Derecho Mercantil Mexicano. Parte 6

Páginas101-120
]02
JACINTO
PALLARES.
---
anteriores de comercio babia casi caido bajo el dominio eomercial
de la
Gran
Bretaña
la que por iguales medios ó por el _contínuo estado
de guerra del continente y por la
rota
tristísima de Trafalgar
se
ba-
bia
enseñoreado del comercio de casi todo el mundo;· en esta guerra
la
Inglaterra
significó-á todos
los
·pueblos que debian abstenerse de
-comerciar con
Fr
~ncia; Nap~leon I contestó á esta declaracion con
.
el
bloqueo continental, por cuyo medJo, si los ingleses cerraban
la
Francia
al mundo, Francia cerraba el mundo
{t
Inglaterra; cuando
-en
1810
un ukase de Alejandro levantó esa
in1!1ensa
· excomunion mer-
cantil, el objeto e
co
nómico de és
ta
se
había consumado; los pueblos
1 .
se habian fortificaclo en su comercio, habian desarrollado sus indus-
trias, B.abian encontrado la manerá de bastarse á mismos, habian
-convertido en
sistelll,fl,
general la proteccion .aduám\l practicada por
. . .
füglaterra, no ten_ian
como
único centro de ·produccion á la
Gran
Bretaña.
Esta
se
vió entónces obligada á cambiar de sistema, nece-
sitó abrir sus puertos á todas las naciones; "para que las naciones
abrieran los suyos al consumo de la industria inglesa en plena pléte-
r~, necesitó conservar la reforma de -Peel, necesitó predicar y sigue'
precli?and~
el
librti, cambio; pero las demas naciones que venr
q,uo
la
Ju
cha seria desigual con ese coloso de la industria y de la riqueza, no
han
aceptado la nueva religion económica, y hé aquí ·
10
que nos '
di-
. '
ce
un estadista moderno á este propósito:
,r
"Hace
cuare_p.ta
años que Gobden preelijo que
Ingla
te
rra
. con
su
ejemplo convertiria al mundo entero en li.bre_cambista; y sin· em,
bargo, por muy soductoras
qui>
. sean l
as.
teoríascle_l Iibre cambio ·y á
·pesar de
la
prediccion de Oobden, está aúri-
muy
léjos de haber sido
adoptado por las naciones más avanzadas,cJ,eimundo,
En
E
u.
;opa, á
excepcion-de Inglaterra v Holanda, todos'
1os
~lemas
paises' son firmes
ti
. -
:~
- . ' (
"-~
adherentes del proteccionismo, y aun cuán,
a'.&
·
eu
cael
·;
ftio
de ellos
existen partidarios del libre cambio, la corrielit1
prin.Óipal
está
por
el proteccionismo. · · ' · · "
"Napoleon
III
celebró
un
tratadoJle reciproc'idall con Inglaterra,
y cuando llegó
la
épocá de renovarlo en la administracion de Mr.
Thiers, se negó éste rotundamente á su cóntinuacion.
En
Alemania ,
. .
........
,.,
. 1
el sistema del libre cambio
ha
perdido -muchos de sus adherent
es,
a&í
es que Bismarck '
iif
4[!,
en,99
_ntrado dificultad
~n
convencer al
Reichf,tag para volver al antiguo sistema del proteccionismo. Desde
la
reconstruccfon del imperio austro--búngaro, se
ha
acentuado en
f'
DERECHO
MERCANTIL
MEXICANO.
.
103
aquel país cada vez más el sister~a proteccionista,
tanto
que se
pu~-
de decir-que los derechos árancelarios- s_e imponen ~así exclusiva-
mente por proteccion, puesto que los principales ingresos del ·país
proviene.u de otro~
i:amos;
el de aduanas figura
en
el to_
talde
i~gre-
sos en
una
proporcion de
un
siete por_ ciento. Otrn
tanto
se puede
decir ·de
Italia,
en cuyos ingresos solo representan un diez por cien:
to
los derechos aduaneros.'
La
Rusia siempre
ha
sido proteccionista,
y en 1882
ha
añadido uu qiez
po.r;
ciento
rriás
á sus derechos arance:
!arios, que en el dia representan
un
quince por cien:tp
en
el
total
de
los ;ingresps
ele
aquella nacion.
La
Suiza, que obtiene el 30 por cien-
to de s.us entradas de los derechos
ele
aduanas, es, á _pesar de
s11s
ins-
tituciones_ liberales, sistemáticame1~te pro_teécionista . .
En
Dinamár-
ca
representan los derechos de. adual).a u
n_
~naT'enta y ocho
por:
cien-
to,
en
Noruegfl· ,m . cua_renta y tres por cie,nto y
~n
Suecia más de
un
treinta
por cie
IJ,
tq, y en ninguna_de estas naciones
se
ha
perdido
de vis~a esta consi(l
e,r
acion al
reforma¡:-
s_us tarifftS:
ijn
Esp~ña
,'
á
pesar de que _el valor de-los derecp.os afancelarios no llega á consti-
tuir
el quiµce por 9iento del~
total
t,e los iqgresos, se mantienen en
planta
t_a°' solo con
la
mira de proteger
~as
indu~;trias del país. Otro·
tant0
.sucede, en Portugal. , ,
.,
"
,
"Si
1
Europa
se
pasa:
á·
e.x:arn.inar
otros países del
mm~do
ant,iguo,
se
V(\r{L
qué en Egipto, ·
Cb,i11a;,
Japon; etc., se
i;;igti~
rig~uosamen'te
el siste'.?,a proteée ionistf\. ,
Si
~e
. , ex ti
en
.de la vista
al
N nevo Mundo,
en
.México, como en el Brasil y en
Ja
Repúb],ica¡_
Argentina,
impera
el prúteccionismo.
En
la-
pr:mera
de e~tas re.públicas l9s
~ler
.ec~os ,
adu,anero.s representfl,n,
en
el
t9tal
de ingresos;
un
cu
i
~~
\e
nta
y nueye
por ciento, en
el-
-Brasil
un
sesenta y sie_
tfl,
y en
la
República
Arge
_
n-
tina
q;
,setenta
y,
cinco por ciento.'
E~1
Cbil~,-
en
el
Pe1:
ú,
· Colombia,
:yenezuela y ~lemas
r.epúb1ic¡i,s
de
la
América .española impera el
proteccionismo y hasta en las
cé>loni
~s inglesas; el Canadá que . saca '
,
setenta
y dos por ciento de
sw1
entradas de los
crei
;echos de adn¡1pas,
;pugna por proteger las inrlustrias colon,ial~s imponiendo der('lchos
-d~ impQrtacion
{i
los artículos similares
ti
I:a
rp.e
trópon; iguales ten-
dencias
se
manifiestan
eq.
Jarnailca. ·
En
la
Oceanfa¡,
la
_s ,colonias de
Vic~oria, Qneensla~cl, Au~tralia, N neva
Z!=)landi;i,
, .etJ., son todas
protec
_eion\stas, y
hasta
la Incli-a, desde !882, protege· con derechos
resttictivos
sú's
industrias
el
.e atgo1ion. '
En
Australia· solo-se debe
de
exceptuar
ia
Nueva,
Q-ales
· del
SnJ,
cuyo sistema li-bre-cambista
' ' ' ' ,
\
I
104 J ACl'NTO P ALL.A.R,
EJS
.
es más aparente que real, 'y cuyos principales ingresos pro\'ienen de
la
venta
ó arriendo de terrenos baldíos,
'
•'En
Inglaterra
como en Holanda
hay
infinid
ad
de proteccio1{istas,
que
hace
tiempo traba.jau
contra
e'1
libre-cainbio.
Durante
los últi- .
mos
tres
años de profunda depresion
para
muchas industrias ingle-
sas, se
ha
notado una gran reaccion en favor del proteccionismo.
En
Holanda, cuyos derechos ara11celarios apénas llegan
á:
formar el.cua-
tro
por
ciento
clel
valor
total
de las
rentas
nacionales, es ~Íaro que
el libre--carnbio no
ha
contribuido en
nada
á la prosperidad del país,
lo que está damlo lugar al descontento general y
ta
l vez á la vuelta,
del sistema proteccionista.
"En
conclnsion, el autor despues
do
presentar en detalle todos los
datos
que ligeramente hemos apuntado, y
ele
señalar el contraste
que existe
entre
el sistema americano de procurarse sus ingresoscoh
los demas de otros países, se declara partidario del proteccionismo
como indispensable
para
que varias industrias americanas puedan
competir con las extranjeras
."-
(Comercio de
~neva
York).
72
De
todos modos, a
Inglaterra
pr
,oteccionista
durante
cinco
siglos,
Inglaterra
que no
mucho decía
por
los labios de Bourne,
Bathbon
y
Brigth
que
era
preciso cambiar de sistema
ante
la
tena-
cidad de las demas naciones que se encastillan en
el
proteccionismo,
Inglaterra
-
ha
visto crecer su
industria
desde 1842,
aumentar
'
suco-
mercio, multiplicarse su marina y derramarse sus capitales y créd
i-
to
fiduciario por todo el mundo.
La
Gran
Bretaña
en los fuertes sa,
cu.climientos que
ha
sufrido, léjos
de
perder, casi
ha
queclaclo lucran-
do.
En
efecto, dice César Cantú, "posee colonias cuyos
habitantes
hablan
francés,
aleJlí!.¡m
y español; ¿pero
hay
alguna nacion que po-
sea
colonias que hablen inglés?
En
Europa
obtuvo el dominio
ele
Religo
Land, Malta, Gibraltar y las islas Jónicas; en
América
ad-
quirió
el Canadá, las Lueayas, las Bermudas, muchísimas
de
las
An-
tillas,
una
parte
de la Guayan
a,
las Maldivas y otras islas; así que
:___
desde
Falkand
y
lni
Trinidad domina todo el mar
de
los caribes.
En
Africa posee
Bahptus
1 Sierr~ Leona, muchos ,establecimiento·s de
la
costa de
GL1ine
J, las islas de Francia, Less y Rodrigo, las Sechelaf':,
Socotra,
la
Asce:2sion,
Santa
Elena y el cabo
d~
Buena Esperanza.
En
·
el
Asia ocupó el lugar de
Francia
y
tuvo
la posesion
de
'Ceilan
con
un
imperio de 150 millones de habitantes, el cual medra cada
dia más; las islas de Singapor,
una
parte
de Malaca y Sumatra;
en-
DER:¡l]OHO llfERC.ANTIL MEXIC.ANO. 105
el
Océano casi
toda
la
Australia,
la
Tasmania, las islas de Norfok,
la
Nueva
Calcedonia,
la
Nueva
Zelandia,
Taitíy
las
islas
de
Sand-
wich. ¿Qúien· sabe mejor
que
Inglaterra
escoger lass
itnacion
es oportn- ·
nas
para
dominar los mares y
obstinarse
en
conseguirlas? Gersey y
GLrnrnesey
la
brindan
con
las
llav
es del Canai' de la Mancha;
Helio_-
galand
le facilita
las
desembocaduras del
Elba
y
del
Weser;
con Gi-
braltar
tiene
bajo _
su
vigilancia,
así
á
la
España
como á la Berbe-
ría, y
estrecha
en sus brazos
al
:M.editerráneo,
donde
··
Malta
y Corfu
le sir'v-en
de
escala
para
el . Levant~; desde Socotr'a
domina
el
mar
Rojo y comunica con
la
costa
oriental
del
.A.frica y
la
do Abisinia;
Ornrnz, Chesnei y
Buchir
le
as
eg
uran
el
G;
lfo
pérsiM
con los gran- ·
des rios
que
desaguan
en
su
seno; déselo
.A.den,
punto
muy
ventajo-
so
entre
Bombay
y Suez, mercado importantísimo
del
.A.rabia
en
otra
época, podr{t
difandir
er:í.
el
Yemen
y
en
.A.dramut
las
produc~
.Jiones de la
Europa
y de la
India;
Pullo-Pinang
la
hacen
dueña
del
estre_cho de Málaca,
miéntras
que
por
otra
parte
Singapor
le
facili-
ta
el_pasaje d e
la
India
á China; desde J\folville y
Balhurst
se enca-
mina
al
corazón
de
la
Malaya y
disputa
á -los holanGleses
la
s
drogas
de las
J\fol{10as;
el cabo de
Buena
Esperanza
es
una
especie de cen-
tinela
avanzado
la
Gran
Bretaña
en el océano indio;
Santa
Ele-
na
le
facilita
su
ruta
para
el
Brasil
y le ofrece refrescos y
un
punto
de
d(lscanso
en
sus viajes á las Indias; ademas, no
deja
de
tener
su
trono
en
la
isla
de
]'rancia
y
en
las Sechel':ts;
Falkand
podrá
tal
vez
trocarse
en
un
nuevo
Gibraltar
del
Océano Pacífico, y desde
la
Ja-
maiea
extiende
sn
poder
sobre
las
Antillas
y trafica con :el
resto
de
la
América:
La
foglaterra
se esfrierza
para
colonizar .
en
las orillas
del
NHo
(1). ¿Se concibe
la
esperanza
de
·
penetrar
por
las orillas
del
Níger
hasta
los países que .ionservan los ricos
arcanos
del
.A.fri-
ca
·central?
Ing
laterra
propone· comprar á
España
por
valor
de 60,000
libras
la
isla de
Aunobon
y
Fernando
Po,
que
,:;on
la
clave
tle aque-
lloi;;
. países. ¿Cunde
la
voz
ele
que
Rusia
aspira
á
tener
un.
punto
en
1
Para
proteger
tan
vastos
dominios,
pos
esiones y tráfico,
la
lngia
-
terra
em-
plea
un
ststema
de
rotacion
mediante
el
que
las
tropas
,
participan
igu
a
lmente
de
las
mismas
incom
odid!des.
Primero
envía
de
guarnicion
ií.
sus
soldados
á
los
dominios
del
MBditerráneo, como
Malta,
las
islas
J&nicas y GiTuraltar,
con
ob-
jeto
de
·
prep
.
ararse
paulatinamente
á los
calores
excesivos
de
Senegambia,
las
.An
.
tillas
y
la
Guayana:
tratándose
de
la
América
septentrional,
l
ás
e
nvía
al
0a-
nadá,
(í.
la
Nueva
Brunswi1l, á
la
Nueva
Escocia;
de
aquí
vuel·
ven
á
Inglaterra,
pa-
)
ra
sa
'
lir
más
tarde
al
cabo
de
Buena
·
Espernnza,
á
San
Mauricio, á
Ceilan
y á
la
India.

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