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Cubo mágico de Pacioli

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Vincent
AutorJosé Luis Elizondo Cantú
Páginas97-99

Page 97

15. 1 Divina Proportione

En la hermosa Italia, meca del arte y de las matemáticas, alrededor de los años 1500 y 1550, las diferencias entre los matemáticos, representados por fray Luca Pacioli y los artistas agrupados en torno a Leonardo Da Vinci, eran profundas y enconadas. Los matemáticos consideraban que toda la creación tenía una explicación con base en las matemáticas, mientras los artistas juraban que todo lo hecho por Dios tenía su explicación en el arte.

Estas diferencias no cesaron hasta que finalmente Luca y Leonardo limaron asperezas y comenzó una amistad basada en la admiración y respeto mutuo. Esta relación tuvo sus frutos en un libro inusual para la época y marcó una nueva dirección en las corrientes intelectuales imperantes de la época.

Los artistas manifestaban que todo lo creado por Dios podía traducirse en la belleza y que no había don más poderoso que la vista, pues por medio de los ojos todo lo podían conocer y entender.21

Los matemáticos señalaban que todo lo creado por Dios podía expresarse en un cálculo matemático, pues finalmente la belleza es la armonía de todas las partes en un todo.22Pacioli escribió el libro De Divina Proportione, en el cual explica que todo lo creado por Dios tiene la característica de lo divino y que guarda siempre una proporción también divina.

Es un hecho bíblico que todo lo creado por Dios es en pares y todo se justifica y se mantiene en Divina Proportione.

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La fórmula básica de la Divina Proportione, que intenta conciliar las mate-máticas con el arte, está representada por la fórmula 1/a es igual a/ 1 - a. En contabilidad, activo es igual a pasivo más capital. Si despejamos la fórmula y consideramos que activo es la unidad que nos daría 1 es igual a infinito, entonces podemos concluir que el activo representa la unidad y esta puede variar hasta el infinito; sin embargo, sumando la contra parte del pasivo y capital ante un innumerable cambio infinito del activo, siempre dará como resultado sumas iguales.

Esta fórmula se representa por un cubo que es un cuadrado por seis lados que se aplica de manera perfecta en contabilidad pues, divinamente, todas las operaciones contables se enmarcan en solo seis cuadros que veremos a continuación:

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Todas las operaciones contables se reducen a seis opciones y se compensan invariablemente en tres opciones, dando sumas iguales. La Divina...

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