Cambio de rol

AutorClaudio César Gómez Gutiérrez
Páginas41-43
41
THEMIS | CONVOCATORIA THEMIS: “PERSPECTIVAS DE GÉNERO, INTEGRACIÓN SOCIAL Y DERECHOS HUMANOS
Cambio de rol
Claudio César Gómez Gutiérrez.
La primera vez que me convertí en
mujer fue a través de un trabajo de mi
taller de iniciación a la escritura. La ta-
rea era sencilla, teníamos que escribir
desde una perspectiva diferente, desde
un “yo ajeno”. La misión que me di no
fue nada fácil, pues debía emprender-
la desde zapatos ajenos con los que
jamás he pisado. Por decirlo más fácil,
la pregunta detonante que me empujó
a realizarlo fue: ¿cómo sería si estuviera
yo en el cuerpo de una mujer y, para
poner drama en mi historia, esa mujer
se volviera un hombre? Debía ponerme
en el papel de una mujer convertida en
mi personaje natural, de hombre.
Entré en una reexión retrospectiva,
traté de acumular anécdotas de mis
amigas más cercanas. Salí a visualizar
el mundo, puse especial atención en el
andar normal de alguna desconocida
por las calles de la ciudad, pensé en qué
manera trataría de convertirla, traté de
emprender una faceta nada habituada.
Para efectos de una mejor identica-
ción con el género femenino, quise
acercarme a las mujeres mediante
“entrevistas”; puntos ciegos de mi in-
terpretación, su relación de mujer en
la sociedad y andar diario. Como men-
cioné renglones arriba, puse especial
cuidado en los caminares con com-
pañeras y amigas, en cómo era un día
normal en la ciudad para ellas, viendo
los rostros ajenos al pasar por su lado;
en camiones, carros, salidas de esta
etc. La aventura fue increíble, aunque
el resultado de mi narrativa fue un tanto mediocre, la reexión, la visión con la
que me quedé me dejó no sólo mucho en que pensar, sino en cosas qué fomen-
tar y decir a los demás compañeros.
Mi idea era sencilla y la puedo resumir de la siguiente manera. Yo era una mujer
llamada Martha, dedicada a la actuación, debía interpretar a un hombre. Su ma-
nera de relacionarse con el papel, era convirtiéndose, con ayuda de su amiga ma-
quillista en un hombre y así andaría por la vida. Traté de darle las características
siológicas de un hombre, por ejemplo, orinar a través de un tubito parecido a
una uretra entre otras cosas. Lo que escribí fue que a mi protagonista de entrada
le gustó ser hombre, ¿por qué? Quién, siendo mujer disfrazada de hombre en
una época de tanto calor no se iba a sentir cómoda caminando por el maravilloso
centro histórico local sin ser constantemente centro de la visión de un hombre
normal y analizarla detenidamente sin ningún tipo de pena o algún freno moral.
O dicho más rápido, “era increíble salir a pasear por mi ciudad en “shorts” sin estar
sintiendo constantemente las miradas de los hombres por todo mi cuerpo, no
sentía más esa extraña sensación de alguna mirada clavada en mi trasero, ni los
ojos obscenos, desnudando mis pechos ni ninguna otra cosa, que con sólo dos
ojos son capaces de hacerte sentir las peores incomodidades posibles.”
Como dije, gran parte de mi interacción en este doble papel se dio gracias a ca-
minatas con el sexo opuesto. Como hombre, no estoy acostumbrado a que me
miren por la espalda o me barran con la vista, (y más no cumpliendo los están-
dares de vanidad que hoy están de moda), sin embargo, esas experiencias que
relaté, las correlacioné con un suceso que hace mucho me pasó. Mientras iba ca-
minando a la parada de camión, unas muchachas empezaron a chistarme desde

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR