Juan Josè Baz
| Autor | E. M. de los Ríos |
| Páginas | 219-229 |
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Juan JosÈ Baz
1820-1887
LAS GRANDES revoluciones, los grandes sacu-
dimientos sociales en general que presentan
siempre al descubierto las múltiples fases de
la transformación de una sociedad en plena
evolución y desarrollo, tienen, como es na-
tural, sus hombres, de los cuales uno o varios
caracterizan cada una de esas fases, según la
aptitud personal que tienen más pronun-
ciada; en nuestra revolución de Reforma,
en esa gran lucha social de que puede jus-
tamente enorgullecerse México, el hombre
que más caracterizó la actividad casi febril
del gladiador infatigable de la idea hecha ley
o institución, fue el distinguido jalisciense
Juan José Baz, cuyos apuntes biográficos va-
mos a dar en seguida.
Nació Baz en la capital del Estado de Ja-
lisco el 24 de Junio de 1820, siendo hijo de D.
Diego Baz, español, y de la Sra. Concepción
Palafox, originaria del referido Estado. Des-
pués de concluida su instrucción primaria
y cuando contaba sólo once años de edad,
entró al Seminario Conciliar de México, en
el cual plantel recibió el título de abogado
en 1841, coronamiento de una muy distin-
guida carrera hecha con verdadero brillo, e
inclinado desde muy joven a la política y
sobre todo al combate y a la lucha, desde
antes de concluir sus estudios se inició en
la vida pública, alistándose a los dieciocho
años como cabo del batallón “Defensores de
la Patria”, cuando los franceses bombardea-
ron el Castillo de San Juan de Ulúa, bajo el
mando del príncipe de Joinville, en donde
recibió Baz su bautismo como ciudadano
patriota y valeroso.
El mismo año que obtuvo el título de
abogado, o sea en 1841, tomó las armas
contra Santa-Anna, ya en pro de las ideas
democráticas y de los principios más avan-
zados, y como entonces la estabilidad de
los gobiernos era imposible y los distintos
ensayos preliminares de la gran lucha entre
los dos partidos, no duraban mucho, en los
dos anos siguientes 1842 y 1843, formó Baz
parte de la redacción del Diario del Gobierno,
francamente comprometido ya en la vida
pública. Ese último año de 1843 y rindien-
do tributo a sus aficiones y conocimientos
literarios, fundó en unión de varios amigos,
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