Maternidad subrogada: Un bebé a la carta o la industrialización de seres humanos

AutorXavier Ginebra Serrabou

La iniciativa de Ley de Maternidad Subrogada de Morelos, que se discute en el Congreso local, la cual prácticamente transcribe una iniciativa de ley sobre maternidad subrogada que existe a nivel federal, y cuya copia fue aprobada el año pasado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal —aunque el jefe de Gobierno del Distrito Federal no se anima a publicarla, tal vez por una vergüenza justificable, aunque ha hecho cosas iguales o peores a instancias del grupo parlamentario del PRD—, constituye una muestra de lo que no debe hacerse en la discusión y en la aprobación de la leyes, en cualquier nivel de gobierno, como ocurrió en la película Presunto culpable, que desenmascaró las “gracias” de los ministerios públicos y del Poder Judicial a nivel local.

Pese al loable propósito de esa iniciativa, de facilitar la posibilidad de tener hijos a parejas infértiles —aunque la ley no distingue a quiénes se les reconoce tal derecho o, en ciertos casos, tal capricho, como si tener un hijo pudiera justificarse a cualquier precio—, tiene muchos inconvenientes, que aconsejan rechazar el dictamen y esperar a lo que se legisle a nivel federal en la materia, en relación con la reproducción asistida, de modo que se permita una discusión pública, transparente y razonada sobre esta cuestión, que no es más que la punta del iceberg de las novedosas y a veces graves problemáticas que generan las técnicas de reproducción asistida (FIVET).

El contenido de la ley

Esta ley —al hablar de la ley, nos referiremos a la Ley de Maternidad Subrogada aprobada en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que tiene casi un idéntico contenido a la del estado de Morelos y a la que existe a nivel federal— señala que su objetivo es establecer los requisitos para facilitar la maternidad subrogada para parejas unidas en matrimonio o en concubinato (lo cual daña el interés jurídico del menor que pretende proteger, quien tiene derecho a nacer en el seno de una familia estable, de naturaleza matrimonial [artículo 1]).

El artículo 2 considera la maternidad subrogada como una técnica auxiliar en la procreación entre hombre y mujer. Aquí cabe discutir si se trata de una técnica auxiliar o principal, pues el papel de los padres biológicos es limitado. Además, aunque pretende “proteger el desarrollo del producto” (que debería denominar embrión, pues no es un “producto” objeto de técnicas científicas ni empresariales), en la maternidad subrogada esto es muy difícil de conseguir, dados los múltiples problemas jurídicos que se suscitan cuando la madre gestante o los padres biológicos pierden interés en el niño, debido a que no “satisface” los requisitos de calidad que esperaban.

El artículo 3 se refiere a las definiciones de la ley; contiene muchos errores técnicos, como denominar mórula al “huevo humano con fines de reproducción” (ahora resulta que a los seres humanos se les puede equiparar con los reptiles, que nacen en “huevos”), en su fracción V, cuando la mórula es el cigoto o el embrión en los primeros cinco días de concebido.

El artículo 6 obliga a los profesionales de la salud a informar acerca de las consecuencias médicas y legales de implantar mórulas en la madre gestante. Existe prueba fehaciente de que, con mucha frecuencia, el personal médico incumple esta obligación, además de que los estándares que exige la bioética para el consentimiento informado no son suficientes.

De la información que se esconde sobresale el hecho de que las FIVET, y por ende la maternidad subrogada, tienen un índice de fracaso que oscila entre 80 y 90 por ciento; que provoca serios problemas médicos y psicológicos para la salud de la madre y para el embrión; que existen otros mecanismos más idóneos para combatir la esterilidad; que en la mayoría de los casos esta última es tratable, y que es fuente de múltiples problemas y lagunas legales, como lo atestigua la jurisprudencia internacional.

El artículo 7 es contradictorio: además de obligar al secreto profesional, lo...

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