Evaluación del desempeño en la era de la innovación educativa: el examen departamental como esfuerzo colegiado
| Autor | Harmen Simons Bijlsma |
| Páginas | 162-190 |
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Describir el esfuerzo colegiado realizado para implementar el examen final departamental del curso matemáticas financieras en el Tecnológico de Monterrey, campus Monterrey.
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Ante la introducción de metodologías educativas innovadoras y la creciente incorporación de las tecnologías de información en el proceso de enseñanza-aprendizaje, resulta importante evaluar el impacto y la eficacia de las mismas en la educación que reciben nuestros alumnos. Una forma de obtener evidencias acerca del nivel de aprendizaje de los alumnos son los exámenes finales departamentales. Bajo este esquema se evalúa a los alumnos con reactivos estandarizados, tanto en contenido como en dificultad, al final de un curso.
Si bien, se puede cuestionar hasta qué grado un examen revela la cabalidad de la experiencia educativa y el aprendizaje por parte del alumno, la sencillez de su aplicación y, sobre todo, la comparabilidad transversal y longitudinal de los resultados, lo siguen confiriendo una ventaja como vehículo de retroalimentación a los profesores y medio de detección de áreas de mejora sobre otras formas de evaluación.
En este capítulo primero se realizará una introducción a la problemática de la evaluación académica. Posteriormente, se describirá el proceso de llevar a cabo el diseño y la aplicación del examen departamental, los retos y oportunidades que se presentaron y se los resultados de su aplicación. Finalmente, se concluirá respecto a la importancia de contar con un instrumento adecuado para medir la efectividad del proceso de enseñanza-aprendizaje y evaluar objetivamente el desempeño de los profesores.
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Palabras clave: exámenes departamentales, calidad académica, evaluación de desempeño, esfuerzo colegiado.
The introduction of innovative methodologies in higher education and the increasing use of modern technology bring with it the need to evaluate both the impact and effectiveness of said changes on the quality of education. One way of obtaining information on these key variables is the repeated use of standardized, comprehensive exams administered by academic departments allowing performance evaluation, both cross-sectional and over time. While these exams do not (nor are they intended to) measure the comprehensive educational experience of students, they nevertheless provide an easy, cost-effective way to obtain timely feedback about program coverage and understanding (mastery) of basic concepts and tools.
This essay documents the experience of designing and applying such an exam to business students at Tec de Monterrey, campus Monterrey. First, we outline some issues related to the problem of measuring academic performance. Next we document the process of designing and applying the exam, and present a summary of the results. We conclude by discussing the importance of developing a reliable instrument to measure the effectiveness of teaching methods as well as the performance of the teaching staff (faculty).
Key Words: Performance evaluation, standardized exams, quality of education, collaborative effort.
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La educación es un proceso y, como tal, requiere de monitoreo y evaluación periódica para medir el grado de avance hacia objetivos y metas. Es imposible mejorar un proceso sin la retroalimentación, calibración y/o implementación de ajustes sugeridos por los resultados provenientes de una evaluación sistemática. La evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje que prevalece en muchas partes del mundo se basa en la aplicación de exámenes, pruebas, tareas, etc., orales, escritos, y/o en línea, para determinar el nivel de aprendizaje bajo los mismos criterios, están-dares y circunstancias, es decir, en igualdad de condiciones, y el resultado se plasma en una calificación numérica que avala un nivel aprobatorio o no (Escudero, 2003).
Ante un entorno cambiante, con necesidades laborales y sociales en flujo constante, se ha comenzado a cuestionar la relevancia de la conocida secuencia “objetivos de aprendizaje-examen-calificación numérica”, vigente desde hace más de un siglo (véase, por ejemplo, Díaz-Barriga y Hernández, 2002; Palm, 2008; Garza, 2016); específicamente, una calificación única basada en un examen final al término de un curso no refleja el dominio del material ni la totalidad del aprendizaje por parte del alumno.
En general, el proceso de enseñanza-aprendizaje busca fomentar una serie de atributos (i.e., habilidades, conductas, aptitudes, conocimientos, valores), derivados de los objetivos de aprendizaje establecidos al inicio de cada curso entre los alumnos. Visualizando dichos atributos como un vector [a1, a2, a3,..., an] la única manera de convertir este vector en un escalar (i. e., calificación numérica), es multiplicarlo por otro vector de ponderaciones [w1, w2, w3,…, wn], donde wk es la ponderación adjudicada al atributo ak, etcétera.
Desde esta perspectiva, la evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje no solo enfrenta el problema de cómo medir el avance (dominio) logrado hacia cada atributo, sino también la subjetividad implícita de
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asignar una ponderación específica a cada atributo. La introducción de metodologías educativas innovadoras, la creciente incorporación de las tecnologías de información en el proceso de enseñanza-aprendizaje y el involucrar otros puntos de vista en la evaluación, por ejemplo, de expertos externos, potenciales clientes, empleadores, etc., enriquece (véase, por ejemplo, Morrow et al., 2015) pero no simplifica la tarea. Es más, por la misma condición de ser “nuevo o innovador” requiere de una evaluación rigurosa de sus beneficios, alcances y limitaciones.
Lo anterior implica que no hay una manera fácil, única y correcta de llegar a una evaluación cabal, justa, objetiva y comprensiva. Sin embargo, el que sea complicado un asunto no justifica la inacción. Reconociendo no solo la importancia, sino la complejidad de la evaluación académica se inició un proceso de trabajo colegiado en el campus Monterrey, del Tecnológico de Monterrey, centrado alrededor del diseño de exámenes finales integradores y departamentales para distintos cursos del tronco común de negocios, impartidos por el departamento Académico de Contabilidad y Finanzas (DACF).
Por ello, el principal objetivo de este capítulo es comunicar las experiencias en el proceso de diseño e implementación del examen final departa-mental de uno de los dichos cursos, i.e., de matemáticas financieras;20además de compartir con colegas los errores y aciertos sufridos en el proceso, de tal manera que capitalicen esta experiencia al incursionar en la práctica de exámenes finales estandarizados o a considerar su implementación. Creemos que, aparte de ser un instrumento de evaluación útil por sus propios méritos, puede ayudar en la evaluación de la eficacia de la introducción de proyectos innovadores en la transferencia del conocimiento y el auge de las tecnologías de información en la educación.
Es importante aclarar que no alegamos que se pueda evaluar la efectividad o el mérito de una metodología de enseñanza o técnica didáctica aplicando un examen final integrador. Sin embargo, considerando que en las
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materias básicas del tronco común se enseñan herramientas y habilidades que son insumos importantes en cursos posteriores, es relevante asegurar la cobertura del programa con suficiente profundidad. La retroalimentación valiosa proporcionada por exámenes departamentales integradores cuidadosamente diseñados, sí nos ayuda a evaluar en qué medida nuestros métodos de enseñanza-aprendizaje contribuyeron a este objetivo.
Consideramos que este documento también puede ser de utilidad para los involucrados en la administración académica, desde el director de un departamento académico hasta el administrador a cargo de procesos de acreditación educativa. Concluimos con las principales lecciones aprendidas y señalamos posibles usos de los resultados obtenidos.
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