El campo mexicano en números

AutorHéctor Manuel Robles Berlanga
Páginas47-113
CAPÍTULO III.
EL CAMPO MEXICANO EN NÚMEROS
Los diferentes estudios sobre el campo mexicano durante la década de los
70 y 80, se centraron en el análisis de la tenencia de la tierra sin considerar
las características de los distintos y múltiples propietarios de la tierra. Se era
ejidatario, comunero o propietario privado y no más. En la década de los 80
y 90, los estudios se centraron en los aspectos productivos y comerciales. Se
puso énfasis en la rentabilidad de las unidades de producción sin reparar en
las particularidades sociales y culturales de los actores rurales. Otros análisis
sobre el sector rural sólo consideraban a aquellos que vivían en localidades
menores a 2,500 habitantes o aquéllos que se ocupaban en el sector primario
de la economía. En todos los casos no se estudiaba al sector rural en toda su
complejidad.
Es a finales de los 90 y principios del siglo XXI, cuando comenzó a
reconocerse que una parte importante de los dueños de la tierra o unidades de
producción son indígenas, mujeres, o posesionarios y que alrededor de ellos
vive un número muy importante de población que trabaja como jornalero o
posee un solar. Igualmente, existe una población joven que no tiene acceso a la
tierra y que a muchos de ellos no les interesa ser propietarios, sino emigrar a los
Estados Unidos, pues no ven alternativas en el campo. También, actualmente
un sector muy importante de la población obtiene sus ingresos de actividades
diferentes a las agropecuarias y que una parte de la población rural habita en
localidades conurbanas o mayores a cinco mil habitantes.
Nuestro interés por conjuntar información social, económica y ambiental
tiene que ver con la necesidad de revalorar las percepciones que se tienen sobre
el campo mexicano y presentar una idea más integral sobre este sector, ¡esa
es nuestra apuesta! Consideramos que sólo el estudio desde distintas ópticas
podrá apuntar a soluciones de conjunto de la problemática que enfrenta el
campo.
Lo anterior adquiere gran importancia en la Cámara de Diputados, pues
su forma de operar para formular o modificar leyes; en el seguimiento del
cumplimiento de las metas de los programas de gobierno, y en la aprobación
 CEDRSSA
del presupuesto, es a través de 44 comisiones ordinarias, de las cuales, siete
tienen que ver directamente con el sector rural: Agricultura y Ganadería,
Desarrollo Rural, Recursos Hidráulicos, Reforma Agraria, Medio Ambiente y
Recursos Naturales, Asuntos Indígenas y Pesca.
Esta forma de trabajar conlleva a analizar al campo desde el ámbito que le
corresponde a cada Comisión, sin contemplar la realidad rural como un todo.
En el terreno del Ejecutivo Federal sucede lo mismo, cada Secretaría atiende a
su campo específico. Esta forma de operar provoca en muchas ocasiones que
los esfuerzos se dupliquen, que las decisiones sean contradictorias entre sí y que
los recursos económicos se pulvericen diluyendo la acción gubernamental.
La intención de este capítulo es mostrar, de acuerdo con los distintos
ámbitos de atención de las instituciones de gobierno y que tiene que ver con
la estructura operativa de las comisiones en la Cámara de Diputados, los
distintos universos que componen lo rural: población, usos del suelo, tenencia
de la tierra, recursos naturales, Población Económicamente Activa, etcétera.
El eje de nuestro análisis es la población rural con todas sus
particularidades, poniendo énfasis en los sectores más pobres, dado que los
efectos de la prolongada crisis del campo mexicano se acentúan sobre estos
grupos sociales. Dichos sectores de la población rural tradicionalmente son los
menos atendidos por las instituciones de gobierno, a pesar de que presentan
mayores carencias. Dimensionar la importancia social, económica y ambiental
del campo permitirá que la nación voltee hacia él y se propongan políticas de
Estado para alcanzar el desarrollo rural sustentable.
3.1. IMPORTANCIA DE LA POBLACIÓN RURAL EN NUESTRO PAÍS
El primer criterio que utilizamos para el análisis de la información fue el de
la población, dado que las acciones de los distintos poderes de la unión van
dirigidas a ellos. Además, es el criterio que abarca a toda la población rural,
independientemente de su actividad económica, de su condición étnica, si es
propietario de tierras, o tiene acceso a los recursos naturales.
En nuestro país, de acuerdo con el Conteo de Población y Vivienda 2005,
viven 103 millones 263 mil 388 personas, de ellas, habitan en localidades
menores a 2,500 personas el 23.5%. Este intervalo, si bien refleja nítidamente
a lo rural, no contiene a toda la población que vive en el campo mexicano, de
ahí que consideráramos hasta cinco mil habitantes como población rural, lo
que nos arroja un total de 29.7 millones de personas, que representan 29%
ESRSXXIU 
de la población total del país. En síntesis, uno de cada tres mexicanos vive
todavía en áreas rurales.
Cuadro 11
Población Nacional por Tamaño de Localidad
Población total %
Menos de 2,500 habitantes 24,275,645 23.5
De 2,500 a 4,999 habitantes 5,664,400 5.5
De 5,000 a 14,999 habitantes 8,467,141 8.2
15,000 y más habitantes 64,856,202 62.8
Población total 103,263,388 100.0
F: ; Segundo Conteo de Población y Vivienda 2005.
La distribución de la población rural es diferente si el análisis se realiza por
entidad federativa (ver cuadro 12). En Oaxaca, Chiapas, Hidalgo, Tabasco,
Zacatecas y Guerrero los habitantes rurales representan más de la mitad de
la población del estado. Por el contrario, en 12 entidades del país no superan
más del 20% de su población. Las entidades en donde la población rural tiene
un peso específico mayor deberían contar con una mayor atención por parte
del gobierno federal, pues es donde se presentan mayores rezagos sociales y
económicos como lo veremos más adelante.
Al desagregar la información de la población por municipio puede
observarse la distribución de los habitantes rurales en el territorio. La
población rural se encuentra presente en todo el país, aunque en algunas
regiones es más importante. De acuerdo con la clasificación de los municipios
entre rurales y urbanos que explicamos en el capítulo anterior, se tiene que en
1,391 municipios toda su población habita en localidades menores a cinco mil
habitantes, por lo que los consideramos como municipios totalmente rurales
(MTR).
Si los 29 millones de habitantes rurales representan cerca del 30% de la
población total nacional, los MTR son el 56.7% de los municipios del país. Si
añadimos los municipios de concentración y predominio rural, el porcentaje
crece a 71%. Es decir, en la mayoría de las unidades administrativas básicas
de nuestro país, la población rural es mayor que la urbana, lo que debería
ser considerado en la construcción de las políticas y programas de desarrollo
rural, ya que son los espacios gubernamentales que tienen un contacto más
directo con este tipo de población.

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