Introducción metodológica al proyecto: 'Procesos productivos y trabajo femenino. El caso de microindustrias tipo de Ciudad Nezahualcóyotl

AutorMaría Luisa Quintero Soto/Carlos Fonseca Hernández
Páginas465-489
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MARÍA DE LA LUZ MACÍAS VÁZQUEZ*
Introducción metodológica al proyecto:
“Procesos productivos y trabajo femenino.
El caso de microindustrias tipo de
Ciudad Nezahualcóyotl”
EN ESTE TRABAJO se señala el punto de partida metodológico
para abordar el análisis de la situación del trabajo femenino
en las microempresas de Ciudad Nezahualcóyotl. Se realizará un
estudio con perspectiva de género que permita dar cuenta de la
forma en que impactan los procesos productivos de microempre-
sas tipo en el trabajo femenino.
TRABAJO FEMENINO
A PARTIR DE la década de los años noventa se presenta un proceso
de feminización del mercado de trabajo, caracterizado por las
mayores tasas de participación de las mujeres, y la diversificación
de las ocupaciones femeninas, esto desde el punto de vista eco-
nómico se debe a las crisis económicas y a la apertura de nuevos
mercados. Sin embargo, desde una perspectiva de género1 esta
* Licenciada en Economía, ENEP Aragón, UNAM; Maestría en Economía, Facultad de Eco-
nomía, UNAM. Especialización en Estudios de la Mujer, Programa Interdisciplinario en Estu-
dios de la Mujer, El Colegio de México. Investigadora visitante en el CEDUA de El Colegio de
México. Profesora de tiempo completo en la carrera de Administración de Empresas de la
Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl, desde 1995.
1 El concepto de género es una herramienta teórica que nos permite entender un poco
más el origen, evolución y tendencias de las problemáticas que se generan en las relaciones
que se establecen entre las personas a partir de la identidad sexual que se tenga. Las dife-
rentes sociedades establecen sus pa trones culturales a partir de los cuales se delin ean las
identidades de qué es ser mujer y qué es ser hombre. Si bien hay un gran desarrollo sobre
el análisis cultural y biológico de los aspectos que deter minan cómo se llega a tener deter-
minada identidad sexual, resulta imprescindible analizar y dar testimonio de la forma en
que se lleva a cabo este tipo de relación social en diferentes ámbitos y regiones, en este caso
el trabajo femenino en las microempresas de Ciudad Nezahualcóyotl.
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INTRODUCCIÓN METODOLÓGICA AL PROYECTO 467
explicación en la actualidad resulta incompleta, dados los cam-
bios sociodemográficos y culturales de la población desde el siglo
pasado.
Las mujeres representan actualmente entre 30 y 52 por cien-
to de la mano de obra ocupada a nivel mundial (Incháustegui,
2005: 79). En la época de la globalización o de la “feminización
del empleo”, las mujeres se incorporan en un momento en que la
flexibilidad de los procesos productivos impacta en las formas de
utilización del trabajo. El empleo tiende a verse afectado radical-
mente y en un marco de “modernización”, predominan los con-
tratos temporales, la reducción de personal, la flexibilidad en el
número de horas trabajadas, la reducción en las prestaciones,
entre otros.
La mayor incorporación de las mujeres ha sido vista desde
muy diversos enfoques en diferentes momentos de la historia del
capitalismo, sin embargo, desde las tres últimas décadas del siglo
pasado, diversos estudios han dado constancia de la situación
que enfrentan las mujeres en el mercado de trabajo. Se ha demos-
trado que en buena medida se reproduce la situación desventa-
josa de las mujeres en los espacios públicos y privados. Teresa
Incháustegui menciona que la incorporación de las mujeres al
trabajo remunerado se da en un momento de debilitamiento de
los sindicatos, de flexibilidad laboral, de trabajos precarios y
de horarios flexibles. Los salarios por tanto tienden a ser desven-
tajosos, aunado a que persiste el hecho de que los salarios de las
mujeres continúan siendo inferiores a los de los hombres por
ocupaciones iguales o similares. Asimismo, en general los pues-
tos de mayor jerarquía son ocupados en un alto porcentaje por los
hombres, y cuando las mujeres ocupan estos puesto, el grado de
exigencia es mayor. Es decir, persiste la desigualdad pero como par-
te de un sistema de desigualdades de dominación-subordinación,
convirtiéndose la diferencia de sexos en desigualdad social (Frutos,
2004: 25).
Las mujeres enfrentan situaciones desventajosas de manera
diferenciada a partir de su clase social, nivel de escolaridad, origen
y estado civil. Esto sitúa a las mujeres en diversas encrucijadas,

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