Francisco I. Madero

AutorJuan Sánchez Azcona
Páginas11-23
11
él me ligó una amistad entrañable, desde nuestra adoles-
cencia hasta su muerte. Conocí íntimamente su modo de
sentir y de pensar. Pude asomarme hasta el fondo de su alma,
como a una fuente de agua diáfana y cristalina. Confundiendo
el efecto con las causas, muchos creyeron en México —y algu-
nos lo creen todavía— que mi adhesión a Madero y mi estrecha
amistad con él provinieron del hecho de haber sido su secre-
tario. El error es manifiesto; escogióme para secretario porque
me sentía su amigo y me tenía confianza. El cargo fue resul-
tante de la amistad y de la confianza, y no éstas de aquél.1
FRANCISCO I. MADERO
A
1Francisco I. Madero, en Mis memorias, escritas en 1909, dice: “con Juan
Sánchez Azcona trabé íntima amistad, la cual aún perdura y quizá aumente,
si nos encontramos otra vez en el mismo medio, pues siempre he sentido
gran simpatía por él. Desde que nos separamos en Europa, él se ha dedi-
cado al periodismo y a la política; ha sido diputado al Congreso de la
Unión varias veces y ahora es de los organizadores del Partido Democrá-
tico y del periódico México Nuevo. Si lucha con virilidad en la gran campaña
electoral que se inicia, no será remoto que llegue a desempeñar papel im-
portante en la próxima administración, pues es inteligente, íntegro y de
grandes ideales...”, Epistolario 1900-1909, t. I, México, SHCP, SG, INEHRM,
1985, p. 5.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR