El impacto de la renta básica sobre los incentivos laborales
| Autor | Jordi Tena-Sánchez |
| Páginas | 265-286 |
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Volumen 15, número 36, enero-abril, 2018, pp. 265-286
E R B
Jordi Tena-Sánchez*
R. En el presente trabajo se discute el posible impacto de
la introducción de una renta básica de ciudadanía () sobre los
incentivos laborales de los individuos, en particular de los seg-
mentos de trabajadores precarios poco cualificados. Se concluye
que no cabe esperar que la produjese un abandono masivo
del trabajo remunerado sino, más bien, un mayor reparto de
éste. En el caso concreto de los trabajadores precarios, se argu-
menta que la podría ser un buen instrumento de activación
de los mismos, al tiempo que evitaría las conocidas trampas del
paro y de la pobreza, mejoraría la inclusión social, y reduciría la
precariedad y la polarización social y laboral.
P . Workfarismo, trampas del paro y de la pobreza,
inclusión social y estigmatización, polarización social y laboral,
crisis del Estado de Bienestar.
T B I
A. This paper discusses the likely impact of the introduc-
tion of a Citizens’ Basic Income on job incentives, in particular
for the case of the more precarious and less skilled workers. The
article argues that it is reasonable to expect that basic income
would not produce a massive retreat from the labor market but,
rather, a higher distribution of job. In the specific case of the
* Profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona, España. Correo electrónico:
jordi.tena@uab.cat
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Jordi Tena-Sánchez
more precarious and less skilled workers, the article holds that
basic income could be a good tool to activate these workers
and at the same time avoid poverty and unemployment traps,
improve social inclusion, and reduce and polarize the job and
social precariousness.
Ke . Workfare, unemployment and poverty traps, social
inclusion, stigmatization, social and job polarization, crisis of
the Welfare State.
I
La Renta Básica (en adelante ) es una de las propuestas de política
social más innovadoras que existen hoy en día. La es una prestación
monetaria, financiada a través de impuestos, que la administración
debería pagar de forma periódica (por ejemplo, mensualmente) a cada
ciudadano. Se trataría de una prestación que se pagaría a los individuos
(no a las familias o a los hogares), de forma incondicional (es decir, sin
tomar en consideración la edad o el nivel de renta del individuo, que
éste haya cotizado previamente, que tenga o no un empleo, o cualquier
otra consideración), e independientemente de cualquier otra renta que
el individuo pueda percibir.1 En lo que se refiere a la cuantía de la
prestación, ésta debería ser la máxima posible que resulte sostenible en
el tiempo (Van Parijs, 1996).
Uno de los aspectos sobre las que más se ha especulado en el debate
sobre la es la de cómo afectaría a los incentivos laborales. Es cierto
que el efecto de las prestaciones monetarias sobre dichos incentivos es
discutido para cualquier tipo de prestación, pero la incondicionalidad
de la hace la cuestión si cabe más perentoria. Este trabajo se centra
en dicho problema, haciendo especial inciso en cómo podría afectar
una a los incentivos laborales de los trabajadores más precarios.
Si bien las críticas contra la suelen alertar del posible abandono
masivo del trabajo remunerado que esta podría producir, el peligro
1 Esta es la definición adoptada, por ejemplo, por Van Parijs (1996) o por la Basic
Income Earth Network (): http://www.basicincome.org.
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