El orden político

AutorJosé Antonio Arrubarrena Aragón
Páginas279-304
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CAPITULO 12
EL ORDEN POLITICO
12.1. INTRODUCCION
Es necesario repetir que para el Bien Común la comunidad deviene
en Orden Político Jurídicamente Organizado. Dicho de otra forma, el orden
al fin presupone al hombre creado, social, en familia y su entramado que
constituye el Municipio, al que se deben conjuntar los Cuerpos Intermedios
-vasta gama del tejido social- que alguien ha calificado precisamente como
soberanía social, que en el Estado logra el fin al que todo está ordenado: el
Bien Común que el hombre no alcanza nunca por sí, ni en cualquiera de las
Sociedades Menores.
De aquí que, y con plena vigencia de los antes referidos principios sociales
-subsidiariedad, solidaridad, libertad- se acepta que al Estado compete
justo lo que la sociedad civil no alcanza y en razón de lo cual surge el
Estado como plenitud de Organización Política fundamentada en la
soberanía social, y en beneficio no del propio Estado -Príncipe que quiere
ser como Dios- sino del Pueblo que así se organiza para realizar lo que la
propia organización política -Estado- le puede proporcionar, a saber: “el
cuidado de la dirección general, de la paz interior y de la seguridad exterior
de la nación... el ejército, la magistratura, la policía, la hacienda general, la
diplomacia...”286.
Conforme a lo anterior, pues, es propio de la llamada organización
política estatal, la auctoritas; vale decir, es la autoridad en el sentido de ‘autor’,
esto es, el que conduce, dirige y guía al bien común al Pueblo, quién así
“actualiza” su “potencia”, en base a su historia, tradiciones, realidades
presentes y anhelos futuros.
286
Creuzet Michel: LOS CUERPOS INTERMEDIOS, Pág. 126, Edit. Speiro, Madrid 1977.
280
12.1.1. DISTINCION DE LO SOCIAL Y LO POLITICO
Distinguimos lo social de lo político, por más que algunos tratadistas
los emplean como sinónimos; pues a nuestro juicio si bien existe una
relación de causa a efecto -lo social deviene en político-, no podríamos
hablar propiamente de lo inverso, esto es, que lo político no se fundamente
en lo social, esto dicho en la acepción tradicional del Estado, aunque ya vimos
que en el Estado Moderno en su connotación revolucionaria, lo político hace
tabla rasa de la soberanía social. “Lo social en el hombre -dice Kramsky-
implica todas y cada una de las relaciones interpersonales; todo lo que
signifique cooperación humana en orden a un fin, constituye lo social. Lo
político es una parte de la sociabilidad, y la parte más perfecta. Podemos
establecer que ‘política’ es toda actividad social que se relaciona con el
Estado y su fin: el bien común”287.
O como nos enseña González Uribe: “Lo político supone una
superación y un perfeccionamiento de lo social, por las siguientes razones: 1)
Por su fin, que es más universal y comprensivo; 2) Por su organización, que
es más compleja y diversificada; 3) Por su poder, que es territorial y
supremo; 4) Por el tipo de obediencia que promueve; 5) Por su especial
relación con el orden jurídico”288.
De esta manera se puede advertir que lo “político” es la culminación y no
la eliminación de lo social; también distinguir que no es “política” cualquiera
organización social, como sería por ejemplo, una clase en una escuela, una
banda de delincuentes, una multitud en un estadio, etc., etc., porque no basta
que exista un conglomerado humano, sino que se exige que éste en
autarquía esté organizado políticamente y tal lo es, cuando se constituye
en la perfección de sociedad temporal que llamamos Estado y exacta y
precisamente en orden al Bien Común.
287
Kramsky Carlos: ORIGEN, NATURALEZA Y FINES DEL ESTADO, Pág. 82, ULSA,
México 1974.
288
González Uribe Héctor: TEORIA POLITICA, Pág. 265 y sigs. Editorial Porrúa, Segunda
Edición, México 1977.

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