Victimología de la mujer puertorriqueña: La población femenil víctima de violencia doméstica y la culpa psicosociopatológica en el patrón victimal del agresor/Victimology of the Puerto Rican woman: The female populan victim of domestic violence and the psychosociopathological guiltthe aggressor's victimal pattern

AutorMtra. Gloriam Zaid Mercado Justiniano
Páginas81-93

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Introducción

La población femenil victimal de violencia doméstica es una de las poblaciones más marginadas, desprivilegiadas, prejuiciadas, discriminadas, estereotipadas y estigmatizadas que puedan pasar por el cedazo jurídico en el mundo. Por siglos, se ha inferido, bajo unas conceptualizaciones patriarcalistas, chauvinistas y desventajadas, que toda fémina víctima de violencia doméstica tiene merecido la causal por la cual aclama justicia ante los foros judiciales; y, que, por tanto, no debería de reclamar. Esto se conoce en Norteamérica como "the white-man privilege" que insípidamente se traduce al español como "el privilegio del hombre blanco." Este concepto presume que todo hombre sostendrá unos niveles de privilegios y ventajas sobre una mujer siempre; no importa el lugar, las circunstancias o las causas. Además, este constructo social se dice ser un "mito," pero es aplicable de forma natural a través de la conducta del hombre alrededor del mundo; es un hecho universal. Entendemos que privilegio, en esencia, es la ventaja [que se cede o concede a una persona, población o comunidad en específica con el propósito de favorecer su condición social y que se hacen ver como una conducta normativa o normal]. [Este privilegio adviene] de la examinación de las ventajas sociales, económicas y políticas o derechos que están disponibles, en este caso, únicamente para los hombres. El acceso a este privilegio también dependerá de la raza, orientación sexual y estatus socioeconómico del hombre (Orelus, 2010, Powell, 2010 and Singh, 2012). Es decir, que "el privilegio del hombre blanco" es una ideología sociocultural construida y se refiere a que al hombre se le atañe su "naturaleza" y "derecho de ser hombre" - por lo que su conducta es normalizada y aceptada desde una perspectiva sociocultural y, peor aún, legal. La primera mujer en el mundo de hablar sobre este concepto abiertamente y sus consecuencias fue Peggy McIntosh (1988), quien observó cómo los privilegios sociales eran dados a los hombres de forma individual y sistemática. Todavía, en pleno siglo XXI las sociedades incitan a los hombres a cargar su "bolsa invisible de valores y herramientas de presión social para hacer valer su privilegio de hombres" para que los indefensos puedan defender su honor en las cortes de justicia. Esto es tan solo una proyección del sexismo como dinámica de opresión en la actualidad.

Es así, como hemos encarado décadas de innumerables atropellos éticos, morales y espirituales que han llevado a la mujer a una opresión social y humanitaria violentando su dignidad en todas las facetas, bio - psico - socio - emocional y culturalmente. Hemos permitido la denigración de la mujer perpetuando ciclos de violencia que no solamente afectan a la mujer, si no que destruyen otras vidas en el proceso y destruyen hogares. No

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podemos olvidar que el maltrato nunca es únicamente físico, pues el maltrato físico es tan solo el comienzo de un desencadenamiento de conductas destructivas, tanto psíquicas como sexuales. Es decir, que la violencia doméstica en contra de la mujer abre una dimensión de patrones de comportamiento impulsados coercitivamente que se manifiestan en diferentes niveles de violencia; como, violencia familiar o intrafamiliar, en contra de menores y violencia de género pues la violencia solo genera más violencia.

Conceptualización y operacionalización de la violencia doméstica como componente universal

En la mayoría de los casos de violencia doméstica ventilados en los foros judiciales, a la mujer se le cuestionará y se le culpabilizará de ser víctima a través de un proceso altamente inquisitivo y lleno de entorpecimientos políticos-jurídicos de los cuales la revictimización procesal es tan solo el comienzo. Mercado (2017), reconstruyó la definición más apropiada del término revictimización procesal como:

El acto de recrear o reincorporar forzosamente los elementos de [un] delito (...) a través de las etapas judiciales [por las cuales se ventila un caso en sus méritos penalmente], [y las cuales] afectan neurológica, psicológica o emocionalmente a la víctima del dolo sin importar su sexo, edad, raza, [etnicidad], [nivel socioeconómico] o condiciones sociodemográficas victimales. Este proceso se caracteriza por la incapacidad de la víctima de defenderse ante la Ley y la impotencia de adquirir Justicia, resultando la víctima en el ser perjudicado y su victimario protegido y amparado por la Ley.

Esta definición fue reconstruida desde la perspectiva de la revictimización procesal en casos de víctimas de agresión o abuso sexual explícitamente. No obstante, debemos de tomar en cuenta que cuando nos referimos a violencia doméstica en un proceso de revictimización procesal, se integrarán muchos más elementos a la ecuación y no se limitarán, pero se incluirán, los elementos del delito de la agresión sexual ya que la violencia doméstica se manifestará en distintos escenarios a través del abuso, poder y control en distintivos niveles.

A continuación, se proveerán varias definiciones sobre la violencia doméstica y los diferentes tipos de violencia a los cuales se relaciona la misma con el propósito de explicar la conceptualización del tema abordado.

La Organización Paz Para la Mujer a través de su Coordinadora (2018), define la violencia doméstica como el patrón de comportamiento en el cual la pareja o ex -pareja utiliza la fuerza física y/o sexual, la coacción, las amenazas, la intimidación, el aislamiento, el abuso emocional o económico para controlar a su pareja (Coordinadora Paz para las Mujeres, 2018). Por otro lado, la organización de ayuda a la mujer, Women's Aid (2018), define la violencia doméstica a través de la siguiente descripción:

Hablamos de violencia doméstica cuando una persona trata de controlar y de ejercer poder sobre su pareja en el contexto de una relación sentimental. Pueden darse diferentes tipos de abuso: físico, emocional, sexual o financiero. En la mayoría de los casos, los maltratadores son varones y las víctimas, mujeres. Cualquier mujer, en cualquier tipo de hogar, puede verse afectada por la violencia doméstica. Existen una serie de señales de advertencia que pudieran indicar que tu relación es abusiva.

Sin embargo, el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos de América (NIH-USA) (2016), establece que la violencia doméstica es un tipo de abuso. Por lo general, implica un

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cónyuge o pareja, pero también puede ser a un niño, pariente mayor u otro miembro de la familia. Por último, Fernández, Herrero, Bultrago, Clurana, Chocron, García, Montón, Redondo y Tizón (2003), definieron la violencia doméstica desde la perspectiva de la violencia en la pareja, como:

[El] término frecuentemente equiparado en la literatura a violencia doméstica y a violencia conyugal, se define como aquellas agresiones que se producen en el ámbito privado en el que el agresor, generalmente varón, tiene una relación de pareja con la víctima. Dos elementos deben tenerse en cuenta en la definición: la reiteración de los actos violentos y la situación de dominio del agresor que utiliza la violencia para el sometimiento y control de la víctima.

Hablamos de un fenómeno social de múltiples y diferentes dimensiones, que es considerado como un problema de salud pública de primer orden por organizaciones internacionales y gobiernos.

Como mencionamos, existen otros términos o elementos que forman parte de la violencia doméstica o se integran interaccionalmente. Entre ellos, la violencia de pareja y la violencia de género, ambas definidas por Fernández, Herrero, Bultrago, Clurana, Chocron, García, Montón, Redondo y Tizón (2003). La violencia de pareja se define como

...aquellas agresiones que se producen en el ámbito privado en el que el agresor, generalmente varón, tiene una relación de pareja con la víctima. Mientras que violencia de género es el término por el cual se hace referencia a la violencia específica contra las mujeres, utilizada como instrumento para mantener la discriminación, la desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las...

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