El Trabajo a Domicilio en Derecho Comparado y en el Derecho Mexicano

EL TRABAJO A DOMICILIO EN DERECHO COMPARADO Y EN EL DERECHO MEXICANO
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Por la Lic. Ma. Cristina Salmorán

de Tamayo. Presidente de la Junta

Federal de Conciliación y Arbitraje.

I. PRELIMINAR

Los fenómenos económicos, como los hechos políticos y las manifestaciones literarias se gestan en lentos procesos históricos. En el trabajo a domicilio como exponente de aquéllos, concurren innumerables factores sociales, a cuyos antecedentes es preciso referirse previamente, a fin de enfocar el ensayo en sus auténticos alcances.

Los sistemas de producción en la Edad Media se sustentan en los siguientes principios:

a) La división tripartita de maestras, oficiales o compañeros y aprendices;

b) La producción individualizada o a solicitud del cliente;

c) La calidad del producto como blasón de orgullo del taller productor.

Los talleres sujetaban sus actividades a reglamentaciones que protegían el funcionamiento de una gran variedad de corporaciones, las cuales eran escrupulosamente observadas por los maestros; por su parte, los oficiales adquirían a través de dicho maestro la destreza necesaria; pero se obligaban a guardar los secretos artísticos del taller.

Era común que el oficial hiciera vida de hogar con el maestro, y con frecuencia, al pasar a formar parte de la familia del mismo por matrimonio, heredaba el taller y a su vez se convertía en jefe.

Las protecciones reglamentarias de las diversas corporaciones y la estabilidad del mercado, que, si bien raquítico, puede estimarse como suficiente para la época, favorecían un clima de seguridad económica, que impedía el abatimiento de salarios y la obtención de utilidades moderadas, toda vez que no se presentaba agudamente el drama de brazos forzadamente desocupados que se ofrecen para el trabajo.

Deben analizarse con especial interés la severidad de las reglamentaciones cuando exigen requisitos rigurosos para los cambios de localidad de los talleres; o la prohibición absoluta, penada gravemente en su infracción, de no pertenecer a más de una corporación. Extrañan al espíritu moderno algunas restricciones interesantes, como las del Cuerpo de Leyes de Francia, en cuyo artículo 25 de los Estatutos y Privilegios, concedidos por Carlos IX en 1566 a los pasteleros de París, les prohibía vender tortas y alajú; el 26 prohibía a los cocineros servir en bodas y banquetes pasteles o carnes en perjuicio de recoberos, pasteleros y carniceros. Así también el Parlamento de Dijón prohibía, en 1719, a los ebanistas que realizaran trabajos de escultura, etc., y si bien asombra actualmente la paciencia aplicada por el artesano a su actividad, aquélla se transforma en admiración por cuanto de calidad en el producto y habilidad en la ejecución se advierten, porque la producción, como en todas las épocas, tendía a satisfacer necesidades o a crearlas; pero también se orientaba a obtener creaciones ideales.

Las transformaciones sociales y económicas de la Edad Media se proyectan en la evolución de las corporaciones y a la original convivencia en el taller del maestro con los oficiales y aprendices sucede una atmósfera de inquietudes que habrá de llevar a la creación de organizaciones de resistencia.

Al principio original de la transformación del oficial en maestro mediante la creación de la correspondiente obra, sucedió la resistencia de los dueños de talleres a proporcionar los exámenes necesarios y la acumulación artificial de los requisitos a llenar por los candidatos haciendo casi imposible para el oficial su admisión en el grado inmediato, salvo que concurriesen en él circunstancias especiales o posibilidades económicas que le permitieran superar las difíciles condiciones exigidas.

Por su parte, los maestros organizan a su vez ligas de defensa, y a pesar de las prohibiciones impuestas a sus oficiales y aprendices para que concurran a los organismos secretos de los "compagnones", éstos se proliferan y llegan a adquirir una extraordinaria fuerza social que habrá de reflejarse en las transformaciones del mundo económico de la época.

Concurren a esta línea evolutiva diversos acontecimientos históricos que, con la imprenta, habrían de favorecer la difusión del pensamiento o, como en el caso del descubrimiento de nuevas tierras, auspiciarían en alas de la ambición, como dice Smith, (Historia del Comercio Mundial), emigraciones masivas alentadas por quienes volvían con riquezas y gloria. Más tarde, la aplicación del vapor a la producción industrial iniciaría la transformación del taller en factoría como un antecedente de la fábrica moderna.

El éxodo rural de los villanos que en aras de su redención se lanzaban hacia las rutas oceánicas, provocó la ausencia de brazos de la producción agrícola y obligó al señor feudal a hipotecar sus heredades, con lo cual muchas de estas riquezas originales pasaron a nuevos propietarios, extraños a la casta medieval. Estos acreedores de los señores feudales fueron, en su inmensa mayoría, personas que por no conformar en la organización de la iglesia no les alcanzaban los anatemas que ésta lanzaba en contra de prestamistas y usureros. Disminuida la capacidad económica del feudalismo, pronto había de desvanecerse su influencia social, en tanto que las nuevas fuerzas que se habían venido formando, entre otras, las de las organizaciones de resistencia de los oficiales, adquirían cada vez mayor preponderancia económica y en el momento oportuno habrían de asaltar el poder político.

Dice un autor que en esta época de transformación se encuentra un ansia incontenible por la libertad y el placer; se multiplican los artistas; abundan los protectores como Mecenas; se auspician las artes y los oficios. Brotan los compradores y se desenvuelve una corriente favorable para las formas productivas. Para satisfacer esta demanda, se abren fuentes de trabajo con base en el principio de la libertad y se desarrollan múltiples factorías en las cuales empieza a interesar más ya la cantidad de la producción que la calidad de la misma.

Sin embargo, no en todas las actividades productivas se opera esta transformación y así, en algunos oficios, subsiste el espíritu del taller medieval y no llega el aliento de la libertad.

Obscuras y olvidadas por las diversas luchas sindicales posteriores han quedado las actividades de esta forma primaria del trabajo a domicilio, y es hasta los tiempos contemporáneos en que el espíritu de las legislaciones modernas se ha preocupado por reglamentar estas fuentes de producción.

II. SUJETOS DE REALIZACION

Las grandes ciudades tienen mucho y bueno que enseñar; majestuosos edificios y amplias avenidas ven surcar el cielo por gigantes aéreos; la discusión del pensamiento en las universidades, las exposiciones artísticas, la lucha por el derecho y la salud evidencian la superioridad del intelecto humano; el silbato de una locomotora que rasga el silencio, recuerda el progreso de las comunicaciones, al igual que las formas maravillosas de la radiotelefonía y tantas otras cosas más que constituyen una parte de un mundo animado, al cual, con lhering, también debemos considerar como un mundo jurídicamente protegido.

Mas, al igual que el Jano de la antigüedad, a una cara progresista se sucede una faz trágica en donde se reflejan las actividades de quienes por tener escasa protección y vigilancia, sustentan el drama diario de su vida en miserables condiciones y en escenarios antihigiénicos y depresivos.

Los sujetos de realización de mi estudio, integrados por miserables familias, constituyen con su actividad una fuente de enriquecimiento en determinadas formas productivas; pero sin que a ellos alcancen los beneficios económicos y, más aún, subestimados, hasta la fecha carecen de medios de protección jurídica adecuada.

Acerca de estos grupos dicen algunos autores que están sometidos por la fuerza de las circunstancias al Sweating System y nada mejor para calificarlos, en verdad, que esta gráfica expresión inglesa de "sistema del sudor".

En el trabajo a domicilio concurren fenómenos complejos y se agrupan situaciones económicas de extraordinaria magnitud.

Por lo que hace a estas últimas pueden estimarse desde dos posiciones:

a) Los sujetos de...

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