Zygmunt Bauman, La cultura en el mundo de la modernidad líquida.

AutorSancén Contreras, Fernando
CargoReseña de libro

Zygmunt Bauman, La cultura en el mundo de la modernidad líquida, trad. Lilia Mosconi, Fondo de Cultura Económica, México, 2013, 101 pp.

Este pequeño libro de Bauman aborda el tema de la cultura y en su título anuncia que lo hace desde el concepto original de "modernidad líquida". Sin embargo, la liquidez no ocupa el eje del libro, sino que a lo largo de él el autor presenta el tema de la cultura desde diferentes perspectivas: la moda, la globalización cultural, la multiculturalidad, el Estado, la Unión Europea, el arte o el mercado, y vincula el cambio con el término de "modernidad líquida".

Sirviéndose de su concepto de "modernidad líquida", el autor señala al inicio que la realidad actual se encuentra en permanente cambio. El paso hacia la liquidez lo atribuye, sin prestar atención a los cambios radicales ocurridos en la humanidad a lo largo de toda su historia, a la época moderna. En ella ve el paso de formas sociales que considera sólidas y estables hacia otras que ya no lo son:

[L]a "disolución de todo lo sólido" ha sido la característica innata y definitoria de la forma moderna de vida desde el comienzo, pero hoy, a diferencia de ayer, las formas disueltas no han de ser remplazadas--ni son remplazadas--por otras sólidas a las que se juzgue "mejoradas", en el sentido de ser más sólidas y "permanentes" que las anteriores, y en consecuencia aún más resistentes a su disolución, (p. 17) Bauman no se preocupa por señalar la causa de este cambio, ni por qué unas formas de vida son más resistentes a dicha disolución; menos aún por otorgar un estatus de permanencia a la liquidez o al cambio. Aplicando su concepto de liquidez a la cultura, señala simplemente que ésta, en su etapa "líquida", ha dejado de ser patrimonio de una élite porque ahora pertenece al "populacho", por lo que ha pasado a ser mercancía que seduce a los clientes sin necesidad de ilustrarlos o "ennoblecerlos".

Bauman encuentra el estado de fluidez de la cultura moderna en la moda, porque ésta nunca se limita a ser, sino que constituye un estado permanente de devenir que nunca pierde ímpetu, que parece incrementarse porque contrasta el deseo de pertenecer a un grupo con la búsqueda de individualidad y originalidad: "el sueño de pertenecer y el sueño de la independencia; la necesidad de respaldo social y la demanda de autonomía; el deseo de ser como los demás y la búsqueda de singularidad" (p. 24). Con esto afirma que la moda siempre ha sido el factor principal del cambio en la vida humana, aunque varíe con el tiempo. La moda de hoy no es "progreso" porque no toma en cuenta los deseos, porque considera el progreso una fuerza arrolladora que demanda nuestra sumisión (p. 27). Más adelante, el autor precisa el concepto de progreso deslindándolo del auténtico desarrollo y vinculándolo con la ganancia en una sociedad de mercado. En consecuencia, afirma que ni la moda ni el progreso mejoran la vida, porque sólo dan al individuo elementos para evitar su fracaso demostrando la capacidad para ser otra persona. Aquí aparece ya el contraste entre Estado y sociedad a partir de la cultura.

En relación con la...

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