la falta de individualidad del hombre, que lo convierte en inexistente. Por...

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