Bustamante contradictorio

AutorAndrés Henestrosa
Páginas583-584
la de Jalapa del Marqués, al que el gobierno federal dotará de tierras en otros
lugares en pago de las que pierdan. No, la situación de los cristobalenses es
otra muy aparte, dolorosa: ellos no tienen a dónde ir y el orador se pregunta
angustiado si el gobierno ha tenido en cuenta ese extremo.
Como es inevitable, me toca decir unas palabras. Pero, ¿qué es lo que
puedo decir ante problemas tan dramáticos, aparte de inaplazables? Veo a los
niños y a las mujeres y a los hombres, ahora sí ya partícipes de la tensión del
momento. El gobierno, logro decir, al planear las obras de la presa, sin duda ha
pensado en la suerte de los habitantes de San Cristóbal; de tal modo que cuan-
do esté próxima su inauguración, los trasladará a alguna parte donde vuelvan a
levantar su pueblo; y no es remoto que haya pensado dotar a cada hombre de
un pedazo de tierra. No puedo más y suspendo mi peroración. Pero, entonces,
de entre la multitud, una mujer hace esta pregunta, escalofriante:
–¿Y nuestros muertos? ¿Se van a quedar aquí?
–Los muertos… sin ellos, ¿podrá San Cristóbal levantarse en otra parte…?
24 de agosto de 1958
Bustamante contradictorio
Siempre será oportuno, y grato, volver a Carlos María de Bustamante, aquel
oaxaqueño múltiple. Soldado de la insurgencia, orador, periodista, editor de
libros, periódicos y revistas, traductor, prologuista y anotador de cuanta obra
cayera en sus manos, aunque no todas pudieron publicarse. Nosotros hemos
encontrado, por nuestros largos viajes al siglo XIX, muchos papeles, muchos libros
que le pertenecieron y hemos podido ver, en sus márgenes, notas a ratos ajenas
al texto que pudiera haberlas inspirado. Y es que Bustamante no tuvo jamás la
mente quieta ni la pluma en reposo. Cosas todas éstas que le afean sus enemi-
gos, más por rivalidad política que por criterios literarios. Lo que no le perdonan
a Bustamante es su eficaz oposición a las ideas realistas, que es como decir
conservadoras y retrógradas. Sin el oaxaqueño, sin el farragoso oaxaqueño, para
usar un adjetivo predilecto a sus enemigos, el juicio, por ejemplo, sobre la Guerra
de Independencia, caería por el lado de Lucas Alamán, tan distinto a él en la
pulcritud del estilo, en lo intencionado de los razonamientos, en lo tendencioso,
partidariamente tendencioso. Don Carlos, por el contrario, colocado dentro de
AÑO 1958
ALACE NA DE MINUCI AS 583

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