El ascenso y la decadencia del COPEI en Venezuela

AutorBrian F. Crisp - Daniel H. Levine - José E. Molina
Cargo del AutorDoctor en ciencias políticas en la Universidad de Michigan - Profesor y catedrático de ciencias políticas en la Universidad de Michigan - Profesor en el Instituto de Estudios Políticos y Derecho Público de la Universidad de Zulia, Venezuela
Páginas365-397
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IX. EL ASCENSO Y LA DECADENCIA
DEL COPEI EN VENEZUELA
BRIAN F. CRISP, DANIEL H. LEVINE
y JOSÉ E. MOLINA
EL PARTIDO DEMÓCRATA CRISTIANO de Venezuela recibió su nombre más o me-
nos por accidente. El partido fue fundado en 1946 con el  n de participar en
el nuevo sistema electoral democrático recién establecido en el país. Al ser
creado, su nombre original era Comité de Organización Política Electoral
Independiente (COPEI). Las iniciales COPEI se mantuvieron como nombre, y
desde entonces el partido ha sido conocido como “Partido Social Cristiano
COPEI”. Aunque el nombre es accidental, el establecimiento, el liderazgo y la
posterior trayectoria del partido no son resultado de la casualidad. Tienen
sentido no sólo dentro de la historia de la sociedad y de la política venezola-
nas, sino también como parte de un esfuerzo continental para crear movi-
mientos políticos que expresaran los principios sociales católicos en un
contexto democrático y ofrecieran una alternativa a los partidos políticos
izquierdistas, y especí camente a los socialistas.
Los fundadores del COPEI, con Rafael Caldera como líder indiscutible,
adquirieron sus principios políticos durante la década de 1930 en movimien-
tos estudiantiles católicos nacionales e internacionales. En Venezuela, en
1936 un grupo de estudiantes católicos que dejaron la Federación de Estu-
diantes de Venezuela (FEV) como protesta por las tendencias izquierdistas y
anticlericales de esa federación, creó la Unión Nacional Estudiantil (UNE).
Combellas (1985, p. 57) a rma que la división ocurrió cuando la FEV decidió
solicitar que los jesuitas y otras órdenes religiosas fueran expulsadas del
país. El establecimiento de la UNE fue un suceso sin precedentes en la histo-
ria política de Venezuela, el primer esfuerzo por crear un movimiento con-
servador moderno inspirado por los principios sociales católicos. Los fun-
dadores de la UNE continuaron su acción creando varios instrumentos
especí camente políticos, entre ellos Acción Nacional en 1938 y el propio
COPEI en 1946. Desde el principio, Rafael Caldera fue la principal  gura, lle-
vando la bandera del partido en tres elecciones presidenciales antes de ga-
366 LOS PARTIDOS DEMOCRATACRISTIANOS EN DECADENCIA
nar la de 1968, la primera vez en la historia moderna de la nación en que un
partido en el gobierno entregaba el poder pací camente a la oposición.
El esfuerzo que dio origen a la UNE y posteriormente al COPEI tiene sus
orígenes en los grupos estudiantiles católicos continentales e internaciona-
les como Pax Romana, donde el venezolano Rafael Caldera estuvo en estre-
cho contacto con otros neó tos políticos como Eduardo Frei de Chile. Los
dos jóvenes líderes asistieron a la conferencia de Acción Católica en Roma
en 1934. Cada uno de ellos tuvo sus primeras experiencias en los años trein-
ta en los movimientos estudiantiles católicos que se enfrentaban a la iz-
quierda, y cada uno establecería posteriormente movimientos políticos
conservadores democráticos y se convertiría en el primer presidente demo-
cratacristiano de su país. En Venezuela, como en Chile, la formación de un
partido político inspirado por los principios sociales cristianos fue un es-
fuerzo por arrebatar la dirección de la acción social católica a los conserva-
dores a ultranza y el control directo de la Iglesia católica. En el curso de su
historia como organizaciones y partidos políticos en el poder, tanto el COPEI
como el PDC chileno fueron más allá de sus orígenes especí camente católi-
cos (y más allá del objetivo inicial de defender a la Iglesia católica) para
ocupar un lugar cada vez menos ideológico, tecnocrático, en medio del es-
pectro político.
Este capítulo examina la experiencia venezolana con la democracia
cristiana. Estudiamos las bases del impresionante ascenso del COPEI a una
prominente posición de poder nacional en los años sesenta y su desplome
igualmente impresionante a medida que el sistema político venezolano ba-
sado en partidos se acercó a una irreversible crisis en la década de 1990,
hasta su caída de ni tiva con el ascenso al poder de Hugo Chávez Frías. Es-
tudiamos los orígenes y la orientación ideológica del partido y considera-
mos cómo se construyó su base social. Se considera en detalle la trayectoria
electoral del partido, haciendo énfasis en particular en el desarrollo de una
organización y base de apoyo nacional (a diferencia de una regional), en el
atractivo del partido para varias clases, y en los temas de liderazgo e ideoló-
gicos. La experiencia del COPEI como partido del gobierno indica el continuo
debilitamiento de cualquier posición ideológica distintiva; el COPEI en el po-
der simplemente no distó mucho de la experiencia de cualquier otro go-
bierno. Por último, estudiamos las divisiones del partido y su drástica de-
clinación al terminar el siglo XX.
EL ASCENSO Y LA DECADENCIA DEL COPEI EN VENEZUELA 367
ORÍGENES E IDEOLOGÍAS
Cualquier estudio del COPEI debe responder a varias preguntas básicas. ¿Por
qué tiene Venezuela un partido democratacristiano? ¿Por qué pudo el parti-
do crecer durante cuatro décadas a partir de un partido católico de amplia
base regional hasta convertirse en una alternativa política centrista nacio-
nal, basada en varias clases sociales, cuyo atractivo tenía ya poco de católi-
co? ¿Por qué se desplomó el partido tan rápidamente en los años noventa? Las
respuestas, como hemos sugerido, se encontrarán en el movimiento gene-
ral de la democracia cristiana en toda Latinoamérica (y su atractivo para los
profesionales jóvenes, en pleno ascenso en sus carreras) y en los aspectos es-
pecí cos de la sociedad y la política venezolanas durante el periodo de la
posguerra.
El estímulo para la formación de los partidos democratacristianos en
Latinoamérica tiene sus raíces en la gradual transformación del pensa-
miento y la acción políticos y sociales del catolicismo europeo, iniciada por
personajes como Jacques Maritain, Teilhard de Chardin y Emmanuel Mou-
nier, y por líderes políticos que reaccionaban contra el integrismo y víncu-
los fascistas que fueron muy comunes en la Europa central y meridional du-
rante el periodo de entreguerras. Juntos, escritores como Maritain, Teilhard
y Mounier bosquejaron una lógica y una justi cación para la defensa cató-
lica de la democracia, el pluralismo y la reforma. Obteniendo su inspiración
de una relectura de las ideas básicas tomistas y de las principales encíclicas
papales, Maritain argumentó que el compromiso con la democracia y el plu-
ralismo era a la vez posible y necesario para los cristianos. Buscaba un me-
dio por el que los católicos pudieran trabajar por la justicia social de acuerdo
con su fe y su comprensión de la doctrina católica, pero sin imponer sus
creencias de modo autoritario. Este corpus de escritos también proporcio-
nó una base intelectual para la participación social insistiendo en que el
cambio es normal y bueno y que los cristianos deben participar en él en
forma activa, no simplemente resistiendo el cambio en nombre de la defen-
sa de una Iglesia “perfecta”. Teilhard hizo énfasis en la importancia de ver
el signi cado religioso en todos los valores, comunidades y desarrollos se-
culares. Simultáneamente, el énfasis de Mounier en el “personalismo” sub-
rayaba la necesidad de autenticidad, que se encontrará en gran medida
convirtiendo las ideas de uno mismo en acción.
Estas ideas, y el compromiso general de desarrollar políticas, organiza-

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