Tecuichpo Ixtlaxóchitl acusa a Hernán Cortés y a quien resulte responsable (primera parte)

AutorAntonio Salcedo Flores
CargoDoctor en Derecho, Profesor-Investigador del Departamento de Derecho de la UAM-A
Páginas81-107
Investigación
81
Tecuichpo Ixtlaxóchitl acusa a Hernán
Cortés y a quien resulte responsable
(primera parte)
Antonio Salcedo Flores*
Resumen:
En esta primera par te hablaremos de Tecuichpo Ixtlaxóchitl, quien fue hija de Moc-
tezuma, viuda de Cuitláhuac, esposa de Cuauhtémoc, soberana de México, víctima
directa de Hernán Cortés y una de las primeras independentistas. Comprobaremos
que fueron los españoles quienes asesinaron a Moctezuma y que los indígenas que
se aliaron con los españoles no recibieron mejor trato que quienes los combatieron.
En la segunda parte, que aparecerá en el siguiente número, constataremos que la
esclavitud a la que fueron sometidos los indígenas americanos se decidió arbitra-
riamente; que el Rey de España fue cómplice de los ilícitos perpetrados por los
conquistadores, y que Cortés, por los delitos que cometió, debió ser llevado a la
horca, según lo ordenaban “Las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio”.
Abstract:
In this rst part we will talk about Tecuichpo Ixtlaxóchitl, who was the daughter of
Moctezuma, widow of Cuitláhuac, wife of Cuauhtémoc, sovereign of Mexico, direct
victim of Hernán Cortés and one of the rst independentists. We will verify that
it was the Spaniards who murdered Moctezuma and that the Indians who allied
with the Spaniards received no better treatment than those who fought them. In the
second part, which will appear in the next number, we will verify that the slavery to
which the Native Americans were subjected was arbitrarily decided; that the King
of Spain was complicit in the wrongful acts perpetrated by the conquerors, and that
Cortes, for the crimes he committed, had to be taken by hanging, according to Las
Siete Partidas de Alfonso X el Sabio.
Sumario: Introducción / I. ¿Dónde está Tecuichpo? / II. ¡No metas en tu casa a quien
te eche de ella! / III. ¡El Águila cae! / IV. Los indígenas que ayudaron a los españoles
no recibieron mejor trato / V. Conclusiones / Fuentes de consulta.
* Doctor en Derech o, Profesor-Investigador del Depart amento de Derecho de la UAM-A.
82 alegatos, núm. 104, México, enero/abril de 2020
A la memoria de Tecuichpo Ixtlaxóchitl,
Moctezuma Xocoyotzin, Cuitláhuac, Cuauhtémoc,
Tetlepanquetzal, Xicohténcatl el joven,
Cuauhpopoca y Cacamatzin
Introducción
La Conquista de México puede ser narrada con base en hechos trascendenta-
les, por ejemplo, la evolución del pueblo mexica, la llegada de los españoles,
la suerte de Moctezuma, la lucha armada, la Noche Triste, la caída de Teno-
chtitlán y de Tlatelolco, y la fundación de la Nueva España. Nosotros hemos
preferido contarla a partir de Tecuichpo Ixtlaxóchitl1 o Princesa Flor Blanca.
Hermosa mujer indígena a quien le tocó vivir muy de cerca los momentos más
dramáticos de la Conquista. Estuvo al lado de su padre —el tlatoani Mocte-
zuma— cuando los europeos aparecieron en las costas del sureste mexicano,
supo de sus preocupaciones cuando los españoles se acercaban a México, fue
testigo de la detención, el cautiverio y el asesinato del monarca. Vio a su es-
poso Cuitláhuac —el tlatoani sucesor— dirigir al ejército mexicano en contra
de los españoles y sus aliados, echarlos de México y derrotarlos en lo que los
españoles llamaron La Noche Triste, y para los mexicanos fue La Noche de
la Dignidad. Al morir Cuitláhuac de viruela, Tecuichpo contrajo matrimonio
con Cuauhtémoc —último tlatoani mexicano—, al lado de quien preparó la
defensa de México, defendió el sitio de Tlatelolco y fue capturada cuando ca-
yó la ciudad. Tenemos, entonces, que Tecuichpo Ixtlaxóchitl vivió, ella sola,
todos los dramas por los que, en su respectivo momento, pasaron Moctezuma,
Cuitláhuac y Cuauhtémoc, además de los que enfrentó como noble sobrevi-
viente cautiva de los españoles.
La belleza, inteligencia, personalidad y desenvoltura de Tecuichpo pronto
llamaron la atención de Hernán Cortés, quien consiguió acceder a ella sólo
con el uso de la fuerza física, ya que nunca cambiaron los sentimientos de
odio y desprecio que la noble indígena mexicana sentía por el capitán general
español.
1 Bernal Díaz del Cast illo: “Una hija de Montezuma, b ien hermosa mujer para ser india”, Historia
Verdadera de la Conquis ta de la Nueva España, tomo I, p. 414.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR