Elementos para una perspectiva crítica de la política exterior mexicana

AutorLuis Miguel Valdivia Santa María
CargoProfesor-investigador del Departamento de Política y Cultura, UAM-X
I Referencias sobre la política exterior

Los medios de comunicación y algunos comentaristas han caracterizado a las relaciones exteriores de México como una política orientada por principios jurídicos, éticos y políticos heredados históricamente. También se le juzga como pragmática, nacionalista, reactiva, progresista o de retórica populista, entre otros calificativos. Difícilmente, estas caracterizaciones nos permiten una aproximación teórico metodológica para el estudio académico de la política exterior.

La primera discusión acerca del análisis de la política exterior tiene que ver con el carácter que reviste la influencia de factores o fuerzas internas y externas en el desarrollo y orientación de la política exterior. En la dimensión del ambiente externo destaca lo que se denomina el “sistema de Estados”, sobre el cual las fuerzas internas de países como el nuestro, a diferencia de las potencias, tienen escasa influencia real.

Para tener una noción somera de la gran complejidad y los elementos que intervienen en la política exterior como expresión del estudio de la política internacional, podemos citar el trabajo de Holsti1 quien dedica las partes III, IV y V del texto citado a desagregar los elementos que intervienen en la política exterior.

Entre estos elementos, destacan a) Las nociones de aislacionismo, alineación y no-alineación, las coaliciones diplomáticas, las alianzas militares, los tipos de liderazgo y la concepción del papel que desempeñan los Estados nacionales. b) La jerarquía de los objetivos concretos y abstractos de la política exterior en un Sistema Internacional histórico, y su logro en tiempo y valores; dividiéndolos en causas fundamentales y metas de mediano y largo plazo para seleccionar objetivos, la actuación del estado y sus orientaciones. c) Las acciones de poder y la política exterior, las capacidades, recursos y respuestas del poder; patrones, variables y formas en que se ejerce la influencia en el Sistema Internacional. d) Los mecanismos diplomáticos de la política exterior, los propósitos de la comunicación, instituciones, reglas y funciones del personal diplomático. Los instrumentos y procesos preliminares de inducción para obtener acuerdos y solucionar problemas, y los estilos diplomáticos necesarios en la negociación internacional. e) Las técnicas y los medios de información, y la propaganda como instrumento en la creación de actitudes en la política internacional. f) Las técnicas de coerción y recompensa económicas en política exterior; la guerra económica; el uso de prebendas económicas; transferencias, ventas y ayudas militares. g) Las acciones políticas clandestinas, la subversión, las demostraciones de fuerza, la guerra no convencional, las acciones que impulsan la intervención militar y la política exterior. h) Las armas como instrumentos de la política exterior: armas convencionales y nucleares; la disuasión, sus estrategias, utilidad e influencia; el control de armas y el desarme.

Otras dimensiones de la política exterior son: 1) La de los objetivos, decisiones y acciones que son orientadas por imágenes, actitudes, valores y creencias que influyen en las estructuras domésticas y agenda de política exterior. 2) También tienen un papel fundamental en el logro de los objetivos de política exterior las normas legales y las sanciones derivadas del derecho internacional contemporáneo. 3) Las obligaciones no legales y los acuerdos tácitos, los pactos de caballeros, entre otros, tienen su lugar en la política internacional y cuentan con el apoyo de la opinión pública mundial como un factor de influencia en los que toman las decisiones. 4) Son componentes importantes en la política exterior los contenidos éticos y morales y las restricciones culturales. La ética es de gran relevancia en los modelos de conducta que conducen las relaciones entre las naciones.2

En el ámbito de las políticas exteriores sus variaciones también pueden responder a la interacción entre la composición de las fuerzas domésticas en la toma de decisiones del Estado. Pero esto no es todo, se deben enfrentar a una interacción de fuerzas entre las que se distinguen las presiones externas y de agentes externos al interior del Estado y hasta las características personales de quienes toman las decisiones, que en el caso de poderes centralizados, como el presidencialismo, son factores relevantes.

Por eso, se puede hablar de tres niveles analíticos de la política exterior: el individual, el Estado y el sistema de Estados.3 Para Rosenau las dimensiones para una pre-teoría de la política exterior se traducen en cinco grupos de variables: “… individual, el rol, gubernamental, social y sistémico”.4 Estos enfoques ponderan el factor interno de la formulación de políticas, y se enfrentan a los enfoques rígidos, realistas, que distinguen tajantemente a la política del Estado nacional de la internacional, caracterizada por un estado de anarquía.5 A lo cual responde Rosenau con la figura de Estado Penetrado, o sistema político penetrado por vínculos políticos, presiones e intereses de no participantes de la sociedad nacional, cuya influencia varía de acuerdo con ciertos tipos de áreas.6 Donde los vínculos entre la política nacional e internacional produce una “Interdependencia en cascada”.

Un acercamiento teórico en el análisis de la política exterior permitiría ubicarla como el mecanismo fundamental para el ejercicio de las relaciones internacionales del país para alcanzar, con éxito, los objetivos del desarrollo nacional y promover los intereses de México y de los mexicanos en todos los temas o asuntos de la agenda internacional. En consecuencia, sostener la presencia y proyectar un papel importante para nuestro país de acuerdo al lugar estratégico que ocupa en la geopolítica, por su peso y volumen territorial, demográfico y de recursos. La legitimidad de su proyecto nacional y sistema político, deben darle el respaldo nacional y la capacidad de negociación necesarios para participar en las instituciones internacionales y mantener un lugar importante en las circunstancias coyunturales, siempre cambiantes, del medio internacional.

En resumen, un estudio de la política exterior mexicana debe prevenir de la simplificación de un recuento de acciones sexenales de política exterior de los gobiernos en turno, calificándolos como más o menos nacionalistas, más o menos retóricos, más o menos activos, más o menos apegados a los principios de la carta magna o más o menos pragmáticos. Se debe ser consciente de la dificultad que reviste la utilización mecánica o acrítica de enfoques que buscan esclarecer las acciones de política exterior de las grandes potencias y en particular de Estados Unidos, y recuperar el sentido de una parte de la política nacional cuyas acciones y proyecciones se deben inscribir en el contexto histórico y con las características de nuestro nivel, rango o posición en la sociedad internacional y la especificidad y limitaciones que le dan sus actores políticos, más los aportes de los académicos y estudiosos.

II Enfoques de la política exterior de México

La compleja interacción de actores internos y externos, públicos y privados se combina con los procesos dinámicos, normas e instituciones que rigen la convivencia y el conflicto entre los viejos y nuevos actores internacionales, perfilando la agenda restringida de una plural y conflictiva sociedad internacional donde individuos, comunidades, empresas y organismos no gubernamentales de carácter trasnacional, burocracias de organismos y foros internacionales, agencias gubernamentales y Estados se entrelazan en intrincadas interacciones en un contexto histórico determinado, que a su vez es dinámico.

El estudio de la política exterior, por consecuencia, tiene que partir del reconocimiento de la existencia de variables tanto endógenas como exógenas, de las cuales la política exterior es el puente entre ambas dimensiones. Si consideramos que la política exterior es una expresión del fenómeno político, es necesario estudiar el fenómeno y la naturaleza del poder, del Estado, la hegemonía interna y entre estados como expresión de las capacidades del poder (enfoque realista) o como la combinación dinámica de fuerza y consenso poder y persuasión (Gramsci).7 Es importante distinguir que el entramado en el que se desarrollan las relaciones internacionales de cooperación o conflicto se inscribe en el marco ético político de las instituciones jurídicas nacionales e internacionales.

Podemos pensar que en México la preocupación por los aspectos teóricos y metodológicos para el análisis de la política exterior es reciente o de aparición tardía en relación con el debate teórico de la disciplina de las relaciones internacionales; por ello, la orientación de una perspectiva teórica o escuela mexicana de política exterior y su generalización en la formación y práctica de los especialistas es precaria, y los estudios teóricos son poco frecuentes y se han elaborado, principalmente, en las instituciones de enseñanza superior con una orientación definidamente académica.8

Destaca la escasa contribución de los estudiosos mexicanos al desarrollo de la teoría de las relaciones internacionales, por lo cual los enfoques utilizados reflejan en muchos casos la formación en el exterior de los autores, y son, principalmente, adaptaciones, eco o resonancias de los debates entre los enfoques predominantes y alternativos de las escuelas anglosajonas o europeas continentales, y en algunos casos del debate entre latinoamericanos. Es una tarea pendiente e impostergable elaborar marcos de análisis que partan del estudio de la realidad concreta de las relaciones internacionales de México.

La práctica de la política exterior mexicana desde su origen histórico e institucional, a lo...

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