Del 'milagro mexicano' al gobierno dividido
| Autor | María del Carmen Nava Polina |
| Páginas | 47-53 |
47
Reducción
de propuestas
legislativas
4. Del “milagro mexicano” al gobierno dividido
Hasta este capítulo hemos recorrido las distintas etapas que ha tenido
el Poder Legislativo en México dentro de los 150 años posteriores a su
Independencia. Ahora hablaremos de lo que corresponde a la segunda
mitad del siglo xx, una vez estructurado el sistema constitucional
y habiéndose creado y consolidado el partido oficial. Ahondaremos
en la estabilidad presidencial que el Congreso le dio al país, para que
décadas después se abrieran paulatinamente las reglas electorales y
hubiera un incremento de la pluralidad partidista de los legisladores.
Primero se incorporó la figura de los diputados de partido (que obte-
nían los partidos políticos cuando contaban con un mínimo de 2.5%
de la votación nacional) y, posteriormente, los diputados plurinomi-
nales (que se reparten proporcionalmente de acuerdo con la votación
obtenida). Esas disposiciones, más el cambio del partido en el gobier-
no en el año 2000, junto con los distintos resultados legislativos, es lo
que abarcará el presente capítulo.
4.1 La pampa legislativa y el “milagro mexicano”
Con el afianzamiento del presidencialismo, el Congreso tuvo una
etapa sumamente relajada; de algún modo, se puede comparar con
la pampa argentina, ya que no hubo pendientes y abarcó grandes
extensiones de tiempo sin mayor algidez política. Fueron los años iden-
tificados como “el milagro mexicano”, pues hubo crecimiento eco-
nómico al impulsarse el mercado interno y la inserción de México en
la economía mundial. En esos años la actividad industrial registró
un vigoroso crecimiento y la tasa de crecimiento del pib (producto inter-
no bruto) alcanzó, entre 1947 y 1952, un promedio anual de 5.7%,
con un gran incremento en la producción de la energía eléctrica y el
petróleo, así como de la industria manufacturera y de construcción.
En lo que respecta al Congreso, un claro ejemplo de la época
de oro de la homogeneidad partidista gubernamental, y de la sub-
secuente disminución de la actividad legislativa que produjo, es que
en las legislaturas después de la Revolución (entre 1918 y 1922), el
promedio de las iniciativas presentadas al pleno por diputados, llegó
a ser de más de una; en contraste con un promedio de 0.1 propuestas
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