El trabajo pro bono, la suma de voluntades
| Autor | Lic. Francisco Torres Landa |
| Cargo | Socio Director de la Firma Hogan Lovells en México |
| Páginas | 55-56 |
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En la corriente de lograr un país más justo y participativo, en donde la justicia sea el remo y los profesionales del derecho el timón que guíen a la sociedad, surgió en México Estándares Pro bono México.
La iniciativa está dirigida al sector de la abogacía, pretende establecer un marco estandarizado del trabajo Pro bono bajo características muy especiales y al mismo tiempo, promover e instrumentar su práctica tanto en los despachos de abogados, como entre los juristas que laboren por su cuenta.
El trabajo legal pro bono, como parte de la responsabilidad social de la abogacía, es una herramienta social para el fortalecimiento del acceso a la justicia. De esta obligación de apoyar a aquellas personas menos favorecidas, surge Estándares Pro bono México. Es creado por la Fundación Appleseed México, a.c., la Fundación Barra Mexicana a.c. y el Centro Mexicano Pro Bono, a.c. Lejos de ser un proyecto que quede en el olvido, cuenta con una base sólida en el estudio y análisis comparado del régimen y estructura del trabajo legal pro bono en distintos países; además, contempla, entre otros documentos, la Declaración Pro Bono para el Continente Americano y la Declaración de Madrid sobre Responsabilidad Social de la Abogacía; que son la base para crear un proyecto propio para México.
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En entrevista con Foro Jurídico, Juan Francisco Torres Landa, comenta que el objetivo es tomar y poner en práctica el trabajo de responsabilidad social del cual el gremio, en cierto modo, se alejó. Reconoce que existe una contaminación brutal de abogados que lejos de estar en pro de buenas causas, se han dedicado a pervertir la profesión, así como al sistema judicial. “Hay colegas que se denominan operadores, dedicados a corromper el sistema judicial. Su operación consiste en ubicar en dónde están los eslabones frá-giles o a funcionarios dispuestos a subastar la justicia en aras de generar su resultado.”
Esta situación reconoce, nos contamina a todos porque al final del día, ya sea por acción o por omisión, el gremio no ha podido enfrentar el problema como se debe. Esfuerzos como la colegiación o algún esquema de mayor énfasis han sido poco fructíferos. Es necesario que haya un castigo o una pena a quienes no actúen conforme a los cánones éticos de la profesión; por ejemplo, la pérdida temporal o impedimento de ejercer. “Hubo una propensión a centrarse en los réditos de la profesión, lo cual es entendible, sin embargo, se canibalizó.”
Hoy...
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