Tenencia (i)legal de animales exóticos: ¿Por qué no pueden ser mascotas?
| Autor | Dinorah del Carmen Torres Alfaro |
| Páginas | 63-66 |
63
THEMIS | HABLEMOS SOBRE CRIMINOLOGÍA
Tenencia (i)legal de animales exóticos:
¿por qué no pueden ser mascotas?
Los humanos somos seres sociales,
por ello buscamos constantemente
entablar una relación con otros indi-
viduos y eso incluye a los animales.
Algunos no están satisfechos con un
hámster o un perro, por lo que optan
por una mascota más exótica como
un tigre o un mono y esto no siem-
pre es una buena idea. Casi siempre,
cuando se introduce un nuevo animal
a la familia, se adquieren cachorros.
Hay que tener siempre presente que
no se van a mantener pequeños toda
la vida. Cuando los animales crecen,
sus instintos también lo hacen, por lo
que es probable que terminen des-
truyendo objetos del lugar donde se
encuentren o atacando a alguien. Lo
peor es que no se pueden regresar a
su hábitat natural porque no desarro-
llan sus habilidades de supervivencia
estando en cautiverio.
Se cree que la convivencia con anima-
les nos brinda bienestar, mantenién-
donos felices y más sanos de aquellos
que no tienen mascotas. La cuestión
aquí no es si tener mascotas nos hace
sentir bien o no, sino, por qué no es
recomendable tener como mascotas
animales que no están domesticados
y que pueden resultar un peligro no
solamente para el dueño, sino para la gente que habita en la misma casa o en los
alrededores. ¿Realmente vale la pena el riesgo?
ANTECEDENTES.
En el antiguo Egipto se momicaron y enterraron miles de animales junto con
humanos ya que los veían como mascotas y encarnaciones de dioses. Entre estos
animales se encontraban gatos, halcones, peces, corderos, monos, etc., los cuales
fungían como ofrenda a un dios o para acompañar a los humanos en su último
viaje al más allá. Además, la momicación de animales era un comercio muy
popular y lucrativo y esto se debía a los diseños plasmados en los vendajes. En
ocasiones, la cabeza era una máscara acartonada con los ojos, orejas y/o bigotes
del animal pintados con gran detalle.
Por supuesto, cada animal tenía su propio signicado. El gato era considerado
protector de los niños de la familia real y hacía alusión a la diosa Bastet; la rana
signicaba fecundidad y hacía referencia a la diosa Heket; el halcón hace referen-
cia al dios Horus; el león simboliza fuerza y ferocidad, y era considerado el animal
de los reyes; el perro representa el espíritu y a Anubis, guardián de los muertos;
la mona signica madre y era un talismán para las mujeres durante el parto; por
último, el pez hace referencia al renacer y al dios de la resurrección Osiris.
Dinorah del Carmen Torres Alfaro |
Estudiante de Criminología
dinorahtorresalfaro@outlook.com
INTRODUCCIÓN.
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba