Crisis Financiera y los Sistemas de Pensiones

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CAPÍTULO IV
CRISIS FINANCIERA Y LOS SISTEMAS DE PENSIONES
L
IV.1 Introducción
os sistemas de pensiones son un elemento
fundamental dentro de los programas de
seguridad social en países de todo el mundo. El
denominador común de estos programas es
proporcionar un seguro público contra las
eventualidades de la vida (enfermedad, invalidez,
desempleo, muerte). En el caso particular de los
sistemas de pensiones, el riesgo que cubren se
relaciona principalmente con la eventualidad de vivir
más tiempo de lo esperado y el no contar con
suficiente ingreso personal para asegurar la auto-
subsistencia durante los últimos años de vida.
En este capítulo vamos a analizar los desafíos
que enfrentan los sistemas de pensiones en todo el
mundo, principalmente aquellos relacionados con las
recientes tendencias demográficas, y a referir algunas
de las características de las principales reformas que
se han implementado en los últimos tiempos en torno
a la actual crisis económica mundial. En las secciones
principales del presente capítulo, evaluaremos más
en detalle el impacto de las condiciones económicas
actuales sobre el desempeño y la sostenibilidad
financiera de los planes de pensiones, así como de
sus consecuencias desde una perspectiva
macroeconómica. En particular, evaluaremos la forma
en la que se espera que interactúen las crisis
financiera y fiscal, experimentadas en tiempos
recientes, con la operación de los sistemas de
pensiones.
En una sección final, evaluamos las lecciones
aprendidas tanto de los últimos acontecimientos
económicos como del desempeño histórico de los
regímenes de pensiones y sugerimos una
reconsideración sobre el tipo de reformas que deben
implementarse. Este enfoque difiere, en esencia, de
la tradicional discusión entre la operación pública
frente a la privada y promueve la discusión sobre
temas de gobernanza, supervisión y bienestar social
general.
IV.2 Antecedentes de la Crisis de 2008:
Reformas de los Sistemas de Pensiones desde
los años Ochenta
Las tendencias demográficas han impuesto una
presión cada vez mayor en la estabilidad financiera
de los planes de pensiones tradicionales, lo que ha
llevado a varios países a realizar ajustes en sus
sistemas de pensiones, y en algunos casos, ha
generado una transición hacia una estructura de
pensiones totalmente diferente.
En las últimas décadas, varias economías
desarrolladas y en desarrollo han iniciado procesos
de reforma a sus sistemas de pensiones que han
comprendido, entre las características más
relevantes: cambios en las tasas de contribución,
disminución en las tasas de reemplazo para
beneficios, incrementos en la edad para la elegibilidad
de los beneficios de retiro, penalizaciones adicionales
por el retiro temprano y privatización parcial o total
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INFORME SOBRE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA 2010
del sistema de pensiones. Con relación a los ajustes
de los beneficios, los sistemas reformados
usualmente han adoptado reglas para la
determinación de beneficios que utilizan el ingreso
promedio del trabajador a lo largo de su vida, en
lugar de utilizar el salario de los últimos años. Esto
tiende a mejorar la sustentabilidad financiera y la
imparcialidad del sistema, ya que los trabajadores
con salarios más altos tienden a tener salarios que
aumentan más rápidamente con la edad en
comparación con los trabajadores con salarios más
bajos.
Otro ajuste común que tiene como objeto
aumentar la solvencia del sistema ha sido el cambio
en la edad para la elegibilidad de retiro con beneficios
de pensiones totales. Tradicionalmente la edad de
retiro se consideró en 60 años para muchos sistemas
de pensiones en todo el mundo. Sin embargo, muchos
países ya han adoptado disposiciones para aumentar
gradualmente la edad de retiro para los planes de
pensión pública.
Es importante reconocer que el nivel de
cobertura de la población de los sistemas de
pensiones es muy diferente entre regiones, los países
Europeos y de Norte America suelen tener una mayor
cobertura que los países de América Latina y Asia.
Esta diferencia en la cobertura podría determinar
también diferentes consideraciones de política sobre
las reformas necesarias. En las regiones con menor
cobertura, la prioridad debería ser un aumento en la
afiliación. Sin embargo, en países con una gran
cobertura, la prioridad tiene que centrarse en ajustar
el nivel actual de beneficios o aumentar las
restricciones en la elegibilidad de la pensión con el
fin de mejorar la solvencia de los sistemas. En los
países de la OCDE, en promedio, el 70% de la población
en edad de trabajar tiene derecho a una pensión y en
la región de América Latina la cobertura es de
aproximadamente el 30% de la fuerza laboral. Sin
embargo, en el Este de Asia la cobertura es del 18%,
mientras que en el Sur de Asia sólo el 7.5% de la
población en edad de trabajar está cubierta por un
plan de pensiones.
Sin embargo, en las últimas décadas, el cambio
principal de la mayoría de los sistemas de pensiones
ha sido la transición de los sistemas tradicionales
de reparto hacia un sistema de cuentas individuales
para el retiro operado de manera privada. El país que
fue pionero en esta transición fue Chile, el cual
introdujo en 1981 un sistema privado de fondos de
pensiones como plan obligatorio para sustituir el
sistema de reparto tradicional para la fuerza laboral
civil. En las décadas siguientes, muchos otros países
de América Latina y de Europa siguieron el ejemplo
de Chile (Cuadro IV.1). Los países europeos han
encontrado más resistencia a cambios en la provisión
principal de pensión pública, pero algunos de esos
países han logrado introducir planes de pensión
privados individualizados como complemento a sus
esquemas de pensión pública. En el caso de otras
economías desarrolladas, la tendencia ha sido la de
alentar la expansión de los planes privados
patrocinados por el sector corporativo (planes
ocupacionales) además de los beneficios de pensión
provistos públicamente.
Entre las principales ventajas que comúnmente
se argumentan a favor de los sistemas de cuentas
individuales, se encuentran: mayor transparencia, dada
por la relación directa entre las contribuciones
individuales y los beneficios individuales; fomento de
la responsabilidad individual para la acumulación de
ingresos para el retiro; mayor rendición de cuentas
por parte de los administradores de pensiones;
fomento del ahorro nacional y reducción a la presión
de la solvencia impuesta por las tendencias
demográficas bajo los planes de reparto
tradicionales.
Además de mejorar la solvencia financiera del
sistema de pensiones, la creación de cuentas
individuales para el retiro también podría ejercer un
efecto económico potencialmente positivo en la
economía, a través de los mercados de trabajo y
financiero. Bajo el marco de los planes del sistema
de cuentas individuales para retiro, los trabajadores
generalmente perciben contribuciones como un
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CRISIS FINANCIERA Y LOS SISTEMAS DE PENSIONES
beneficio diferido directo, en lugar de un impuesto
al trabajo, como en los esquemas de reparto
anteriores. Esta percepción podría motivar una
mayor participación en la fuerza de trabajo bajo el
sistema de cuentas individuales para retiro. En
cuanto a los mercados financieros, el principal
efecto positivo percibido, proveniente de los planes
de cuentas individuales, es la transferencia efectiva
de fondos provenientes del público hacia los
administradores privados de pensiones, con el
supuesto de que el sector privado podría administrar
esos fondos de una manera más eficiente e
invertirlos de una forma más productiva en los
mercados financieros.
Sin embargo, una de las principales desventajas
de los planes de cuentas individuales es el hecho de
que se elimina el efecto de redistribución disponible
de los planes de reparto. En los planes tradicionales,
los actuales jubilados podían recibir beneficios de
pensión que no fueran directamente proporcionales
a sus contribuciones, dando a los hacedores de
política la posibilidad de ajustar los beneficios en
Cuadro IV.1
Cuentas de Retiro en el Mundo
Nota: BD= beneficio definido. CD= contribución definida.
Fuente: Tapia 2008 y Global Pension Statistics, OECD 2009.

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