Economía

AutorAbel Perez Zamorano
Páginas43-81
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La economía mexicana se ha mostrado incapaz de crecer a tasas aceptables
para generar los 1.3 millones de empleos anuales necesarios, tan sólo para
cubrir la demanda de empleo de la generación que llega a edad laboral.
Debido a esto, desempleo y subempleo siguen creciendo considerablemen-
te y los salarios reales se mantienen deprimidos y caen, ello debido al incre-
mento en la oferta de trabajo en relación con su demanda, lo cual provoca
una caída en los salarios, fenómeno ya explicado por Marx al analizar la
función económica del Ejército Industrial de Reserva, caracterizada como
un incremento en la competencia entre los trabajadores desempleados y la
presión que ejercen sobre quienes continúan trabajando. Esta tendencia ha
constituido un poderoso acicate al significativo crecimiento de la economía
informal que, según estimaciones, representa un tercio del Producto Inter-
no Bruto (CEPAL, 2007). Es cierto que se ha logrado estabilidad en las varia-
bles macroeconómicas, pero ello es insuficiente para detonar el desarrollo
de la demanda y el mercado internos. En este proceso, el Estado se ha
alejado no sólo de su necesaria intervención en la economía para mejorar
el crecimiento, sino también, y de manera preponderante, de la aplicación
de políticas redistributivas del ingreso, el que ha llegado a niveles de enor-
me concentración que colocan al país entre los más desiguales del mundo
(PNUD, 2005). La teoría económica neoliberal, aplicada desde inicios de los
ochenta, postula entre sus tesis fundamentales que el Estado no debe inter-
venir en la economía, por ejemplo para fomentar empleos; las consecuen-
cias de esta estrategia están a la vista, en forma palpable en los municipios
estudiados, destacadamente en el boom del sector informal.
Sólo detrás del Distrito Federal, y en algunos rubros, como en la indus-
tria de la transformación, por delante de éste, el Estado de México es
Capítulo 2
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Abel Pérez Zamorano
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puntero en cuanto a contribución al PIB, aunque, ciertamente, mostrando
también la ralentización general que padece la economía nacional en los
últimos años, y en ese contexto, la inversión extranjera ha decrecido
(IGECEM, 2005). Particularmente esta dinámica económica de la entidad la
vuelve atractiva para la migración proveniente de otros estados con un
dinamismo económico menor, cuando no estancados del todo. Atraídos
por este imán económico llegan decenas de miles cada año, principalmen-
te a los cinturones de miseria, como veíamos en el apartado anterior. Pero
como adelantábamos ya, precisamente por ser una entidad de vanguardia
en materia económica, el Estado de México destaca también en cuanto a
los efectos negativos generados por el modelo, y no podía ser de otra for-
ma, pues éste opera en paquete, con sus rasgos positivos y negativos.
En este capítulo se analizarán el crecimiento y la estructura del PIB
estatal, así como el peso específico que cada municipio estudiado tiene
en éste y en conjunto en relación con las zonas analizadas. En seguida se
analizan los sectores más importantes, como los servicios y la industria
en la Zona Oriente, comparándolos con los de otras demarcaciones del
estado; asimismo, se analiza la competitividad de los municipios en el
contexto del Estado de México, destacadamente en cuanto a su capaci-
dad para atraer y retener inversiones. Después se trata la estructura de
la Población Económicamente Activa (PEA), en particular la situación del
empleo y los salarios, así como el desempleo y el sector informal, hacien-
do algunas comparaciones entre las zonas ya descritas. Se considera
importante tratar la desigualdad en el ingreso, y la composición y distri-
bución de éste en cada municipio. Finalmente, como resultado de la situa-
ción descrita, se muestra la marginación en que se encuentran los munici-
pios estudiados, todavía en términos de conjunto, ya que en los capítulos
subsiguientes se analizarán con mayor detalle.
CRECIMIENTO Y ESTRUCTURA DEL PIB7
En el nivel nacional el Estado de México tiene una participación de 9.5
por ciento en cuanto a la aportación al Producto Interno Bruto, lo cual lo
7 Se entiende por Producto Interno Bruto o PIB la cantidad de riqueza creada en un determina-
do periodo en un país o región. Para el INEGI, el PIB es la “suma de los valores monetarios de los
bienes y servicios producidos por el país, evitando incurrir en la duplicación derivada de las opera-
ciones de compra-venta que existen entre los diferentes productores” (www.inegi.gob.mx).
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ubica en segundo lugar, sólo después del Distrito Federal (INEGI, 2004).
En cuanto a su composición sectorial, para el año 2004, el PIB estatal se
distribuía de la siguiente manera: sector primario 3 por ciento, secunda-
rio 31 por ciento y terciario 58 por ciento (IGECEM, 2005).8 En el nivel na-
cional, las ramas económicas que más contribuyen son la industria ma-
nufacturera, con 15.6 por ciento, comercio, restaurantes y hoteles, con
10.3 por ciento y, finalmente, los servicios financieros, con 9.7 por ciento.9
En la estructura del PIB del Estado de México, por gran división de activ-
idad económica, destacan por su importancia la industria manufacturera
(30 por ciento), comercio, restaurantes y hoteles (21.5 por ciento); servi-
cios financieros, seguros, actividades inmobiliarias y de alquiler (16.3 por
ciento). Solamente estas tres divisiones juntas representan 67.8 por cien-
to del PIB estatal; es decir, poco más de dos terceras partes están determi-
nadas por estos rubros (INEGI, 2006). El crecimiento del PIB del estado
entre los años 1999 y 2004 fue de 12 por ciento; por sectores, el más
dinámico fue el de servicios, con una tasa de 21 por ciento en el mismo
periodo, mientras que el sector secundario tuvo un ligero decrecimiento de
2 por ciento. Por grandes divisiones, las más dinámicas en el mismo peri-
odo fueron transporte, almacenamiento y comunicaciones, con 36 por
ciento; servicios financieros, seguros, actividades inmobiliarias y de alq-
uiler, con 23 por ciento; comercio, restaurantes y hoteles, en 12 por cien-
to; sin embargo, entre los años 2000 y 2003 la tasa media real de crecimien-
to anual fue apenas de 0.13 por ciento, reflejando una desaceleración de
la economía estatal, aunque en 2004 tuvo ya un repunte de 4 por ciento
con respecto al año anterior (IGECEM, 2005). Como puede advertirse, esta
situación coincide con las bajas tasas de crecimiento económico en el
nivel nacional en los mismos años. Para acercarnos un poco más a la
realidad bajo estudio, es importante analizar la contribución de los bloques
urbanos y municipios al crecimiento de la economía mexiquense, de lo
cual es ilustrativa la gráfica 5.
8 Para el lector no familiarizado con esta terminología, debemos aclarar que el sector primario
incluye agricultura y ganadería, silvicultura, pesca, minería y todas las actividades extractivas, que
obtienen productos directamente de la tierra. El secundario se conforma con la industria, fundamen-
talmente los procesos de transformación y, finalmente, el terciario incluye el comercio y los servicios,
como hospitales, educación, finanzas, salones de belleza, espectáculos, etcétera (www.inegi.gob.mx).
9 Estimaciones para 2006 de la Secretaría de Desarrollo Económico del gobierno del Estado de
México, www1.edomexico.gob.mx/sedeco, 2/XI/07.

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