Democracia y desacuerdos fácticos: ¿procesarlos o eliminarlos? Una aproximación desde el 'acontecimiento indec'

AutorDante Avaro
CargoDoctor en filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México
Páginas63-81
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Andamios 63
Andamios
Democracia y DesacuerDos cticos:
¿procesarlos o eliminarlos? una aproximación DesDe el
acontecimiento inDec1
Dante Avaro*
resumen. Los hechos y los desacuerdos fácticos juegan un rol
preponderante en la democracia. Presento la situación en que
una democracia funciona manipulando hechos. Y describo
cómo esa situación produce una transformación en la capacidad
de presentar y procesar los desacuerdos fácticos.
palabras clave. Democracia, desacuerdos fácticos, instituciones,
inDec, Argentina.
introDucción
“[El] problema del futuro de la democracia sigue siendo la democracia
(…)” sentenció el profesor Dahrendorf (2003: 81) ante una pregunta si-
milar a la que aquí nos comparten los editores en la convocatoria para
este dossier. Si el problema de la democracia (y su futuro) es ella misma,
no carece de relevancia volver una y otra vez sobre la dimensión polí-
tica de aquella, a la vez que imaginar posibles escenarios futuros siempre
más democráticos, sin embargo esos senderos no son excluyentes con
aquel que se propone observar los funcionamientos de la democracia.
En este sentido, mi propósito aquí consiste en reflexionar sobre algunos
asuntos relacionados con el rol que juegan los hechos en los funciona-
mientos democráticos. En particular me interesa indagar si resulta posible
que una democracia manipule y termine ocultando hechos.
1 Agradezco los comentarios y sugerencias de los lectores anónimos, especialmente a lo
referido en la nota al pie número 10. Los errores y limitaciones son mi responsabilidad.
* Doctor en filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México e investigador
CONICET-República Argentina. Correo electrónico: dante.avaro@7tres.biz
Volumen 13, número 30, enero-abril, 2016, pp. 63-81
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Dante avaro
Esta preocupación por el rol que juegan los hechos en la democracia
no es nueva, se inserta en una larga tradición de pensamiento que ha
pasado por diferentes discusiones: la relación entre verdad y política, co-
nocimiento y poder, doxa frente a episteme, entre otros múltiples nodos
de reflexión.2 Estas son aguas muy profundas que observo aquí a la dis-
tancia y por prudencia me sitúo en una orilla un tanto más segura. Para
el objetivo que aquí me trazo resulta suficiente suscribir la idea de que en
las democracias hay un nivel epistémico que cumple un rol fundamental
para su funcionamiento.3
No me resulta necesario tomar posición sobre lo epistémico en cuanto
“valor” con la finalidad de justificar la democracia por sobre otros re-
gímenes de gobierno, ni sobre los actos autoritativos de la democracia
(Estlund, 2011). Aquí me sitúo en el nivel epistémico en cuanto me-
canismo que está disponible en una democracia y no en el nivel de
cómo lo epistémico podría ser utilizado para justificar los motivos o
razones que tienen los ciudadanos para preferir la democracia frente
a otras formas de gobierno.4 Por tanto, no requiero aceptar o rechazar
la afirmación que sostiene que la democracia es un régimen de gobier-
no que produce buenas decisiones autoritativas,5 ya que mi interés en
este trabajo consiste en mostrar (exploratoriamente) que la diferencia
democrática entre las democracias puede deberse, entre otras cosas, a
la capacidad ciudadana e institucional para lidiar con los desacuerdos
fácticos, es decir, en la existencia de diferentes “mecanismos” episté-
micos disponibles.6 Por tanto, preguntarse sobre cómo funcionan los
desacuerdos fácticos en las democracias es una forma complementaria
a la cuestión de qué tan razonablemente bien está decidiendo una de-
mocracia cuando produce democracia. Para desarrollar mis ideas parto
de tres premisas: i) los hechos cumplen un papel fundamental en la
2 La literatura es extensa, remito aquí a Greppi (2013).
3 El problema de la sabiduría de la multitud y el conocimiento de los muchos ha adqui-
rido relevancia recientemente, cfr. Landemore-Elster (2014).
4 La diferencia entre nivel de “valor” y “mecanismo” la tomo de Estlund (2011: 32).
5 La tesis principal de Estlund (2011). Para ver una crítica, cfr. Christiano (2009, 2013).
6 Delimito los mecanismos epistémicos como las instancias de agregación decisional que
vinculan los desacuerdos fácticos con su (eventual) procesamiento.

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