Voluntad anticipada. Derecho a cuidados paliativos
| Autor | Lilian Elideth Rosas Reyes |
| Páginas | 37-43 |
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Ver nota 1
En materia de derecho, la vida es el espacio de tiempo que corre desde el nacimiento hasta la muerte.2El derecho a la vida es considerado un derecho de la personalidad, del que todo individuo goza, de gran importancia, y cuyo límite es la muerte. Este derecho interesa a juristas de la mayor parte del mundo, a través de las leyes, se ha intentado la protección más adecuada. Fue también considerada en un tiempo como algo sagrado, otorgado por Dios o la Naturaleza.
Es un derecho en el que se abordan muchos temas, debatidos hoy en día, como el aborto, el suicidio o la eutanasia. Temas que trascienden por un largo tiempo hasta hoy en día, y donde entran pregunta como la siguiente: ¿si tengo derecho a la vida, también tengo derecho a disponer de ella?
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Como todo derecho de la personalidad, el objeto principal es garantizar el derecho a la vida por medio de una regulación en un ordenamiento jurídico, permitiendo así que se nos conceda el goce de nosotros mismos.
En el ámbito médico y legal, el derecho a la vida ha sido reconocido ampliamente. La Convención Europea de Derechos Humanos declaró en 1953 "El derecho a vivir de cada uno debe ser protegido por la ley, nadie puede ser privado de la vida intencionalmente, sólo en el caso de pena capital decretada por una corte de acuerdo con las leyes".3En el ámbito de la ilosofía, Herbert Marcure deine la Cultu-ra y la Humanización, en primer lugar, por el esfuerzo colectivo de proteger la vida.4
Como derecho de la personalidad, la vida es de gran importancia y magnitud en donde se le pretende brindar protección y reconocimiento en los ordenamientos jurídicos. Es por eso que la aceptación de la eutanasia ha creado diversas discusiones que dividen a los juristas del mundo, debido a sus diversas concepciones del hombre.
Dentro de estas discusiones entra el tema de la dignidad humana, que es un concepto que se maniiesta, paradójicamen-te, tanto para los que están a favor como para los que están en contra. Algunos reducen esta dignidad al disfrute de una calidad de vida, conciencia o capacidad de autodeterminación. Por el contrario, otros ven la dignidad como el valor intrínseco que posee todo ser humano, independientemente de sus circunstancias, edad, condición social, estado físico o psíquico.5El movimiento PRO-VIDA, que se opone a la legislación del testamento vital, ha estado presente durante un largo tiempo
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en diversas partes del mundo, con argumentos que van desde el punto de vista médico, jurídico, ilosóico, hasta el religioso. Una opinión en contra, como la del doctor C. Everett Koop,6quien manifestó que bajo el concepto de eutanasia, puede esconderse el fraude, el engaño y la superchería en los casos de personas que quieren liberarse de pacientes ancianos y enfermos para evitar la carga de tener que mantenerlos o para cobrar una herencia.
Jerry Falwell, de Virginia Estados Unidos, fundador del grupo religioso fundamentalista "La Mayoría Moral", deinió su actitud respecto al derecho a morir, haciendo hincapié en que él mismo y todo el mundo tenía que hacer todo lo posible por encontrar un sentido a la vida: es cierto que la depresión y el abatimiento son problemas muy graves en el caso de los pacientes terminales, pero se les debe ayudar enseñándoles a vivir, en lugar de permitir que opten por la muerte. Por tanto, debemos ser muy cautelosos con el derecho a morir. Lo mejor es orientarnos hacia la vida.
En Holanda, país donde se ha aceptado la eutanasia de manera más radical, se han ocupado de la cuestión jurídica desde 1973, con el in de que los médicos puedan cumplir con una serie de normas sin ser penados por la ley.
En 1949 el doctor Leo Alexander fue el primero en dar a conocer esta lucha, su artículo "La ciencia médica bajo la dictadura", decía lo siguiente:
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