Ventajas del dictamen fiscal
| Autor | José Luis Doñez Lucio - Horacio Lozano Ulloa - Federico Gabriel Martínez Torres - Gabriel Oliver García - René Rodríguez Wyler Sámano - Antonio Sáyago Ríos - Fernando Taboada Solares |
| Cargo del Autor | Comisión Representativa del IMCP ante las Administraciones Generales de Fiscalización del SAT |
| Páginas | 95-102 |
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Gracias al arduo y ético trabajo realizado durante muchos años, la labor del Contador Público como auditor es ampliamente respetada y reconocida, al igual que los diferentes tipos de opinión o dictamen que de esa labor resultan.
El dictamen fiscal surge como estrategia de fiscalización indirecta, mediante la cual el fisco federal deposita su confianza en la capacidad, experiencia y ética profesional de la Contaduría Pública. Por consiguiente, la eficacia de esta estrategia implica el atributo de credibilidad hacia el trabajo desempeñado por el Contador Público que emite dictámenes fiscales.
El auditor es llamado como un técnico independiente y de confianza para opinar sobre los estados financieros formulados por la empresa, a efecto de que su opinión sea una garantía de credibilidad respecto a esos estados financieros, para las personas que van a usarlos como base para sus decisiones.
Aunque muchos Contadores Públicos quisiéramos que el público en general entendiera mejor el alcance y significado de nuestros dictámenes e informes, es indudable el uso y respeto generalizado que se da a los mismos, sobre todo a los más tradicionales. Tal es el caso del dictamen de estados financieros, el dictamen para efectos fiscales o la opinión del comisario, o los que se emiten para hacer constar el cumplimiento a diversas disposiciones fiscales o legales por parte de las empresas.1
El ideal de todo profesional, es pues, el rendimiento de un servicio de la mejor calidad a quienes solicitan o son legítimos beneficiarios de la práctica de la profesión. Esto implica
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un concepto refinado de la ética, y no es el común que podría considerarse como la moral normal de todo ser humano, sino que se trata de “la ética profesional” que implica el firme propósito y convencimiento de que debe anteponerse el celo del cumplimiento del deber profesional a cualquier interés personal.
Lo anterior se mencionó en un artículo del Centro de Investigación de la Contaduría Pública llamado “La ética profesional comparada”, el cual vale la pena resumir por su importancia y contenido de investigación. Este texto menciona que la profesión del Contador Público en distintos países del mundo, de manera concertada internacionalmente, tiene expedidas reglas detalladas de conducta profesional, derivadas del fin propio de la profesión, el cual comprende:
• La necesidad del interés público en la información financiera, que va más allá del interés directo de los clientes y las empresas que lo contratan.
• La naturaleza propia de la auditoría externa que surge necesariamente para dar confiabilidad a dicha información financiera.
• La importancia de la información financiera en el buen desarrollo de la economía de las naciones y de los individuos.
Por último, y para dejarlo muy claro, conocemos que a la autoridad, la información contenida en el Sistema de Presentación del Dictamen (Sipred), le ha servido para incrementar la recaudación de impuestos. Por lo tanto, es de suma importancia que nuestra actuación no contenga fallas técnicas o información falsa, que cuente con los papeles de trabajo que evidencien nuestra revisión y, en caso de ser solicitados por la autoridad, sirvan para aclarar cualquier duda.
Nuestro dictamen es útil, nunca ha dejado de serlo, y continuará siendo un elemento de confianza.
Compartimos la opinión del C.P.C. Rogelio CasasAlatriste Hernández, ex Presidente del IMCP, al decir:
Mantengamos los Contadores Públicos, ese prestigio que hemos ganado, con un tenaz e íntegro apego a las normas de ética y de ejercicio profesional de nuestro Instituto.
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El trabajo profesional de auditoría tiene objetivos definidos, que se desprenden de su...
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