Supuestos de competencia desleal ajenos a los derechos de propiedad intelectual

AutorMauricio Jalife Daher
Páginas146-205
un caso en que la marca si es empleada, pero bien puede dar pie a la estrategia de aplicarse a
bienes de mucho menor calidad que los distinguidos por la marca auténtica, con el claro
propósito de desprestigiarla, o dañar la reputación de su titular.
La Ley de la Propiedad Industrial sanciona diversas hipótesis con nulidad, como consecuencia de
haberse violado alguno de los fundamentos relativos al vínculo de legitimación de quien se
ostenta como titular, con la marca objeto del registro. Algunos, de hecho, estarían muy próximos
a la competencia desleal, como es el caso de la fracción V del artículo 151 de la Ley de la
Propiedad Industrial, que reputa nulo el registro obtenido por el distribuidor o licenciatario de
una marca de origen extranjero.
Sin embargo, desde la perspectiva de considerar como acto de competencia desleal el
apoderamiento ilegal de un registro bajo cualquiera de las figuras de la propiedad intelectual, lo
que se traduce en un aporte a la disciplina es que dicho acto pueda acarrear una sanción, más allá
de la simple declaración de nulidad del certificado indebidamente tramitado, de tal forma que la
consecuencia jurídica pueda tener un fin de resarcimiento y ejemplificación.
−
  . ∃/∃  
∃  ,∋:+(+/0 4∋  3∃  3∋9+(3∃.+/0  −∋>+.∃0∃  ∋>+()∋0)∋  ∋0  −∃)∋,+∃  4∋  &−8∋)∋0.+∃  ∋(3∋∃3 .& −&
7∋−&(:∋,+∗+.∃4&∃3&3∃,9&4∋3&(∃8∃,)∃4&(4∋(∃,,&33∃4&(7∃.&0.∋0),∃4&),∃4+.+&0∃3−∋0)∋∋03∃
3∋9+(3∃.+/0  4∋  8,&8+∋4∃4  +042(),+∃3  ∋()&(  (282∋()&(  3&  52∋  7∃  3+−+)∃4&  (∋0(+
4∋(∃,,&33&4∋3∃ 4+(.+83+0∃∃3(2%∋)∃,3∃∃3 −∃,.&0&,−∃)+:&4∋∋()∋)+8& 4∋∗+92,∃(0∋3 8,∋(∋0)∋
.∃8=)23& 8&, )∃0)& ,∋:+(∃−&( ∃52∋33∃( .&042.)∃( 52∋ 0& ∋()10 .&0(+4∋,∃4∃( ∋0 3∃ ∋; 4∋ 3∃
,&8+∋4∃4  042(),+∃3  3∃(  .2∃3∋(  ∋0  .+∋,)&(  ∃(8∋.)&(  82∋4∋0  ∋()∃, .&0)∋−83∃4∃(  ∋0  &),&( 
&,4∋0∃−+∋0)&(&(∋0.+33∃−∋0)∋7∃0∋(.∃8∃4&∃3∃3.∃0.∋4∋)&4∃0&,−∃)+:+4∃4∋002∋(),&8∃=(
&∃0)∋,+&,0&(8∋,−+)+,1.&−8,&
−∃)∋,+∃  4∋  .&−8∋)∋0.+∃  4∋(3∋∃3  4∋0),&  4∋3  4∋,∋.7&  8&(+)+:&  −∋>+.∃0& ∃4∋−1(  4∋  8&4∋, 
4∋−&(),∃,  3∃  8∋,)+0∋0.+∃  4∋  ∃4&8)∃,3&(  ∋0  ∋3  ∗2)2,&  ∃  3∃  32Φ  4∋  .&0)∃, .&0  20  −=0+−&  4∋
,∋923∃.+/0∋020.∃−8&)∃0.&−83∋%&;.,2.+∃3.&−&3&∋(3∃32.7∃∋0∋3−∋,.∃4&
0  ∋(52∋−∃  −&4∋,0& ;  .&−8,&−∋)+4&  4∋  .&−8∋)∋0.+∃  4∋(3∋∃3  4∋
.&−83∋)&  4∋  (282∋()&(  52∋  4∋  329∃,  ∃  329∃, ;  4∋  )+∋−8&  ∋0  )+∋−8&  4∋
∃.)2∃3+Φ∃,(∋8∃,∃,∋(8&04∋,3&(,∋52∋,+−+∋0)&(4∋.∃4∃−∋,.∃4&;∃3∃),∃4+.+/0%2,=4+.∃4∋.∃4∃
8∃=(0∋38,∋(∋0)∋),∃ 4∋+0:∋()+9∃.+/0,∋∃3+Φ∃−&(20∃,∋:+(+/04∋3&(52∋3∃4&.),+0∃ ;3∃(
4+:∋,(∃(3∋;∋(.&0)∋−83∃0;∋0(2 .∃(&3&(.&0),∃()∃−&(.&03∃3∋9+(3∃.+/00∃.+&0∃3∋>+()∋0)∋∋0
.∃4∃.∃(&
Para definir la conveniencia de adoptar algunas de estas hipótesis en nuestro país, es necesario
partir de la premisa de que la indeferencia con que han sido tratadas en el pasado en nuestro país,
pudo obedecer a ser asuntos reservados a conflictos interempresariales. Con la evolución que la
disciplina de la competencia desleal ha tenido en las últimas décadas, es claro que la misma se ha
convertido en una pieza clave en la regulación y preservación de la justicia y la eficacia en los
mercados, por lo que sus alcances se han ampliado para interesar, de manera total y definitiva, a
todos los que intervienen en la economía. Para efecto de su análisis sistemático, seguiremos en lo
general los enunciados de la legislación española de la materia respecto de las prácticas de
competencia desleal, para de ahí derivar al análisis de las disposiciones de derecho positivo
mexicano, lo que nos permitirá determinar, en primer instancia, las eventuales carencias de
hipótesis específicas en nuestro sistema, y en segundo lugar, el grado de dispersión y
contradicción que tales normas presentan entre sí. No se omite considerar, cuando así resulte
pertinente, incluir comentarios y cotejar de las disposiciones con las existentes en otros sistemas
normativos, así como en leyes tipo sobre competencia desleal.
En particular, atenderemos con especial puntualidad a las disposiciones de la legislación española
de la materia,205 no sólo por ser una de las más completas, modernas y desarrolladas en el mundo,
sino por haber dado lugar, sin duda, a la más copiosa y profunda doctrina en la materia.
En este mismo orden de ideas, es interesante recordar que el último proyecto de Código de
Comercio206 de nuestro país, contenía una disposición que contemplaba diversos supuestos, entre
los cuales se establecía: “realizar actividades encaminadas a evitar o dificultar el acceso de la
clientela” (fr. III); “sonsacar a los trabajadores o empleados de una empresa” (fr. VIII) y
“cualesquiera otros actos análogos encaminados a desviar la clientela de otro comerciante” (fr.
X).
I. Actos de Denigración
Bajo este rubro la doctrina incorpora todo tipo de manifestaciones que tengan por objeto
menoscabar la reputación de un competidor, diferenciándose el tratamiento en que, en algunos
casos, cuando los ataques se consideran verdaderos, no exista una sanción como consecuencia.207
Una primera norma que en nuestro país atiende a este supuesto es la contenida en la fracción X
del artículo 213 de la Ley de la Propiedad Industrial,208 que establece que son infracciones
administrativas el intentar o lograr el propósito de desprestigiar los productos, los servicios, la
actividad industrial o comercial o el establecimiento de otro. No está comprendida en dicha
disposición, según establece el texto, la comparación de productos o servicios cuando no sea
tendenciosa, falsa y exagerada en los términos de la Ley Federal de Protección al Consumidor.209
∃,∃  ∋3  ∃4∋.2∃4&  ∃013+(+(  4∋  ∋()∋  8,∋.∋8)&  4∋ 02∋(),∃  3∋9+(3∃.+/0  ∋(  0∋.∋(∃,+&  ∃)∃.∃,  (2
∋()+−∃.+/0  4+:+4+604&3& ∋0  4&(  8∃,)∋(  52∋  ∃2052∋  =0)+−∃−∋0)∋  ,∋3∃.+&0∃4∃(  (&0  (282∋()&(
+04∋8∋04+∋0)∋(3 8,+−∋,& 4∋ ∋33&( ,∋∗+∋,∋.&−&+0∗,∃..+/0 ∃4−+0+(),∃)+:∃ Ε+0)∋0)∃, & 3&9,∃,∋3
8,&8/(+)& 4∋ 4∋(8,∋()+9+∃, 3&( 8,&42.)&( 3&( (∋,:+.+&(3∃ ∃.)+:+4∃4 +042(),+∃3 & .&−∋,.+∃3 & ∋3
∋()∃4∋ &),&Γ ()∋ (282∋()& 4∋
∃3.∃0Φ∃4&∋3,∋(23)∃4&4∋34∋(8,∋()+9+&4∋∃392+∋0∋3(282∋()&(∋(2,)∋2.7&(∋(8∋.+∃3+()∃(7∃0
(282∋()&52∋ ∋3 8,∋.∋8)& (∋ ,∋∗+∋,∋ 0∋.∋(∃,+∃−∋0)∋∃ 3&( .∃(&( 4∋ 82 .&−8∃,∃)+:∃ 8&,
:+,)24 4∋ 3∃ 8∃,)∋ .&−83∋−∋0)∃,+∃4∋3 ∃,)=.23& 3& .2∃3 4∋ 0+0920∃ −∃0∋,∃ ∋( 8,&.∋4∋0)∋ &
205 Ley 3/1991, 10 de Enero, de Competencia Desleal.
206 Proyecto presentado al Congreso de la Unión en Abril de 1995, Art. 418.
207 Portellano Díez, Pedro, La Imitación en el Derecho de la Competencia Desleal, Ed. Civitas, Madrid, 1995, p.
585.
209 El actual texto del Art. 32 de la Ley Federal de Protección al Consumidor ya no se refiere a estas expresiones,
ajustándose a los criterios de veracidad, comprobación y no confusión o engaño.
.+∋,)&∋(52∋3∃7+8/)∋(+((+−83∋;33∃0∃−∋0)∋(∋,∋∗+∋,∋∃52∋(∋3&9,∋&+0)∋0)∋4∋(8,∋()+9+∃,3&(
(∋,:+.+&( 8,&42.)&( & ∋()∃4∋ &),& 3& 52∋ 82∋4∋ 9∋0∋,∃,(∋ 8&, 20 (+00Θ−∋,& 4∋
∗&,−∃(;−∋4+&( 0&(/3&∃),∃:6( 4∋82 &82−8∃,∃)+:∃∋7∋.7&20∃9,∃:∋
.∃,∋0.+∃ 4∋ 3∃ 7+8/)∋(+( ∋0 .&−∋0)& ∋( 52∋ 0& ,∋∃3+Φ∃ ,∋∗∋,∋0.+∃ ∃3920∃ (+ 3∃4∋0+9,∃.+/0
4∋:+∋0∋ 4∋ ∃∗+,−∃.+&0∋( ∗∃3(∃(& :∋,4∃4∋,∃( 3& 52∋ ∋( .3∃,∃−∋0)∋ ,∋3∋:∃0)∋.&−& .,+)∋,+& 4∋
4∋(3∋∃3)∃4
La segunda parte del precepto se refiere, en lo particular, a aclarar una de las excepciones de la
eventual aplicación general de la regla enunciada en primer término, al señalar que “no está
comprendida en la disposición la comparación de productos o servicios con el propósito de
informar al público, siempre que dicha comparación no sea tendenciosa, falsa o exagerada, en los
términos que establece la Ley Federal de Protección al Consumidor.” La inclusión de esta
segunda parte del precepto no tiene más alcance que hacer explícita la particular situación de
que, de ser legal la publicidad comparativa realizada, no debe considerarse como pretendido o
logrado el propósito de desprestigiar los productos o los servicios de alguien. De esta manera, un
tema que no es de ninguna manera de los considerados como integrantes de la propiedad
industrial, o regulados por la Ley respectiva, se convierte por este hecho en competencia del
Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. El asunto, sin embargo, tiene serias implicaciones
que se inician por el hecho de que, de manera inevitable, sugiere la concurrencia de
competencias, toda vez que la Ley Federal de Protección al Consumidor,210 legislación destinada
a regular la publicidad en el país, otorga competencia para conocer de este tipo de conflictos a la
Procuraduría Federal de Protección al Consumidor.
Es importante hacer notar que la falsa publicidad, per se, constituye un acto de competencia
desleal y dependiendo de su contenido es como podrá ser ubicada en el rubro de los actos de
confusión, los actos engañosos, o bien los actos que denigran a un competidor. La publicidad es
el mecanismo a través del cual se difunden mensajes y como tal está desprovisto de una
categorización autónoma. Para fines del análisis del régimen jurídico que en nuestro país existe
en materia de falsa publicidad, lo ubicaremos en el apartado correspondiente a los “actos de
engaño”, por resultar, desde mi punto de vista, mayormente vinculados en la práctica, o lo que es
lo mismo, el mayor número de veces en que se detona el mecanismo legal de sanción por falsa
publicidad, corresponde a actos de inducción al error o el engaño, antes que a los actos
denigratorios o los de confusión.
El tema de la remisión que la fracción X del artículo 213 de la Ley de la Propiedad Industrial
hace a la Ley Federal de Protección al Consumidor, plantea la inevitable discusión de cual de las
dos autoridades referidas, esto es, PROFECO o IMPI, deben conocer y, en que orden y medida,
de un conflicto de publicidad o publicidad comparativa, que se considere sea contraria a los
principios rectores de la publicidad en la Ley Federal de Protección al Consumidor. En principio,
cabe advertir que, sea cual fuere el caso planteado, inevitablemente se requiere de la intervención
de PROFECO en el conflicto, ya que la fracción X del artículo 213 de la Ley de la Propiedad
Industrial remite expresamente a la Ley Federal de Protección al Consumidor, al mencionar a
ésta como parámetro para determinar la “legalidad” de la publicidad realizada y así poder
concluir si el caso, al desbordar esos parámetros, se constituye en un desprestigio de los
productos o servicios de otro.
Esta reflexión conduce a considerar que, en cualquier caso en que la solicitud de declaración
administrativa de infracción planteada al IMPI con base en esta fracción invoque a la publicidad
como el vehículo para que se logre el desprestigio de los bienes o servicios de un competidor, el
IMPI no está en aptitud de evaluar si la conducta es o no contraria a las reglas que sobre el
particular prescribe la Ley Federal de Protección al Consumidor, debiendo recurrir a dicha
instancia como autoridad especializada en materia de publicidad, para obtener de su parte la
opinión o dictamen sobre el particular. En cambio, si el caso es planteado en forma directa a
PROFECO, ésta no tiene que recurrir a ninguna otra autoridad para seguir el procedimiento
dispuesto para el efecto en la legislación respectiva y emitir el fallo que proceda. El supuesto de
las competencias concurrentes permite suponer, inclusive, que la participación de ambas
autoridades para sancionar el caso es viable, ya que los supuestos contemplados en cada
legislación son diversos, además de que dirigen su tutela a valores jurídicos diferentes.
En el caso de la Ley Federal de Protección al Consumidor, la protección brindada por el
dispositivo legal atiende, de acuerdo a la naturaleza y estructura propias de este tipo de
ordenamientos, a preservar los intereses de los consumidores como destinatarios de la
publicidad, en el sentido de asegurarse de que la información que habrán de recibir es objetiva,
veraz y confiable, y solo como una consecuencia secundaria de los límites impuestos por la
normativa se genera la protección de los intereses del competidor afectado, que, al lograr la
suspensión de la emisión de la publicidad por esta vía, o su corrección, logra frenar la conducta
lesiva.
En cambio, la fracción X del artículo 213 de la Ley de la Propiedad Industrial está orientada, de
manera preponderante, a la preservación de valores propios de la competencia, protegiendo a la
empresa de los ataques injustificados e ilegales de un competidor. En ese sentido, el precepto
adquiere una amplia connotación, al no constreñirse solo a casos de publicidad, sino a cualquier
tipo de actividad que pueda representar un desprestigio para el competidor afectado.
Bajo esta perspectiva, resultaría que si un caso de publicidad agraviante es planteado ante el
IMPI, únicamente, éste tendría que solicitar la intervención de PROFECO para contar con la
determinación de que la misma resulta falta de veracidad, no comprobable o que genera
confusión, de conformidad con la Ley Federal de Protección al Consumidor; y si dicha autoridad
es enterada de la existencia de un tipo de publicidad que resulta contraria a sus normas, su
intervención oficiosa estaría asegurada, en términos de su propia normativa,211 para ordenar la
suspensión o corrección de la misma y para imponer las sanciones que resultasen procedentes.
En el rubro destinado a falsa publicidad comparativa, en el apartado de “actos de engaño”, se
analiza el tema con mayor amplitud.
De acuerdo a las Disposiciones Tipo sobre la Protección Contra la Competencia Desleal de
OMPI,212 como principio general se establece que se reputará acto de competencia desleal
cualquier aseveración falsa o injustificable, emitida en el ejercicio de actividades industriales o
comerciales, que desacredite o sea susceptible de desacreditar a la empresa de un tercero o a sus
actividades, en particular, los productos o servicios ofrecidos por dicha empresa. Como ejemplo
de actos de descrédito, el documento enuncia que puede resultar de la publicidad o promoción y
ocurrir, en particular, respecto del proceso de fabricación de un producto, la conveniencia de un
producto o servicio a un fin particular, la calidad, cantidad u otras características de productos o
servicios, las condiciones en que se ofrezcan o suministren productos o servicios, o el precio de
productos o servicios o la manera en que éste se calcule.
∋0),& 4∋3∃( 0&)∃( ∃.3∃,∃)&,+∃( 4∋3 4&.2−∋0)& 4∋ 213 (∋ ∋()∃
∃.)&( 4∋0+9,∃)&,+&( (∋  ∋0∋3 ,)=.23& Μ   4∋3 &0:∋0+& 4∋ ∃,=( ; (∋ ,∋∗+∋,∋ ∃ 3∃(
∃(∋:∋,∃.+&0∋(∗∃3(∃(∋0∋3∋%∋,.+.+&4∋ ∃.)+:+4∃4∋(+042(),+∃3∋(&.&−∋,.+∃3∋(52∋4∋(∃.,∋4+)∃0&
(∋∃0.∃8∃.∋(4∋4∋(∃.,∋4+)∃,&−& ∋0∋3 .∃(&4∋3∃+042..+/0 ∃∋09∃Η&∋34∋(.,64+)& )+∋0∋8&,
211 De conformidad con los Arts. 32, 35 y 123 de la Ley Federal de Protección al Consumidor.
212 Art. 4, OMPI, Disposiciones Tipo sobre la Protección contra la Competencia Desleal, Ginebra, 1996.
213 Nota 5.01, OMPI, Disposiciones Tipo sobre la Protección contra Competencia Desleal, Ginebra, 1996.
& ∋03∃(4∋.+(+&0∋(4∋ 3&(.3+∋0)∋(.&−20+.104&3∋( .+∋,)&()+8&( 4∋+0∗&,−∃.+/0 +0
∋−3∃+042..+/0 ∃∋09∃Η&∋()&0&(∋ 7∃.∋−∋4+∃0)∋ 4∋.3∃,∃.+&0∋(∗∃3(∃(
& ∋09∃Η&(∃( (& 3&(8,&8+&( 8,&42.)&( & (∋,:+.+&( (+0& −1( .&−20+.∃04& +0∗&,−∃.+/0
∗∃3(∃(&
0  ∋()∋  .&0)∋>)&  (∋9Θ0  214 82∋4∋0  )∋0∋,  20  ∋∗∋.)&  4∋(∃.,∋4+)∃4&,  0&  (/3&  3∃(
∃(∋:∋,∃.+&0∋(  ∗∃3(∃(  (+0&  )∃−
∋(),+.)∃−∋0)∋ ∗∃3(∃( 8&, 8∃,)∋ 4∋3 .&−8∋)+4&, 8∋,& ∋0 .+∋,)&( .∃(&( 82∋4∋0 (∋, .&0(+4∋,∃4∃(
.&−& ∃.)&(4∋ .&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃3 (+ ∋3 ∃)∃52∋ ∋( ∋>∃9∋,∃4& & (+ 3∃( 8∃3∃ 2)+3+Φ∃4∃( (&0
4∋0+9,∃0)∋( 8&, ∋%∋−83& ∋03&( .∃(&( 4∋ 82 .&−8∃,∃)+:∃ & −+(−& (∋ ∃83+.∃ 3∃(
4∋.3∃,∃.+&0∋(:∋,4∃4∋,∃(8∋,&+0.&−83∋)∃(52∋82∋4∋0 )∋0∋,∋∗∋.)&((+−+3∃,∋(0∃∃(∋:∋,∃.+/0
∗∃3(∃ & +0%2()+∗+.∃ 0& 0∋.∋(+)∃ 7∃ .∃2(∃4& ∋∗∋.)+:∃−∋0)∋ 4∋(.,64+)& 0+ ∋( 0∋.∋(∃,+& 52∋
7∃;∃7∃−∃3∃∗∋0∃8,&)∋..+/0∋∗+.∃Φ.&0),∃∋34∋(.,64+)&∋(+04∋8∋04+∋0)∋ 4∋ .2∃352+∋,
8,2∋4∋ 4∃Η& ∋∗∋.)+:& & +0)∋0.+/0 4∋ 4∃Η& & 4∋ 3∃ ∗&,−∃ ∋052∋(∋7∃9∃03∃( ∃(∋:∋,∃.+&0∋(
4∋(∃.,∋4+)∃4&,∃(
∋(8∋.)&4∋3∃(∃(∋:∋,∃.+&0∋(∗∃3(∃((&4∋20.&−8∋)+4&,&4∋(2(8,&42.)&(&
(∋,:+.+&(4∋ ∃.2∋,4&∃3 4&.2−∋0)&)+8& 4∋ 2158&, 3&9∋0∋,∃3 8,∋(∋0)∃07∋.7&(+0∋>∃.)&(∀
4+.7∃(  ∃(∋:∋,∃.+&0∋(  82∋4∋0  ∃8∃,∋.∋,  ∋0  3∃  82
8,&−&.+/0  4∋  3&(  8,&8+&(  8,&42.)&(∀  (∋  ∃∗+,−∃  52∋  3&(  8,&42.)&(  4∋3  .&−8∋)+4&,  0&  (&0
Σ(∋92,&(Σ52∋0&.2−83∋0.&0 3&(,∋52+(+)&(52∋4∋∋33&((∋∋(8∋,∃;∃(∋∃8&,52∋ 0&,∋(8&04∋0
∃.+∋,)∃(∋(8∋.+∗+.∃.+&0∋()6.0+.∃(&8&,52∋0&(&0.&−8∃)+
52∋(2 8,∋.+& ∋( (28∋,+&, ∃3&52∋ ∋( ∋0 ,∋∃3+4∃4 ∃( ∃(∋:∋,∃.+&0∋(∗∃3(∃( 82∋4∋0 ,∋3∃.+&0∃,(∋
)∃− .&07∋.7&( 52∋ )+∋0∋0 52∋ :∋, .&0 &),∃ ∋−8,∋(∃ )∃3∋( .&−& (2 .∃8+)∃3 (2 9,∃4& 4∋
(&3:∋0.+∃∋).6)∋,∃
0∃  +−8&,)∃0)∋ 0&)∃  ∃.3∃,∃)&,+∃  4∋3  4&.2−∋0)&216 ∋(  3∃  ,∋∗3∋>+/0  4∋  52∋ .&0  ∗,∋.2∋0.+∃  3∃
8∋,(&0∃&3∃∋−8,∋(∃& ∋(20 .&−8∋)+4&,&8&,3&−∋0&( ∋>+()∋.+∋,)& 9,∃4&4∋
,∋3∃.+/0.&−8∋)+)+:∃ ∋0),∋ 3∃(8∃,)∋( +0:&32.,∃4∃( (+0 ∋− (/3&3&(.&−8∋)+4&,∋( (+0&
)∃− ∋%∋−83&3∃( ∃(&.+∃.+&0∋(4∋.&0(2−+4&,∋( &3&( −∋4+&(4∋ .&−20+.∃.+/0 82∋4∋0
∋()∃,  ∃.)2∃04&  ∋0  ∗&,−∃  .&0),∃,+∃  ∃  3&(  8,+0.+8+&(  4∋  .&−8∋)∋0.+∃  4∋(3∋∃3  +  6()&(  7∃.∋0 
4∋.3∃,∃.+&0∋(∗∃3(∃(& +0%2()+∗+.∃ 3&(8,&42.)&( (∋,:+.+&(& ∃.)+:+4∃4∋(.&−∋,.+∃3∋( 4∋
214 Nota 5.02, OMPI, Disposiciones Tipo sobre la Protección contra la Competencia Desleal, Ginebra, 1996.
215 Nota 4.01, OMPI, Disposiciones Tipo sobre la Protección contra la Competencia Desleal, Ginebra, 1996.
216 Nota 4.03, OMPI, Disposiciones Tipo sobre la Protección contra la Competencia Desleal, Ginebra, 1996.
20∃∋−8,∋(∃ 6()∃ )∋04,=∃ 52∋ 8&4∋, ∋0)∃  20∃ ∃..+/0 8&, 4∋(.,64+)&+0 ∋−  (+ (∋
)2:+∋,∃52∋∃−83+∃,3∃8,&)∋..+/0.&0),∃3∃.&−8∋)∋0.+∃4∋(3∋∃3∃3∃(∃(∋:∋,∃.+&0∋(7∋.7∃(;∃(∋∃
8&,3&(−∋4+&( 4∋ .&−20+.∃.+/0 & 8&, .&042.)& 4∋ 3∃( ∃(&.+∃.+&0∋( 4∋ .&0(2−+4&,∋( (∋ 4∋
)∋0∋,∋0 .2∋0)∃∋39,∃4&∋0 52∋∋3 8∃=( ∋>+−∋∃4+.7∃(&,9∃0+Φ∃.+&0∋( 4∋3∃ ,∋(8&0(∃ 
3∃(∃(∋:∋,∃.+&0∋(7∋.7∃(8&,∋33&(∃,∋4∃..+/04∋381,,∃∗&ΜΥ3+−+)∃(2∃3.∃0.∋∃3Σ.&−8∋)+4&,Σ
)∃3.&−&(∋8,∋(∋0)∃∋0∋3,)=.23&Μ
Un aspecto adicional a considerar, en relación a los actos de denigración contra un competidor,
es el relativo al daño moral. En nuestro país está considerado por el Código Civil en su artículo
1916 como la afectación que una persona sufre en sus sentimientos, afectos, creencias, decoro,
honor, reputación, vida privada, configuración y aspectos físicos, o bien en la consideración que
de sí misma tienen los demás. Cuando un hecho u omisión ilícitos produzcan un daño moral,
agrega el mismo precepto, el responsable del mismo tendrá la obligación de repararlo mediante
una indemnización en dinero, con independencia de que se haya causado daño material, tanto en
responsabilidad contractual como extracontractual.
Aunque en principio el concepto de daño moral resulta aplicable únicamente a las personas
físicas, éste se ha entendido como extendible a las personas morales (jurisprudencia). En el caso
específico de empresas titulares de registros de marca, el daño moral se hace plausible en la
circunstancia del desprestigio que se origina al emplear la marca en productos o servicios
distintos a los del titular, normalmente de menor calidad que los de éste. Una marca que es
conocida por cierta clientela que la prefiere, es evidente que sufra un deterioro en su imagen al
ser utilizada ilegalmente por otro comerciante en productos que no responden a las cualidades
del producto original, lo que sin duda genera el derecho a ser resarcido por tal daño.
Son incontables los casos de marcas prestigiadas que al ser empleadas indiscriminadamente por
terceros ajenos a su titular, desde luego careciendo de consentimiento, convierten a dicha marca
en un signo que no resulta ya “confiable” ante el consumidor, por no ser atributivo de un origen
cierto y determinado de los productos, llegando la marca a desprestigiarse al grado de dejar de
representar un valor significativo hasta para su propio titular. De hecho, las cantidades que se
pueden reclamar por el daño moral derivado del uso ilegal de una marca, normalmente deben
superar a los daños y perjuicios de índole material, ya que tal daño puede mermar de manera
irreversible a la marca, ocasionando que ésta pierda su capacidad distintiva y su poder de
atracción frente al público consumidor, lo que resulta ser de mucha mayor gravedad que lo que el
titular pudiese haber perdido por las ventas no realizadas o las regalías no cobradas.
Precisamente por ello, la propia legislación217 establece que quien sea responsable de falsa
publicidad, deba reconocerlo públicamente en medios informativos.
Hasta hace algunos años los tribunales mexicanos se mostraban reacios a condenar en la
proporción debida a los responsables de este tipo de actos, sin embargo, aún y cuando los montos
todavía se estiman reducidos para la proporción del daño moral que muchas veces se ocasiona, la
procedencia de este tipo de reclamaciones gradualmente está siendo reconocida.218
De hecho, en materia de daño moral se ha emitido un criterio jurisprudencial que esperamos en
próximos casos sea reforzado, en el sentido de que el crédito de un comerciante constituye un
bien social de alta estima, y cuando es lesionado, implica un daño que puede llamarse moral,
porque el crédito es inmaterial, fatalmente repercute en su situación económica y produce, como
lógica consecuencia, daños patrimoniales.
En relación con el daño moral, debe recordarse que el artículo 221 Bis de la Ley de la Propiedad
Industrial determina un porcentaje no menor al 40% del precio de venta al público de los
productos o servicios ilegales, como criterio para determinar la reparación del daño material, de
manera que nada parece inhibir la posibilidad de que, en la misma demanda, el actor reclame el
pago adicional de la indemnización que por daño moral estime procedente.
Para la cuantificación del daño moral es necesario recurrir a criterios hasta cierto punto
subjetivos, sin embargo, existen algunos parámetros objetivos que sirven como referencia para
determinar la cuantía a reclamar por este concepto, cuando una marca es ilegalmente empleada
por un tercero. El aspecto mas importante a considerar es la difusión, fama, prestigio y
aceptación de la marca imitada o reproducida ilegalmente, por cuanto el daño que se provoca
resulta proporcional al prestigio de ésta, que es el elemento preponderante en la determinación
del valor intrínseco de la marca.
En ese mismo sentido debe ponderarse que el contrapeso para establecer el daño moral
ocasionado es el de la difusión realizada a los productos o servicios distinguidos ilegalmente con
la marca. Es evidente que no se provoca el mismo daño cuando la marca es empleada sin
consentimiento en un ámbito comercial reducido, que si dicho uso alcanza niveles nacionales o
218 Para este caso, ver sentencia dictada por el Juzgado Sexto Civil del D.F., en el caso seguido por la Sra. Sasha
Montenegro en contra de la periodista Arvizú (exp. 45/99), derivado de la publicación de artículos calificados como
difamantes en su contra.
masivos. Otro aspecto correlativo es el hecho de si el producto o el servicio se pone a disposición
en los mismos mercados en que lo hace el titular de la marca, ya que de ello genera en confusión
hacia el público, que deriva en daño irreparable en el signo identificador, causando su dilución.
Finalmente, otro de los aspectos a considerar en la determinación de la cuantía a reclamar por
concepto de daño moral, es el relativo al tipo o calidad de los productos o servicios distinguidos
ilegalmente con la marca, en relación a los comercializados o prestados por el titular de la
registrada, por cuanto el daño se entiende como mayor cuando la calidad de los productos o
servicios en que se emplea ilegalmente la marca es notablemente inferior.
&,Θ3)+−&4∋0),&4∋3 ,2 ∃.)&(4∋4∋0+9,∃.+/020∃ :∃,+∃0)∋+0)∋,∋(∃0)∋∃.&0(+4∋,∃, ∋(3&
52∋  ∋3  4&.2−∋0)&    4∋  &−8∋)∋0.+∃  ∋(3∋∃3219 4∋∗+0∋  .&−&  Ε4∃Η&  ∃3  +0)∃09+
,∋82)∃.+/0 4∋ 20 )∋,.∋,&Γ ( .3∃,& 52∋∋3 8,&8+& .&0.∋8)& ; 3∃( .&042.)∃( ∋020.+∃4∃( ∋0 ∋3
4&.2−∋0)& (∋ (28∋,8&0∋0 .&0 3∃( .&,,∋(8&04+∋0)∋( 3&( ∃.)&( 4∋ 4∋0+9,∃.+/0 (+0 ∋−
4∃4∃3∃0&:∋4∃452∋∋3)∋−∃+−83+.∃∋(:∃3+&(&,∋:+(∃,3∃∃8,&>+−∃.+/04∋3∃∃3)∋−∃
38,+0.+8+&9∋0∋,∃34∋,∋82)∃.&−&∃.)&4∋.&−8∋)∋0.+∃4∋(3∋∃3)&4&∃.)&&8,1.)+.∃52∋
)∋09∃329∃,∋0∋3∋%∋,.+.+&4∋∃.)+:+4∃4∋(+042(),+∃3∋(&.&−∋,.+∃3∋(;52∋4∃Η∋&(∋∃(2(.∋8)+
4∋4∃Η∃,∋3∃.)+:& +0)∃09+ ,∋82)∃.+/04∋3∃∋−8,∋(∃4∋20)∋,.∋,&+04∋8∋04+∋0)∋−∋0)∋4∋
52∋4+.7& ∃.)& &8,1.)+.∃ .∃2(∋ .&0∗2(+/00 ∗&,−∃ .&−83∋−∋0)∃,+∃3∃  ∋()∃ ∋3
4∃Η&∃3∃.)+:&+0)∃09+ 
+04∋8∋04+∋0)∋−∋0)∋4∋52∋∋3∃.)&&8,1.)+.∃ ∋0.2∋()+/0 .∃2(∋.&0∗2(+/0;& 
,∋(8∋.)&4∋3∃.)+:&+0)∃09+&3∃,∋82)∃.+/0 4∋20 )∋,.∋,&; 52∋4+.7&∃.)&&8,1.)+.∃4∃Η∋∋(∋
∃.)+:& +0)∃09+ & ,∋82)∃.+/0(+ :∃ −1( ∃331 4∋ 3& 52∋(∋ ,∋52+∋,∋ 8∃,∃ 4∋∗∋04∋, 3&( 8,&8+&(
+0)∋,∋(∋(3∋9=)+−&(0.∃(&∋052∋∋34∃Η& ∋(.∃2(∃4&8&,,∃Φ&0∋( 3∋9=)+−∃(∋(8&,∋%∋−83& ∋0
∋3∋%∋,.+.+&4∋20∃82220
0∃0&)∃+0)∋,∋(∃0)∋4∋3 4&.2−∋0)&4∋ 221 ∋(  3∃  .&0(+4∋,∃.+/0 4∋  52∋  3∃  4+32.+/0  4∋3
.∃,1.)∋,  4+()+0)+:&  &  4∋3  :∃3&,  82
+4∋0)+∗+.∃4&,∋(.&−∋,.+∃3∋(∃(= .&−& 4∋ 3∃ ∃8∃,+∋0.+∃ 4∋ 3&( 8,&42.)&( 3∃ 8,∋(∋0)∃.+/0 4∋ 3&(
8,&42.)&(  &  (∋,:+.+&(  ;  3∃(  .∋3∋
.&0()+)2;∋0 20 .∃(&8∃,)+.23∃, 4∋ 4∃Η& ∃3 ∃.)+:& +0)∃09+ & ,∋82)∃.+/04∋ 20∃ ∋−8,∋(∃ ∃
219 Art. 3, OMPI, Disposiciones Tipo sobre la Protección contra la Competencia Desleal, Ginebra, 1996.
220 Nota 3.01), OMPI, Disposiciones Tipo sobre la Protección contra la Competencia Desleal, Ginebra, 1996.
221 Nota 3.02), OMPI, Disposiciones Tipo sobre la Protección contra la Competencia Desleal, Ginebra, 1996.
8,+0.+8∃3,∃Φ/0 4∋ (∋,4∋ ∋(∃ 0&.+/0 4∋ 4+32.+/0∋( 52∋ 3∃( −∃,.∃( 3&( 0&− .&−∋,.+∃3∋( ;
4∋−1(+4∋0)+∗+.∃4&,∋(.&−∋,.+∃3∋( )∋04,=∃052∋(∋, 8,&)∋9+4&(.&0),∃∋34∋(∋&∋:+4∋0)∋ 4∋&),&(
8∃,)+.+8∃0)∋(  ∋0  ∋3  −∋,.∃4&  4∋  ∃8,&:∋.7∃,  3∃  20+.+4∃4  ∋(∋0.+∃3  4∋  ∋(&(  +4∋0)+∗+.∃4&,∋(
.&−∋,.+∃3∋(0∋()∋ .&0)∋>)&3∃4+32.+/0 4∋20∃−∃,.∃4∋20 0&− 4∋.2∃352+∋,
&),&+4∋0)+∗+.∃4&, .&−∋,.+∃3 82∋4∋ &.2,,+, ∃20 .2∃04& 0& 7∃;∃ .&−8∋)∋0.+∃ 4+,∋.)∃ ∋0),∋ ∋3
8,&8+∋)∃,+& 4∋3 +4∋0)+∗+.∃4&,.&−∋,.+∃3 ; 3∃ 8∋,(&0∃ 52∋∋0 ∗&,−∃ 0& ∃2)&,+Φ∃4∃ 3&2)+3+Φ∃ ∋0
8,&42.)&(&(∋,:+.+&()&)∃3−∋0)∋4+∗∋,∋0)∋(+(+52+∋,∃∋(0∋.∋(∃,+& 52∋∋>+()∃.&0∗2(+/04∋3&(
.&0(2−+4&,∋(,∋(8∋.)&4∋3∃∋−8,∋(∃52∋7∃8,&42.+4&3&(8,&42.)&(&8,∋()∃4&3&((∋,:+.+&(
&−&(∃ 3&( ∃.)&( ,∋(23)∃0)∋( ∋0 3∃4+32.+/0 4∋3 ∋∗∋.)& 4∋20+4∋0)+∗+.∃4&,.&−∋,.+∃3 (∋
.&0(+4∋,∃0  4∋(3∋∃3∋(  8&,52∋ 3∃  4+32.+/0  82∋4∋  −∋0&(.∃
.∃,1.)∋,4+()+0)+:& & ∋3:∃3&, 82 4∋3 +4∋0)+∗+.∃4&,.&−∋,.+∃3 .&0 ∋3.&0(+92+∋0)∋∋∗∋.)&
8∋,%24+.+∃3 ∋0 3∃∋−8,∋(∃ 8,&8+∋)∃,+∃ 4∋3 −+(−& 3.∃,1.)∋, 4+()+0)+:& & ∋3 :∃3&, 82 
82∋4∋0  )∃−
&∗,∋.+4&(  −∋4+∃0)∋  20∃  −∃,.∃  4∋)∋,−+0∃4∃  .&0  (2  8,&42.)&,  &,+9+0∃3  ∃  4∋(3∋∃3)∃4  ,∋(∃3)∃
8∃,)+.23∃,−∋0)∋(+3∃−∃,.∃(∋.&0:+∋,)∋∋020)6,−+0&9∋06,+.& 4∋0&∃2)&,+Φ∃4& 8&,
)∋,.∋,&( ∃,∃ 4∋)∋,−+0∃, (+20 2(2∃,+& 7∃ 4+32+4& ∋3 ∋∗∋.)& 4∋3 +4∋0)+∗+.∃4&, .&−∋,.+∃3 4∋ 20
)∋,.∋,&  )∋04,=∃  52∋  )∋0∋,(∋  ∋0  .2∋0)∃  3∃ ( ∋−∋%∃0Φ∃ ∋0),∋  3&(  (+90&(  4∋  52∋  (∋  ),∃)∋  3∃(
.+,.20()∃0.+∃(4∋32(&8&,∋3+0∗,∃.)&,;∋3∃3.∃0.∋4∋∋(∋2(&
∃4+32.+/0∋((2(.∋8)+4∋∃∗∋.)∃,8∃,)+.23∃,−∋0)∋3∃(−∃,.∃(0&)&,+∃−∋0)∋.&0&.+4∃(.2∃04&
20(+90&+460)+.&&(+−+3∃,∃20∃−∃,.∃0&)&,+∃−∋0)∋.&0&.+4∃(∋2)+3+Φ∃∋08,&42.)&(&(∋,:+.+&(
52∋0& (&0 (+−+3∃,∋(∃∃52∋33&( ,∋(8∋.)&4∋ 3&(.2∃3∋( 3∃ −∃,.∃ ∋(0&)&,+∃−∋0)∋ .&0&.+4∃ &0
∗,∋.2∋0.+∃(2,9∋3∃)∋0)∃.+/0∋0),∋3&( 0&)+)23∃,∋(4∋3∃−∃,.∃0&)&,+∃−∋0)∋ .&0&.+4∃4∋ 2)+3+Φ∃,
3∃−∃,.∃8∃,∃8,&−&:∋,3∃(:∋0)∃( 4∋(2(8,&8+&(8,&42.)&(&(∋,:+.+&(33&82∋4∋.&042.+,∃3∃
4+32.+/04∋3 .∃,1.)∋, 4+()+0)+:& 4∋ 3∃ −∃,.∃0&)&,+∃−∋0)∋ .&0&.+4∃ +04∋8∋04+∋0)∋−∋0)∋ 4∋ 52∋
∋()∃−∃,.∃∋()6&0& ,∋9+(),∃4∃0 20∃68&.∃.2∃04& 3∃8&(∋(+/04∋4∋,∋.7&((& +0)∃09+
∃Θ0 0& ∋,∃ ,∋.&0&.+4∃.&−& 3∃ −1( :∃3+&(∃ 4∋ .2∃0)∃( 3∃(∋−8,∋(∃( 82∋4∋0 4∋)∋0)∃, 2(∃, 3∃
−∃,.∃4∋20 )∋,.∋,&∋,∃:+()& .&−&20+0.+4∋0)∋4∋8&.∃+−8&,)∃0.+∃&(4+(8&(+)+:&(%2,=4+.&(
∋09∋0∋,∃3 ,∋∃..+&0∃ 4∋)&3∋,∃0.+∃ ∃0)∋ ∋:∋0)&(4∋ ∋(∋)+8&;3∃.&0.+∋0.+∃
.&3∋.)+:∃∃Θ00&∃.∋,)∃∃+−8&0∋,,∋−∋4+&(4,1()+.&( 8&,3∃:=∃4∋3∋9+(3∃.+&0∋(−1(∃%2()∃4∃(
∃3)+8& ∋(8∋.+∃3 4∋& 8,&)∋9+4& 2∃04&20∃ −∃,.∃ ∋,∃ ∋−83∋∃4∃ (+0 .&0(∋0)+−+∋0)&4∋ (2
8,&8+∋)∃,+& ∋,∃ 0∋.∋(∃,+& ∃9&)∃, 3∋0)&(8,&.∋4+−+∋0)&( 8∃,∃ 3&9,∃, (+ ∃.∃(& 52∋ 3∃ ∃.)+:+4∃4
+0∗,∃.)&,∃.∋(∃,∃222
Lentamente, los intereses de los grandes corporativos lograron plasmar en leyes internacionales
primero, y nacionales después, fórmulas para la recuperación de daños que cumplieran una labor
intimidante. Sentencias multimillonarias dictadas en Estados Unidos en la última década,
impulsaron el sentimiento de que los derechos de propiedad intelectual debían ser resguardados
de todo acto de competencia desleal. Así, la disminución de ventas de productos genuinos, por la
presencia de productos falsificados, emergió como el criterio básico para el cálculo de daños.
Nuestra propia Ley de la Propiedad Industrial,223 al establecer el criterio para resarcir al
propietario del uso ilegal de una marca, responde a este principio al determinar que el pago
deberá corresponder al 40% del valor de las mercancías vendidas ilegalmente. Sin embargo, la
parte más relevante del fenómeno atinente al uso inapropiado de una marca continuaba oculta,
esto es, el daño que la marca sufría en su capacidad distintiva. 224
Cabe decir, con esos antecedentes, que evitar la dilución de la marca se ha constituido en el
nuevo gran parámetro sobre el que se está construyendo la futura regulación protectora de los
signos distintivos. Gradualmente, la protección que se dispensa a las marcas notoriamente
conocidas habrá de extenderse, en su medida y proporción, de manera democrática, a las demás
marcas del mercado. Al influjo del Acta de Dilución de Marcas promulgada en Estados Unidos
en el año 1995,225 es claro que las legislaciones mundiales se han ido alineando para responder a
estas tendencias, en un acto que debe despojarse de cualquier contenido político y reconocerse
como de mera técnica de perfeccionamiento del sistema normativo de la propiedad intelectual.
∋∃.2∋,4&∃34&.2−∋0)&4∋&−8∋)∋0.+∃∋(3∋∃3226 3∃4+32.+/0 4∋3.∃,1.)∋, 4+()+0)+:&&
4∋3 :∃3&, 82  82∋4∋ &.2,,+, )∃− ,∋(8∋.)& 4∋ 3∃ ∃8∃,+∋0.+∃ 4∋ 208,&42.)& & 4∋ 3∃
8,∋(∋0)∃.+/04∋8,&42.)&(&(∋,:+.+&(∋052∋(∋2∃04&
∋3.∃,1.)∋, 4+()+0)+:& 4∋ 208,&42.)& 0&(∋ 4∋,+:∃∋>.32(+:∃−∋0)∋ 4∋ 3∃( .∃,∃.)∋,=()+.∃()6.0+.∃(
0∋.∋(∃,+∃(8∃,∃52∋∋38,&42.)&∗20.+&0∋4∋(+0&)∃−
4∋.&,∃)+:∃(.2∃352+∋, +−+)∃.+/0 4∋38,&42.)& 82∋4∋.∃2(∃, 3∃4+32.+/0 4∋ (2.∃,1.)∋,4+()+0)+:&
& −+(−& 82∋4∋ (∋, ∃83+.∃∃ 20 (∋,:+.+& 4∋ 20∃∋−8,∋(∃ 4∋)∋,−+0∃4∃ 8,∋(∋0)∃4& 4∋ )∃3
222 Jalife, op. cit. nota 26, Cap. III, p. 341.
223 Art. 221 bis, Ley de la Propiedad Industrial, adicionado al texto mediante Decreto publicado en el Diario Oficial
de la Federación del 2 de agosto de 1994.
224 Jalife, op. cit. nota 26, Cap. III., p. 343.
225 “Federal Trademark Dilution Act”, publicada en mayo de 1995, vigente a partir del 16 de Enero de 1996.
226 Nota 3.01, OMPI, Disposiciones Tipo sobre la Protección contra la Competencia Desleal, Ginebra, 1996.
−∃0∋,∃ς8&, ∋%∋−83& −∋4+∃0)∋ ),2.&( 82 52∋3∃ 8,∋(∋0)∃.+/0 8∃,∋Φ.∃3+9∃4∃ ∃ 4+.7∃
∋−8,∋(∃2∃352+∋, +−+)∃.+/04∋3 −6)&4&4∋8,∋(∋0)∃.+/0 4∋3(∋,:+.+&82∋4∋4+32+, 3∃ .∃8∃.+4∃4
4∋ 3&( .&0(2−+4&,∋( 4∋ ∃(&.+∃, ∋3 (∋,:+.+& 3∃ ∋−8,∋(∃ 4∋ &,+9∋0 +.7&( ∃.)&( & 8,1.)+.∃(
,∋(23)∃0)∋(∋03∃4+32.+/082∋4∋0 .&0(+4∋,∃,(∋∃.)&(4∋.&−8∋)∋0.+∃4∋(3∋∃3 +04∋8∋04+∋0)∋−∋0)∋
4∋3∃.&0∗2(+/052∋82∋4∃.∃2(∃,∋(∋∃.)&&8,1.)+.∃∋03∃−∋0)∋4∋3.&0(2−+4&,
0∃ ∃.3∃,∃.+/0 8∋,)+0∋0)∋ 4∋3 4&.2−∋0)& 4∋ 227 ∋0 ,∋3∃.+/0 ∃ 3∃ 4+32.+/0 ∋( (2 ∋−83∋& 
.&−& (+0/0+−& 4∋ Σ4∋(:∃0∋.+−+∋0)&Σ 8&, .2∃0)& 6()∋+−83+.∃ 52∋ ∋3 .∃,1.)∋, 4+()+0)+:& & ∋3
:∃3&,827∃.∃,1.)∋,4+()+0)+:&;∋3:∃3&,
82 4∋ 20 +4∋0)+∗+.∃4&, .&−∋,.+∃3 8&, ∋%∋−83& 82∋4∋0,∋∗∋,+,(∋ .2∃352+∋, )+8& 4∋
.∃,∃.)∋,=()+.∃&∃(&.+∃.+/052∋33∃−∋3∃∃)∋0.+/04∋3&(.&−8,∃4&,∋(8&)∋0.+∃3∋(4∋3&(8,&42.)&(
&(∋,:+.+&(&∗,∋.+4&(.&0∋(∋+4∋0)+∗+.∃4&,
II. Actos de Engaño o de Inducción a Error
Una definición que resulta atendible en relación a los llamados “actos de engaño” es la contenida
tanto en la Ley de Represión de la Competencia Desleal del Perú,228 como en la española de
Defensa de la Competencia,229 que les ilustra como aquellos destinados a utilizar o difundir
indicaciones incorrectas o falsas, omitir las verdaderas, y en general, a cualquier práctica que por
las circunstancias en que tenga lugar sea susceptible de inducir a error a las personas a las que se
dirige respecto a la naturaleza, modo de fabricación o distribución, características, aptitud para el
uso, cantidad y calidad y, en general, las ventajas realmente ofrecidas por los productos o
prestaciones.
&4∋−&(  ∋()∃  ∋()∋  (282∋()&  4∋
8,&8+∋4∃4+042(),+∃3 8&, .2∃0)& ∃3920&( 4∋ (2((282∋()&( +−83+.∃0 ∋3 ∋−83∋&4∋−∃,.∃(.&−&
∋3∋−∋0)&4∋ +042..+/0 ∃3 ∋09∃Η&+0 ∋− ∃)∋04+∋04&∃52∋ &),∃( .&042.)∃(∋09∃Η&(∃((∋
∃8∃,)∃04∋∋()∃3∋9+(3∃.+/07∋−&(&8)∃4&8&,+0(∋,)∃,3&(∋0∋3.∃8=)23&52∋0&(&.28∃
08,+−∋, ,∋∗∋,∋0)∋ 52∋8&4∋−&( +0:&.∃, (& ∋()∋8∃,)+.23∃,∋( ∋3 ∃8&,)∃4& 8&, ∋0 (2
∋;+8&230.&−&∃5263∃.)&&8,1.)+.∃52∋)∋09∃329∃,∋0∋3∋%∋,.+.+&4∋∃.)+:+4∃4∋(+042(),+∃3∋(
&.&−∋,.+∃3∋( ; 52∋ +042Φ.∃ & (∋∃(2(.∋8)+ 4∋ +042.+, ∃ ∋09∃Η&∃38Θ ,∋(8∋.)& 4∋ 20∃
∋−8,∋(∃ & 4∋ (2(∃.)+:+4∃4∋( ∋0 8∃,)+.23∃, 4∋ 3&( 8,&42.)&( &(∋,:+.+&( &∗,∋.+4&( 8&, 4+.7∃
227 Notas 3.07 y 3.08, OMPI, Disposiciones Tipo sobre la Protección contra la Competencia Desleal, Ginebra,
1996.
228 Ley sobre Represión de Competencia Desleal, publicada mediante decreto 26,122.
229 Art. 7, Ley 3/1991, 10 de Enero, de Competencia Desleal.
230 Nota 4.02, OMPI, Disposiciones Tipo sobre la Protección contra la Competencia Desleal, Ginebra, 1996.
∋−8,∋(∃&−&∋%∋−83&( 4∋)∃3∋( ∃.)&( (∋ ,∋∗+∋,∋3∃ +042..+/0 ∃∋09∃Η& 52∋82∋4∋ (2,9+,4∋ 3∃
82 & 3∃ 8,&−&.+/0 ; &.2,,+, ∋0 8∃,)+.23∃, ,∋(8∋.)& 4∋3 8,&.∋(& 4∋∗∃  4∋20
8,&42.)&3∃.&0:∋0+∋0.+∃ 4∋208,&42.)& &(∋,:+.+&8∃,∃20∗+0 8∃,)+.23∃,3∃.∃3+4∃4.∃0)+4∃42
&),∃(.∃,∃.)∋,=()+.∃( 4∋ 8,&42.)&(& (∋,:+.+&(∋3 &,+9∋09∋&9,1∗+.& 4∋ 3&(8,&42.)&(&(∋,:+.+&(
3∃(  .&04+.+&0∋(  ∋0  52∋  (∋  &∗,∋Φ.∃0  &  (∋  (2−+0+(),∋0  8,&42.)&(  &  (∋,:+.+&(  ;  ∋3  8,∋.+&  4∋
8,&42.)&(&(∋,:+.+&(&3∃−∃0∋,∃∋052∋6()∋(∋.∃3.23∋
∋9Θ03∃ 3∃ +042..+/0∃∋09∃Η& ;∋08∃,)+.23∃, 3∃82 ∋09∃Η&(∃82∋4∋ −2;
(∋,3∃∗&,−∃−1(8,∋:∃3∋.+∋0)∋4∋.&−8∋)∋0.+∃4∋(3∋∃3;8&,3&9∋0∋,∃382∋4∋4∋∗+0+,(∋.&−&3∃
.,∋∃.+/04∋20∃∗∃3(∃+−8,∋(+/0,∋(8∋.)&4∋ 3&(8,&8+&(8,&42.)&(&(∋,:+.+&(& ,∋(8∋.)& 4∋ 3∃
8,&8+∃∋−8,∋(∃(&(∃.)&(82∋4∋0(∋,)∃− 8&,20)∋,.∋,&52+∋0 +042.∋∃∋09∃Η&
8∃,∃∗∃:&,∋.∋,∃20∃4∋3∃( 8∃,)∋(∀8&,∋%∋−83&20∃,∋:+()∃52∋4∃20∃+−8,∋(+/04∋208,&42.)&
)∃0 ∋09∃Η&(∃ 52∋ 3&( .&−8∋)+4&,∋( 4∋3 ∗∃  4∋∋(∋ 8,&42.)& &( ∃.)&( 4∋
+042..+/0  ∃  ∋09∃Η&  ∋()10  4+,+9+4&(  ∋(∋0.+∃3−∋0)∋  ∃  3&(  .&0(2−+4&,∋(  ;  0&  (∋  .&−∋)∋0
4+,∋.)∃−∋0)∋  .&0),∃  3&(  .&−8∋)+4&,∋(  ()&(  ∃.)&(  82∋4∋0  7∃.∋,  52∋  20  .&0(2−+4&,  )&−∋
4∋.+(+&0∋(8∋,%24+.+∃3∋(8∃,∃(=−+(−&∃3∃452+,+,8,&42.)&(&,∋.+
0),∋3∃(0&)∃(52∋3∃231(∋Η∃3∃,∋(8∋.)&4∋3&(∃.)&(∋09∃Η&(&(4∋()∃.∃03∃((+92+∋0)∋(?
i. 82∋4∋0  )&−∃,  3∃  ∗&,−∃  4∋  4∋.3∃,∃.+&0∋(  4∋  .2∃352+∋,  )+8& )∃3∋(  .&−&  +04+.∃.+&0∋(  &
∃(∋:∋,∃.+&0∋(  ∋09∃Η&(∃(  ,∋(8∋.)& 4∋  20∃  ∋−8,∋(∃  &  4∋  (2(  8,&42.)&(  &  (∋,:+.+&(  &  4∋  3∃( 
∃.)+:+4∃4∋( +042(),+∃3∋( & .&−∋,.+∃3∋(4∋ 20∃ ∋−8,∋(∃ 3 .&0.∋8)& 4∋ ∋09∃Η&0& (∋ 3+−+)∃ ∃
4∋.3∃,∃.+&0∋(  +07∋,∋0)∋−∋0)∋  ∗∃3(∃(  0+  ∃  4∋.3∃,∃.+&0∋(  52∋  7∃0  .∃2(∃4&  ∋∗∋.)+:∃−∋0)∋  20∃ 
+−8,∋(+/0∗∃3(∃ ∋0∋3 .&0(2−+4&,52∋ 3∃ 4∋.3∃,∃.+/0∋0 .2∋()+/0(∋∃ (2(.∋8)+4∋)∋0∋,
20∋∗∋.)&∋09∃Η&(&0.32(&20∃4∋.3∃,∃.+/052∋(∋∃3+)∋,∃3−∋0)∋.&,,∋.)∃ 82∋4∋(∋,∋09∃Η&(∃(+
8&,∋%∋−83& 4∃ 3∃ +−8,∋(+/0∗∃3(∃ 4∋52∋ ∋37∋.7& & 4∋ 82 ∃39& ∋>),∃&,4+0∃,+&
∃&−+(+/0 4∋ +0∗&,−∃.+/082∋4∋ (∋, )∃− 8&)∋0.+∃3−∋0)∋(2(.∋8)+ +042.+, ∃∋09∃Η&
0.∃−∃9∋,∃.+&0∋(∋:+4∋0)∋(ς∃20.2∃04&(∋∃03+)∋,∃3−∋0)∋+0∋>∃.)∃(Υ0&)∋04,=∃052∋
.&0(+4∋,∃,(∋∋09∃Η&(∃(.2∃04&82∋4∋0,∋.&0&.∋,(∋∗1.+3−∋0)∋.&−&Σ.∃−∋3∋&Σ
ii. ∃(4∋.3∃,∃.+&0∋(∋09∃Η&(∃(82∋4∋0,∋∗∋,+,(∋ ∃7∋.7&(,∋3∃.+&0∃4&( .&08∋,(&0∃( 52∋∃.)Θ∃0∋0
0&− 4∋ 20∃ ∋−8,∋(∃& ∃3 .∃8+)∃3 ∋3 9,∃4& 4∋ (&3:∋0.+∃∋3 8∃),&.+0+& 3∃∃∗+3+∃.+/0 & 3∃(
.&0∋>+&0∋(.&−∋,.+∃3∋( 4∋3∃ ∋−8,∋(∃ 32(& +04∋ 20+4∋0)+∗+.∃4&,.&−∋,.+∃3 82∋4∋(∋,
)∃−
231 Notas 4.01 a 4.11, OMPI, Disposiciones Tipo sobre la Protección contra la Competencia Desleal, Ginebra,
1996.
8,&8+∋4∃4 +0)∋3∋.)2∃3 )∃3∋( .&−& 3∃( ,∋∗∋,∋0.+∃( 8∃)∋0)∋( +0∋>+()∋0)∋(& 20 4+83&−∃ 20∃
−∋4∃33∃&208,∋−+&52∋0&7∃(+4&,∋.+ +0∗&,−∃.+/0+0.&,,∋.)∃(&&
4∋
iii. ∃,∃52∋ (∋ 3& .&0(+4∋,∋ ∃.)& 4∋ .&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃3 ∋3∃.)&∋09∃Η&(& 0& 0∋.∋(+)∃ 7∃ (+4&
.&−∋)+4& 4∋ −∃3∃∗∋ 82∋()& 52∋ +0.32(& ∋3∋09∃Η& +0:&320)∃,+& ∋0 ∋3 ∋%∋,.+.+&4∋ ∃.)+:+4∃4∋(
+042(),+∃3∋(&.&−∋,.+∃3∋(4∋∋0+0)∋,6()∃0)&4∋3&(.&0(2−+4&,∋( .&−&4∋3&(
.&−8∋)+4&,∋(
iv. ∃ +04+.∃.+/0  &  ∃(∋:∋,∃.+/0  4∋
4∋−&(),∃,(∋.&−&:∋,4∃4∋,∃&∗∃3(∃&,.&0(+92+∋0)∋3∃82& 
3& Θ0+.& 52∋ 7∃.∋∋( .,∋∃, 20 (∋0)+−+∋0)& 8&(+)+:& :∃9& ∃.∋,.∃4∋ 20 8,&42.)& )∋04,=∃ 52∋
.&0(+4∋,∃,(∋∗2∋,∃4∋31−
v. ∃+042..+/0 ∃ ∋09∃Η& ,∋(23)∃ 8,+0.+8∃3−∋0)∋ 4∋ 3∃ 82 & 3∃8,&−&.+/0 4∋8,&42.)&( &
(∋,:+.+&(  +0  ∋−
(2<. .>
.&−∋,.+∃3∋(  4∋  .∃−8∃Η∃(  8,&−&.+/0∃3∋(  &  ∋>8&(+.+&0∋(  9∃,∃0)=∃(  ,∋.2,(&(  &  .∃8∃.+4∃4  4∋
∋>8∋4+.+/0
vi. 0.∃(&)=8+.&4∋∋09∃Η&4∋3&(.&0(2−+4&,∋((&03∃(4∋.3∃,∃.+&0∋((&20
8,&42.)&& (∋,:+.+& 8∃,∃20 ∗+0 8∃,)+.23∃,&0 ∗,∋.2∋0.+∃ 0&(∋.&3−∃0 3∃(∋>8∋.)∃)+:∃( 4∋ 3&(
.&0(2−+4&,∋(4∋ ∃ 3∃ +0∗&,−∃.+/0∋09∃Η&(∃ 52∋(∋ ),∃42.∋∋0 8∃,)+.23∃, 8&,+0∗&,−∃.+/0
+0(2∗+.+∋0)∋ & ∗∃3)∃ 4∋ +0∗&,−∃.+/0 (&  ∋3 8,&42.)& & (∋,:+.+&&(&  3∃ 2)+3+Φ∃.+/0 & 3&(
,∋(23)∃4&( 52∋ .∃ ∋(8∋,∃, 4∋38,&42.)& & (∋,:+.+&∀ 8&, ∋%∋−83& +0∗&,−∃.+/0 ∃.∋,.∃ 4∋ 20∃
.∋,,∃42,∃52∋ (∋∃ (282∋()∃−∋0)∋ Σ∃0)+,,& .2∃04& 6()∃ 82∋4∋(∋,∃ 4∃Η& .&033∃:∋(
4+()+0)∃(∃3∃33∃:∋&,+9+0∃3&∃204283+.∃4&&+0∗&,−∃.+/0∋0∋3(∋0)+4&4∋52∋20(&8&,)∋3/9+.&
∋(.&−8∃)+
vii. ∃82
.∃3+4∃4  4∋  (2  8,&.∋(&  4∋  ∗∃
2)+3+Φ∃4&(∋0 ∋3 8,&42.)&8&, ∋%∋−83&(2 ∗3∋>+ ,∋(+()∋0.+∃ ∃3.7&52∋ ∃3∃92∃ ∃3.∃3&,
(+−+(−&82∋4∋0 8,&020.+∃,(∋ ∃∗+,−∃.+&0∋( ∋09∃Η&(∃( (& 3&(+09,∋4+∋0)∋( 2)+3+Φ∃4&( ∋0 20
8,&42.)&.&−&20∃3+−∋0)&&3∃∗&,−∃∋052∋6()∋7∃(+4&8,&42.+4&∀8&,∋%∋−83&∋3∗∃ 
+04+.∃∋0 ∗&,−∃ ∋09∃Η&(∃52∋ ∋38,&42.)& ∋(8∃,)+.23∃,−∋0)∋ .&0:∋0+∋0)∋ 8∃,∃20∃∋0∗∋,−∋4∃4
4∋)∋,−+0∃4∃&52∋ ∋3 8,&42.)& ∋( ∋3 ,∋(23)∃4& 4∋ 20 8,&.∋(& ∋.&3/9+.& & 52∋ ∋(,∋.+.3∃∋0
∃−∋09∃Η&(∃(82∋4∋0,∋∗∋,+,(∋8&,∋%∋−83&∃3∃
.∃0)+4∃4&8∋(&∋>∃.)&(4∋38,&42.)&∃020.+∃4&&3∃(.∃0)+4∃4∋(,∋3∃)+:∃(4∋3&(+09,∋4+∋0)∋(52∋
.&0()+)2;∋0∋38,&42.)&∃+0∗&,−∃.+/0,∋3∃)+:∃∃3&(.&0&.+−+∋0)&()6.0+.&(;∃3∃.∃8∃.+4∃44∋
9∋()+/0 ∋0 ,∋3∃.+/0 .&0 3∃ 8,∋()∃.+/0 4∋20 4∋)∋,−+0∃4& (∋,:+.+& 82∋4∋ (∋, )∃− ∋09∃Η&(∃
∃(4∋.3∃,∃.+&0∋(,∋3∃)+:∃(∃Σ&),∃(.∃,∃.)∋,=()+.∃(Σ82∋4∋0(29∋,+,8&,∋%∋−83&52∋∋38,&42.)&
∋(&,+9+0∃3&02∋:&.2∃04&∋0,∋∃3+4∃4∋()14∋)∋,+&,∃4&∃3)∋,∃4&2(∃4&&∋(4∋(∋9204∃−∃0&
& 82∋4∋0 ,∋∗∋,+,(∋ ∃3 ∋()+3& 4∋3 8,&42.)& & −&4∋3& ),&( ∃.)&( ∋09∃Η&(&( 82∋4∋0 ,∋∗∋,+,(∋
+0∗&,−∃.+/0∃.∋,.∃4∋∋(8∋.+∗+.∃.+&0∋(∗∋.7∃(4∋∗∃
∋∗∋.)2∃4&(  ∋0  ,∋3∃.+/0  .&0  ∋3  8,&42.)&  &  (∋,:+.+&  &  +0∗&,−∃.+/0  ,∋3∃)+:∃ ∃ 3  8∋3+9,&  &  ∃  3∃
∃2(∋0.+∃4∋8∋3+9,&∃3∃(∃3244∋3&((∋,∋(72−∃0&(;4∋3&(∃0+−∃3∋(
viii. ∃ ,∋∗∋,∋0.+∃ ∃3 &,+9∋0 9∋&9,1∗+.&4∋ 20 8,&42.)& & (∋,:+.+& 82∋4∋ .2∃352+∋, 0&− 
4∋(+90∃.+/0(+90&2&),∃+04+.∃.+/0,∋∗∋,∋0)∋∃ 208∃=(4∋)∋,−+0∃4&&∃20329∃,4∋3−+(−&52∋
463∃+−8,∋(+/04∋52∋∋38,&42.)&52∋33∋:∃3∃+04+.∃.+/0&∋3(∋,:+.+&)+∋0∋08&,&,+9∋0∋(∋8∃=(
&  ∋(∋  (+)+&  ∃  2)+3+Φ∃.+/0  4∋  +04+.∃.+&0∋(  ∗∃3(∃(  &  ∋09∃Η&(∃(  .&0  ,∋(8∋.)&  ∃3  &,+9∋0
.&,,∋(8&04∋,=∃∃∋()∃∃.)+)24∃(+04+.∃.+&0∋(9∋&9,1∗+.∃(;4∋0&−+0∃.+&0∋(4∋&,+9∋0(&0)+8&(
∋(8∋.+∃3∋(4∋ +04+.∃.+&0∋(4∋ &,+9∋00∃ +04+.∃.+/09∋&9,1∗+.∃4∋.&0∗&,−+4∃4 .&0∋3,)=.23&
ΜΥ  4∋3 .2∋,4&  (&
&,+9+0∃,+&4∋3)∋,,+)&,+& 4∋20+∋−4∋3∃&4∋ 20∃,∋9+/0&3&.∃3+4∃44∋∋(∋ )∋,,+)&,+&
.2∃04&  4∋)∋,−+0∃4∃  .∃3+4∃4  ,∋82)∃.+/0  2  &),∃  .∃,∃.)∋,=()+.∃  4∋3  8,&42.)&  (∋∃  +−82)∃
∗204∃−∋0)∃3−∋0)∋∃ (2&,+9∋0 9∋&9,1∗+.&0∃ 4∋0&−+0∃.+/04∋ &,+9∋0 Χ4∋.&0∗&,−+4∃4 .&0∋3
,)=.23& ΜΥ 4∋3,,∋93& 4∋ +( ςΜΙΒΠΥ,∋3∃)+:& ∃ 3∃ ,&)∋..+/0 4∋ 3∃( ∋0&−+0∃.+&0∋(4∋
,+9∋0;(2∋9+(),&0)∋,0∃.+&0∃3Χ∋(3∃4∋0&−+0∃.+/09∋&9,1∗+.∃4∋208∃=(4∋20∃,∋9+/0&4∋
20∃  3&.∃3+4∃4  52∋  (+,:∃ 8∃,∃  4∋(+90∃,  20  8,&42.)&  &,+9+0∃,+&  4∋3  −+(−&  ;  .2;∃  .∃3+4∃4  &
.∃,∃.)∋,=()+.∃(  (∋  4∋.32(+:∃  &  ∋(∋0.+∃3−∋0)∋  ∃3  −∋4+&  9∋&9,1∗+.&  .&−8,∋04+4&(  3&( 
∗∃.)&,∋(0∃)2,∃3∋(;3&(∗∃.)&,∋(72−∃0&(∃(+04+.∃.+&0∋(9∋&9,1∗+.∃(;3∃(4∋0&−+0∃.+&0∋(4∋
&,+9∋082∋4∋08,&)∋9∋,(∋−∋4+∃0)∋3∋;∋(∋(8∋.+∃3∋(∃8,&)∋..+/0.&0),∃3∃.&−8∋)∋0.+∃4∋(3∋∃3
∋( 8&(+  .&−& 3& ∋( 3∃ 8,&)∋..+/0 ∋0:+,)24 4∋ ∋(∃( 3∋;∋( ∋(8∋.+∃3∋( ; (∋∃83+.∃ )∃− 
,∋(8∋.)&  4∋  ∃52∋33∃(  +04+.∃.+&0∋(  4∋  &,+9∋0  52∋  0&  (&0  +04+.∃.+&0∋(  9∋&9,1∗+.∃(  0+
4∋0&−+0∃.+&0∋(4∋&,+9∋0
ix. ∃.&04+.+/04∋20∃:∋0)∃(∋9Θ03∃.2∃3∋3.&−8,∃4&,8&,∋%∋−83&4∋02∋:&(.3+∋0)∋(
ς.&0&.+4∃.&−&:∋0)∃Σ8+,1−+4∋Σ&Σ 20∋∗∋.)&∋09∃Η&(&∋0.2∃0)&∃
3∃(:∋,4∃4∋,∃( ,∋8∋,.2(+&0∋( 4∋3∃ :∋0)∃0 ∃020.+&82 ∋0 ∋352∋0& (∋ &−+)∃+04+.∃,
52∋(/3&(∋ 82∋4∋ .&−8,∃, 8&, 8∋,(&0∃ 20∃ .∃0)+4∃4 3+−+)∃4∃ 4∋3 8,&42.)& ∃020.+∃4& (∋,1
)∃− ∋09∃Η&(& & −+(−& (∋ ∃83+.∃ 3∃( 4∋.3∃,∃.+&0∋( +0.&−83∋)∃( & +0.&,,∋.)∃( ∋0 20
.&0),∃)&∀8&, ∋%∋−83& ∋0 ,∋3∃.+/0.&0 ∋38∃9& ∋34∋,∋.7&4∋3 .3+∋0)∋ ∃)∋,−+0∃,& 4∋020.+∃, ∋3
.&0),∃)&&3∃42,∃.+/04∋3.&0),∃)&
x. 3 8,∋.+& ∋( 20& 4∋ 3&( ∗∃.)&,∋( −1( 4∋.+(+:&( ∋0 3∃ .&−8,∃ 4∋ 8,&42.)&( & (∋,:+.+&( ; 3∃
+042..+/0∃ ∋09∃Η&∃ −∋024&&.2,,∋,∋(8∋.)& 4∋3∃ +0∗&,−∃.+/0 (& 8,∋.+&& 3∃−∃0∋,∃∋0
52∋6()∋(∋.∃3.23∃&,∋%∋−83&∃020.+∃,208,∋.+&.&−&&∗∋,)∃∋(8∋.+∃3.2∃04&∋(∋8,∋.+&∋(∋3
0&,−∃34∋(4∋7∃.∋20)+∋−8&∋(20∃.)&∋09∃Η&(&
∋ .&0∗&,−+4∃4 ∃ 3∃ 3∋9+(3∃.+/0 −∋>+.∃0∃ 3&(∃.)&( 4∋ ∋09∃Η& & 4∋ +042..+/0 ∃3 ∋,,&,∋0 ∋3
−∋,.∃4&(&08,∋8&04∋,∃0)∋−∋0)∋,∋8,+−+4&(8&,3∃∋;#∋4∋,∃34∋,&)∋..+/0 ∃3&0(2−+4&,232
52∋.&0)+∋0∋20∃(∋,+∋4∋4+(8&(+.+&0∋(&,+∋0)∃4∃( ∃∋(∋ ∗+03 8,&8+&&4∋3∃3∋;4∋∗+0+4&
∋0 (2∃,)=.23& ΜΨ (∋ 4∋∗+0∋ .&−& &,+∋0)∃4& 8,&−&:∋, ; 8,&)∋9∋, 3&( 4∋,∋.7&( ; .23)2,∃ 4∋3
.&0(2−+4&,  ;  8,&.2,∃,  3∃  ∋52+4∃4  .∋,)∋Φ∃  ;  (∋92,+4∃4  %2,=4+.∃  ∋0  3∃(  ,∋3∃.+&0∋(  ∋0),∋
8,&:∋∋4&,∋(; .&0(2−+4&,∋( 0.&09,2∋0.+∃.&0 ∋(∃ 4∋.3∃,∃.+/0 9∋0∋,∃3 3∃ ∋; 4∋∗+0∋ .&−&
8,+0.+8+&( ∋03∃( ,∋3∃.+&0∋(4∋.&0(2−& ∋38,&:∋∋, +0∗&,−∃.+/0∃4∋.2∃4∃; .3∃,∃(&
3&(  4+∗∋,∋0)∋( 8,&42.)&(  ;  (∋,:+.+&(  .&0  ∋(8∋.+∗+.∃.+/0  .&,,∋.)∃  4∋  .∃0)+4∃4  .∃,∃.)∋,=()+.∃(
.&−8&(+.+/0.∃3+4∃4;8,∋.+&∃(=.&−&(&
∋()∃.∃)∃−83=.+)&4∋∋()∃0&,−∃)+:∃ΑΑ3∃8,&)∋..+/0.&0),∃3∃82
∋09∃Η&(∃;∃4∋(3∋∃3∋(∃(=.&−&.&0),∃8,1.)+.∃(;
.312(23∃(∃
&,.2∃0)&7∃.∋∃3∃(.&04+.+&0∋(9∋0∋,∃3∋(52∋3&(.&−∋,.+∃0)∋(4∋ 
3∃  ∋;  #∋4∋,∃3 4∋  ,&)∋..+/0  ∃3  &0(2−+4&,  .3∃,∃−∋0)∋  ∋()∃
& ∃ +0∗&,−∃, ; ,∋(8∋)∃, 3&(8,∋.+&( )∃,+∗∃( 9∃,∃0)=∃( .∃0)+4∃4∋( .∃3+4∃4∋( −∋4+4∃(
+0)∋,∋(∋(  .∃,9&( )6,−+0&(  83∃Φ&(  ∗∋.7∃(  −&4∃3+4∃4∋(  ,∋(∋,:∃.+&0∋(  ;  4∋−1(  .&04+.+&0∋(
.&0∗&,−∋∃3∃( .2∃3∋( (∋ 72 &∗,∋.+4& & & .&0:∋0+4& .&0 ∋3.&0(2−+4&, 3∃ ∋0),∋9∃
4∋3 & 8,∋()∃.+/0 4∋3 (∋,:+.+& ; 0+0920∃ .+,.20()∃0.+∃ (∋,10 0∋9∃4&( ∋()&( &
(∋,:+.+&(  ∃  8∋,(&0∃  ∃3920∃  ∋  −∃0∋,∃  .&−83∋−∋0)∃,+∃  ∋3  ∃,)=.23&  Λ 
8,&:∋∋4&, ∋()1  &7+
8,&42.)&(&(∋,:+.+&(52∋&∗,∋Φ.∃∃3.&0(2−+4&,
0∋()∋−+(−&.&0)∋>)&∋3∃,)=.23&Μ4∋3∃∋;∋()∃52∋3&(8,&:∋∋4&,∋(0&8&4,10∃83+.∃,
−6)&4&( & 8,1.)+.∃( .&−∋,.+∃3∋( .&∋,.+)+:∃( ; 4∋(3∋∃3∋(0+.312(23∃(& .&04+.+&0∋( ∃ &
+−82∋()∃( ∋0 ∋3 ∃  4∋8,&42.)&( & (∋,:+.+&( (+−+(−& )∃−8&.& 8&4,10 8,∋()∃,
(∋,:+.+&(  ∃4+.+&0∃3∋(  ∃  3&(  &,+9+0∃3−∋0)∋  .&0),∃)∃4&(  52∋  0&  72
∃.∋8)∃4&(  ∋>8,∋(∃−∋0)∋  8&,  ∋(.,+)&  &  8&,  :=∃  ∋3∋.),/0+.∃  8&,  ∋3  .&0(2−+4&, 3  )∋>)&  4∋3 
8,∋.∋8)& ∋0 .2∋()+/0 ∋( ,∋(23)∃4& 4∋ 3∃ ,∋∗&,−∃8,∃.)+.∃4∃ 3∃ ∋; #∋4∋,∃3 4∋ ,&)∋..+/0 ∃3
&0(2−+4&,∋3≅4∋∗∋≅3∃52∋∋0),∋&),&(8,&8/(+)&(8∋,(+92+/∋34∋8∋,∗∋..+&0∃,3∃
)2)∋3∃4∋3&( .&0(2−+4&,∋(∋0)∋−∃()∃0(∋0(+.&−&3∃(.&04+.+&0∋(9∋0∋,∃3∋(∋052∋(∋ 4∃0
3∃(&8∋,∃.+&0∋(4∋.&−8,∃:∋0)∃4∋
De manera complementaria a estas disposiciones, el importante artículo 32 de la Ley234 repitió su
texto, con ligeras modificaciones, estableciendo que la información o publicidad relativa a
bienes, productos o servicios que se difundan por cualquier medio o forma, deberán ser veraces,
comprobables y exentos de textos, diálogos, sonidos, imágenes, marcas, denominaciones de
origen y otras descripciones que induzcan o puedan inducir a error o confusión por engañosas o
abusivas. Esta parte del precepto, por su relevancia a la luz del tema que nos ocupa, es motivo de
especial análisis en párrafos subsecuentes.
Finalmente, en relación a las obligaciones básicas que los proveedores deben observar en materia
de información y publicidad, los artículos 33 a 43 de la Ley Federal de Protección al
Consumidor, las fijan, obligando a que en el caso de la información de productos importados,
ésta expresará su lugar de origen y, en su caso, los lugares donde puedan repararse, así como las
instrucciones para su uso y las garantías correspondientes. Asimismo, los datos que ostenten los
productos o sus etiquetas, envases y empaques y la publicidad respectiva, tanto de manufactura
nacional como de procedencia extranjera, se expresarán en idioma español y su precio en
moneda nacional en términos comprensibles y legibles conforme al sistema general de unidades
de medida, sin perjuicio de que, además, se expresen en otro idioma u otro sistema de medida.
La falta de veracidad en los informes, instrucciones, datos y condiciones prometidas o sugeridas,
establece el artículo 37 de la Ley, además de las sanciones que se apliquen conforme a la misma,
dará lugar al cumplimiento de lo ofrecido o, cuando esto no sea posible, a la reposición de los
gastos necesarios que pruebe haber efectuado el adquirente y, en su caso, al pago de una
bonificación o compensación que no podrá ser menor al veinte por ciento del precio pagado, sin
234 Texto reformado del Art. 32 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, según Decreto publicado en el
Diario Oficial de la Federación del 4 de Febrero de 2004.
perjuicio de la indemnización que en su caso corresponda por daños y perjuicios. Por su parte,
los artículos 38 a 41 establecen que las leyendas que restrinjan o limiten el uso del bien o
servicio, deberán hacerse patentes en forma clara, veraz y sin ambigüedades. Cuando se
expendan al público productos con alguna deficiencia, usados o reconstruidos, deberá advertirse
de manera precisa y clara tales circunstancias al consumidor y hacerse constar en los propios
bienes, envolturas, notas de remisión o facturas correspondientes. Asimismo, las leyendas
"garantizado", "garantía" o cualquier otra equivalente, sólo podrán emplearse cuando se indiquen
en qué consisten y la forma en que el consumidor puede hacerlas efectivas.
En el caso de productos o servicios que de conformidad con las disposiciones aplicables se
consideren potencialmente peligrosos para el consumidor, o lesivos para el medio ambiente, o
cuando sea previsible su peligrosidad, el proveedor deberá incluir un instructivo que advierta
sobre sus características nocivas y explique con claridad el uso o destino recomendado y los
posibles efectos de su uso, aplicación o destino fuera de los lineamientos recomendados.235
En relación a la totalidad de preceptos de la Ley Federal de Protección al Consumidor que
definen las obligaciones de los proveedores respecto de los bienes y servicios que ponen en el
comercio, debe recordarse que una parte complementaria de las mismas se manifiesta y consigna
en las llamadas Normas Oficiales Mexicanas,236 las cuales definen una serie de especificaciones
que en materia industrial, comercial y de servicios deben observarse. Dichas normas, de
observancia obligatoria, encuentran soporte en la Ley Federal de Metrología y Normalización.237
El artículo 42 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, aunque en forma reiterativa a lo
definido en otros preceptos, determina la obligación general consistente en que el proveedor
entregue el bien o suministre el servicio, de acuerdo con los términos y condiciones ofrecidos o
implícitos en la publicidad o información desplegados, salvo convenio en contrario o
consentimiento escrito del consumidor.
Salvo cuando medie mandato judicial o disposición jurídica que exija el cumplimiento de algún
requisito, establece el artículo 43 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, ni el proveedor
ni sus dependientes podrán negar al consumidor la venta, adquisición, renta o suministro de
bienes o servicios que se tengan en existencia. Tampoco podrá condicionarse la venta,
236 Normas Oficiales Mexicanas 050 y 051.
237 Arts. 40 al 51 de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, publicada en el Diario Oficial de la
Federación del 1 de Julio de 1992.
adquisición o renta de otro producto o prestación de un servicio. Se presume la existencia de
productos o servicios cuando éstos se anuncien como disponibles. Tratándose de servicios, los
proveedores que ofrezcan diversos planes y modalidades de comercialización, deberán informar
al consumidor sobre las características, condiciones y costo total de cada uno de ellos. En el caso
de que únicamente adopten un plan específico de comercialización de servicios, tales como
paquetes o sistema todo incluido, deberán informar a los consumidores con oportunidad y en su
publicidad, lo que incluyen tales planes y que no disponen de otros.
De la revisión de los preceptos mencionados de la Ley Federal de Protección al Consumidor,
relativos al cumplimiento de precio, calidad, cantidad y otras condiciones por parte de los
proveedores de bienes y servicios, puede concluirse que existe en nuestro país una regulación
que si bien es perfectible, responde exhaustivamente a las bases de protección de los intereses de
los consumidores en estos puntos en particular. Lo anterior nos conduce a estimar que, si bien es
cierto que en materia de Competencia Desleal, como tal, nuestra tradición se limita a la inclusión
de una precaria cláusula general en las diversas leyes que en materia de propiedad industrial
hemos promulgado, en relación a “derechos de los consumidores” contamos con un nivel
importante de cobertura, gracias a la existencia de una legislación dedicada desde hace más de 30
años a la protección de sus intereses. Lo anterior nos permite considerar que, dado el nivel de
integración que la materia de Competencia Desleal manifiesta, al poner en un mismo grupo de
intereses tutelados a los consumidores y a los empresariales, la legislación de derechos de los
consumidores puede operar como hilo conductor para el desarrollo de la competencia desleal en
nuestro país.
De la misma manera, por lo que hace a la observancia de reglas relacionadas a la veracidad de la
información relativa al origen de los productos, existen disposiciones en la Ley de la Propiedad
Industrial, orientadas a este fin. En particular es citable el inciso d) de la fracción IX del artículo
213, que sanciona como infracción administrativa la acción de efectuar, en el ejercicio de
actividades industriales o mercantiles actos que causen o induzcan al público a confusión, error o
engaño, por hacer creer o suponer infundadamente que el producto de que se trate proviene de un
territorio, región o localidad distinta al verdadero lugar de origen, de modo que induzca al
público a error en cuanto al origen geográfico del producto.
Asimismo, por lo que hace a la acción procedente desde el punto de vista del interés de los
consumidores, debe recordarse que desde la reforma del 2004 al artículo 32 de la Ley Federal de
Protección al Consumidor,238 se obliga a que la información relativa a denominaciones de origen
deba ser veraz, comprobable y no engañosa. Lo anterior, desde luego, no obsta para considerar la
conveniencia de que en México pudiésemos contar con una ley de indicaciones geográficas, la
cual abonaría considerablemente en el perfeccionamiento del marco regulatorio de este
especialísimo campo de la competencia desleal.
De contarse con reglas específicas orientadas al buen uso de las llamadas “indicaciones
geográficas”, los actos de abuso y engaño basados en el uso inapropiado de este tipo de
indicadores de origen sería reprimido, otorgando equilibrio a la lucha competencial, así como
seguridad en las relaciones de consumo.
i. Uso de Marcas Engañosas
Una práctica que debe ser considerada dentro de los “actos engañosos”,y que por sí misma debe
ser objeto de análisis, es la consistente en el uso de marcas engañosas. De suyo, este supuesto
bien podría considerarse que debe formar parte del elenco de ilícitos relativos a la propiedad
industrial, y de hecho así acontece en nuestro sistema normativo. Sin embargo, un análisis
detenido de la hipótesis, debe conducir a la conclusión de que el móvil para el empleo de la
marca como vehículo de engaño lo conforma el ánimo del comerciante de defraudar al
consumidor. Para ello se emplea la marca como elemento conductor, pero no es que
necesariamente la marca sea engañosa, sino la manera en que esta es empleada en un
determinado contexto. Esa es la razón de que por mi parte, estime que este supuesto aún siendo
colindante con la propiedad industrial, deba incluirse dentro de los denominados actos de
engaño.
La marca constituye, en sí misma, un elemento que da información al consumidor, y como tal, es
evidente su capacidad para ser empleada como generadora de confusión. En el caso de nuestro
país, respecto de las llamadas “marcas engañosas”, es importante señalar que no solo su registro
se encuentra impedido por la fracción XIV del artículo 90 de la Ley de la Propiedad Industrial,
sino que su uso se sanciona como infracción administrativa en la fracción VII del 213 de la
misma Ley. En ese sentido, la Ley establece como prohibido el uso y registro de las
denominaciones, figuras o formas tridimensionales, susceptibles de engañar al público o inducir
238 Decreto que reforma y Adiciona la Ley Federal de Protección al Consumidor, publicado en el Diario Oficial de
la Federación del 4 de Febrero de 2004.
a error, entendiéndose por tales las que constituyan falsas indicaciones sobre la naturaleza,
componentes o cualidades de los productos o servicios que pretendan amparar.
De todas las hipótesis que contiene la Ley de la Propiedad Industrial en relación a marcas que no
son registrables, esta es la que consideramos de mayor amplitud, ya que reserva al Instituto
Mexicano de la Propiedad Industrial una gran discrecionalidad para determinar si una marca
puede engañar al público. Muchos de los supuestos que la Ley de la Propiedad Industrial239
establece como de marcas no registrables, en su base obedecen al hecho de que, de poderse
utilizar como tales, implicarían un engaño al público consumidor o lo inducirían a error, sin
embargo, adoptando esta fórmula de alcances tan amplios, la legislación establece una especie de
“válvula de seguridad”, que permite al IMPI negar el registro de una marca cuando ninguna otra
hipótesis específica resulta aplicable al caso concreto.240 Lo anterior provoca que la hipótesis a
que nos venimos refiriendo, en la mayoría de los casos sea citada en relación a alguna otra
restrictiva del registro.241
Dentro de este mismo rubro de marcas no registrables por tratarse de denominaciones que
pueden orillar a confusión, se encuentra el impedimento para registrar como marca las
denominaciones geográficas, propias o comunes y los mapas, así como los gentilicios, nombres y
adjetivos, cuando indiquen la procedencia de los productos o servicios y puedan originar
confusión o error en cuanto a su procedencia.242
Atendiendo a los principios desarrollados por el Manual de Examen de Marcas que observa la
Oficina Española de Propiedad Industrial,243 cabe referir que la prohibición del registro, por
ejemplo en el caso de marcas engañosas, debe basarse en datos objetivos que resulten del propio
signo distintivo y no de juicios de intención o presunciones especulativas. Cabe decir, por tanto,
que no basta con la posibilidad de que una marca pueda ser utilizada de modo engañoso, sino
que hace falta que el engaño resulte directamente de la marca en relación con los productos.
Si alguien solicita el registro de la marca “Orodream” para distinguir “joyeria”, no debe
considerarse engañosa basándose en la posibilidad de que el titular la utilice para artículos de
239 Fracciones VII, VIII, IX, X, XI y XIV del Art. 90, Ley de la Propiedad Industrial.
241 Por ejemplo, si se solicita el registro de la marca “Reposado” para “vinos", el Instituto Mexicano de la
Propiedad Industrial objetaría el registro por considerar que se trata de un término descriptivo, pero adicionalmente
la autoridad establecería como fundamento de la objeción el hecho de que en caso de tratarse de un “vino” que no
fuese “reposado”, se estaría induciendo a error y/o engañando al consumidor.
242 Fracciones X y XI del Art. 90, Ley de la Propiedad Industrial.
243 Manual de Examen de la Oficina de Marcas de España, conforme a la Ley de Marcas de 1978, no publicado.
joyería que no sean de oro, ya que en ese sector existen otras disposiciones y signos que
garantizan la autenticidad de las piezas y el consumidor, aparte de su propia percepción, está más
protegido contra el fraude. En cambio, si sería engañosa una marca comoSuroliva” para
distinguir todo tipo de “aceites y grasas comestibles”, porque en este caso la posibilidad de error
resulta directamente de la discordancia entre lo que sugiere la marca y la naturaleza de los
productos a que se aplica. La Ley de la Propiedad Industrial es clara en el sentido de que el signo
propuesto constituya una falsa indicación, no que pueda llegar a constituirla. Por lo tanto, para
que la marca sea engañosa hace falta que la posibilidad de error resulte objetivamente de una
discordancia entre lo que indica o sugiere el distintivo y las características de los productos o
servicios a los que pretende aplicarse.244
Para que la marca pueda considerarse como engañosa, o bien, que induce a error, es necesario
que ésta genere unas expectativas sobre el producto capaces de influir en la decisión de compra y
que no responda a la verdad. Eso supone, en primer lugar, que se refieran al producto o servicio
en cuestión; segundo, que sean creíbles, ya que mientras la denominación “Esmeralda” para
distinguir “bisuteria” sería claramente engañosa, aplicada a “cosméticos” resulta completamente
inocua, ya que no existe posibilidad de relacionar lo que sugiere la marca y la naturaleza del
producto.245
(∋∋(∋3(∋0)+4&4∋20∃4∋3∃(8&.∃()∋(+(4∋%2,+(8,24∋0.+∃ ≅∆52∋(∋7∃0.&0∗&,−∃4&∋002∋(),&
8∃=( ∋0,∋3∃.+/0 ∃ 20 (282∋()& ∋52+:∃3∋0)∋ ∃3 52∋ (∋ .&−∋0)∃ 3∃ .2∃3 ∋()∃ 52∋ .&−& 3∃
8,&7+
:∋,∃.+4∃4∋>+9+4& 8&, ∋3 +0)∋,6( 8Θ  8∃,∃ 0& 8,&:&.∃, ∋0 3&( .&0(2−+4&,∋( .&0∗2(+/0 &
∋09∃Η&,∋(8∋.)&∃ 3∃(.2∃3+4∃4∋(+0),=0(∋.∃( 4∋3&(8,&42.)&(∋(,∋3∋:∃0)∋ 52∋8∃,∃∋0.2∃4,∃,3∃
0∋9∃)+:∃  4∋  20  ,∋9+(),&  −∃,.∃,+&  .&0 
0:∋0.+&0∋(;∃,.∃(≅Λ3∃4∋0&−+0∃.+/0(∋,∋∗+∋,∃∃.∃,∃.)∋,=()+.∃(52∋824+∋,∃0.&,,∋(8&04∋,∃
3∃∋(∋0.+∃4∋3 8,&42.)& ∋()& ∋( 52∋ 0& ∗2∋,∋0 ∋>),=0(∋.∃( 8&,52∋ (+∋04&∃(= ∋3 .&−8,∃4&, 0&
244 Jalife, op. cit. nota 26, Cap. III, p. 122.
245 Ibidem., p. 129.
246 Tercer Tribunal Colegiado e n Materia Administrativa del Primer Circuito, Amparo en revisión 513/88. Vistar,
S.A. de C.V. 19 de abril de 1988. Unanimidad de Votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretaria:
María Guadalupe Saucedo Zavala.
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito; Fuente : Semanario Judicial de la Federación;
Época : 8ª; Tomo : I Segunda Parte-1; Página : 404.
247 Ley de Invenciones y Marcas, publicada en el Diario Oficial de la Federación del 10 d Febrero de 1976, vigente
hasta el 27 de Junio de 1991.
(∋,=∃∋09∃Η∃4&;.&0∗204+4&(&
Otros casos en los que se puede fácilmente actualizar el supuesto de uso de marcas engañosas, es
cuando se emplean banderas o signos oficiales, denominaciones geográficas, nombres o retratos
de personas o marcas notoriamente conocidas. Sin embargo, dado que para tales casos en
particular existen causales específicas inspiradas en las mismas razones - la prevención del
engaño o el error-, la superación de tales objeciones supone también la de carácter general
relacionada a marcas engañosas.
Otra importante reforma publicada el pasado 4 de febrero de 2004 a la Ley Federal de Protección
al Consumidor, aporta elementos interesantes al análisis de la temática de los “actos de
confusión”, en particular por lo que hace al nuevo texto del artículo 32. En principio, un precepto
orientado a cuestiones publicitarias no tendría relación con actos de confusión, sin embargo, la
naturaleza de la reforma nos conduce a este punto.
El texto reformado del artículo 32 de la Ley Federal de Protección al Consumidor establece que
la información o publicidad relativa a bienes, productos o servicios que se difundan por cualquier
medio o forma, deberán ser veraces, comprobables y exentos de textos, diálogos, sonidos,
imágenes, marcas, denominaciones de origen y otras descripciones que induzcan o puedan
inducir a error o confusión por engañosas o abusivas. Para los efectos de dicha ley, se entiende
por información o publicidad engañosa o abusiva aquella que refiere características o
información relacionadas con algún bien, producto o servicio que pudiendo o no ser verdaderas,
inducen a error o confusión por la forma inexacta, falsa, exagerada, parcial, artificiosa o
tendenciosa en que se presenta. La información o publicidad que compare productos o servicios
-añade el precepto-, sean de una misma marca o de distinta, no podrá ser engañosa o abusiva en
términos de lo dispuesto en el párrafo anterior; PROFECO podrá emitir lineamientos para la
verificación de dicha información o publicidad a fin de evitar que se induzca a error o confusión
al consumidor.
La parte relevante para nuestro análisis la aporta la modificación al texto en lo que hace a la
inclusión de “marcas y denominaciones de origen” como vehículos de confusión, por cuanto
ambas figuras han sido del dominio e ingerencia exclusiva de la Ley de la Propiedad Industrial.
El propósito del legislador es claro, de cara a dotar a la Procuraduría Federal del Consumidor, de
una herramienta para intervenir en casos en que, por tratarse de marcas o denominaciones de
origen, se ha visto impedida de hacerlo, aún y cuando los intereses de los consumidores puedan
ser afectados.
De hecho, existen múltiples casos documentados en los que PROFECO no ha podido actuar en
virtud de que la confusión deriva de la existencia de una marca registrada, por lo que el caso
terminaba en la esfera de competencia del IMPI.248 Supongamos, por ejemplo, que la marca
“HELATHY MIRACLE”, registrada por el IMPI, fuese empleada para distinguir una crema
reductora. Lo que la reforma persigue es que, más allá de los atributos de la denominación para
ser registrada como marca, PROFECO pueda considerar que el uso de la misma propicia un
engaño a los consumidores, al hacer parecer un producto como milagroso, o con resultados no
comprobables. Como sea que se juzgue, queda claro que la reforma invade la esfera de actuación
del IMPI y de las disposiciones de la Ley de la Propiedad Industrial, por cuanto dicha autoridad,
y dicha normativa, preservan por definición tanto los intereses de los titulares de marcas, como
los de los consumidores, al impedir el registro y el uso de marcas engañosas.
Otro caso que pone de manifiesto que la marca puede ser empleada como vehículo de engaño es
el que se ha venido presentando respecto de diversos productos que son distinguidos con marcas
registradas que incluyen la palabra “LECHE” como parte de las mismas, como es el caso de
“MILECHE”, “NUTRILECHE”, y otras muy conocidas. Al amparo de dichas marcas los
fabricantes ofrecen un producto que, en apariencia, es “leche”, especialmente si se atiende a la
marca que les distingue y las imágenes de los empaques. Sin embargo, al revisarse con
detenimiento la información nutrimental del producto, es posible advertir que se trata de las
llamadas fórmulas lácteas, que no son sino los sobrantes del proceso de elaboración de la leche, o
lo que es lo mismo, bebidas de muy bajo valor nutricional, en comparación a la leche. Por si
mismas las marcas no tendrían porque considerarse como nulas, sin embargo, al ser empleadas
en esta forma se genera un evidente uso engañoso, que podría ser sancionado por la legislación
tutelar de los intereses de los consumidores.
Ahora bien, aún siendo evidente que las legislaciones de marcas en otros países, contemplan
supuestos expresos de competencia desleal, atinentes a marcas, en los límites de la legislación de
propiedad industrial y no en la de competencia desleal, es claro que la solución, en la perspectiva
mexicana, podría apoyarse en igual tratamiento. Esto es, que en caso de prosperar, en el futuro, la
idea de desarrollar en México un código de competencia desleal, los actos de confusión en
248 El IMPI cuenta con la facultad de investigar y sancionar infracciones administrativas, de acuerdo al Art. 6°,
fracción V de la Ley de la Propiedad Industrial, considerándose como infracción administrativa el uso de falsa
publicidad comparativa, al amparo de la fracción X del Art. 213 del citado ordenamiento.
relación a signos distintivos deberían migrar a esa legislación, a fin de dar un tratamiento
congruente a los diversos supuestos de competencia desleal. Sin embargo, con ánimo
esencialmente compilatorio, me permito mencionar los supuestos que la Ley de la Propiedad
Industrial contempla en materia de signos distintivos, que pueden ser considerados como “actos
de confusión” –más allá de los de estricta “imitación”-, consistentes en los siguientes:
i. Ofrecer en venta o poner en circulación productos a los que se aplica una marca registrada que
hayan sido alterados.249
La intención de incluir este supuesto en el artículo 213 de la Ley de la Propiedad Industrial es
manifiesta, en el sentido de preservar la función de garantía y distintividad que la marca cumple.
Es evidente que un producto que ha sido alterado no puede corresponder a las prestaciones que el
público espera de él, de manera que si éste, guiado por la presencia de la marca que identifica, lo
adquiere, será afectado y el propio signo distintivo sufrirá una merma en su confiabilidad. De
hecho, esta es una disposición que previene la comisión de graves actos de competencia desleal,
como pueden ser los emprendidos por un competidor que, para desacreditar una marca rival,
pueda recurrir a la alteración de los productos competidores.
En otras condiciones, la disposición persigue el sano propósito de preservar la función de
distintividad de la marca que fielmente se aplica a un producto de ciertas características, con
objeto de que estas no sean alteradas. Para entender la importancia de este precepto, basta con
suponer que se trate, por ejemplo, de bebidas alcohólicas, las cuales sean alteradas con el ánimo
de duplicar los contenidos, poniendo en grave riesgo la salud de los consumidores. De hecho, la
alteración o adulteración de productos, más que una infracción en materia de propiedad
industrial, es una conducta que debería ser considerada como delito.
ii. Ofrecer en venta o poner en circulación productos a los que se aplica una marca registrada,
después de haber alterado, sustituido o suprimido parcial o totalmente ésta.250
Este supuesto está igualmente contemplado en el artículo 213 de la Ley de la Propiedad
Industrial, el cual persigue un propósito muy similar al anterior, consistente en preservar el
vínculo que se establece entre la marca y el producto a que se aplica, considerando como ilegal la
afectación material al signo distintivo.
En muchas ocasiones las demandas planteadas por titulares de derechos que están basadas en
hechos relacionados con el uso ilegal de una marca, citan esta fracción como actualizada, lo que
de ninguna manera es consistente con la naturaleza de la infracción que se comprende en este
supuesto. Para que se configure esta infracción, es menester que se trate de bienes o productos
auténticos y que el ataque a la marca que portan sea de carácter material, esto es, que de manera
real se modifique, suprima o altere la etiqueta, empaque, o material en el que la marca aparezca.
Es evidente que en el caso en el que la marca registrada es ilegalmente empleada, como se
establece en las fracciones IV y XVIII del mismo artículo 213 de la Ley de la Propiedad
Industrial, los bienes distinguidos son falsos, esto es, ajenos a quien fabrica o avala los que se
distinguen con la marca registrada. Este supuesto se ajusta perfectamente a situaciones que
suceden con regularidad en el mercado, en las que la marca que portan ciertos productos,
usualmente calzado o vestuario, es sustituida por la de otro comerciante que adiciona estampados
o accesorios a los mismos, eliminando la marca original.
En ese mismo sentido, pueden también considerarse como actos de confusión algunos de los
supuestos de infracción que contempla la Ley de la Propiedad Industrial, 251 relacionados a
figuras como el registro de modelo industrial y el registro de dibujo industrial, que al cumplir
funciones de identificación, son también susceptibles de imitación.
ii. Actos de Comparación Ilegal y Falsa Publicidad
Se puede decir, siguiendo a Carlos Lema,252 que donde existe una empresa existe publicidad. En
pugna constante con sus competidores, afirma el autor, el empresario se esfuerza por captar de la
gran masa de consumidores, el mayor número de compradores o usuarios de sus servicios.
Sin embargo, a esa primera nota sobre la realidad, hay que añadir lo que con toda puntualidad
señala Carme Madrenas,253 al referir que es usual que los textos legislativos proclamen el
derecho de los consumidores a una información objetiva y veraz y dispongan en su provecho de
la prohibición de engaño e inducción a error de la publicidad; es corriente, parece lógico y
simple, añade Madrenas. Pero bajo la aparente lógica y simplicidad del Derecho, concluye, late
un haz de problemas económicos y sociales bastante complejo.
Ni la doctrina, ni la legislación existente son congruentes254 en la definición de este tipo de actos,
251 Fracciones XI y XV del Art. 213, Ley de la Propiedad Industrial.
252 Lema Devesa, Carlos, La Publicidad de Tono Excluyente, Editorial Montecorvo, Madrid, 1980, p. 51.
253 Madrenas i Boadas, Carme, Sobre la Interpretación de las Prohibiciones de Publicidad Engañosa y Desleal, Ed.
Civitas, Madrid, 1990, p. 19.
254 0∋3 .∃(& 4∋ 6>+.& 3∃ 4∋∗+0+.+/0 −1( 820)2∃3 ∋( 3∃ &∗,∋.+4∃ 8&, ∋3 ,) Α 4∋3 ∋93∃−∋0)& 4∋ 3∃ ∋;
#∋4∋,∃34∋ ,&)∋..+/0 ∃3&0(2−+4&,52∋ 3∃ 4∋∗+0∋.&−&? Ε∋ ∋0)+∋04∋8&, 82
.&)∋%∃.&0∗,&0)∃&.&−8∃,∃∃4&(&−1(
los cuales, apelando a ciertas coincidencias en la legislación de Europa,255 podemos denominar
bajo este rubro. La realización de este tipo de actos corresponde a lo que en otras leyes se define
como “falsa publicidad comparativa”, que es sin duda uno de los medios a través de los cuales,
de manera más constante, los competidores incurren en la comisión de actos de competencia
desleal. De hecho, ciertos extremos de estas conductas pueden ser calificados como actos de
denigración, tal como se ha explicado en el apartado correspondiente, mientras que otros deben
ser estimados como actos de engaño. Existen casos, de hecho, en que la denigración de un
competidor puede, al propio tiempo, conformar un claro acto de engaño que daña directamente a
los consumidores.
La publicidad que los agentes económicos formulan, por su propia naturaleza, esta expuesta de
inmediato a la detección y el escrutinio, tanto de los competidores, como de las agencias
oficiales y gremiales, por lo que suele constituir la materia prima, por excelencia, de la disciplina
de la competencia desleal. De hecho, algunas legislaciones256 han optado por unificar la
regulación de la publicidad y la de la competencia desleal, mientras que otros países, como
España, siguen otorgándoles tratamientos diferenciados, aunque con unidad de criterios y
procedimientos.
En el caso de nuestro país es predecible que los casos de publicidad sigan generando disputas
judiciales, como resultado del marketing global que muchas empresas están ensayando como
estrategia de negocios. Un claro ejemplo de esta consideración lo ilustra la famosa campaña
publicitaria lanzada en México por Pepsi bajo el slogan “El Reto Pepsi”, la cual involucró
abiertamente a su archirival Coca Cola; campaña que bajo la pretendida objetividad de un
muestreo ciego, intentó demostrar la preferencia dominante de los consumidores nacionales por
la marca anunciada. El caso fue precedido de algunas confrontaciones, más periodísticas que
legales, entre firmas competidoras como Telcel y Iusacell, Jugos del Valle y Jumex, Mexicana de
Aviación y Aereoméxico; sin embargo, la audacia y agresividad del ejercicio emprendido por
Pepsi, constituyó un verdadero reto para conocer la operatividad de nuestra legislación en torno
al tema de la publicidad comparativa.
De conformidad a lo que dispone la Ley Federal de Protección al Consumidor, en su artículo 32,
la información o publicidad relativa a bienes, productos o servicios que se difundan por cualquier
−+(−∃−∃,.∃Γ
255 Directiva 2006/114/CE del Parlamento Europeo, en materia de publicidad comparativa.
256 Casos de países como Perú, Venezuela, Colombia y Suiza.
medio o forma, deberán ser veraces, comprobables y exentos de textos, diálogos, sonidos,
imágenes, marcas, denominaciones de origen y otras descripciones que induzcan o puedan
inducir a error o confusión por engañosas o abusivas. La redacción del precepto antes citado, que
resulta ser el rector de la publicidad en nuestro país, encierra algunas ambigüedades que en nada
benefician para la estimación, en particular, de las prácticas de publicidad comparativa.
En primera instancia, debe desentrañarse de la hipótesis legal referida, que el hecho de que una
información sea veraz y comprobable no implica que la misma necesariamente se encuentre
exenta de generar confusión. Si Burger King exhibe un anuncio en que hace aparecer su
hamburguesa, al lado de una que se identifica como de McDonald´s,257 agregando un texto que
diga "La Nuestra es 100% Carne de Res", evidentemente estará manifestando una información
veraz y comprobable, pero que en su forma de exposición implicará el demérito para el producto
competidor de hacerlo aparecer como de una composición cárnica diversa de la del anunciante.
Es decir, fácilmente se puede decir la verdad, lesionando injustamente la imagen o reputación de
un producto competidor, simplemente por la forma en que se expone la información. Las
definición que hoy la Ley Federal de Protección al Consumidor ofrece de “publicidad engañosa”,
se contiene en su artículo 32, al señalar que se entiende como tal aquella que refiere
características o información relacionadas con algún bien, producto o servicio que pudiendo o no
ser verdaderas, inducen a error o confusión por la forma inexacta, falsa, exagerada, parcial,
artificiosa o tendenciosa en que se presenta. Por su parte, el artículo 23 del Reglamento de la Ley
Federal de Protección al Consumidor define la “publicidad comparativa” como aquélla que
coteja, confronta o compara a dos o más bienes, productos o servicios similares o idénticos entre
sí, sean o no de una misma marca.
0 ∗&,−∃ ∃(+()∋−1)+.∃ 8∋,&∃3 ∗+0 .&−83∋−∋0)∃,+∃ ∋3 81,,∃∗& ∗+0∃3 4∋3 ∃,)=.23& Α 4∋ 3∃ ∋;
#∋4∋,∃3 4∋,&)∋..+/0 ∃3 &0(2−+4&,∋()∃  52∋ 3∃ +0∗&,−∃.+/0 & 82 52∋ .&−8∃,∋
8,&42.)&(& (∋,:+.+&((∋∃0 4∋20∃−+(−∃ −∃,.∃& 4∋4+()+0)∃0& 8&4,1(∋,∋09∃Η&(∃&∃ 
∋0 )6,−+0&( 4∋ 3& 4+(82∋()& ∋0 ∋3 81,,∃∗& +0),&42.)&,+∃ 4∋3 8,∋.∋8)& ; 52∋ # 82∋4∋
∋−+)+,3+0∋∃−+∋0)&(8∃,∃3∃:∋,+∗+.∃.+/04∋4+.7∃+0∗&,−∃.+/0&82 ∗+04∋∋:+)∃,52∋(∋
+042Φ.∃∃∋,,&,&.&0∗2(+/0∃3.&0(2−+4&,+.7&(3+0∋∃−+∋0)&(8&,.+∋,)&;∃7∃0(+4&∋−+)+4&(
;3&(,∋:+(∃−&(∋081,,∃∗&((2
En contrapartida a las definiciones acotadas, la Ley Federal de Protección al Consumidor no
257 Caso hipotético.
define, en ninguno de sus preceptos, que debe entenderse por información veraz, ni que medios
de prueba son aceptados comolidos en esta materia. El muy observado recurso de hacer
comparecer a un Notario Público258 a que de fe de una encuesta o resultado, se constriñe
exclusivamente a que el fedatario se pronuncie sobre la existencia de tales hechos, pero la
manipulación puede fácilmente generarse con antelación para obtener un resultado
supuestamente confiable.
En el mismo tenor de ambigüedades se ubica la parte complementaria del precepto citado, ya que
el hecho de que la publicidad esté exenta de diálogos, sonidos, imágenes y otras descripciones
que puedan inducir a error o confusión, por su inexactitud, es difícil de comprender en su justa
medida. Es obvio que en un anuncio se pueden incluir frases o imágenes que induzcan a
confusión, a pesar de que no se trate de mensajes inexactos. 259
La publicidad en nuestro país empieza, apenas ahora, a reflejar las disputas comerciales y la
férrea competencia por posicionarse en los mercados, generando a la vez nuevas
confrontaciones, mejores tácticas y más agresivas estrategias. En el mundo existe amplia
uniformidad para incorporar los términos de "engañosa" y "desleal" como los criterios para
juzgar la ilegalidad de la publicidad, expresiones que desde luego comportan un significado de
mayor precisión. Lo "engañoso" podría sólo pensarse como un grado bastante más evolucionado
y concreto que lo "tendencioso", calificativo éste que, de suyo, puede resultar aplicable a casi el
total de publicidad existente. En una perspectiva estrictamente jurídica, la pregunta medular en
los casos de publicidad comparativa es si la misma es tendenciosa, falsa o inexacta, y si está
exenta de textos, diálogos y sonidos que induzcan a error o confusión al consumidor. Errático
terreno, cuando recordamos que la publicidad funciona sin que seamos conscientes de que está
actuando sobre nosotros y que, cuando se trata de una buena publicidad, el sigilo con que trabaja
es aún mayor.
Puede ser que los efectos de la publicidad sobre el individuo sean modestos, pero su eficacia
258 Las funciones de certificación que cumple el Notario Público en México, se regula por las leyes que cada
Estado promulga para el efecto. En el caso del Distrito Federal, la legislación aplicable es la Ley del Notariado del
D.F., publicada en la Gaceta Oficial del D.F., del 28 de marzo del 2000, siendo relacionados los Arts. 26, 76, 100,
102, 125 y 128.
259 Un caso que lo ilustra es el que se presentó cuando “Mexicana de Aviación” lanzó como nuevo pilar de su
publicidad el anuncio de que actualmente era la línea aérea más puntual en el país, no estaba sino trasladando de
manera injusta el beneficio de un crédito comercial alcanzado por “Aeroméxico” a través de muchos años de
esfuerzo. Es cierto que “Mexicana” en ese mes fue calificada como la empresa más puntual, pero “Aeroméxico” lo
había sido durante muchos meses anteriores y sus campañas se habían dirigido a destacar reiteradamente ese
atributo, por lo que la publicidad desarrollada por “Mexicana”, aún y cuando fuese exacta, inducía inevitablemente a
confusión en beneficio directo del anunciante.
resulta abrumadora si se analiza a nivel de masas y a su influjo a lo largo del tiempo. La
publicidad no tiene fuerza para compeler, por enormes que sean sus esfuerzos promocionales, sin
embargo, tiene un enorme poder de prevalecer en lo que oímos, en lo que vemos, en lo que
leemos y en lo que queremos. Es un pensamiento ingenuo considerar que la publicidad sirve sólo
para informar, cuando en realidad su destino y naturaleza es la de persuadir. Para muchos, la
publicidad es la forma del arte popular de nuestra época. Al definir las normas jurídicas que
regulen la publicidad, debe considerarse que ésta se encuentra muy lejos de ser una realidad
inocua. Su poder es real y está empezando a acusar un fabuloso incremento; no es el poder de
condicionar nuestra mente instantáneamente, sino el poder de crear un cambio sutil y gradual,
pero real.260
Al menos dos situaciones derivadas del conflicto quedan claras: la primera, que el asunto de la
publicidad comparativa, de tajo, debe ser excluido de la legislación de propiedad intelectual y de
la competencia de la autoridad que administra ese ordenamiento, y segundo, que urge una
reforma a la Ley Federal de Protección al Consumidor que clarifique las reglas en materia de
publicidad comparativa, que perfeccione y compendie en general las disposiciones en materia de
publicidad, y que otorgue facultades amplias a PROFECO para intervenir oportuna y
eficientemente cuando se vean injustamente lesionados los intereses del público.
Es claro que si nuestro país transita hacia nuevos estilos en la forma de hacer publicidad, un
desarrollo tardío de la legislación en el tema, claramente incipiente, incompleta y contradictoria,
dará lugar a excesos que conducirán a que la publicidad comparativa genere bastantes más
inconvenientes que provechos. En el futuro, es ampliamente recomendable que, a fin de dotar al
ejercicio publicitario en México de bases y parámetros adecuados, su regulación sea incorporada
en la legislación dedicada a la represión de la competencia desleal.
A pesar de ser una instancia extrajudicial, vale la pena referir que existe en nuestro país el
denominado Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria,261 que es una institución creada por
iniciativa de las agencias de publicidad que operan en el país con el objeto de ofrecer una
alternativa para resolver, entre otros, conflictos derivados del ejercicio publicitario, operando
bajo esquemas de mediación y amigable composición. Participan en los procedimientos seguidos
ante dicha Comisión, de manera adicional a las agencias de publicidad, representantes del sector
260 Jalife, op. cit. nota 26, Cap. III, p. 447.
261 Instancia de autorregulación en materia publicitaria, conocida como CONAR, formada a instancia de la
Asociación Mexicana de Agencias de Publicidad, operativa a partir de Octubre de 1996.
de los anunciantes y de los medios de comunicación, con lo que la solución se busca atendiendo
a la perspectiva de los diversos sectores involucrados en el fenómeno publicitario y atendiendo a
las reglas de ética que suelen observar las agencias de publicidad, aún y cuando se trate de un
ordenamiento desprovisto de coercitividad. Es más, cabe referir que la Ley Federal de Protección
al Consumidor,262 de alguna manera prohíbe este tipo de códigos de ética, al prohibir cualquier
tipo de acuerdo que limite la información para los consumidores.
Sin embargo, debe reconocerse que como instancia de mediación la Comisión representa una
alternativa interesante de solución de conflictos, particularmente de aquellos que se presentan en
el ámbito de la publicidad comparativa, ya que son las propias agencias quienes cotidianamente
están inmersas en el ejercicio publicitario, contando con elementos muy valiosos para analizar
las conductas cuestionadas y proponer alternativas de solución. De hecho, este tipo de
comisiones de autorregulación son fórmulas atendidas de manera exitosa en otros países del
mundo, por lo que su operación en el nuestro luce promisoria.
A continuación se enumeran, por su importancia en este tema, los criterios para la atención y
valoración de asuntos en materia de publicidad comparativa aplicados por PROFECO,263 que son
los parámetros a que se atiende para interpretar los conceptos de veracidad, comprobabilidad y
no inducción al error, contenidos en el artículo 32 de la Ley Federal de Protección al
Consumidor.
i. La publicidad comparativa referida a calidad, especificaciones o cualquier otra característica
esencial, afín u objetivamente demostrable, debe ser comparable conforme a la Ley Federal
sobre Metrología y Normalización, las Normas Oficiales Mexicanas, en su caso la Ley de la
Propiedad Industrial y a falta de éstas conforme a las normas, métodos o procedimientos que
determine la Secretaría de Economía o la dependencia competente del Ejecutivo Federal, previa
audiencia de los interesados.
ii. Cuando la publicidad comparativa se refiere a preferencias del consumidor basadas en gustos,
aromas, sabores, colores u otras apreciaciones, el anunciante deberá estar en posibilidad de
comprobar con el máximo rigor los resultados de las investigaciones que se utilicen, así como la
representatividad de las muestras y la objetividad de las pruebas, en función del consumidor y
del producto en cuestión, debiendo referirse puntual y específicamente a metodología y
263 Criterios Observados por PROFECO en materia de Publicidad Comparativa, basados en la Directiva de la
Unión Europea, citada en la nota 48 de este capítulo.
circunstancias bajo las que se desarrolló la investigación.
iii. Tratándose de publicidad comparativa de servicios, ésta no debe estar basada en las cualidades
intelectuales o subjetivas del prestador de los servicios.
iv. La mención o la reproducción, en un mensaje publicitario, de resultados de pruebas comparativas
sobre bienes o servicios efectuadas por terceros, implica que el anunciante asume la
responsabilidad de la prueba comparativa como si la hubiera llevado a cabo él mismo, o se
hubiere realizado bajo su dirección.
v. Los bienes o servicios que se promueven mediante publicidad comparativa, deben ser de la
misma naturaleza, género y especie, estar disponibles en el mercado y tener iguales condiciones
de mantenimiento, conservación y presentación a fin de no propiciar confusión a los
consumidores, por lo que no deben presentarse productos de la competencia en desigualdad de
condiciones de apariencia, tales como productos defectuosos, rotos o con etiquetas, embalajes,
contenedores o cualquier otra presentación o empaque cuyas características no se encuentran en
su estado natural.
vi. PROFECO podrá hacer referencia a productos, marcas, servicios o empresas en forma
específica, como resultado de investigaciones permanentes, técnicas y objetivas, a efecto de
orientar y proteger el interés de los consumidores, así como publicar periódicamente dichos
resultados para conocimiento de éstos.
vii. PROFECO recibirá las denuncias de presuntos implicados por publicidad comparativa, a fin de
determinar su procedencia, pudiendo actuar de oficio.
Respecto de estos criterios es importante señalar que, si bien es cierto no tienen más soporte
legal que su mención referencial en el artículo 32 de la Ley Federal de Protección al
Consumidor, PROFECO ha venido ajustando sus decisiones a dichos criterios, lo que les ha dado
gran relevancia práctica, ya que los anunciantes que pretenden anticipar el veredicto pueden
conformar sus mensajes a dichos lineamientos.
Un argumento que reiteradamente se invoca por quienes se ven afectados por publicidad
comparativa practicada por competidores, consiste en considerar que existe uso ilegal de marca,
toda vez que la empresa anunciante no cuenta con autorización del titular de la marca para
emplearla, arguyendo que se configura la hipótesis de infracción consagrada por la fracción
XVIII del artículo 213 de la Ley de la Propiedad Industrial. Este alegato es claramente simplista
e improcedente, ya que, cuando se hace publicidad comparativa, la marca no es “usada” en el
sentido en que la Ley de la Propiedad Industrial lo impide, esto es, distinguiendo productos o
servicios que no son los del titular de la marca en cuestión, sino que la marca es referida, en un
anuncio o propaganda, para aludir al producto competidor y poder establecer la comparación
que, de otra suerte, sería irrealizable.
Sin embargo, es claro que el competidor que use una marca ajena para estos fines, deberá hacerlo
ciñéndose de manera estricta a la forma en que el propio titular la usa, con objeto de no
demeritarla o degradarla en forma alguna.
III. Discriminación de Consumidores
En el caso del presente supuesto nos ubicamos en una colindancia más de la nueva visión de la
competencia desleal, en este punto próximo a la legislación tutelar de los consumidores. Sin
embargo, resulta por demás atendible la inclusión de este rubro dentro de la disciplina que nos
ocupa, por las razones que se exponen. Al respecto, muy interesante resulta la problemática que
Leopoldo José Porfirio Carpio264 plantea, en relación al supuesto de los casos en los que la
discriminación de consumidores deviene en una situación de competencia desleal. Al respecto el
maestro Carpio explica que la doctrina ha entendido la discriminación como el trato
diferenciado a personas que se encuentran en igualdad de condiciones. Como regla básica en el
mundo mercantil, la discriminación sólo existirá cuando, en igualdad de situaciones, se adapten
conductas empresariales desiguales, que es lo relevante para nuestro análisis.
3(+90+∗+.∃4&4∋3)6,−+0& 4+(.,+−+0∃.+/0,∋∗+∋,∋∋()∋ ∃2)&,7∃∋>8∋,+−∋0)∃4&4+:∋,(&(.∃− 
∃3&3∃,9& 4∋ 3∃ +()&,+∃ 824+604&(∋(+0)∋)+Φ∃,∋0 52∋ 3∃ 4+(.,+−+0∃.+/0 ∋0 8,∋.+&( .&0(+()∋ ∋0
:∋04∋,∋3−+(−&8,&42.)&∋0∋3−+(−&−&−∋0)&∃8,∋.+&(4+∗∋,∋0)∋((∋9Θ04+:∋,(&(.,+)∋,+&(Ζ
)∃3∋( .&−& 329∃, 2(& :&32−∋0)+8& 4∋ .3+∋0)∋ ; &),&(Χ 0 ∋3 1− ∋()∃4&20+4∋0(∋ (∋9Θ0
∃,8+&265 4∋3 −204& ∋.&0/−+.& (∋8∃(/ ∃3 −204& 4∋3 ∋,∋.7& 8,∋.+(∃−∋0)∋∋0 3∃( 8,+−∋,∃(
3∋;∋( ∋.&0/−+.∃( 52∋),∃)∃0 4∋ &,4∋0∃, ;,∋923∃, 3∃ .&−8∋)∋0.+∃ ;52∋ 52+∋,∋0 ∋:+)∃, 52∋ 3∃
4+∗∋,∋0.+∃.+/0  4∋  8,∋.+&(  (∋  2)+3+.∋  .&−&  +0(),2−∋0)&  ,∋(),+.)+:&  4∋  3∃  .&0.2,,∋0.+∃ ∃,∃ 
8,&)∋9∋, 3∃  .&−8∋)∋0.+∃  ∋0)&0.∋(  (∋  8,&7=
4+∗∋,∋0.+∃.+/0  ,∋(8&04∃  ∃  3∃  ∃0)∋,+&,  +3=.+)∃  ∗+0∃3+4∃4  4∋  ∋3+−+0∃.+/0  &  ,∋42..+/0  4∋  3∃
.&−8∋)∋0.+∃ &
∃,8+&∃3(∋Η∃3∃,52∋(+∋03∃4+(.,+−+0∃.+/0∋0∋3),∃)&∋()1 8,&7+ 0& &),∃( ∃.)+:+4∃4∋(
52∋ 4+()+09∃0 ∋0),∋ 3&( .+24∃4∃0&( ;∃ 52∋ (+ (&−&( 4∋(+92∃3∋( ∋0 3∃8,1.)+.∃ ∋( ,∃Φ&0∃
264 Carpio, op. cit., nota 1, cap II, p. 78 y sigs.
265 Ibidem., p. 88.
Χ52+Φ1&∋3),∃)&0&(∋∃+460)+.&&0∋()∃∋>83+.∃.+/0Ζ∃Η∃4∋ ∋3∃2)&,Χ(∋ 8,∋)∋04∋
(∋Η∃3∃,52∋.2∃04&3∃4+(.,+−+0∃.+/0(∋%2()+∗+.∃.&0&4∋(∋,)∃3
4+(.,+−+0∃.+/0  8∃,∃  .∃3+∗+.∃,(∋  .&−&  4+∗∋,∋0.+∃.+/0  &0  ∋33&  (∋  (&32.+&0∃  20  8,&
3+09∴=()+.&;∃ 52∋ ∋3 :&.∃ 8,∋(∋0)∃ .+∋,)&(,+ Χ; 0∋9∃)+:&(Χ∀
;∃52∋0&∋(3&−+(−&4+(.,+−+0∃,∃∃392+∋052∋4+∗∋,∋0.+∃,3&
002∋(),&8∃=( ∋3∃,)=.23&Λ4∋ 3∃∋; #∋4∋,∃34∋,&)∋..+/0∃3&0(2−+4&,∋()∃ )&4&
8,&:∋∋4&,  ∋()1  &
.∃3+4∃4∋( −∋4 +4∃( +0)∋,∋(∋(  .∃,9&(  )6,−+0&(  83∃Φ&(  ∗∋.7∃(  −&4∃3+4∃4∋( ,∋(∋,:∃.+&0∋(  ; 
4∋−1( .&04+.+&0∋( .&0∗&,−∋ ∃ 3∃( .2∃3∋( (∋ 72
.&0(2−+4&, 3∃ ∋0),∋9∃ 4∋3 & 8,∋()∃.+/0 4∋3 (∋,:+.+& ; 0+0920∃ .+,.20()∃0.+∃ (∋,10
0∋9∃4&(∋()&(
∋(∃,,&33∃04&  ∋()∃  4∋.3∃,∃.+/0  9∋0∋,∃3  ∋3  ∃,)=.23&  ΒΠ  4∋  3∃  −+(−∃ ∋ ; 4∋)∋,−+0∃  52∋  ∋3 
8,&:∋∋4&,4∋ 
,∃Φ&0∋(  4∋  960∋,&  0∃.+&0∃3+4∃4  6)0+.∃(  8,∋∗∋,∋0.+∃  (∋>2∃3  ,∋3+9+&(∃(  &  .2∃352+∋,  &),∃
8∃,)+.23∃,+4∃4 (+0 52∋ 3&( 8,&:∋∋4&,∋( 4∋ ; (∋,:+.+&( 52∋ &∗,∋Φ.∃0 6()&( ∃3 8Θ ∋0
9∋0∋,∃3 82∋4∃0 ∋()∃ 8,∋∗∋,∋0.+∃( & 4+(.,+−+0∃.+/0 ∃3920∃ ,∋(8∋.)& ∃ 3&( (&3+.+)∃0)∋( 4∋3
(∋,:+.+&)∃3∋( .&−& (∋3∋..+/0 4∋.3+∋0)∋3∃ .&04+.+&0∃−+∋0)& 4∋3.&0(2−&,∋(∋,:∃ 4∋3 4∋,∋.7&
4∋∃4−+(+/0∋>.32(+/0 ∃8∋,(&0∃(.&0 4+(.∃8∃.+4∃4;&),∃(8,1.)+.∃((+−+3∃,∋((∃3:&8&,.∃2(∃(
52∋ ∃∗∋.)∋0 3∃ (∋92,+4∃4 & ),∃052+3+4∃4 4∋3 ∋()∃  4∋ (2( .3+∋0)∋( & 4∋ 3∃( 8∋,(&0∃(
4+(.∃8∃.+)∃4∃(& (∋ ∗204∋0∋0 4+(8&(+.+&0∋( ∋>8,∋(∃( 4∋&),&(&,4∋0∃−+∋0)&(3∋9∃3∋( ),∃:6(
4∋  ∋()∋  8,∋.∋8)&  3∃  3∋9+(3∃.+/0  −∋>+.∃0∃  .&0(∃9,∃  ∋3  8,+0.+8+&  9∋0∋,∃3  4∋3  ),∃)&  0&
4+(.,+−+0∃)&,+&∃.&0(2−+4&,∋((+0,∋.&0&.∋, 3&( .,+)∋,+&(4∋ ∋>.∋8.+/0 52∋(2∋3∋0 8,∋(∋0)∃,(∋
∋0∋3.&−∋,.+&
3),∃)∃−+∋0)&4∋(+92∃3∃3&(.+24∃4∃0&((∋9Θ0∃,8+&∆∆∋(∗∃.)+(+∋−8,∋;.2∃04&(∋4∋03&(
(+92+∋0)∋(∋3∋−∋0)&(&4∋3∃4+∗∋,∋0.+∃.+/0?∋08,+−∋, )6,−+0&52∋∋(&(.+24∃4∃0&(
(∋∋0.2∋0),∋0,∋∃3−∋0)∋∋04+()+0)∃((+)2∃.+&0∋(4∋7∋.7&∀∋0(∋9204&329∃,52∋∋3),∃)&4∋(+92∃3
52∋ (∋ 3∋( &)&,9∃ )∋09∃ 20∃∗+0∃3+4∃4∀∋0 )∋,.∋,& 52∋ 4+.7∃ ∗+0∃3+4∃4 (∋∃ ,∃Φ&0∃ ∋0 .2∃,)&
)6,−+0&  52∋ 3∃  4+∗∋,∋0.+∃  4∋  (+)2∃.+/0  3∃  ∗+0∃3+4∃4  8∋,(∋92+4∃  ;  ∋3 ),∃)&  4∋(+92∃3  &)&,9∃4&
92∃,4∋020∃ ∃4∋.2∃.+/0+0)∋,0∃;∗+0∃3−∋0)∋52∋ ∋(∃,∋3∃.+/0 (∋∃8,&8&,.+&0∃4∃ ∋( 4∋.+,52∋
3∃.&0(∋.2∋0.+∃ %2,=4+.∃ 52∋ .&0()+)2;∋ ∋3 ),∃)&4∋(+92∃3 0& 92∃,4∋ 20∃ ∃ 
266 Carpio, op. cit., nota 1, cap. II, p. 100-101
.&03∃(.+,.20()∃0.+∃(4∋7∋.7&;3∃∗+0∃3+4∃452∋3∃%2()+∗+.∃0
03∃∋;∋(8∃Η&3∃4∋ &−8∋)∋0.+∃∋(3∋∃3∆Λ ∋3),∃)∃−+∋0)& 4+(.,+−+0∃)&,+&4∋3.&0(2−+4&,(∋
,∋82)∃  4∋(3∋∃3  ∋0  ∃2(∋0.+∃  4∋  .∃2(∃  52∋  3&  %2()+∗+52∋  0  20∃  .,=)+.∃  4∋3  ∃2)&, ∆Π 52∋
.&0(+4∋,∃−&(,∋(23)∃∋>)∋0(+∃02∋(),&(+()∋−∃0&,−∃)+:&6()∋−∃0+∗+∋()∃52∋(+∃.∋8)1,∃−&(
3∃  :+∃.32(+:∃(  (∋  ∋()∃,=∃  3+−+)∃04&
+0%2()+∗+.∃4∃−∋0)∋3∃.∃8∃.+4∃44∋8&3=)+.∃.&−∋,.+∃34∋−2.7&(∋−8,∋(∃,+&(;∃52∋6()&()+∋0∋0
3∃ ∃8)+)24 .&−∋,.+∃3 8∃,∃ ∃83+.∃, 4+:∋,(∃( −&4∃3+4∃4∋( 4∋ 8∃9& ; .&04+.+&0∋( 4∋ :∋0)∃ 3&(
.&0(2−+4&,∋((+∋−8,∋52∋)∃3∋(4+∗∋,∋0.+∃(82∋4∃0(∋,%2()+∗+.∃4∃(∋0204&
820)&  4∋  :+()∃  .&0.2,,∋0.+∃3  ;  4∋(4∋  3∃ &+9∋0.+∃  ∃  3&(
∋−8,∋(∃,+&(4∋52∋ (2( .&04+.+&0∋( 4∋ :∋0)∃ (∋∃0 (+∋−8,∋ ∋>∃.)∃−∋0)∋3∃(−+(−∃( 8∃,∃ )&4&(
3&( .&0(2−+4&,∋( (28&04,=∃ .∋,.∋0∃, 3∃ 8&(+ 4∋ 52∋4+(∋Η∃,∃0 (2∃.)+:+4∃4 8,&∗∋(+&0∃3
(∋9Θ0(2 .,+)∋,+& 20)& ∃ ∋33& 20∃,∃Φ/0 4∋ &,4∋0 8,1.)+.& ,∋∃∗+,−∃ 3&52∋ (∋ 7∃ (∋Η∃3∃4&? 20
8,∋.∋8)&52∋ ∋>+9+∋,∃∃ )&4&(3&(∋−8,∋(∃,+&( 3∃∃83+.∃.+/0 +460)+.∃4∋ 3∃( −+(−∃( .&04+.+&0∋(
4∋:∋0)∃(∋,=∃4∋+−8&(+
3∃013+(+( 4∋3(282∋()& 52∋0&(&.28∃ 0&(.&042.∋ 02∋:∃−∋0)∋ ∃:∋,+∗+.∃, 52∋∃3920&( 4∋3&(
.∃(&(8,∋:+()&( ∋0 3∋9+(3∃.+&0∋(4∋ .&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃3∋0 &),&( 8∃=(∋(∋()10 .&0)∋−83∃4&( ∋0
02∋(),&  4∋,∋.7&  8&(+)+:&∀  (+0  ∋−83=.+)∃  4∋
,∋8,∋(+/0 4∋ 3∃ .&−8∋)∋0.+∃4∋(3∋∃3 (2 ,∋923∃.+/0 ∋( +0.&−83∋)∃ ; 4∋(&,+∋0)∃4∃ 4∋%∃04& 4∋
(2,)+, ∋0 ∋3 −∋,.∃4& 3&( ∋:+4∋0)∋( 52∋ (2 0&,−∃)+:+4∃4 4∋  9∋0∋,∃, 0& 4∋ 3&(
∋∗∋.)&(  ,∃4+.∃  ∋0  ∋3  7∋.7&  4∋  52∋  4∋  ∃.2∋,4&  ∃  02∋(),∃  3∋9+(3∃.+/0 3 ∃  4+(.,+−+0∃.+/0 ∃ 
.&0(2−+4&,∋(  (∋  (∃0.+&0∃  ∋0  ∋3  1−
,∋8∋,.2(+/0∃3920∃∋0∋3.∃−8&.&−8∋)∋0.+∃3
!∀) &&∃∃
La Ley de Competencia Desleal española269 incluyó a ese país en el grupo de los que en Europa
han optado por regular esta materia en una ley especial, tal y como ocurre en Suiza, Austria y
Alemania. Al igual que en estos países, la ley española incluye una cláusula general, así como
una tipificación extensa de conductas desleales en un capítulo específico. En este punto, recoge
actos de competencia desleal que podríamos calificar de “clásicos” en los ordenamientos
europeos y español, mientras otros carecían de antecedentes en la legislación española. Tal es el
267 Art. 16, Ley 3/1991, 10 de Enero, de Competencia Desleal.
268 Carpio, op. cit., nota 1, cap. II, p. 102.
269 Segundo párrafo, Art. 16, Ley 3/1991, 10 de Enero, de Competencia Desleal.
caso del artículo 16.2 de la Ley de la Competencia Desleal, que reputa desleal la explotación por
parte de una empresa de la situación de dependencia económica en que puedan encontrarse sus
empresas, clientes o proveedores, que no dispongan de alternativa equivalente para el ejercicio
de su actividad270. Nos detenemos con especial detalle en este supuesto, en primera instancia, por
representar uno de los avances más notables en la disciplina, y en segunda instancia, por la
repercusión que su regulación podría generar en un mercado como el mexicano.
∃  .&0.∋8.+/0  ),∃4+.+&0∃3  4∋  3∃  .&−8∋)∋0.+∃  4∋(3∋∃3  .&−&  20 4∋,∋.7&  4∋  .&0∗3+.)&( 
+0)∋,∋−8,∋(∃,+∃3∋(0&( 4+.∋ ∃271 7∃ (+4&(28∋,∃4∃ 0 3∃ ∃.)2∃3+4∃4 3∃)&)∃3+4∃4 4∋ 3∃
4&.),+0∃.&+0.+4∋ ∋0 ∃∗+,−∃, 52∋3∃ .&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃3 0&(/3&8,&)∋9∋ 3&(+0)∋,∋(∋(4∋ 3&(
.&−8∋)+4&,∋( (+0& )∃− 3&( 4∋3 −∋,.∃4& ; 3&( 4∋ 3&( .&0(2−+4&,∋( 8&, 3& 52∋ ∋3 ∃.)&
4∋(3∋∃3 82∋4∋ 3∋(+&0∃, +0)∋,∋(∋( 4+:∋,(&( 3(282∋()&4∋ ∋>83&)∃.+/0 4∋ 20∃ (+)2∃.+/0 4∋
4∋8∋04∋0.+∃  ∋(  (+0  424∃  0&:∋4&(& ∋  ),∃)∃  4∋  20∃  ,∋3∃.+/0  :∋,)+.∃3   ),∃4+.+&03∃Μ−∋0)∋ 
∋>.32+4∃4∋31−4∋3∃.&−8∋)∋0.+∃4∋(3∋∃3&−∋0&(0&:∋4&(&,∋(23)∃∋3,∋.&0&.+−+∋0)&
+−83=.+)&  ∋0  ∋()∋  8,∋.∋8)&  4∋  3∃  ∋>+()∋0.+∃  4∋  (+)2∃.+&0∋(  4∋  4∋8∋04∋0.+∃  ∋0),∋  4&( 
∋−8,∋(∃,+&(∋08,+0.+8+&+04∋8∋04+∋0)∋(
∋9Θ0∃42.∋  ∃272 ∋3 ∗∋0/−∋0& ∋(8∃Η&3 82∋4∋ 4∋∃ 3∃ ,∋.∋8.+/0 ∋0 ∋(∋ 8∃=(4∋3∃
)∋&,=∃20+∗+.∃4&,∃ 4∋3 ∋,∋.7& ∃0)+),2() ; 4∋3∃ .&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃34∋∗∋04+4∃ 8&,02−∋,&(&(
∃2)&,∋(∃3∋−∃0∋((+−+(−&0&7∃; 52∋&3:+4∃, 52∋∋0 ∋3.∃(&∗,∃0.6()&−∃4&.&−&−&4∋3&
8&,  ∋3  3∋9+(3∃4&,  ∋(8∃Η&3  ∋0  3∃  .&0∗+92,∃.+/0  4∋3  (282∋()&  4∋  4∋8∋04∋0.+∃  ∋.&0/−+.∃  3∃
4∋∗∋0(∃ 4∋ 3∃ .&−8∋)∋0.+∃ ; ∋3∋,∋.7& .&0),∃ 3∃ .&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃3 0& (∋ ,∋923∃0 ∋0 4&(
.2∋,8&( 3∋9+(3∃)+:&( 4+()+0)&( (+0& 52∋ (∋ ,∋.&9∋0 4∋ ∗&,−∃ 4+(8∋,(∃ ; 8&.& (+()∋−1)+.∃ ∋0
4+∗∋,∋0)∋(&,4∋0∃0Φ∃(;3∋;∋(
6,∋ΦΧ2()∃−∃0)∋273 .&0(+4∋,∃  52∋  3∃  ∋>83&)∃.+/0  ∃ 4∋8∋04∋0.+∃
∋.&0/−+.∃∋(20∃∗+92,∃ −1(8,&8+∃4∋3 1−4∋3∃3∋9+(3∃.+/0∃0)+.&0.2,,∋0.+∃3 ;
8∃,∃∃(.2∃3;+.∋0)∋2743∃.∃3+4∃44∋3∃)6.0+.∃3∋9+(3∃)+:∃∋(8∃Η&3∃∋0−∃)∋,+∃4∋.&−8∋)∋0.+∃
0&(∋7∃ ∋0∃3)∋.+4∃∃3 7∃ ∋03∃3∋9+(3∃.+/04∋3+∋()∃∗+92,∃
270 Zabaleta, op. cit.,. Ed. Marcial Pons, Madrid, 2002. págs. 11 y 12.
271 Ibidem, p. 12.
272 Ibidem, p. 14-15.
273 Perez-Bustamante, Koster. La Explotación Abusiva de la Situación de Dependencia Económica en la Ley de
Defensa de la Competencia: Examen Crítico del Nuevo Concepto. Gaceta Jurídica de la Unión Europea y de la
Competencia. No. 205, 2000, p. 40.
274 Pascual y Vicente, Las conductas prohibidas en la reformada Ley de Defensa de la Competencia. Gaceta
Jurídica de la Unión Europea y de la Competencia. No. 205, 2000, p. 20.
0∃.+4∃;.&0(∋,:∃4∃∋0∋3∋,∋.7&4∋.&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃33 8,∋.∋8)&∋0.&−∋0)& ∋()∃
(+92+∋0)∋?
Ε[2∋4∃8,&7+83&)∃.+/0∃
i. ∋(28&(+.+/04∋4&−+0+&∋0)&4&&∋08∃,)∋4∋3−∋,.∃4&0∃.+&0∃3
ii. ∋3∃(+)2∃.+/04∋4∋8∋04∋0.+∃∋.&0/−+.∃∋03∃52∋82∋4∃0∋0.&0),∃,(∋(2(∋−8,∋(∃(
.3+∋0)∋(  &  8,&:∋∋4&,∃(  52∋  0&  4+(8&09∃0  4∋  ∃3)∋,0∃)+:∃  ∋52+:∃3∋0)∋  8∃,∃  ∋3  ∋%∋,.+.+&  4∋  (2
∃.)+:+4∃4()∃(+)2∃.+/0(∋8,∋(2−+,1.2∃04&208,&:∋∋4&,∃4∋−1(4∋3&(4∋(.2∋0)&(7∃
4∋ .&0.∋4∋, ∃ (2.3+∋0)∋ 4∋ ∗&,−∃ ,∋923∃, &),∃( :∋0)∃%∃( ∃4+.+&0∃3∋(52∋ 0& (∋ .&0.∋4∋0
.&−8,∃4&,∋((+−+3∃,∋(
Χ∋04,1∃(+−+(−&3∃.&0(+4∋,∃.+/04∋4∋(3∋∃3?
+ ∃ ,28)2,∃ ∃2052∋ (∋∃ 4∋ ∗&,−∃8∃,.+∃3 4∋ 20∃ ,∋3∃.+/0 .&−∋,.+∃3 ∋()∃ (+0
52∋7∃;∃∋>+()+4&8,∋∃:+(&∋(.,+)&;8,∋.+(& .&020∃∃0)∋3∃.+/0−=0+−∃4∋(∋+(−∋(∋((∃3:&52∋
(∋4∋
++  & ∃−∋0∃Φ∃4∋ ,28)2,∃4∋ 3∃(,∋3∃.+&0∋(.&−∋,.+∃3∋(
8,∋.+&(  .&04+.+&0∋(  4∋  8∃9&  −&4∃3+4∃4∋(  4∋  :∋0)∃  8∃9&  4∋  .∃,9&(  ∃4+.+&0∃3∋(  ;  &),∃(
.&04+.+&0∋(4∋.&&8∋,∃.+/0.&−∋,.+∃30&,∋.&9+4∃(∋03∃(.&04+.+&0∋(9∋0∋,∃3∋(4∋:∋0)∃52∋(∋
)∋09∃08∃.)∃4∃(Γ
0∃8,∋.+(+/0+−8&,)∃0)∋ 52∋,∋∃3+Φ∃ ∃275∋0 )&,0&∃3)∋>)&),∃(.,+)&∋(52∋ ∋03∃8,+−∋,∃
8∃,)∋ 4∋3 ∃,)=.23&∋( 3∃ ∋−8,∋(∃ & 3∃(∋−8,∋(∃( ∋0 8&(+.+/0 4∋ 4&−+0+& 3∃( 4∋()+0∃)∃,+∃( 4∋ 3∃
0&,−∃ −+∋0),∃( 52∋ ∋0 ∋3 +0.+(& +9∋3∃  .&04+.+/0 4∋ 8&(+.+/0 
4&−+0∃0)∋∃3∃∋−8,∋(∃52∋∋>83&)∃3∃(+)2∃.+/04∋4∋8∋04∋0.+∃∋.&0/−+.∃∋052∋(∋∋0.2∋0),∃0
(2(.3+∋0)∋(&8,&:∋∋4&,∋((+0)∋,∋(∃0)∋3∃,∋∗3∋>+/052∋∋()∃∃2)&,∃,∋∃3+Φ∃∋0)&,0&∃3∃8,&8+∃
∋>8&(+.+/0 4∋ −&)+:&( 4∋ 3∃ ∋; 4∋ &−8∋)∋0.+∃∋(3∋∃3 4∋ (8∃Η∃ ∃3 (∋Η∃3∃, 52∋ ,∋(23)∃
+0.2∋()+&0∃ −&4∋3&(&.+∃34∋3∃ 4+(.+83+0∃4∋3∃.&−8∋)∋0.+∃4∋(3∋∃3+0.32;∋4∋0),& 4∋
3&(  +0)∋,∋(∋( 8,&)∋9+4&(  ∋3  4∋  3&(  .&0(2−+4&,∋(  8∋,&  52∋  (+0  ∋−
)+8+∗+.∃.+/0 4∋3 (282∋()& 4∋ 4+(.,+−+0∃.+/04∋3 .&0(2−+4&, ∋0 4+.7∃ ∋;∋0),∋ &),∃( ,∃Φ&0∋(
8&,52∋ (2 2 0∃)2,∃3 ∋( 3∃ ∋; 4∋ ∋∗∋0(∃ 4∋ &0(2−+4&,∋(; (2∃,+&( 276 3 .∃,1.)∋,
(&.+∃3  4∋  3∃  4+(.+83+0∃  0&  4∋
.&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃3 4∋  +0.32+, 0&,−∃( 4∋8,&)∋..+/0 4∋3&( .&0(2−+4&,∋( .&−& ∋( 6()∋ ∋3
275 Zabaleta, op. cit., p. 37.
276 Ley 26/1984, 19 de Julio, de Defensa de Consumidores y Usuarios.
.∃(&;∃ 52∋ 3∃ 4+(.,+−+0∃.+/0 +0%2()+∗+.∃4∃ 4∋3 .&0(2−+4&,9∋0∋,∃3−∋0)∋.∃,∋.∋,1 4∋ ∗+0∃3+4∃4
.&0.2,,∋0.+∃3()∋820)&(∋∃0∃3+Φ∃∋0∃8∃,)∃4&4+:∋,(&
2∃04&3∃∋;4∋&−8∋)∋0.+∃ ∋(3∋∃3∃9,∋9∃ ∃277(∋7∃.∋8&,)∃4&,∃4∋3&(+0)∋,∋(∋(4∋
3&( .&0(2−+4&,∋( ∋()1 ,∋.&0&.+∋04& 3∃ +−8&,)∃0.+∃ 4∋ 3∃ ∗+92,∃ 4∋3 .&0(2−+4&, .&−& ∗+92,∃
.3∃:∋ 4∋3 (+()∋−∃ .&−8∋)+)+:&4∋ ∋.&0&−=∃ 4∋ −∋,.∃4&∃(= .&−& ∋3 8∋,%2+.+&52∋ 3&( ∃.)&(
4∋(3∋∃3∋(  .∃2(∃0  ∃  (2(  +0)∋,∋(∋(  ;∃  (∋∃  4+,∋.)∃  &  +04+,∋.)∃−∋0)∋  ∃3)∋,∃04&  ∋3  .&,,∋.)& 
∗20.+&0∃−+∋0)&4∋3−∋,.∃4&(∗204∃−∋0)∃3−∋0)∋∋0∋3−&−∋0)&4∋+0)∋,8,∋)∃,;∃83+.∃,3∃∋;
4∋&−8∋)∋0.+∃∋(3∋∃3 .2∃04& 4∋ )∋0∋,(∋ 8,∋(∋0)∋( 3&( +0)∋,∋(∋(4∋3&( .&0(2−+4&,∋( 0
∋()∋(∋0)+4& 3∃ +0.32(+/0 4∋3+0)∋,6( 4∋3&( .&0(2−+4&,∋(; ∋3 4∋3 8,&8+&()∃4&∋0 ∋3 %2+.+&4∋
4∋(3∋∃3)∃4∃452+∋,∋208∃8∋3,∋3∋:∃0)∋∃3∃7&,∃4∋4+()+092+,∋0),∋∃.)&4∋(3∋∃3;3&52∋(∋,=∃20∃
8,1.)+.∃  +0./−&4∃  8∃,∃  20  ∋−8,∋(∃,+&  8&,  8∃,)∋  4∋  20  .&−8∋)+4&,  &  3&  52∋  ∋(  3&  −+(−&
.&0()+)2;∋20&4∋3&(.,+)∋,+&(.&0∗&,−∋∃352∋ 4∋.312(23∃9∋0∋,∃3.&−&
3∃(.312(23∃(∋(8∋.+∃3∋(4+(+8∃04&3∃+0(∋92,+4∃4%2,=4+.∃8,&8+∃4∋∋()∋)+8&4∋0&,−∃(
&,&),& 3∃4&,∋(8∋.)& 4∋ 3∃,∋3∃.+/0 4∋ .&−8∋)∋0.+∃.&−& .&04+.+/04∋∋>+()∋0.+∃ 4∋3∃.)&4∋
.&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃3 3∃ 8,&8+∃ >8&(+.+/0 4∋ &)+:&( 4∋ 3∃ ∋; ∋(8∃Η&3∃278 ∋( .∃)∋9/,+.∃ ∃3
∃∗+,−∃,  52∋  8&,  ∋>+9∋0.+∃  4∋  (2(  8,&8+&(  820)&(  4∋  8∃,)+4∃  3∃  ∋;  7∃  +0.&,8&,∃4&  3∃(
&,+∋0)∃.+&0∋(−1(∃:∃0Φ∃4∃(4∋3∋,∋.7& .&−8∃,∃4&4∋(:+0.23∃04&3∃ 8∋,(∋.2.+/04∋3∃.)&4∋3
),∃4+.+&0∃3,∋52+(+)&4∋ 3∃ ,∋3∃.+/0 4∋ .&−8∋)∋0.+∃ 52∋ (/3& )+∋0∋ ∃.&−&4& ∋0 ∋3 (∋0& 4∋ 20∃
.&0.∋8.+/08,&∗∋(+&0∃3;.&,8&,∃)+:∃4∋3∃4+(.+83+0∃∋7∋.7&∋38,&8+&∃,)+.23∃4&4∋3∃∋;279
,∋83+.∃∋()∋.,+)∋,+& ∃3∋()∃ 3∃∃83+.∃.+/04∋3∃∋;0&8&4,1(28∋4+)∃,(∋∃3∃∋>+()∋0.+∃
4∋20∃,∋3∃.+/04∋.&−8∋)∋0.+∃∋0),∋ ∋3(2%∋)&∃.)+:&;∋3(2%∋)&8∃(+:&4∋3∃.)&4∋.&−8∋)∋0.+∃
4∋(3∋∃30 .∃− :∃3&,∃,3∃+3+.+)244∋20∃ .&042.)∃ .&0∗&,−∋∃ 3∃∋; 4∋&−8∋)∋0.+∃
∋(3∋∃34∋(8∃Η∃∋( 0∋.∋(∃,+&4∋)∋,−+0∃, 8,∋:+∃−∋0)∋(+ (∋4∃0 3&(8,∋(282∋()&( ∋>+9+4&(8&,
3&(∃,)=.23&(;Α4∋3∃ −+(−∃∋()&∋((+ ∋3∃.)&(∋7∃,∋∃3+Φ∃4&∋0∋3−∋,.∃4&;(+∋3−+(−&(∋
7∃33∋:∃4&∃.∃
3.&0.∋8)&4∋4∋8∋04∋0.+∃∋.&0/−+.∃.&−&∋3∋−∋0)&.&0()+)2)+:&4∋20∃+0∗,∃..+/0∃2)/0&−∃
∗2∋+0),&42.+4&8&,8,+−∋,∃:∋Φ ∋0∋3∋,∋.7& 4∋3∃ .&−8∋)∋0.+∃∗,∃0.6(8&, 3∃,4∋0∃0Φ∃ 4∋Μ
4∋4+.+∋−280
277 Ibidem., p. 39.
278 Ley 3/1991, 10 de Enero, de Competencia Desleal, Exposición de Motivos III.
279 Art. 3, 2), Ley 3/1991, 10 de Enero, de Competencia Desleal.
280 Ordenanza sobre Libertad de Precios y Competencia del 1° de Diciembre de 1986.
3∃,)=.23&Π4∋3∃ .+)∃4∃,4∋0∃0Φ∃ 8,&7= ∋03∃( −+(−∃( .&04+.+&0∋(3∃ ∋>83&)∃.+/0
8&,8∃,)∋4∋20∃∋−8,∋(∃&9,28&4∋∋−8,∋(∃(?
i. ∋ 20∃ 8&(+.+/0 4∋ 4&−+0+& ∋0 ∋3 −∋,.∃4& +0)∋,+&, & 4∋20∃ 8∃,)∋ (2()∃0.+∃34∋3
−+(−&
ii. ∋3∃(+)2∃.+/04∋4∋8∋04∋0.+∃∋.&0/−+.∃∋03∃52∋(∋∋0.2∋0),∃20∃∋−8,∋(∃.3+∋0)∋
&8,&:∋∋4&,∃52∋0&4+(8&0∋4∋20∃(&32.+/0∋52+:∃3∋0)∋
3  ∃
4+(.,+−+0∃)&,+∃(∃(=.&−&∋03∃,28)2,∃4∋,∋3∃.+&0∋(.&−∋,.+∃3∋(8&,3∃0∋9∃)+:∃4∋3∃&),∃8∃,)∋
Χ∋−8,∋(∃4∋8∋04+∋0)∋Χ∃(&−∋)∋,(∋∃.&04+.+&0∋(.&−∋,.+∃3∋(+0%2()+∗+.∃4∃(
3& 4∋ 3∃+0),&42..+/0 4∋ ∋()∃4+(8&(+.+/0 ∋0 ∋3∋,∋.7& 4∋ 3∃.&−8∋)∋0.+∃∗,∃0.6( ∋,∃
4∃,  ∃4∋.2∃4∃  ,∋(82∋()∃  %2,=4+.∃  ∃  3&( ∋>.∋(&(  4∋  3∃  9,∃0  4+(),+
,∋3∃.+&0∋(∋0),∋+042(),+∃;.&−∋,.+&7∃ 20∃.&0.∋0),∃.+/0 4∋3∃ 4+(),+3∃
8,1.)+.∃4∋ 4∋)∋,−+0∃4∃( .&042.)∃( ∃ 52∋ 4+∗=.+3−∋0)∋ 8&4=∃0(∋,,∋8,+−+4∃( 8&, −∋4+&
4∋3&( )∋>)&(3∋9∃3∋(∋0)&0.∋( :+9∋0)∋(; −1( .&0.,∋)∃−∋0)∋8&, ∋3 ∃,)=.23&Β4∋3∃,4∋0∃0Φ∃
4∋ Α 4∋ %20+& 4∋ ΜΙ≅Β 52∋8,&7+ ∋3 ∃ 4∋ 8&(+.+/0 4&−+0∃0)∋∃ .&0.∋0),∃.+/0 4∋ 3∃
4+(),+ (∋ 7∃∃,)+.23∃4& ∋0 )&,0& ∃ 3∃(33∃−∃4∃( .∋0),∃3∋( 4∋ .&−8,∃ 52∋ .&−∋0Φ∃,&0
(+∋04&  (&.+∋4∃4∋(  52∋  ∃.)2∃04&  .&−&  −∃;&,+()∃(  .&−8,∃
−+∋− 8&()∋,+&,−∋0)∋ 3+−+)∃,(∋ ∃ &∗,∋.∋,∃(2( ∃∗+3+∃4&( 3&(8,&42.)&( −1( :∋0)∃%&(&(
4∋3  −∋,.∃4&  0  (2(  +0+.+&(  ∋()∃(  ∃9,28∃.+&0∋(  (2,9+∋,&0  .&−&  ,∋(82∋()∃  ∃3  8&4∋,  4∋  3&(
∗∃ 52∋ ∗,∋.2∋0)∋−∋0)∋ (∋ &,9∃0+Φ∃∋0 ,∋4∋( 4∋ 4+(),+  ()∃(.∋0),∃3∋( 52∋
∋>8∋,+−∋0)∃,&0209,∃0 4∋(∃,,&33& ∋0 3&( ∃Η&( ΜΙΠΑ ; ΜΙΠ≅ ∃.)2∃  .&−&−∃04∃)∃,+&(
∃∗+3+∃4&(  ∃  &−+(+/0  4∋  3∃  &−8∋)∋0.+∃  (∋  8,&020.+∃,=∃  8,&0)∃−∋0)∋  (&
&,9∃0+Φ∃.+&0∋(  .&04+.+&0∃04&  (2  3∋9∃3+4∃4  ∃3  −∃0)∋0+−+∋0)&  4∋  20 0+:∋3  4∋  .&−8∋)∋0.+∃ 
(2∗+.+∋0)∋ 4∋0),& 4∋ 3∃ ∃(&.+∃.+/0 ; 20∃ .&−8∋)∋0.+∃ 3∋∃3 ,∋(8∋.)& 4∋ 3&( ∋−8,∋(∃,+&( 0&
+0)∋9,∃4&( ∋0 3∃ −+(−∃ ∃)6.0+.∃ ∋−83∋∃4∃ 8&, ∋()∃(.∋0),∃3∋( ∋,∃ 3∃ 33∃−∃4∃ ,6∗6,∋0.∋−∋0)
ς,∋∗∋,∋0.+∃.+/0Υ  52∋  .&0(+()∋  ∋0  3∃  0∋9&.+∃.+/0  8&,  8∃,)∋  4∋  3∃  .∋0),∃3  4∋  3∃(  −∋%&,∋(
.&04+.+&0∋(8&(+ .2∃3∋−8∋Φ/∃(∋,3∃−1( 2)+3+Φ∃4∃8&,3∃(.∋0),∃3∋(
8&,3& 52∋ 3∃( −+(−∃( ∗2∋,&0 ,∋.&−&  %+ 3∃ .∋0),∃3
0∋9&.+∃3∃&∗∋,)∃.&0 ∋38,&:∋∋4&,∋34∋()+0∃)∃,+& 4∋3∃−+(−∃0&∋(3∃.∋0),∃3(+0&3&(∃∗+3+∃4&(
4∋3∃−+(−∃52∋(∋,10 3&(52∋ ∗+0∃3−∋0)∋.&0),∃)∃,10&0&.&0∋38,&:∋∋4&,38,&:∋∋4&, )+∋0∋
3∃&8∃9∃,∃3∃.∋0),∃3 20∃.&−+(+/0;.&0(∋.2∋0)∋−∋0)∋4∋ 
6()∃ 3∃(&8∋,∃.+&0∋( 52∋ ,∋∃3+Φ∃ .&0 3&( 4+()+0)&( ∃∗+3+∃4&( 8∃,∃ ∋3 .13.23& 4∋ 3∃ .&−+(+/0 52∋
∗+0∃3−∋0)∋4∋281
&, ,∋(23)∃, 4∋ 9,∃0 +0)∋,6( 8∃,∃ 3∃.&−8,∋0(+/0 4∋3 (282∋()& 52∋(∋ ∃0∃3+Φ∃ ∃(= .&−& 8&, ∋3
+−8&,)∃0)∋∃8&,)∋.&0.∋8)2∃352∋∋3−+(−&,∋∃3+Φ∃ ∃20∃ & 6()∃∋( ,∋3∋:∃0)∋4∋)∋0∋,(∋
∋0  3∃(  .&0(+4∋,∃.+&0∋(  52∋  4+:∋,(&(  ∃2)&,∋(  4∋(∃,,&33∃,&0  .&0  −&)+:&  4∋3  ∃013+(+(  4∋  3∃
3∋9+(3∃.+/0∗,∃0.∋(∃
∃,∃  &2)∃,4Χ∃282 3∃  4∋8∋04∋0.+∃  ∋.&0/−+.∃  ∋(  3∃  (+)2∃.+/0  4∋  7∋.7&  ∋0  3∃  52∋  (∋
∋0.2∋0),∃20∃∋−8,∋(∃∋0(2(,∋3∃.+&0∋(.&0&),∃.3+∋0)∋&8,&:∋∋4&,∃(+∋04&52∋∋()∃(2−+(+/0
0&,∋(23)∃4∋20∃4&−+0∃.+/0&
8∃,)∋∋020∃ (+)2∃.+/0 4∋ :230∋,∃ ()∃ 4∋∗+0+.+/0 8∃,)∋ 4∋ 3∃ ∋>+()∋0.+∃ 4∋ 20∃ ,∋3∃.+/0
.&−∋,.+∃3∋0),∋ 4&(∋−8,∋(∃( ∋03∃52∋ 20∃4∋ ∋33∃( ∋(.3+∋0)∋ &8,&:∋∋4&,∃ 4∋3∃&),∃ 0∋()∋
(∋0)+4&(∋∋>+9∋3∃∋>+()∋0.+∃4∋,∋3∃.+&0∋(8,∋:+∃(∋0),∋∃−
)∃0)&∋3 (282∋()&4∋ 4∋8∋04∋0.+∃∋.&0/−+.∃ 4∋38,&:∋∋4&,.&−&4∋34+(),+ .&−&
;∃(∋ 7∃+04+.∃4& ∃0)∋,+&,−∋0)∋(2+0),&42..+/0 ∋0∋3 ∋,∋.7& 4∋3∃ .&−8∋)∋0.+∃∗,∃0.6( )∋0=∃
.&−& & 3∃ 8,&)∋..+/04∋ 3&( ∗∃∃0)∋( ∗,∋0)∋ ∃ 3∃(8,1.)+.∃( ∃ 4∋ 3∃ 4+(),+
2,+&(∃−∋0)∋20∃0&,−∃)+:∃52∋0∃.∋8∃,∃8,&)∋9∋,∋08,+−∋,329∃,∃3&(∗∃
4+(),+
∋−8,∋(∃(.3+∋0)∋(∗,∋0)∋3&(∃283
0∋()∋−+(−&(∋0)+4&8∃,∃ ∃2843∃∗∃3)∃4∋(&32.+/0∋52+:∃3∋0)∋&,∋52+(+)&0∋9∃)+:&52∋
∋>+9∋3∃0&,−∃0&82∋4∋∃8,∋.+∃,(∋(+0&∋(∋0,∋3∃.+/0.&020−∋,.∃4&4∋)∋,−+0∃4&+92+∋04&
.&0∋3 ∋%∋−83& 4∋4∋8∋04∋0.+∃ 4∋20 4+(),+ (&32.+&0∋( ∋52+:∃3∋0)∋(&3&
52∋∋(3& −+(−&4∋ 8&(+ ∃..∋(&∃ ∋(&(8,&42.)&( &∃ 8,&42.)&((∋−∋%∃0)∋(∃),∃:6(
4∋ .∃0∃3∋( ∃3)∋,0∃)+:&( )+∋0∋.&−& 1− ∋(∋ −∋,.∃4& 4∋)∋,−+0∃4&; 8&, )∃0)& ,∋52+∋,∋ 3∃
8,∋:+∃4∋3+−+)∃.+/04∋3−∋,.∃4&,∋3∋:∃0)∋
,∃(3∃∋0),∃4∃ ∋0 :+9&, 4∋3∃,4∋0∃0Φ∃ 4∋ ΜΙΠ∆ 3∃4&.),+0∃ ∗,∃0.∋(∃ ,∋.&9+/3∃.3∃(+∗+.∃.+/0
∃3∋−∃0∃4∋)+8&(4∋4∋8∋04∋0.+∃∋.&0/−+.∃52∋4+()+092∋.2∃),&(282∋()&(?
i. ∃4∋8∋04∋0.+∃ 4∋ ∃ 3∃(∋3∋..+/0 4∋ 8,&42.)&( &(∋,:+.+&(∀( ∃52∋33∃(+)2∃.+/0
281 Zabaleta, op. cit., p. 59 y sigs.
282 Boutard-Laborde, Cavinet. “Droit Francais de la Concurrenc.”, Librairie Generale de Droit et de
Jurisprudente, París, 1994, p. 88.
283 Zabaleta, op. cit., p. 64.
284 Ibidem, p. 66.
4∋  4∋8∋04∋0.+∃  ∋0  3∃  52∋  (∋  ∋0.2∋0),∃  ∋3  4+(),+
∗∃
8,&42.)&(20∃ −∃,.∃ 52∋ 9&Φ∃ 4∋ 20∃ 9,∃0 0&)&,+∋4∃4 ; (+0 3∃ .2∃3 8∋,4∋,=∃ (2 .∃8∃.+4∃4
.&−8∋)+)+:∃3 ∃ ∋()∋)+8&4∋ 4∋8∋04∋0.+∃(∋ .&0.,∋)∃∋03∃ 0∋9∃)+:∃4∋:∋0)∃8&, 8∃,)∋
4∋3∗∃
ii. ∃4∋8∋04∋0.+∃4∋ 20∃(+)2∃.+/04∋∋(.∃(∋Φ∀ ∋8,&42.∋∋0−&−∋0)&(4∋.,+(+(
∋03∃8,&42..+/0& 4+∗+.23)∃4∋(∋03∃4+(),+ 4∋−∃)∋,+∃(8,+−∃(∃()∃3∃∗∋.7∃0+09Θ0.∃(&
4∋  ∋()∋  )+8&  4∋  4∋8∋04∋0.+∃  7∃  33∋9∃4&  ∃  3&(  ),+
4∋)∋,−+0∃4∃8&,∋37∋.7&4∋52∋3∃∋−8,∋(∃4∋8∋04+∋0)∋0&8∋,)∋0∋.∋∃39,28& 4∋∋−8,∋(∃(52∋
(= )+∋0∋ ∃..∋(& 3∃( :=∃( 4∋ ∃8,&:+(+&0∃−+∋0)& 8&, 3& 52∋4∋8∋04∋ 4∋ 3∃( −+(−∃( 8∃,∃ (2
(2−+0+(),&
iii. ∃4∋8∋04∋0.+∃4∋
4∋4∋8∋04∋0.+∃4∋20∃ ∋−8,∋(∃ ,∋(8∋.)&4∋ &),∃ 4∋3∃ 52∋ 4∋8∋04∋∋0 ,∃Φ/0 4∋20.&0),∃)&4∋
3∃,9∃42,∃.+/0 &8&,20∃∗2∋,)∋ +0:∋,(+/0 4∋)∃3∗&,−∃52∋ 3∃ ,28)2,∃4∋,∋3∃.+&0∋(.&−∋,.+∃3∋(
8&04,=∃∋0,+∋(9&3∃.&0)+02+4∃44∋(2∃.)+:+4∃4∃3∋(∋3.∃(&4∋3∃4∋8∋04∋0.+∃4∋34+(),+ 
,∋(8∋.)&4∋3∗∃.32(+:∃&∗,∃052+.+∃
iv. ∃ 4∋8∋04∋0.+∃  8&,  .∃2(∃  4∋3  8&4∋,  4∋  3∃  4∋−∃04∃∀  0  ∋()∋  (282∋()&  (&0  3&(
∗∃52∋ 4∋8∋04∋04∋ 3∃ 4+(),+ 4∋ +0)∋,−∋4+∃,+&(4∋ .&−8,∃ #,∋.2∋0)∋−∋0)∋
∋3 ∃ .&0(+()∋ ∋0 3∃ ,28)2,∃4∋ 3∃( ,∋3∃.+&0∋( .&−∋,.+∃3∋( ∃0)∋ 3∃ 0∋9∃)+:∃ 4∋3 ∗∃  ∃
∃.∋8)∃,3∃(.&04+.+&0∋(+0%2()+∗+.∃4∃(4∋34+(),+285
&−& ,∋(23)∃4&4∋ 3∃ (+)2∃.+/0 +−8∋,∃0)∋ ∋0 #,∃0.+∃ ∋0 ∋3 ∃Η& Μ (∋ 8,&−239/ 3∃ ∋; 4∋
2∋:∃(∋923∃.+&0∋( .&0/−+.∃(286 52∋ 7∃ 33∋:∃4& ∃.∃ 20∃ 8,&∗204∃ ,∋∗&,−∃ 4∋3 ∋,∋.7&
4∋3∃ .&−8∋)∋0.+∃∋0#,∃0.+∃ ∃( 8,1.)+.∃(.&−∋,.+∃3∋( 4∋ 3∃9,∃0 4+(),+ :2∋3:∋0∃ ∋()∃,
∋0∋3 820)&4∋ −+,∃4∋3 3∋9+(3∃4&,8&,3& 52∋(∋ 8,&.∋4∋02∋:∃−∋0)∋∃∃2−∋0)∃, ∋3.∃)13&9&4∋
8,&7+ ) &, &),&3∃4& ∋3 ∃3)& 9,∃4&4∋.&0.∋0),∃.+/0 4∋3 (∋.)&, 4∋3∃ 4+(),+ 
)∃−;&,.&0),&352∋(& 
3∃  ,∋∗&,−∃  ),∃  0&:∋4∃4  ∋(  3∃  +0.32(+/0 4∋  3∃  8,&7+
.&04+.+&0∋(4∋8∃9&−∃0+∗+∋()∃−∋0)∋∃)∋0+∋04&∋0 .2∋0)∃3∃( 8,1.)+.∃( ; 2(&(
.&−∋,.+∃3∋(;∋>.∋4+∋04& (+020∃,∃Φ/0& 4∋383∃Φ&4∋Α4=∃(()∃0&,−∃.&−83∋−∋0)∃
3∃(4+(8&(+.+&0∋(,∋3∃)+:∃(∃3&(8∃9&( ∃3&( 8,&:∋∋4&,∋( ;.&0)∋−83∃ 3∃ 8,1.)+.∃4∋ 3&( 9,∃04∋(
285 Ibidem, p. 90-92.
286 Ley de Nuevas Regulaciones Económicas, publicada el 15 de Mayo de 2001.
4+(),++9+,83∃Φ&(4∋8∃9&∋>.∋(+:∃−∋0)∋3∃,9&(287
 ∃ ,∋∗&,−∃ )∃−
.&0),∃)&( & .312(23∃( .&0(+4∋,∃4&( ∋(8∋.+∃3−∋0)∋ ∃ ; ,∋8,&.7∃  &0.,∋)∃−∋0)∋∋3
∃,)≅≅Χ∆ 4∋.3∃,∃ 3∃ 023+4∃4 4∋ 3&(.&0),∃)&( & .312(23∃( 52∋ ∋()∃ 3∃ ,∋),&∃.)+:+4∃4 4∋
4∋(.2∋0)&(   ∃.2∋,4&(  4∋  .&&8∋,∃.+/0  .&−∋,.+∃3  ∋3  8∃9&  4∋  20  4∋,∋.7&  4∋  ∃..∋(&  ∃  3∃
,∋∗∋,∋0.+∃.+/04∋ 208,&42.)& .&0∃0)∋,+&,+4∃4 ∃ 20 8∋4+4&&3∃ 8,&7+ +−82∋()∃∃20∃ 4∋
3∃(8∃,)∋(4∋ .∋4∋,(2(.,64+)&(∃ 20)∋,.∋,& 0∃4∋3∃(−&4+∗+.∃.+&0∋(−1(+−8&,)∃0)∋(4∋ ∋()∃
∋;4∋ ,∋∗&,−∃ ∋(3∃ .&0∗+92,∃.+/0 .&−&20∃ 8,&7+  4∋3∃4∋ 4∋8∋04∋0.+∃0
:+,)244∋3 +0.+(& 4∋3∃,)=.23& ≅≅Χ∆Χ+0.2,,∋∋0 ,∋(8&0(∃ 52∋Ε∃ 4∋3∃ ,∋3∃.+/0
4∋  4∋8∋04∋0.+∃  ∋0  52∋  (∋  ∋0.2∋0),∃  3∃  &),∃  8∃,)∋  &  4∋  (2  8&4∋,  4∋  .&−8,∃  &  4∋  :∋0)∃ 
+−8&0+∋04&.&04+.+&0∋(.&−∋,.+∃3∋(2&
&−& (∋Η∃3∃ ∃288 3∃  ,∋3∋:∃0.+∃  8,1.)+.∃  4∋3  (282∋()&  4∋  4∋8∋04∋0.+∃  ∋.&0/−+.∃ ∋,∃ 
∋(.∃(∃  ;∃  52∋  (&3∃−∋0)∋  8&4=∃  (∋,  (∃0.+&0∃4&  ∋0  .∃(&  4∋  ∃∗∋.)∃,  ∃  3∃  .&−8∋)∋0.+∃  ∋0  ∋3 
−∋,.∃4& ∃ (28,∋(+/0 4∋ ∋(∋ ,∋52+(+)& 8∋,−+)∋ ∃7&,∃(∃0.+&0∃, .&042.)∃( .2;&( ∋∗∋.)&( 0&
(& ∃  0&,−∃  .&0)∋−83∃  ),∋(
∃.)2∃.+&0∋(4+∗∋,∋0)∋(?∃ 4∋20∃,∋3∃.+/04∋ 4∋8∋04∋0.+∃4∋3 8&4∋,4∋.&−8,∃;4∋38&4∋,
4∋:∋0)∃08,+0.+8+&8∃,∋.∋52∋(∋(∃0.+&0∃∋3∃:∋0)∃∃3−∃,9∋0
4∋52∋∋>+()∃20∃,∋3∃.+/04∋ 4∋8∋04∋0.+∃∋0),∋3∃(8∃,)∋(∋(∋,∃(=∋33∋9+(3∃4&,7∃ 
20∃ 02∋:∃ .∃)∋9&,=∃ 4∋ ∃52∋ (∋ (+)2∃,=∃ ∋0 20 8∋34∃Η& +0∗∋,+&, 3∃ ∋>83&)∃.+/0 4∋ 20∃
(+)2∃.+/04∋ 4∋8∋04∋0.+∃ ;.2;∃ 4∋∗+0+.+/0 .&,,∋(8&04∋,1∃ 3&( ),+ ;∃ 52∋ ∋33∋9+(3∃4&,
0&∃.3∃,∃5264∋
∃,∃∋3 .∃(& 4∋3−∋,.∃4& −∋>+.∃0&∋()&( (282∋()&(8,∋(∋0)∃0 ∋(8∋.+∃3 ,∋3∋:∃0.+∃4∃4∃ 3∃.3∃,∃
8,∋(∋0.+∃∋002∋(),∃ ∋.&0&−=∃ 4∋ 8,1.)+.∃( ∃  ∋0 (+)2∃.+&0∋( 4∋ 4∋8∋04∋0.+∃
∋.&0/−+.∃∋7∋.7&,∋.+∋0)∋−∋0)∋∗2∋−∃)∋,+∃4∋4+(.2(+&0∋(∋0∋3&09,∋(&3∃+0+.+∃)+:∃52∋
.&0)∋−83∃  −+(−∃  52∋  0&  )+∋0∋ 
8,∋.∋4∋0)∋∃3920&∋0 02∋(),&(+()∋−∃ 0&,−∃)+:& ;52∋  .&−&∗+0 8,∋8&04∋,∃0)∋ 8&0∋,
3=−+)∋( 3∃ ∃.)2∃.+/0 8,∋8&)∋0)∋ 52∋ 3&( 9,∃04∋( −+0&,+()∃( 7∃0 4∋(83∋9∃4& ,∋(8∋.)& 4∋ (2(
8,&:∋∋4&,∋(
∋ ,∋.&0&.∋,(∋52∋ .&0 3∃ 33∋9∃4∃ 4∋ Ν∃3Χ∃,)∃ 6>+.& 3∃ 3/9+.∃ 4∋3 −∋,.∃4& (2∗,+/ 20
.∃−3∃∗&,−∃4∋&8∋,∃,4∋ ∋()∋.&0(&,.+&+0)∋,0∃.+&0∃33∃(.&−83∃.∋0.+∃(
287 Zabaleta, op.cit., p. 118-121.
288 Ibidem, p. 122.
4∋8,∋.+&(; 8,1.)+.∃(∋0),∋ 8,&:∋∋4&,∋(;4+(),+ 33∋9∃,&0∃ (2.&0.32(+/00 ∋3(+()∋−∃
4∋ Ν∃3Χ∃,) .&−& (∋ (∃  3∃ +0∋∗+.+∋0.+∃ 0& (∋ ),∃(3∃4∃ ∃3 .&0(2−+4&, (+0& 52∋ ∋3 8,&8+&
(+()∋−∃∋>+9∋52∋∋38,&:∋∋4&,,∋42Φ.∃∃3 −1>+−&(2 2)+3+4∃4; (∋∃−1(,∋0)∃ )+∋−8&(4∋
∋0),∋9∃;.&04+.+&0∋(
()∋.∃− 8∃,∃4+9−∃ ∋−8∋Φ/ ∃ 8,∋(+&0∃, 4∋ )∃3 ∗&,−∃ ∃ 3&( 4∋−1( −+0&,+()∃( 52∋ )&4&(
7∃0+4& ,∋4+(∋Η∃04& (2( 8&3=)+.∃( 4∋ ),∃)& .&0 8,&:∋∋4&,∋( 8∃(104&3∋( .∃(+ )&4& ∋3 8∋(& 4∋3∃
02∋:∃∋∗+.+∋0.+∃ 4∋∋()∋)+8&4∋ 4+(),+ ∋33& (∋7∃ 9∋0∋,∃4&52∋−2.7&(8,&:∋∋4&,∋(
(∋∃0 ∗&,Φ∃4&( 8,1.)+.∃( .&−& ∋3 8∃9& 8&, 4∋,∋.7& 4∋ 8+(&∋0 3∃( )+∋04∃( ∋3 8∃9& 4∋ (2(
:∋04∋4&,∋(  ;  ∃.&−&4∃4&,∋(  4∋  −∋,.∃0.=∃  83∃Φ&(  3∃,9&(  8∃,∃  ∋3  8∃9&  4∋:&32.+&0∋(  4∋
−∋,.∃0.=∃52∋0&(∋:∋04∋;−2.7∃(&),∃(.&04+.+&0∋(52∋7∃033∋:∃4&∃4+:∋,(&(∗∃
.+∋,,∋&∃),∃)∃,4∋(&
8∋(∃, 4∋ 52∋ 3∃ 3∋9+(3∃.+/08,&;∋.)∃4∃ 8,∋(∋0)∃ ∋()&( ,∃(9&( 4∋ &8&,)20+4∃4 ∋3 .∃
4∋(∃,,&33∃4& 8&, 3&( ∃2)&(∋,:+.+&( ; 3∃( )+∋04∃( 4∋8∃,)∃−∋0)∃3∋(∃0)∋ ∋3 &09,∋(& 9∋0∋,/ ∋3
∃289 52∋  8&.∃(
.&0(∋.2∋0.+∃(  ,∋∃3∋(  7∃
8,∋(∋0)∃0 .&04+.+&0∋( −2; 8,&8+.+∃( 8∃,∃ 52∋ 4∋∋()∃, ,∋923∃4∃ ∃4∋.2∃4∃−∋0)∋ ∋3 ∃4∋
8&(+.+/04&−+0∃0)∋(∋∃ 20∃ 4∋ 3∃( .∃2(∃3∋( −1( ,∋.2,,∋0)∋( 4∋3 .∃)13&9&4∋+3=.+)&( ∋0 −∃)∋,+∃
.&0.2,,∋0.+∃3
),&−2;+0)∋,∋(∃0)∋.∃(&4∋∋>83&)∃.+/04∋(+)2∃.+&0∋( 4∋4∋8∋04∋0.+∃ ∋.&0/−+.∃∋(∋3 52∋(∋
8,∋(∋0)∃ .2∃04& 20∃ ∋−8,∋(∃ 52∋ ∋( 8,&8+∋)∃,+∃ 4∋ .+∋,)∃ )∋.0&3&9=∃ 4&−+0∃0)∋  3∃ −∃0+823∃
8∃,∃∃..∋4∋,∃.2&)∃(−∃;&,∋(4∋−∋,.∃4&+8&,∋%∋−83&&−&(3∃+0∗32∋0.+∃52∋883∋
7∃:∋0+4&∋%∋,.+∋04&∋0∋30∋9&.+& 4∋3∃−Θ(+.∃ ∃),∃:6(4∋3 .&0&.+4&Ε+&4Γ8&4,∋−&(+32(),∃,
.∃(&3∃ 8∃,4∋ ∋(∃)∋.0&3&9=∃ ; 4∃4&(20+:∋3 4∋ 8,∋(∋0.+∃∋0 3&( −∋,.∃4&(∃8∃, 4∋
∋()∋ 8,&42.)& (∋ 7∃0 9∋0∋,∃4& −Θ3)+83∋( ∃83+.∃.+&0∋( 8∋,+∗6,+.∃( 8∃,∃ )&4& )+8& 4∋ ∗20.+&0∋(
−∃9+0∋−&(52∋ ∋0 20∃ ∋(),∃)∋9+∃ &,+∋0)∃4∃ 9∃0∃, ∋(∋ −∋,.∃4& 883∋ +−8,+−+∋,∃ .+∋,)&(
.∃−
8∋,+∗6,+.&( (∃.∃04& 4∋3 −∋,.∃4& 3&( ∋>+()∋0)∋( 0.32(+:∋ ∃ 0+:∋3 )∋.0&3/9+.& 883∋ 8&4,=∃
∋()∃(2(8,&42.)&(4∋−∃0∋,∃52∋3&(8∋,+∗6,+.&(4∋)∋,.∋,∃(∋−8,∋(∃(
,∋(23)∃(∋0  +0.&−8∃)+
289 Convenio de Concertacesión para la Mejora Continua de Prácticas Comerciales Competitivas y de Fomento a la
Micro, Pequeña y Mediana Empresa, que celebran la Secretaría de Economía y las Empresas y Organizaciones de la
Cadena Productiva y Comercial que lo Suscriben y las que en el Futuro lo Adhieran, publicado en el Diario Oficial
de la federación del 28 de julio de 2006.
(+∋04& 4∋(3∋∃3−∋0)∋ ∋>823(∃4∃( 4∋3−∋,.∃4& (+∋04& 52∋ ∋0 ∋3 +0+.+& ∃3 4+(∋Η∃, 8∋,+∗6,+.&(
.&∃4;2:∃,&0∃34∋(∃,,&33&; ∃.∋8)∃.+/04∋3 +&4&,∋()∋−&)+:& ∋0 4+:∋,(&( 8∃=(∋( ∋2,&8∋&(
3&(  ),+
8,&8+∋)∃,+∃0&)+∗+52∋; ∃(2+0∗&,−∃.+/0∃ 3∃(4∋8∋04+∋0)∋( .&0(2∗+.+∋0)∋)+∋−8&.&−&8∃,∃
52∋ 6()∃( 82∋4∃0 ,∋∃3+Φ∃,3&( ∃%2()∋( 0∋.∋(∃,+&( 8∃,∃ −∃0)∋0∋,(∋ ∋0 ∋3 −∋,.∃4& .&0 8,&42.)&(
.&−8∋)+)+:&(
0 ∋3 .∃(& 4∋3 ∋,∋.7& ∃3∋−10 4∋ 3∃.&−8∋)∋0.+∃290 (∋ 4+()+092∋ 3∃ 4&−+0∃.+/0 :∋,)+.∃3 ; 3∃ 
7&,+Φ&0)∃3 ∋0)∋04+604&(∋   ∋38,+−∋, .&0.∋8)& 3∃ 52∋ (∋ ∋%∋,.∋ ∗,∋0)∋ .&−8∋)+4&,∋( 52∋
∃.)Θ∃0∋0∋3−+(−&−∋,.∃4&52∋ 3∃∋−8,∋(∃ 4&−+0∃0)∋−+∋0),∃(52∋3∃,∋3∃.+/04∋4&−+0∃.+/0
,∋3∃)+:∃:∋,)+.∃3∋0),∋4&(∋−8,∋(∃(∋(3∃52∋(∋∋%∋,.∋∗,∋0)∋∃.3+∋0)∋(&8,&:∋∋4&,∋(
3+92∃3 52∋ ∋3,∋()& 4∋ 3∃∋;∃3∋−∃0∃ .&0),∃ 3∃( ,1.)+.∃( ∋(),+.)+:∃(4∋ 3∃ &−8∋)∋0.+∃3∃
0&,−∃ ,∋(23)∃ ∃83+.∃ ∃ )&4∃ 8∋,(&0∃∗=(+.∃ & %2,=4+.∃ 52∋ ,∋∃3+.∋ .2∃352+∋, ∃.)+:+4∃4 ∋0 ∋3
),1∗+.& .&−∋,.+∃3 .&0 +04∋8∋04∋0.+∃ 4∋(2 )∃−∃Η& ; 4∋ (2 ∗&,−∃ ∃− ∋( +,,∋3∋:∃0)∋ ∃
∋∗∋.)&(4∋3∃ ∃83+.∃.+/04∋ 3∃ ∋;.&0),∃ 3∃( ,1.)+.∃(∋(),+.)+:∃(4∋ 3∃&−8∋)∋0.+∃ ∋3 7∋.7&
4∋52∋3∃∃.)+:+4∃4(∋∃,∋∃3+Φ∃4∃8&,20∃∋−8,∋(∃4∋3(∋.)&,8Θ
∃,∃ ∋∗∋.)&( 4∋ 3∃ 4∋3+−+)∃.+/0 4∋ 3∃ .∃2(∃34∋ ∋>83&)∃.+/04∋ 20∃ (+)2∃.+/0 4∋ 4∋8∋04∋0.+∃
,∋(23)∃ +−8&,)∃0)∋ .&0.∋4∋, −6,+)& ∃ 3∃( .&0(+4∋,∃.+&0∋(52∋∃,)∃  ∃291 &∗,∋.∋ .2∃04&
(∋Η∃3∃ 52∋ ∋0 20∃ ∋.&0&−=∃ −&4∋,0∃ 3∃ −∃;&, 8∃,)∋ 4∋ 3∃( ∋−8,∋(∃( 4∋8∋04∋0 7∃()∃ .+∋,)&
820)&4∋ &),∃(8∃,∃ (2(2 ∋37∋.7& 4∋52∋20∃ ∋−8,∋(∃(∋ ∋0.2∋0),∋
∋0(+)2∃.+/04∋ 4∋8∋04∋0.+∃4+.∋3∃∃2)&,∃0&∋(∋0(= ,∋8,&.7∃3∃−∋4+4∃∋0 52∋3∃
∋−8,∋(∃.&08&4∋,,∋3∃)+:&4∋−∋,.∃4&∃ 3∃−+(−∃&4+(.,+−+0∃04&∃∋(∋
.3+∋0)∋&8,&:∋∋4&,∃4∋8∋04∋0.+∃:+∋0∋.∃,∃.)∋,+Φ∃4∃8&, ∋37∋.7& 4∋52∋ ∋3(2%∋)&8∃(+:&4∋
3∃,∋3∃.+/0 .∃,∋.∋ 4∋ ∃3)∋,0∃)+:∃( (2∗+.+∋0)∋( ;:+∃ ∋0 ∋3 −∋,.∃4& ∋0.2∋()+/08∋,& ∃4∋−1(
6()∃ 4∋.32;∋ (2 ∋>+()∋0.+∃ ∋0 .∃(&( 4∋ −∋,& 8∋3+9,& 4∋
4∋8∋04∋0.+∃&4∋∃.2(∃.+&0∋((+0−∃;&,∗204∃−∋0)&292
∋(23)∃ +0.2∋()+&0∃  52∋ 3∃.&,,∋.)∃ 4∋3+−+)∃.+/0 4∋3 −∋,.∃4& ,∋3∋:∃0)∋ ∃452+∋,∋ ∋(8∋.+∃3
+−8&,)∃0.+∃  ∋0  ∋3  −&−∋0)&  4∋ 4∋)∋,−+0∃,  3∃  ∋>+()∋0.+∃  4∋  ∃3)∋,0∃)+:∃(  (2∗+.+∋0)∋(  ∋0  ∋3
−∋,.∃4&;∃ 52∋ .&−&(∋ 7∃∃820)∃4& ∋()∃(∃3)∋,0∃)+:∃( 4∋ (∋,3&∋0∋3 −∋,.∃4& ,∋3∋:∃0)∋
4∋52∋(∋),∃)∋2∃0)& −∃;&,∋(∋3 −∋,.∃4&4∋ ∋(∋8,&42.)&−∃;&,∋((&03∃( 8&(+
290 Arts. 6-7, Ley contra las Prácticas Restrictivas de la Competencia, Alemania, 1956.
291 Zabaleta, op. cit., p. 211.
292 Ibidem, p. 214.
∃3)∋,0∃)+:∃∋0 ∋3 −∋,.∃4& ;∃.2∃0)& −∋0&, (∋∃ ∋3 0Θ−∋,& 4∋8,&42.)&( 52∋
4∋ +0.32+,(∋ ∋0 ∋3−∋,.∃4& ,∋3∋:∃0)∋ −∃;&,∋( (&0 3∃( 8&(+ 4∋ 8&4∋, ∃∗+,−∃, 3∃
∋>+()∋0.+∃4∋ 20∃ ,∋3∃.+/0 4∋ 4∋8∋04∋0.+∃ &,(2 8∃,)∋ ∋3 −∋,.∃4& ,∋3∋:∃0)∋9∋&9,1∗+.&∋()1
.&0()+)2+4&8&, ∋3∋(8∃.+& ∋0∋3 52∋(∋ &∗∋,)∃∋38,&42.)&&8,&42.)&(∋0 .2∋()+/0; 4∋0),&4∋3
.2∃3  &8∋,∃  3∃ +0)∋,.∃−
−∋,.∃4& ,∋3∋:∃0)∋ ∋0.2∋0),∃ (2(3=−+)∋( 4&04∋ 8&, ,∃Φ/0 4∋ 3∃ 4+()∃0.+∃ 3&( ∃3)&( .&()∋( 4∋
),∃0(8&,)∋,∋42.∋03∃+0)∋,.∃−
!∀#01∃2, %
∃0)& 3∃ 4&.),+0∃ .&−&3∃( 3∋9+(3∃.+&0∋( 4∋ (8∃Η∃ ∋0∋Φ2∋3∃ ∋,Θ ;2+Φ∃.&+0.+4∋0 ∋0
(∋Η∃3∃, ∋()∋ )+8& 4∋ .&042.)∃( .&−& Ε∃.)&( 4∋ ∋09∃Η&Γ ∋(8∋.=∗+.&( 52∋ 8&, (2 ,∋.2,,∋0.+∃
,∋.+),∃)∃−+∋0)& ∋(8∋.+∃3 ∋0 3∃ 4+(.+83+0∃ ∃ ∋; ∋(8∃Η&3∃ 4∋ &−8∋)∋0.+∃ ∋(3∋∃3 4∋∗+0∋
.&−&)∃3∋(3&((+92+∋0)∋(?
+ ∃  ∋0),∋9∃  4∋  &
,∋82)∃,104∋(3∋∃3∋(.2∃04&8&,3∃(.+,.20()∃0.+∃(∋052∋(∋,∋∃3+.∋08&09∃0∃3.&0(2−+4&,∋0∋3
.&−8,&−+(&4∋.&0),∃)∃,3∃8,∋()∃.+/08,+0.+8∃3
++ ∃ &∗∋,)∃4∋ .2∃352+∋, .3∃(∋ 4∋ :∋0)∃%∃ & 8,+−∃ 8∃,∃ ∋3 .∃(& 4∋ 52∋ (∋ .&0),∃)∋ 3∃ 8,∋()∃.+/0
8,+0.+8∃3 (∋ ,∋82)∃,1 4∋(3∋∃3 .2∃04&+042Φ.∃ & 82∋4∃ +042.+, ∃3 .&0(2−+4&, ∃ ∋,,&, ∃.∋,.∃4∋3
0+:∋34∋8,∋.+&(4∋&),&( 8,&42.)&(& (∋,:+.+&(4∋3 −+(−&∋()∃&.2∃04&3∋4+∗+.23)∋
9,∃:∋−∋0)∋  3∃  ∃8,∋.+∃.+/0  4∋3  :∃3&,  ∋∗∋.)+:&  4∋  3∃  &∗∋,)∃  &  (2  .&−8∃,∃.+/0  .&0  &∗∋,)∃(
∃3)∋,0∃)+:∃(()∃(Θ3)+−∃(.+,.20()∃0.+∃((∋8,∋(2−+,10:∋,+∗+.∃4∃(.2∃04&∋3.&()∋∋∗∋.)+:&4∋3∃
:∋0)∃%∃∋>.∋4∃4∋352+0.∋8&,.+∋0)&4∋38,∋.+&4∋3∃8,∋()∃.+/08,+0.+8∃3
+++ ∃(2 .&0.32(+/04∋20.&0),∃)&∃3∃∃.∋8)∃.+/04∋8,∋()∃.+&0∋((283∋−∋0)∃,+∃(
52∋0&92∃,4∋0,∋3∃.+/0.&0∋3& 4∋)∃3.&0),∃)& (∋,∋82)∃,14∋(3∋∃3.2∃04&.&0.2,,∃∃3920∃
4∋3∃(.+,.20()∃0.+∃(8,∋:+()∃(∋0∋3∃8∃,)∃4&∃0)∋,+&,
&−&  (∋  ∃8,∋.+∃  4∋  3∃  (+−83∋  3∋.)2,∃  4∋ 3&(  (282∋()&(  ),∃0(.,+)&(  ∋(  .3∃,&  52∋  ∋3  +0)∋,6( 
8,∋8&04∋,∃0)∋52∋(∋)2)∋3∃∋(∋3 4∋3&(.&0(2−+4&,∋(∃3&,+∋0)∃,(∋∃∋:+)∃,52∋(∋∃0:=.)+−∃(4∋
8,1.)+.∃(∋09∃Η&(∃(+0∋−83+.∃4&∋03∃02∋:∃:+(+/04∋3∃
.&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃3 3∃ 8,&)∋..+/04∋ 20& 4∋ 3&( +0)∋,∋(∋( (∋ ),∃42.∋ ∋0 3∃ 4∋3&( &),&( 4&(
+0:&32.,∃4&(  ∃  (∃
.&0.2,,∋0.+∃& ∃0)∋,+&, ∋( )∃0 (+−83∋ .&−&3&∋( ∃(2−+, 52∋ .2∃04&20.&−8∋)+4&,∃3.∃0Φ∃
:∋0)∃%∃(  +3∋9∃3∋(  ∋09∃Η∃04&  ∃  3&(  .&0(2−+4&,∋(  )∃−
.&−8∋)+4&,∋(52∋∋0(2∃.)2∃.+/0(∋∃%2()∃0∃3∃3∋;
0∋3 .∃(& 4∋3∃3∋9+(3∃.+/0−∋>+.∃0∃ ∋(3∃ ∋; #∋4∋,∃34∋,&)∋..+/0∃3 &0(2−+4&,ΙΑ 3∃52∋
∋()∃,∋3∃.+&0∃4∃( ∃∋()∋ )+8& 4∋8,1.)+.∃( ∋()∃ .&−&0&,−∃ 9∋0∋,∃3
52∋  ∋(  &
.&−∋,.+∃3∋(.&∋,.+)+:&( ; 4∋(3∋∃3∋(∃(= .&−& .&0),∃ 8,1.)+.∃(;.312(23∃( ∃ +−82∋()∃(
∋0∋3∃
&()∋,+&,−∋0)∋∋0(2∃,)+.23∃4&3∃8,&8+∃∋;.&0(+90∃&
8,&:∋∋4&,∋(∋03&(∃,)=.23&(≅∆∃Β4∋4+.7&.2∋,8&0&,−∃)+:&52∋ ,∋(2−+4∃−∋0)∋4∋)∋,−+0∃0
52∋ ∋0 3&( ∃020.+&( 4∋ &∗∋,)∃( ; 8,&−&.+&0∋( 4∋  +04+.∃,(∋ 3∃( .&04+.+&0∋( ∃(= .&−& ∋3
83∃Φ& 4∋  42,∃.+/0  &  ∋3  :&32−∋0  4∋  3&(
∃.,∋4+)∃,(∋ (&3+.+)24 4∋ 3∃ ∃2)&,+4∃4 + 0& (∋ ∗+%∃ 83∃Φ& 0+ :&32−∋0 (∋ 8,∋(2−∋52∋(&0
+04∋∗+0+4&(7∃()∃52∋ (∋ 7∃9∃ 4∋3 .&0&.+−+∋0)& 8Θ 3∃ ,∋:&.∃.+/0 4∋ 3∃ 8,&−&.+/0& 4∋ 3∃
&∗∋,)∃4∋−&4&(2∗+.+∋0)∋;8&,3&(−+(−&(−∋4+&(4∋4+∗2(+/0;)&4&.&0(2−+4&,52∋,∋Θ0∃3&(
,∋52+(+)&(,∋(8∋.)+:&()∋04,14∋,∋.7&∃3∃∃452+(+.+/042,∃0)∋∋383∃Φ&8,∋:+∃−∋0)∋4∋)∋,−+0∃4&
&∋0)∃0)&∋>+()∃4+(8&0+
!∀&
&(  ∃.)&(  ∃0∃3+Φ∃4&(  ∋0 ∋()∋  ,2
8&36−+.&(4∋.2∃0)&( .&0∗&,−∃03∃ 4+(.+83+0∃4∋ 3∃.&−8∋)∋0.+∃4∋(3∋∃3∋9Θ03∃ ∋;∋(8∃Η&3∃
4∋∋∗∋0(∃4∋3∃&−8∋)∋0.+∃Ι≅(&0∃.)&(4∋+−+)∃.+/0(∃0.+&0∃
+ ∃  +−+)∃.+/0  4∋  8,∋()∃.+&0∋(  ∋  +0+.+∃)+:∃(  ∋−8,∋(∃,+∃3∋(  ∃%∋0∃(  ∋(  3+
∃−8∃,∃4∃(8&,204∋,∋.7&4∋∋>.32(+:∃,∋.&0&.+4&8&,3∃∋;
++ &&4∋8,∋()∃.+&0∋(4∋20)∋,.∋,&(∋,∋82)∃,1 4∋(3∋∃3.2∃04&,∋(23)∋ +4/0∋∃
8∃,∃9∋0∋,∃,3∃ ∃(&.+∃.+/08&, 8∃,)∋4∋3&( .&0(2−+4&,∋(,∋(8∋.)& ∃3∃8,∋()∃.+/0 &.&−8&,)∋ 20
∃8,&:∋.7∃−+∋0)&  +04∋
+04+.∃4&(  ,+∋(9&(  4∋  ∃(&.+∃.+/0  &  4∋  ∃8,&:∋.7∃−+∋0)&  4∋  3∃  ,∋82)∃.+/0  ∃%∋0∃  ∋>.32;∋  3∃
4∋(3∋∃3)∃44∋3∃8,1.)+.∃
+++ (+−+(−&  )∋04,1  3∃  .&0(+4∋,∃.+/0 4∋  4∋(3∋∃3  3∃  +−+)∃.+/0  (+()∋−1)+.∃  4∋  3∃(  8,∋()∃.+&0∋(  ∋
+0+.+∃)+:∃(  ∋−8,∋(∃,+∃3∋(  4∋  20  .&−8∋)+4&,  .2∃04&  4+.7∃  ∋(),∃)∋9+∃  (∋  7∃33∋  4+,∋.)∃−∋0)∋
∋0.∃−+0∃4∃∃+−8∋4+,2& ∋0∋3 −∋,.∃4&;∋>.∋4∃4∋3&52∋(∋9Θ03∃(
294 Art. 11, Ley 3/1991, 10 de Enero, de Competencia Desleal.
.+,.20()∃0.+∃(82∋4∃,∋82)∃,(∋20∃,∋(82∋()∃0∃)2,∃34∋3−∋,.∃4&
&, (2 8∃,)∋ 3∃ 3∋; 8∋,2∃0∃4∋ .&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃3 ∋()∃  ∃3 ,∋(8∋.)& 52∋ (∋ .&0(+4∋,∃,1
4∋(3∋∃3 3∃ +−+)∃.+/0 (+()∋−1)+.∃ 4∋ 3∃( 8,∋()∃.+&0∋( +0+.+∃)+:∃( ∋−8,∋(∃,+∃3∋( 4∋ 20 )∋,.∋,&
.2∃04&4+.7∃∋(),∃)∋9+∃(∋7∃33∋4+,∋.)∃−∋0)∋∋0.∃−+0∃4∃∃+−8∋4+,2&∃∗+,−∃.+/0
∋0∋3−∋,.∃4&;∋>.∋4∃4∋3&52∋(∋9Θ03∃(.∃,∃.)∋,=()+.∃(82∋4∃,∋82)∃,(∋.&−&20∃ ,∋(82∋()∃
0∃)2,∃3∃∃5263
 ()∋ ∋( 20 (282∋()& 8&.& ∋>83&,∃4&8&, 3∃ )∋&,=∃ 8∋,& 52∋ &∗,∋.∋ 20 ∃−83+& −∃,9∋0 8∃,∃ ∋3 
∃013+(+(; ∋3 4∋ 03&( 8∃=(∋( 52∋ 0&.2∋0)∃0.&0 ∋()∋ )+8&4∋ 4+(8&(+.+&0∋( ∋3∋()24+&4∋
(282∋()&( 4∋ ∋()∋ )+8& (∋ 9∋0∋,∃ 3∃ 32Φ 4∋ 3∃ .312(23∃ 9∋0∋,∃3 4∋ .&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃3∀(+0
∋− ∋3 60∗∃(+( .∃(2=()+.& .&0 52∋ ∋()∃( .&042.)∃( 7∃0 4∋ (∋, ∃0∃3+Φ∃4∃( :∋−&( .&0
8&.∃(8&(+ 52∋∋0 3∃ 8∋,(8∋.)+:∃4∋ 02∋(),& 8∃=(20 ∃(20)& .&0∋()∋8∋,∗+3824+∋,∃(∋,
(∃0.+&0∃4& (+0 ∋>+()+, 20∃ 0&,−∃ ∋>8,∋(∃−∋0)∋ ∃83+.∃ 3 820)& −∋423∃, ∃ 4+32.+4∃, ∋0 ∋3
∃013+(+(4∋∋()∋ (282∋()& ∋( ∋3 4∋ 4∋∗+0+, 4&04∋ ; (+ ∋( 52∋ 8,&.∋4∋(∃0.+&0∃,3∃+−+)∃.+/04∋
+0+.+∃)+:∃(.&−∋,.+∃3∋(0&),∃(8∃3∃(+Ε.&8+∃,Γ& Ε(∋92+,Γ.+∋,)∃( 4∋.+(+&0∋(&∋(),∃)∋9+∃(
∋−8,∋(∃,+∃3∋(4∋
∃4&8)∃,∋()∋ )+8& 4∋ 4∋.+(+&0∋( 52∋ (∋ ∋0)+∋04∋0 .&−& Ε0&,−∃3∋(Γ ∋0 20 ∃−  4∋ 3+
−∋,.∃4&
∗∃:&, 4∋ 3∃ 8&()2,∃ 4∋ 3∃ 0& ,∋923∃.+/0 4∋ +0:&.∃,(∋ ∃,92−∋0)&( 8&, 4∋−1( .∃)∋9/,+.&(
0∋.∋(+4∃44∋52∋ ∋>+()∃3+8∃,∃52∋3&( ∃9∋0)∋(∋.&0/−+.&(∃.)Θ∋0∋0∗&,−∃
∋∗+.+∋0)∋;∃ 52∋ 3∃&∗∋,)∃ 4∋ 8,&42.)&( ;(∋,:+.+&( ∋()∃ .&−8∋)∋0.+∃9∋0∋,∃ 8∃,∃ 3&(
.&0(2−+4&,∋(∃4∋−1(4∋−&)+:∃,+00&:∃.+/0 ;8∋,∗∋..+&0∃−+∋0)& 4∋3∋%∋,.+.+&∋−8,∋(∃,+∃30
∋()∋.&0)∋>)&4∋52∋(+ ∋(.+∋,)& ∋3,∋.&0&.+−+∋0)& 4∋4∋,∋.7&(∋>.32(+:&(:=∃
3∃8,&8+∋4∃4 +0)∋3∋.)2∃3.&0()+)2;∋20 ∋()=−23&∃ 3∃ .,∋∃)+:+4∃4∋0)6,−+0&(4∋.&−8∋)∋0.+∃ (∋
.&0(),2;∋0 −&0&8&3+&( 52∋ &3∃ 3∃ 4∋ 3∃( ∋−8,∋(∃( ;(&−∋)∋0 ∃3 .&0(2−+4&, ∃3
8,∋4&−+0+&4∋52+∋0∋%∋,.∋ )∃3∋(4∋,∋.7&(∋>.32(+:&(&,3&)∃0)&(+3∃(+0+.+∃)+:∃(;∋(),∃)∋9+∃(
∋−8,∋(∃,+∃3∋(  (∋  .&0:+,)+∋,∃0  ∋0  ∋>.32(+:∃(  &  0&  +−+)∃
)∋,,+)&,+&4∋8,&8+∋4∃48,+:∃4∃52∋+−8&04,=∃.&)&(−2;+−8&,)∃0)∋(∃3∃∃.)+:+4∃4.&−∋,.+∃3∋0
4∋),+−∋0)&4∋3&(8,+0.+8+&(4∋3∃(∃0∃.&−8∋)∋0.+∃;4∋3∃8,&8+∃∋∗+.+∋0.+∃4∋3&(−∋,.∃4&(
∋3  &),& 3∃4&  4∋  52+∋0∋(  ∋()∃,=∃0  ∃  ∗∃:&,  4∋  3∃  ,∋923∃.+/0  ; ( ∃0.+/0 4∋  3∃(  .&042.)∃(  4∋ 
+−+)∃.+/0  4∋  3∃(  +0+.+∃)+:∃( ;  ∋(),∃)∋9+∃(  ∋−8,∋(∃,+∃3∋(  (∋  4∃  20∃  +4∋0)+4∃4  83∋0∃  .&0  3&(
8,+0.+8+&( (& 3&( 52∋ 4∋(.∃0(∃ 3∃ 8,&8+∋4∃4+0)∋3∋.)2∃3 ∋0 ∋3 (∋0)+4& 4∋ 52∋ 3∃ .,∋∃)+:+4∃4
4∋8,+:+3∋9+∃4∃;,∋.&−8∋0(∃4∃.&−& (&.+∃38&, ∋0.+−∃4∋ .2∃352+∋,&),∃8&()2,∃2
&0&(∋, ∃(=3∃ .,∋∃)+:+4∃4(2∗,∋ 20.3∃,&4∋(∋()=−23&52∋∋0∋3−∋4+∃0&83∃Φ& 9∋0∋,∃
+0.∋,)+42−
∋  7∋.7&  ∋(  6()∃  20∃  8&(+.+/0  52∋  8,∋)∋04∋  ,∋+:+04+.∃,  ∋0  8,+−∋,  83∃0&  ∃  3&(  02∋:&(
∋−8,∋04∋4&,∋( 0&,−∃3−∋0)∋ ∋−8,∋(∃( 8∋52∋Η∃( 52∋ 8&, :+,)24 4∋ ∋()∋ )+8&4∋ ,∋923∃.+/0
82∋4∋0−∃0)∋0∋,20.+∋,)&0+:∋34∋∋>.32(+:+4∃4;0&(∋,8,∋(∃∗1.+34∋3&(9,∃04∋(.∃8+)∃3∋(52∋
)&−∃03∃+4∋∃8∃,∃4+(∋−+0∃,3∃;,∋0)∃
3 .∃(& 52∋ (∋ ,∋∗+∋,∋ .&0)+02∃.+/0 82∋4∋ +32(),∃, ∋3 ∃3.∃0.∋ 4∋ ∋()∋ )+8& 4∋ 8,&7+ 
28&09∃−&(52∋ 20∋()∃4∋.+∋,)&)+8& .&−&8&4,=∃ (∋,20 4∋.+4∋∃7&,,∃,(∋
3&( .&()&( 52∋ +−83+.∃ ,∋∃3+Φ∃, 20∋()24+& 4∋ −∋,.∃4& 8∃,∃ 4∋.+4+, ∋0 52∋ 3&.∃3+4∃4∋( 4∋ 20∃
.+24∃42 (2.2,(∃3∋( ;(+−83∋−∋0)∋ (∋∃)+∋0∋∃ +−+)∃, 3∃( ∋3∋9+4∃( 8&, 20.&−8∋)+4&, 8∃,∃
∋(∋ ∗+0 ∃,∃ (∋3∋..+&0∃, 20∃ 2  4∋ ∋()∋ )+8& ∋( .3∃,& 52∋ (∋ ,∋52+∋,∋0 ∋()24+&( 52∋
∋:∃3Θ∋0  3∃  .&0:∋0+∋0.+∃  4∋  3∃  2
8&∋30+:∋3 4∋∃.)+:+4∃4 ∋−8,∋(∃,+∃3∋3 8&)∋0.+∃34∋ .,∋.+−+∋0)&4∋ 3∃Φ&0∃
∋).  4∋  −∃0∋,∃  52∋  ∃8∋9104&(∋  (+−83∋−∋0)∋  ∃  3∃  92=∃  4∋  3∃(  4∋.+(+&0∋(  )&−∃4∃(  8&,  ∋3
.&−8∋)+4&,(∋3&9,∃20∃7&,,&(+90+∗+.∃)+:&8&,∋3+−+)∃4&,52∋)+∋0∋3∃.∋,)∋Φ∃4∋∋()∃,)&−∃04&
4∋.+(+&0∋(∃4∋.2∃4∃(
0∋()∋.∃(&∋08∃,)+.23∃,.&0∗&,−∋∃3∃3∋;∋(8∃Η&3∃;3∃8∋,2∃0∃3∃,∋8∋)+.+/04∋∋()&(∃.)&((∋
)∋04,=∃52∋+0)∋,8,∋)∃,.&−&20(+()∋−1)+.& ∃8,&:∋.7∃−+∋0)&4∋3∋(∗2∋,Φ&∃%∋0&52∋:∃−1(∃331
4∋3&52∋(∋,=∃ 20∃,∋(82∋()∃0∃)2,∃3 4∋−∋,.∃4&∋(4∋32∋9&52∋∋3+−+)∃4&,)∋04,=∃∃(2∗∃:&,
∋3∃,92−∋0)&4∋+0:&.∃,.&−&Ε0∃)2,∃3Γ 3∃,∋∃..+/04∋ &∗,∋.∋,∃3.&0(2−+4&,&8.+&0∋(2
∋03∃−+(−∃Φ&0∃ ∃∗+04∋ 0&.∋4∋,)∃3∋(∋(8∃.+&(∃3.&−8∋)+4&,(+0∋−∃013+(+(
(∋,+&)∋04,=∃52∋,∋.&0&.∋,52∋∋020.+∋,)& 8∋,+&4&3∃Θ0+.∃ ∗&,−∃4∋%2()+∗+.∃,)∃3 8,&.∋4∋,
(∋,=∃  4∋−&(),∃04&  52∋  ∋3  (∋Η∃3∃4&  .&−&  +−+)∃4&,  7∃  )&−∃4&  )∃−
+0.2,(+&0∃,8&,.2∋0)∃;∋(∗2∋,Φ&8,&8+&∋0Φ&0∃(∋052∋∋3.&−8∋)+4&,+−+)∃4&0&3&7∃7∋.7&
),&∋%∋−83& 52∋ (+,:∋ 8∃,∃ .∃,∃.)∋,+Φ∃, ∋()∋ )+8& 4∋ +0∗,∃..+&0∋( ∋( ∋3 .&0)∋−83∃4& 8&, 3∃
3∋9+(3∃.+/0.+:+3 ∃,9∋0)+0∃ 3∃ .2∃38,&7= 52∋ ∋3 ∃,,∋04∃4&, 4∋()+0∋∃3 +0−2∋−∃)∋,+∃ 4∋20
∃,,∋04∃−+∋0)&∋0 ∗&,−∃+0−∋4+∃)∃ ∃3∃ .&0.32(+/04∋3 .&0),∃)&∃3−+(−&9+,&52∋∋>83&)∃∋3
∃,,∋04∃)∃,+& ∃ +0)∋0.+/0 ∋( ∋:+)∃, 52∋∋3 ∃,,∋04∃4&, 8,∋)∋04∃ +0%2()∃−∋0)∋ 4∋3
∋(∗2∋,Φ&;,∋(23)∃4&(∃3.∃0Φ∃4&(8&,∋3∃,,∋04∃)∃,+&∃),∃:6(4∋3(+−83∋∋>8∋4+∋0)∋4∋8∋4+,3∋∋3
3&.∃3∃,,∋04∃4&;4∋()+0∃,3&∃&8∋,∃,20∃0∋9&.+∃.+/0.&0∋3−+(−&9+,&.&03&52∋∋(.3∃,&52∋
∋3 8,&8+∋)∃,+& 4∋3 3&.∃3 ∋()∃,=∃ Ε2(2,8∃04&Γ 8∃,)∋ 4∋ 3∃ .3+∋0)∋3∃∃(+42∃ 3∃ 0∋9&.+∃.+/0 4∋3
∃,,∋04∃)∃,+&
(+−8&,)∃0)∋ (∋Η∃3∃,52∋ ∋3(282∋()&∃0∃3+Φ∃4& &,+∋0)∃4& ∃ 3∃ 8,1.)+.∃.204∋ ∋0 ∋%∋−83&( 3&
52∋ ∋0∗∃)+Φ∃ (2 ,∋3∋:∃0.+∃ ∋0 ∋3 .∃−8& 4∋ 3∃ .&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃3 ∃ 8,∋(∋0.+∃ 4∋ ∋−8,∋(∃(
Ε(∋92+4&,∃(Γ ∋( 20∃ ,∋∃3+4∃4 )∃09+ ∋0 ∋3 −∋,.∃4& 3∃( .2∃3∋( (+()∋−1)+.∃−∋0)∋ +−+)∃0(+0
23)∋,+&,∋(.&0(+4∋,∃.+&0∋(∃3∃ ∗+,−∃3=4∋,∋0 204∋)∋,−+0∃4&.∃−8&(∃ 4∋∃0)∋−∃0&52∋
)∃3∋(∋(),∃)∋9+∃( ;4∋.+(+&0∋( 7∃0(+4&(&8∋(∃4∃( ∃0∃3+Φ∃4∃(;8,& 52∋ (&0,∋(23)∃4& 4∋
20∃  +−8&,)∃0)∋  +0:∋,(+/0  4∋  ,∋.2,(&(  ∃(  −+(−∃(  (2∋3∋0  9∋()∃,(∋  ∋0  ,∋3∃.+/0  ∃  )+8&  4∋
82 ; −∋4+&( ∋−83∋∃4&( 3∃0Φ∃−+∋0)& 4∋ 02∋:&( 8,&42.)&( )+8&( 4∋ −∃,.∃( ∋3∋9+4∃(
2 3&.∃3∋( ∋(),∃)∋9+∃(4∋ .&−∋,.+∃3+Φ∃.+/08,&−&.+&0∋(; &∗∋,)∃( ; 4∋−1(8,1.)+.∃(
∋052∋ 3∃ +−+)∃.+/0 (∋ :2∋3:∋ 20∃ ∗&,−∃ 8∃,∃(+)∃,+∃ 4∋ ∋%∋,.+.+& ∋−8,∋(∃,+∃3 ∃,∃ ∋()∋ )+8& 4∋
.∃(&(3∃ ∋>+()∋0.+∃4∋ ∋()∋ (282∋()&4∋ .&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃38∃,∋.∋20,∋−∋4+&+0)∋,∋(∃0)∋ 52∋
02∋(),∃3∋9+(3∃.+/04∋
!∀) &&.
()∋  ∋(  &),&  4∋ 3&(  (282∋()&(  52∋  .&0(+4∋,&  3+04∃0  .&0  3∃  8,&8+∋4∃4  +042(),+∃3  8∋,&  52∋
∗+0∃3−∋0)∋ 8&, 3∃ ∃−83+)24 4∋ (2 .∃(2=()+.∃,∋.3∃−∃ 329∃, ∋0 3∃ 4+(.+83+0∃ 4∋ 3∃ .&−8∋)∋0.+∃
4∋(3∋∃3 ∋(4∋32∋9& ∋>+()∋ 20 83∃0& 4∋ (28∋,8&(+.+/0 .&0 3∃( 7+8/)∋(+( 4∋ 2(& +3∋9∃3 4∋20∃
−∃,.∃0&,−∃3−∋0)∋ ,∋923∃4&(8&, 3∃(3∋;∋(4∋ 8,&8+∋4∃4+042(),+∃3 ;52∋ ,∋(8&04∋0 ∃3−+(−&
& 52∋ 0& ∋(&),& 52∋8,∋(∋,:∃, 3∃4+()+0)+:+4∃4 4∋ 3&( (+90&(+4∋0)+∗+.∃4&,∋( ;∋0
∗&,−∃+07∋,∋0)∋3∃,∋82)∃.+/04∋3.&−∋,.+∃0)∋)+)23∃,
0)6,−+0&(4∋3∃3∋9+(3∃.+/0∋(8∃Η&3∃,∋8,∋(&,∃4∋3∃.&−8∋)∋0.+∃4∋(3∋∃3(∋.&0(+4∋,∃.&−&)∃3
∋3  ∃8,&:∋.7∃−+∋0)& +04∋
+042(),+∃3.&−∋,.+∃3&8,&∗∋(+&0∃3∃452+,+4∃8&,&),&∋0∋3−∋,.∃4&
&, (2 8∃,)∋ 3∃ 3∋; 8∋,2∃0∃ 4∋ 3∃ −∃)∋,+∃  ,∋82)∃ 4∋(3∋∃3 ∋3 ∋−83∋& & +−+)∃.+/0 4∋ (+90&(
4+()+0)+:&(  ∃%∋0&(  ∃(= .&−&  ∋3  ∋−83∋&  4∋  ∋)+52∋)∃(  ∋0:∃(∋(  ,∋.+8+∋0)∋(  2  &),&(  −∋4+&(  4∋
+4∋0)+∗+.∃.+/052∋∋0∋3−∋,.∃4&4∋∃(&.+∋0.&020)∋,.∋,&
0∃8,+−∋,∃.&0(+4∋,∃.+/052∋,∋(23)∃8∋,)+0∋0)∋ ∗&,−23∃,∋(3∃.&0(+()∋0)∋∋0.2∋()+&0∃,(+∋()∃
.∃2(∃3 0& )∋04,=∃ 52∋ ∗&,−∃, 8∃,)∋ 4∋ 3∃ −1( ∃−83+∃ 4∋∗+0+4∃ ;∃.&−& Ε∃.)&( 4∋ .&0∗2(+/0Γ
∋(4∋ −+ 820)& 4∋ :+()∃ 3∃ .∃)∋9&,=∃4∋ Ε∋>83&)∃.+/0 4∋ ,∋82)∃.+/0∃%∋0∃Γ ∋( (2∗+.+∋0)∋−∋0)∋
−∋,+)&,+∃.&−&8∃,∃,∋.+),∃)∃−+∋0)&+04+:+42∃3(+08&,∋33&4∋%∃,4∋.&0(+4∋,∃,52∋.&−8∃,)∋
),&0.&.&−Θ0.&03&(Ε∃.)&(4∋.&0∗2(+/0Γ∋7∋.7&∋0∋()∋∃8∃,)∃4&.∃∃3920∃
3&((282∋()&(;∃.&0(+4∋,∃4&(,∋3∃)+:&(∃2(&;,∋9+(),&0&∃2)&,+Φ∃4&(4∋0&− 
∋0  9∋0∋,∃3  4∋  .2∃352+∋,  )+8&  4∋  +4∋0)+∗+.∃4&,  ∋−8,∋(∃,+∃3 52∋  ∋(  2(2,8∃4&  &  +−+)∃4&  8∃,∃ 
+0:∋()+,(∋  4∋ 3&(  :∃3&,∋(  52∋  4+.7&  +4∋0)+∗+.∃4&,  .&−8&,)∃  0  ∋()∋  −+(−&  0+:∋3  8&4,=∃−&(
2  Γ  52∋  )∃−
∃8,&:∋.7∃−+∋0)&4∋3∃,∋82)∃.+/0∃%∋0∃
3∃32Φ4∋3∃ 8,1.)+.∃∋(.3∃,&52∋∋>+()∋0.∃(&(∋03&(52∋∋3,69+−∋0)2)∋3∃, 4∋−∃,.∃(,∋(23)∃
+0(2∗+.+∋0)∋8∃,∃8,&)∋9∋,;8,∋:∋0+,(+)2∃.+&0∋(4∋(3∋∃3∋(4∋∋>83&)∃.+/04∋3∃,∋82)∃.+/0 8&,3&
52∋.&0)∃,.&0 .&0.∋8)&(4∋−∃;&,∃−83+)24∗∃.+3+)∃3∃4∋∗∋0(∃4∋3&(8,+0.+8+&(4∋.∋,)+42−
(& 3&(52∋ 4∋(.∃0(∃ ∋3 (+()∋−∃ &, ∋%∋−83& −2.7&( (&0 3&( .∃(&( ∋0 3&( 52∋∃ ),∃:6( 4∋
∃(&.+∃.+&0∋(−∃3+.+&(∃(&∗∃3(∃((∋ 2)+3+Φ∃&+0:&.∃ ∋30&−4∋20∃8∋,(&0∃.&−&−∋.∃0+(−&
8∃,∃52∋∃8,&:∋.7∃04& (2,∋82)∃.+/0(∋3&9,∋3∃:∋0)∃ 4∋8,&42.)&(&(∋,:+.+&(2.7∃(:∋.∋(
∋3 ,69+−∋0 4∋ −∃,.∃( ∋( +0(2∗+.+∋0)∋8∃,∃ 4∋−∃04∃, ∋()∃ 8,1.)+.∃ 7∃ .2∋0)∃ 4∋ 52∋ 3&(
0&−
∋0)+4∃4∋(∃%∋0∃(∃3&(−+(−&(
0∋3.∃(&4∋02∋(),&8∃=(8&4∋−&(.&0(+4∋,∃,52∋3&(Θ0+.&((282∋()&(.3∃,∃−∋0)∋&,+∋0)∃4&(∃
8,∋(∋,:∃, 3∃ ,∋82)∃.+/0 .&−& :∃3&, ∋−8,∋(∃,+∃3 (&0 3∃( 0&,−∃( )2)∋3∃,∋( 4∋ (+90&( 4+()+0)+:&(
−1( 3∃( ∃)+0∋0)∋( ∃3 33∃−∃4& ∗ / ; 3∃( 52∋ 8,&)∋9∋0 3∃ +−∃9∋0 4∋ 3∃( 8∋,(&0∃( ς;∃
.&−∋0)∃4∃(∋0,∋3∃.+/0 ∃3&( Ε∃.)&(4∋.&0∗2(+/0ΓΥ0∋(∋−+(−&(∋0)+4& 4∋4∋
−∃0∋,∃ 8∃,)+.23∃, ∋3 .∃(& 4∋ 3∃(−∃,.∃( 0&)&,+∃−∋0)∋ .&0&.+4∃( ,∋(8∋.)& 4∋3∃( .2∃3∋( 8&,
4∋∗+0+.+/0(22(&0&∃2)&,+Φ∃4&(∋),∃42.∋∋0 3∃∋>83&)∃.+/04∋,∋82)∃.+/0 ∃%∋0∃( 
52∋  ∋0  ,∋3∃.+/0  ∃  3∃(  −∃,.∃(  0&)&,+∃(  0&  0∋.∋(∃,+∃−∋0)∋  (∋  ),∃)∃  4∋  .∃(&(  ∋0  52∋  ∋>+()∃ 
.&0∗2(+/0 4∃4∃ 3∃ ∋:∋0)2∃3 4+(8∃,+4∃44∋ 3&( 8,&42.)&( & (∋,:+.+&( 4∋3 +0∗,∃.)&, .&0 3&(4∋ 3∃
−∃,.∃ &,+9+0∃3 (+0& 52∋ (∋ ),∃)∃ 4∋ .∃(&( ∋0 52∋ (∋ 82∋4∋ 4∃Η∃, 3∃ ,∋82)∃.+/0 4∋ 3∃−∃,.∃ ;
.∃2(∃,8∋,%2+.+&( ∃3 .&0(2−+4&, 0)∃3∋( .∃(&( (+0 329∃,∃ 424∃( (∋∋>83&)∃+04∋ 3∃
,∋82)∃.+/0∃%∋0∃;8&,∋33&∋(8,&.∋4∋0)∋7∃.∋,,∋∗∋,∋0.+∃∃∋()∋.∃(&∋0∋38,∋(∋0)∋∃8∃,)∃4&
+0∋− +0)∋,∋(∃0)∋ )∋(+(∋0 −∃)∋,+∃4∋−∃,.∃(4+.)∃4∃ 8&,02∋(),&( ),+∃8&,)∃
.,+)∋,+&(,∃Φ&0∃4&(∋0−∃)∋,+∃4∋∃8,&:∋.7∃−+∋0)&4∋3∃,∋82)∃.+/0∃%∋0∃+.7∃)∋(+(ΙΒ(&()+∋0∋
52∋4∋∃.2∋,4&.&0∋3 ∋(8=,+)2(+()∋−∃; 8,&8/(+)&(4∋3∃∋;4∋3∃,&8+∋4∃4042(),+∃33&52∋
295 Amparo en revisión 5442/55. Winthrop Productos Inc. 20 de julio de 1956. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Octavio Mendoza González. Instancia: Segunda Sala; Fuente :
Semanario Judicial de la Federación. Epoca : 5A; Tomo : CXXIX; Página : 185
7∃ 52∋,+4& ∋3 3∋9+(3∃4&, ∋( ∋:+)∃, 52∋ (∋ ∋09∃Η∋ ∃3 8Θ .&0(2−+4&, .2∃04& (∋ 3∋ +042.∋
.,∋∋,  52∋  .&−8,∃  ∃39Θ0  ∃,)=.23&  4∋  20∃  .∃3+4∃4  ∃.,∋4+)∃4∃  (+∋04&  52∋  ∋0  ,∋∃3+4∃4  0& 
.&,,∋(8&04∋∃3∃4∋38,&42.)&∃−8∃,∃4&8&,3∃−∃,.∃4∋52∋(∋),∃)∃8&,3&52∋4∋
52∋∋3∋,,&,&.&0∗2(+/0 ∃52∋ ∃324∋∋3 .+)∃4&8,∋.∋8)& 3∋9∃3∋( ∃52∋3∋052∋∋3)+)23∃,&2(2∃,+&
4∋∃3920∃−∃,.∃∃8,&:∋.7∃8∃,∃(=∋3.,64+)&+042(),+∃3&.&−∋,.+∃30&.,∋∃4&8&,3&(−6,+)&(4∋
(2(8,&8+∃(−∋,.∃4∋,=∃((+0&∋33&9,∃4&8&,&),&(∗∃.)&,∋(∃3&(52∋∋(∃%∋0&
0,∋3∃.+/0∃3∃8,&)∋..+/04∋−∃,.∃(0&)&,+∃(∋(+−8&,)∃0)∋−∋0.+&0∃,.&−&;∃(∋.&−∋0)/∋0
∋3∃8∃,)∃4&.&,,∋(8&04+∋0)∋4∋3.∃8=)23&4∋∋()∋),∃
Β(∋82 ∗+.+∃34∋3∃#∋4∋,∃.+/0∋3∋.,∋)&8&,−∋4+&4∋3.2∃3∋3&09,∋(&
−∋>+.∃0&−&4+∗+./3∃∋;4∋3∃,&8+∋4∃4042(),+∃3∃∗+04∋∃−83+∃,;8∋,∗∋..+&0∃,∋3,69+−∋0
3∋9∃34∋8,&)∋..+/04∋3∃(−∃,.∃( 52∋∃3.∃0Φ∃0∋()∃.∃)∋9&,=∃∋()∃3&(8∃,1−∋),&(8∃,∃
3∃8,&)∋..+/0 3&( 8,&.∋4+−+∋0)&(,∋52+(+)&( ;∃3.∃0.∋( 4∋20∃ 4∋.3∃,∃.+/0 4∋−∃,.∃ 0&)&,+∃∋0
02∋(),&8∃=(
∃,∋∗&,−∃8,∋)∋04∋52∋82∋4∃0.,∋∃,(∋ 3∃(Ε4∋.3∃,∃)&,+∃(4∋−∃,.∃0&)&,+∃−∋0)∋.&0&.+4∃;4∋
−∃,.∃∗∃−&(∃Γ ∋0 ∋3 10+−& 4∋ .,∋∃, ,∋93∃( .3∃,∃(8∃,∃∋3 ,∋.&0&.+−+∋0)& 4∋ 3∃ 0&)&,+∋4∃4 8&,
:=∃ 4∋3 ∃.,∋4+)∃−+∋0)&8,∋:+& ; 4∋ ∗∃.23)∃, ∃30()+)2)& ∋>+.∃0& 4∋ ,&8+∋4∃4 042(),+∃3 8∃,∃
∋−+)+,  4+.7∃(  Ε4∋.3∃,∃)&,+∃(Γ  0  3∃  +0+.+∃)+:∃  (∋  .&0)∋−83∃0  4&(  9,∃4&(  4∋  0&)&,+∋4∃4∀  3∃
),∃4+.+&0∃3 ; 52∋ +−83+.∃ ∋3 .&0&.+−+∋0)&4∋ (∋.)&,∋( 4∋3 8Θ  & 4∋ .=,.23&( .&−∋,.+∃3∋(
∋(8∋.=∗+.&( ; 3∃ ∗∃−∃ 52∋ +−83+.∃ ∋3 .&0&.+−+∋0)& 4∋ 3∃ −∃,.∃ 8&, 8∃,)∋ 4∋ 3∃ −∃;&,=∃ 4∋3
8Θ3∃8,&)∋..+/0∃−83+∃4∃∋.,∋∃2002∋:& .∃8=)23&∋03∃
∋;4∋3∃,&8+∋4∃4042(),+∃34∋0&−+0∃4&Ε∋3∃( −∃,.∃(0&)&,+∃−∋0)∋.&0&.+4∃(;∗∃−&(∃(Γ
.&0)∋0+∋04&3&(∃,)=.23&(ΙΠ
3 +−8∋4+−∋0)&8∃,∃ ,∋9+(),∃, −∃,.∃( 0&)&,+∃−∋0)∋ .&0&.+4∃( 8,&.∋4∋,1 ∋0 .2∃352+∋, .∃(& ∋0
52∋∋32(&4∋3∃−∃,.∃.2;&,∋9+(),&(∋(&3+.+)∃?
i. Pudiese crear confusión o un riesgo de asociación con el titular de la marca
notoriamente conocida; o
ii. Pudiese constituir un aprovechamiento no autorizado por el titular de la marca
notoriamente conocida; o
iii. Pudiese causar el desprestigio de la marca notoriamente conocida; o
iv. Pudiese diluir el carácter distintivo de la marca notoriamente conocida.
∋ 3& ∃0)∋,+&, (∋ 4∋(8,∋04∋ .&0 )&4∃ .3∃,+4∃4 52∋ ∋3 )∋−∃ ,∋3∃)+:& ∃ 8,&)∋..+/0 4∋ −∃,.∃(
0&)&,+∃( ∋0 ∋3 .&0)∋>)& 4∋ 3&(∃.)&( 4∋ .&−8∋)∋0.+∃ 4∋(3∋∃3 82∋4∋ (∋,2  ∋0 4+:∋,(∃(
.∃)∋9&,=∃(2∋4∋4∋(4∋32∋9&+0.32+,(∋ .&−&Ε∃.)&4∋.&0∗2(+/0Γ8&, .2∃0)&∋32(&4∋3∃−∃,.∃
0&)&,+∃8∋,(+92∋∋3∗+04∋∋09∃Η∃,∃3.&0(2−+4&,7∃.+604&3∋(28&0∋,52∋(∋),∃)∃4∋8,&42.)&(&(
(∋,:+.+&( 52∋ (&0 4∋3 −+(−& &,+9∋0 52∋ 3∃ −∃,.∃ 0&)&,+∃2∋4∋0 )∃− (∋, 2 .&−&
Ε∃.)&(4∋4∋0+9,∃.+/0Γ∋03∃−∋4+4∃∋03∃52∋∋3 ∋−83∋&+3∋9∃34∋ 3∃−∃,.∃ 0&)&,+∃ 4∋,+:∋ ∋0
4∋(8,∋()+9+& 4∋ 3∃ −+(−∃∀8∋,& ∗+0∃3−∋0)∋ .&0(+4∋,∃−&( 52∋ ∋3 )∋−∃ 4∋(∋, +0(∋,)∃4& ∋0 ∋3
∃8∃,)∃4& .&,,∋(8&04+∋0)∋ ∃ 3&( ∃.)&( ,∋3∃.+&0∃4&( ∃3∃8,&:∋.7∃−+∋0)& 4∋ 3∃ ,∋82)∃.+/0 ∃%∋0∃
82∋(∋(∋(∋∋3&,+9∋052∋ 4∋)∋,−+0∃∋3∋−83∋&4∋20∃−∃,.∃0&)&,+∃8&,52+∋00&)+∋0∋4∋,∋.7& ∃
7∃.∋,3&∃.&0∗2(+/0;∋3 4∋(8,∋()+9+&(&0 (∋.2∋3∃(4∋ (22(& 8∋,&∋03∃960∋(+(4∋3∃4∋.+(+/0
(∋∋0.2∋0),∃∋34∋(∋&4∋3+0∗,∃.)&,4∋ 4∋3∃,∋82)∃.+/0∗&,−∃4∃8&,∋38,&8+∋)∃,+&4∋
3∃−∃,.∃0&)&,+∃
∋∃.2∋,4& ∃3∃ ,∋∗&,−∃3∃ 4∋.3∃,∃)&,+∃&.2∃352+∋,∃4∋ (2(∃.)2∃3+Φ∃.+&0∋(.&0()+)2;∋020∃.)&
∃4−+0+(),∃)+:& 8&, −∋4+& 4∋3 .2∃3 ∋30()+)2)& 4∋.3∃,∃ .&0 ∋0 3&( ∋3∋−∋0)&( 4∋ 8,2∋
∃8&,)∃4&( 52∋ 3∃( .&04+.+&0∋( 8&, :+,)24 4∋3∃( .2∃3∋( 20∃ −∃,.∃ ∋( 0&)&,+∃−∋0)∋.&0&.+4∃ &
∗∃−&(∃  (2 3    8,∋(2−+,1  (∃3:&  8,2∋
.&0),∃,+&52∋3∃( .&04+.+&0∋(52∋&,+9+0∃,&03∃4∋.3∃,∃)&,+∃& (2(∃.)2∃3+Φ∃.+&0∋((2 8&,
208∋,+&4& 4∋ .+0.&∃Η&( ∃8∃,)+, 4∋3∃ ∗∋.7∃4∋(2∋>8∋4+.+/0∀ ∋0 .&0(∋.2∋0.+∃42,∃0)∋ 4+.7&
8∋,=&4& 4∋ ∃83+.∃, (∋9Θ0 .&,,∋(8&04∃ 3&( +−8∋4+−∋0)&( 8,∋:+()&( ∋0 ∃,)=.23& Ι ∗,∃..+/0
& ∋3 .&0)∋−83∃4&∋0 3∃ ∗,∃..+/0  4∋3∃ ∋; 4∋ 3∃ ,&8+∋4∃4042(),+∃3 4∋ −∃0∋,∃
∋>8∋4+)∃  ∃  4∋.3∃,∃)&,+∃  8&4,1  ∃.)2∃3+Φ∃,(∋  ∋0  .2∃352+∋,  )+∋−8&  ∃  8∋)+.+/0  4∋  52+∋0  )∋09∃
+0)∋,6( %2,=4+.& (+∋−8,∋ 52∋ ∃.,∋4+)∋ 52∋ 3∃( .&04+.+&0∋(52∋ 3∋4+∋,&0 &,+9∋0 (2 ∃ 3∃
∗∋.7∃4∋3∃(&3+.+)24,∋(8∋.)+:∃
La reforma pretendió responder a la necesidad y evolución que la protección de marcas notorias
se ha venido gestando en el mundo. De un primer momento de reconocimiento de las marcas
notorias como categoría legal, que las hizo merecedoras de un apartado especial del Convenio de
París para la Protección de la Propiedad Industrial, muchos son los esfuerzos que en los foros
internacionales se han desplegado para perfeccionar su cobertura e impedir que sean usadas o
apropiadas por empresas que no guardan relación con los orígenes de la marca.
En el pasado, listar algunas de las marcas notoriamente conocidas, por ejemplo en México, era
tarea rápida y relativamente simple. En este momento, con la fuerza de la publicidad y la
especialidad de los mercados, su número se ha multiplicado exponencialmente.
Recientemente, en lo que constituye el avance más relevante de los últimos años en este tema, la
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual estableció nuevos criterios para la protección
de marcas notoriamente conocidas, protegiéndolas no solo de marcas parasitarias, sino también
de otros identificadores comerciales como nombres de dominio y denominaciones sociales no
autorizados. Más allá de los parámetros convencionales de protección a los intereses de los
consumidores, otros conceptos empiezan claramente a destacar como los nuevos dogmas en la
protección de marcas notoriamente conocidas, tales como la dilución y el daño a la imagen, que
son consecuencias siempre ligadas al uso ilegal de este tipo de signos distintivos.
Proteger legalmente una marca notoria obedece a la necesidad de preservar un activo intangible
de altísima estima. Por esta razón, gozar de una protección legal completa en este tema, es en sí
mismo una ventaja competitiva sustentable que las empresas nacionales habrán de capitalizar
significativamente en los años por venir.
03∃8,∋(∋0)∃.+/04∋3∃,∋∗&,−∃(∋(∋Η∃3∃52∋∃Θ0 ;.2∃04&∋06>+.&4∋∃39Θ0−&4&;∃∋>+()∋
3∃8,&)∋..+/0 8∃,∃ 3∃(−∃,.∃( ∃),∃:6( 4∋3&( &0:∋0+&( ;.2∋,4&( 0)∋,0∃.+&0∃3∋(4∋ 3&(52∋
(&−&( 8∃,)∋ .&−& ∋3 &0:∋0+&4∋ ∃,=( ∋3 .2∋,4& (& 3&((8∋.)&( 4∋ 3&( ∋,∋.7&( 4∋
,&8+∋4∃40)∋3∋.)2∃3 ,∋3∃.+&0∃4&( .&0 ∋3&−∋,.+& ςΥ; ∋3,∃)∃4& 4∋+ &−∋,.+&4∋
−6,+.∃ 4∋3 &,)∋ 0&7∃  ∋>+()+4& 20∃ ∃4∋.2∃.+/0 3∋9∃3 ∋0 02∋(),& −∃,.& 0&,−∃)+:& 52∋
8∋,−+)+∋(∋  3∃  ∋∗+.+∋0)∋  ∃83+.∃.+/0  4∋  3&(  8,+0.+8+&(  4∋  8,&)∋..+/0  4∋  3∃  −∃,.∃  0&)&,+∃−∋0)∋
.&0&.+4∃;4∋3∃−∃,.∃∗∃−&(∃
!∀&3∃&∃
()∃  ∋(  20∃  4∋ 3∃(  7+8/)∋(+(  4∋  .&−8∋)∋0.+∃  4∋(3∋∃3  52∋  ∃8∃,∋.∋  ,∋83+.∃4∃  ∋0  3∃(  4+:∋,(∃(
3∋9+(3∃.+&0∋(∋0∋3−204&;,∋(8∋.)&4∋3∃.2∃33∃4&.),+0∃∋(.&0:∋,9∋0)∋0)6,−+0&(9∋0∋,∃3∋(
(∋82∋4∋∃∗+,−∃,52∋3∃(:∃,+∃0)∋(4∋3(282∋()&8∃,∃(∋,.&0(+4∋,∃4&(.&−&4∋(3∋∃3∋( .&0(+()∋0
∋03&(+92+∋0)∋?Ι∆
+ ∃ +0)∋,∗∋,∋0.+∃ 8&, 20)∋,.∋,& ∋03∃ ,∋3∃.+/0.&0),∃.)2∃3 52∋ 20 .&−8∋)+4&,−∃0)+∋0∋ .&0 (2(
),∃ 8,&:∋∋4&,∋( .3+∋0)∋(; 4∋−1( & ; 52∋ )∋09∃ .&−& 8,&8/(+)& +042.+, ∃
6()&(∃+0∗,+09+,3∃(& .&0),∃=4&∃,∃3&(∋∗∋.)&(,∋(8∋.)+:&(0&∋(0∋.∋(∃,+&
52∋3∃+0∗,∃..+/0 (∋ ,∋∗+∋,∃ ∃ 3∃ +0)∋9,+4∃4 4∋ 3∃( & .&0),∃=4∃( −∋4+∃0)∋∋3 .&0),∃)&
(+0&52∋  52∋ (∋ :+0.23∋ .&0 ∃39Θ0∃(8∋.)& −+(−& ∋ −∃0∋,∃ ∃013&9∃ 8∃,∃
52∋(∋ :∋,+∗+52∋ 3∃ 4∋(3∋∃3)∃4 0& (∋,1 0∋.∋(∃,+& 52∋∋3)∋,.∋,& 52∋ +0)∋,∗+∋,∃ (∋ (2 ∋0 3∃
296 Ambos supuestos previstos en el Art. 14, Ley 3/1991, 10 de Enero, de Competencia Desleal.
,∋3∃.+/0  .&0),∃.)2∃3  52∋  −∃0)∋0=∃  (2  .&−8∋)+4&,  .&0  52+∋0  +0∗,+0%∃  (2(  &
.&0),∃.)2∃3∋(
++ ∃+042..+/0∃3∃)∋,−+0∃.+/0,∋923∃,4∋20.&0),∃)&&∋3∃8,&:∋.7∃−+∋0)&∋0
4∋  20  )∋,.∋,&  4∋  20∃  +0∗,∃..+/0  .&0),∃.)2∃3  ∃%∋0∃  (/3&  (∋  ,∋82)∃,1  4∋(3∋∃3  .2∃04&  (+∋04&
.&0&.+4∃  )∋09∃  8&,  &83&)∃.+/0  4∋  20 (∋.,∋)&  ∋−8,∋(∃,+∃3  &  :∃;∃ 
∃.&−8∃Η∃4∃4∋.+,.20()∃0.+∃()∃3∋(.&−&∋3∋09∃Η&3∃+0)∋0.+/04∋∋3+−+0∃,∃20.&−8∋)+4&,4∋3
−∋,.∃4&2&),∃(∃013&9∃(
8∋(∃,4∋ 52∋ ∋002∋(),&8∃=(0&(∋∋0.2∋0),∃0∋0∋3 4∋,∋.7&8&(+)+:& .∃(&( 52∋,∋.&%∃0 ∋()&(
(282∋()&( 3∃ )∋&,=∃ 4∋ 3∃ +042..+/0 ∃3,&−8+−+∋0)&.&0),∃.)2∃3 7∃ (+4& +0:&.∃4∃ ∋0 4+∗∋,∋0)∋(
.+,.20()∃0.+∃(0& 4∋ ∋()&( ∋(∋3 4∋ 3∃( 4∋0&−+0∃4∃(Ε+−8&,)∃.+&0∋( 8∃,∃3∋3∃(ΓΙΛ∋0 ∃52∋33&(
.∃(&( ∋0 52∋ ∋( .3∃,∃ 3∃ ∋>+()∋0.+∃ ∋0),∋ ∋3 +−8&,)∃4&, ; ∋3 8,&:∋∋4&, 52∋ ∋( 4+(),+&
3+.∋0.+∃)∃,+& 4∋ 3∃ −∃,.∃ 4∋ 52∋ (∋ ),∃)∃ ; 52∋ ∋>.∋4∋ 3&( 3=−+)∋( 4∋ (2 )∋,,+)&,+&∃3 :∋04∋,
8,&42.)& 52∋ ∋()1 ∋0 .&0&.+−+∋0)& 4∋52∋ +0:∃4+,1 ∋3 )∋,,+)&,+& 4∋ &),& 4+(),+ 2.7∃(
:∋.∋(∋(∋3+−8&,)∃4&,52+∋0.&0∋3 8&4∋,4∋ .&0:∋0.+−+∋0)&52∋ 3∋3&(:&3Θ−∋0∋(4∋
.&−8,∃52∋ −∃0∋%∃82∋4∋ +042.+,∃33+.∋0.+∃)∃,+& ∃ +0.2−83+, (2.&0),∃)&.&0 3∃.∃(∃ −∃),+Φ;
(2,)+,8,&42.)&(∗2∋,∃4∋(2)∋,,+)&,+&
∗∀! &∃
),&+0)∋,∋(∃0)∋.∃(&.&0)∋−83∃4&∋04+:∋,(∃(3∋9+(3∃.+&0∋(,∋8,∋(&,∃(4∋3∃.&−8∋)∋0.+∃4∋(3∋∃3
∋( ∋3 4∋ 3∃ :+&3∃.+/0 4∋0&,−∃( .&−& 8,∋.2,(&,∃ 4∋ :∋0)∃%∃( .&−8∋)+)+:∃( ∃( 3∋;∋( 52∋ 3&
,∋923∃0(&0)∃−
0∋3.∃(&4∋∋()∃ .∃2(∃3)∃−8&.& (∋ ∋0.2∋0),∃0,∃(),&( ∋0 3∃3∋9+(3∃.+/04&−6()+.∃4∋0&,−∃(
∋52+:∃3∋0)∋(,∋(23)∃04&∃3)∃−∋0)∋(29∋,∋0)∋3∃∋:∋0)2∃3+0.32(+/04∋4+(8&(+)+:&(4∋∋()∋)+8&∋0
∋3  ∗2)2,& .&0  &
.&−8∋)∋0.+∃(207∋.7&83∃2(+ 52∋∋3+0.2−83+−+∋0)& 4∋&.&0),∃.)2∃3∋(9∋0∋,∃
20 ∋∗∋.)&0&.+:& 0& (/3& ∋0 3∃ 8∃,)∋ ∃∗∋.)∃4∃ (+0& ∋0 3∃ .&0∗+∃0Φ∃ 9∋0∋,∃3 7∃.+∃ 20(+()∋−∃
%2,=4+.&∋(8∋.+∃3−∋0)∋.2∃04&0& ∋>+()∋0,∋−∋4+&( ∋∗+.∃.∋(0 ∋3.∃(& 4∋6>+.&∋(∋:+4∋0)∋
3∃+−∃9∋052∋∋38∃=(8,&;∋.)∃.&−&20&∋0∋352∋∋3∋()∃4&4∋4∋,∋.7&0&(∋,∋(8∋)∃
0∃:∃,+∃0)∋−2;+0)∋,∋(∃0)∋52∋∃8&,)∃3∃3∋9+(3∃.+/0∋(8∃Η&3∃4∋3∃−∃)∋,+∃∋(3∃∋()+−∃.+/04∋
52∋ 3∃ 2)+3+Φ∃.+/0 4∋ ∋−83∋∃4&( 52∋ 0& (∋ ∋0.2∋0),∋0 ,∋923∃,∋( .&0∗&,−∋ 3∃ 3∋9+(3∃.+/0 4∋
297 En México previstas en la fracción II del Art. 22 y en la fracción II del Art. 92, ambos de la Ley de la Ley de la
Propiedad Industrial.
8&
.&0(+4∋,∃.+/04∋52∋∃),∃:6(4∋3∃:+&3∃.+/04∋∋()∃(4+(8&(+.+&0∋(4∋&,4∋08Θ
(∋7∃.∋ 4∋ 20∃:∋0)∃%∃.&−8∋)+)+:∃ (+90+∗+.∃)+:∃ ; 4∋(3∋∃3∃3 ,∋42.+,(∋0(+ (2(.&()&(
∃(2−+∋04&52∋ 4+.7& 8∋,(&0∃3 8&, (2 .&04+.+/0 4∋ +04&.2−∋0)∃4& ,∋.+ 8,∋()∃.+&0∋( −2;
+0∗∋,+&,∋( 3∃( 4∋ 3∋; ∋ 7∋.7& 4∋ ∃.2∋,4& 3∃ 3∋9+(3∃.+/0 (2+Φ∃ 4∋ 3∃ −∃)∋,+∃ .2∃352+∋,
:+&3∃.+/04∋ .&04+.+&0∋(3∃ (∋∃ (+90+∗+.∃)+:∃∃8∃,∋%∃ 3∃ ∃.)2∃3+Φ∃.+/04∋ 3∃ 7+8/)∋(+(
52∋(∋.&−∋0)∃
∃%& ∋()∃ 8,∋−+(∃ (∋ ∃  +−8&,)∃0)∋( .&0(+4∋,∃.+&0∋( ,∋3∃)+:∃( 3∃ &  4∋ :∋0)∃%∃(
.&−8∋)+)+:∃(  8&,  3∃  :=∃  4∋  3∃  :+&3∃.+/0  (+()∋−1)+.∃  4∋  8,∋.∋8)&(  3∋9∃3∋(  .&−&  3&  (∋,=∃
∋%∋−83+∗+.∃)+:∃−∋0)∋  3∃  ,∋3∃)+:∃  ∃  &
,∋.2,(&( 52∋ 0& 4∋ ∋()∃, ∋3 .&0),&3 4∋ 3∃ ∋−8,∋(∃ ,∋8,∋(∋0)∃)∃−  20∃ :∋0)∃%∃
.&−8∋)+)+:∃4∋(3∋∃30∋(∋&,4∋04∋+4∋∃(∋0)&0.∋(7∃ 8&04∋,∃,3∃8,&.∋4∋0.+∃4∋20∃
∃..+/0  4∋  .&−8∋)∋0.+∃  4∋(3∋∃3  ∋0  .&0),∃  4∋  3∃  ∋−8,∋(∃ 52∋  ∗2∋(∋  .&04∋0∃4∃  ∃  .2
& ∗+(.∃3∋( &−+)+4∃( 0 ∋(∋ −+(−& .&0)∋>)& (∋ 4∋  .&0(+4∋,∃, ∋3 .∃(& 4∋ +3=.+)&(
.&−& ∋3 .&0),∃ 52∋ .3∃,∃−∋0)∋ .&−8&,)∃0 20∃ :+&3∃.+/0 3∋9∃3 52∋ 9∋0∋,∃ .&04+.+&0∋(
∋>),∃&,4+0∃,+∃−∋0)∋∃ ∋(∋ .&−8∋)+4&,∋0 −∃0+∗+∋()& 4∋),+−∋0)& 4∋ 3&( ,∋()∃0)∋( 8&,
.2∃0)& 3&( 52∋ +0),&42.∋ ∃3 −∋,.∃4&82∋4∋0 (∋, &∗∋,)∃4&( ∋0 8,∋.+&( −2.7& −1(
52∋3&(:∋04+4&(.2−83+∋04&.&0)&4∃(3∃(&+()∋0)∋(
∗∀!(∃
()∃∋(20∃4∋3∃(∗+92,∃(52∋∋()10(2%∋)∃(∃−∃;&,4+(.2(+/0,∋(8∋.)&∃3.∃−8&&−∃)∋,+∃∋052∋
4∋∋,+0.32+4∃( ∃,∃ −2.7&( ∃2)&,∋( ;3∋9+(3∃.+&0∋( ∋()∃ ∋( 20∃ +0()+)2.+/0),∃4+.+&0∃34∋3
4∋,∋.7&∃0)+−&0&8&3+&(8&, .2∃0)&+−83+.∃ 20∃ ∋(),∃)∋9+∃52∋ (+92∋0 ∋−8,∋(∃(8&4∋,&(∃( 8∃,∃
∗&,Φ∃,3∃(∃3+4∃4∋3−∋,.∃4&4∋3∃(46∋∗∋.)&(∋8,&42.∋.2∃04& ∃),∃:6(4∋3∃∋(),∃)∋9+∃
(&()∋0+4∃ 4∋ :∋04∋, 8,&42.)&( 8&, 4∋  4∋ (2 .&()& 3∃ ∋−8,∋(∃ 46  (∋ :∋ +−8∋4+4∃ 8∃,∃
.&−8∋)+,∀∃3.∃ &−∋(∋(∋38&4∋,=&∋.&0/−+.&4∋ 3∃∋−8,∋(∃4∋(3∋∃33∋4∋%∃(/3&∋3
−∋,.∃4&8∃,∃∋0)&0.∋(−∃0+823∃,20∃(2
∋9Θ0 ∃−2∋3(&0ΙΠ ∋3 8,∋.+& (∋ 4∋∗+0∋ .&−& ∋3 :∃3&, 4∋ 20 8,∋(∃4& ∋0 4+0∋,& + 3∃
.&−8∋)∋0.+∃+−823(∃∃3∃ ∋.&0&−=∃4∋−∋,.∃4&(∋82∋4∋4∋.+,52∋∋0.+∋,)& −&4&3&(8,∋.+&(
3∃4+,+9∋0∃3.&&,4+0∃,3∃(4∋.+(+&0∋(4∋3&(8,&42.)&,∋(;3&(.&0(2−+4&,∋(∋0∋3−∋,.∃4&
298 Samuelson, Paul, Economía, 14ava ed., Madrid, 1993, p. 44.
0 8∃3∃4∋ #,∃0.+(.& ∋,0104∋ΦΙΙ 8∃,∃ 52∋ ∃3 ∋.&0&−=∃ 4∋ −∋,.∃4& 82∋4∃ ∃3.∃0Φ∃, (2(
∗+0∋(∋(8,∋.+(&52∋ (∋9∃,∃0)+.∋3∃3+4∋8,∋.+&(∋0 20∋0)&,0&.&−8∋)+)+:&∀(+03+
∗+%∃.+/0 4∋ 8,∋.+&( 3∃ .&−8∋)∋0.+∃ (∋ :2∋3:∋ .∃(+ +−8&(+ ∃3 0&,∋∗3∋%∃, ∋3 ,∋(23)∃4& 4∋ 3∃
+0)∋,∃..+/0∋0),∋3∃ 4∋−∃04∃; 20∃&∗∋,)∃3+ 52∋0&8∋,−+)∋&,+∋0)∃,∃3&(8∃,)+.+8∃0)∋( ∋0
∋3−∋,.∃4&7∃.+∃20∃∃(+90∃.+/0/8)+−∃4∋3&(,∋.2,(&(
∋∃.2∋,4& ∃3∃(4+(8&(+.+&0∋( 4∋3∃ ∋; 4∋(8∃Η∃ 4∋ &−8∋)∋0.+∃∋(3∋∃3 (∃3:&4+(8&(+.+/0
.&0),∃,+∃4∋3∃( 3∋;∋(& 4∋ 3&(,∋93∃−∋0)&( 3∃ ∗+%∃.+/04∋ 8,∋.+&( ∋(3+ 0& & :∋0)∃
,∋∃3+Φ∃4∃ ∃  4∋3 .&()&& 8,∋.+& 4∋ ∃452+(+.+/0 (∋ ,∋82)∃,14∋(3∋∃3 ∋0 3&( (+92+∋0)∋(
.∃(&(?
+ 2∃04&(∋∃(2(.∋8)+3&(.&0(2−+4&,∋(∃.∋,.∃4∋30+:∋34∋8,∋.+&(4∋&),&(
8,&42.)&(&(∋,:+.+&(4∋3−+(−&∋()∃
++ 2∃04&)∋09∃8&,∋∗∋.)&4∋(∃.,∋4+)∃,3∃+−∃9∋04∋208,&42.)&&4∋20∋()∃
+++ 2∃04& ∗&,−∋  8∃,)∋  4∋  20∃  ∋(),∃)∋9+∃  ∋0.∃−+0∃4∃  ∃  ∋3+−+0∃,  ∃  20  .&−8∋)+4&,  &  9,28&  4∋
.&−8∋)+4&,∋(4∋3−∋,.∃4&
Es interesante el enfoque de la legislación española, por cuanto no limita los efectos de la
conducta lesiva, como suele suceder en la doctrina, a la simple eliminación del competidor, sino
que lo hace extensivo a aquellos actos orientados a engañar a los consumidores, o desacreditar a
un competidor. La desacreditación puede sobrevenir, como es fácil advertir, de que los
consumidores consideren a la marca atacada como inflacionaria, o que pretende ganancias
exorbitantes.
0  ∋3  .∃(&  4∋  02∋(),&  8∃=(  ∋(  3∃  ∋; #∋4∋,∃3  4∋  &−8∋)∋0.+∃  3∃  52∋  ,∋.&9∋  ∋3  (282∋()& 
.&,,∋(8&04+∋0)∋4∋∗+0+604&3∃.&−&8,1.)+.∃−&0&8/3+.∃,∋3∃)+:∃∋0 ∋3∃,)=.23&Μ∗,∃..+/0
∋0 3∃ 52∋ 4∋)∋,−+0∃ 52∋ 3∃ :∋0)∃ (+()∋−1)+.∃ 4∋ & (∋,:+.+&( ∃ 8,∋.+&( 8&, 4∋4∋ (2
.&()& −∋4+& )&)∃3 & (2 :∋0)∃&.∃(+&0∃3 8&, 4∋ 4∋3 .&()& −∋4+& :∃,+∃  .2∃04& ∋>+()∃0
∋3∋−∋0)&(8∃,∃ 8,∋(2−+, 52∋∋()∃(86,4+4∃( (∋,10,∋.28∋,∃4∃( −∋4+∃0)∋+0.,∋−∋0)&( ∗2)2,&( 4∋
8,∋.+&(  ∋(  (∃0.+&0∃
4+:+(+ 8∃,∃ (2 .&−∋,.+∃3+Φ∃.+/0 ∃9,∋9∃ ∋38,∋.∋8)& ∋3 .&()& −∋4+&)&)∃3 ; ∋3 .&()& −∋4+&
:∃,+∃
∗∀∃ 
0∋()∋,2∃9,28∃−&(∃52∋33&((282∋()&( 52∋∃Θ00&&4∋0∃)2,∃3+Φ∃.+/0Γ∋03∃
299 Hernández Rodríguez, Francisco, Precios Predatorios y Derecho Antitrust, Marcial Pons, Madrid, 1997, p. 21.
4&.),+0∃&∋03∃(3∋9+(3∃.+&0∋(4∋3∃−∃)∋,+∃8∋,&52∋82∋4∋0(∋,.&0)∋−83∃4&()∃0)&8∃,∃∗+0∋(
4∋∋()24+&.&−&8∃,∃(∋,∋:∋0)2∃3−∋0)∋+0.&,8&,∃4&(∋03∃,∋923∃.+/052∋3∃4+(.+83+0∃,∋.3∃−∃
∋020∃∋.&0&−=∃)∃04+01−+.∃.&−&3∃∋>+()∋0)∋
&(  8,&∗204&(  .∃−8∋,+−∋0)∃4&  3∃  4+(),+
+0.&,8&,∃.+/0 4∋ 02∋:∃( )∋.0&3&9=∃( ;∗&,−∃( 4∋ :∋0)∃ 7∃0 9∋0∋,∃4& ∋0 (8∃Η∃ 20 ∋(∗2∋,Φ&
3∋9+(3∃)+:& 4∋ (+()∋−∃)+Φ∃.+/0 −&4∋,0+Φ∃.+/0 ; ∃4∋.2∃.+/0 3∃ ,∋∃3+4∃4 4∋ 3&( −∋,.∃4&( 3
+92∃352∋−2.7&(&),&(−∋,.∃4&(∃3&3∃,9&;∃0.7&4∋3−204&∋3∋(8∃Η&3(∋9Θ0 ,∋.&0&.∋0(2(
3∋9+(3∃4&,∋( 8,∋.+(∃ 8∃,∃ (2 ∃4∋.2∃4& ∗20.+&0∃−+∋0)& 4∋ 20 (+()∋−∃4∋ 4+(),+ ∋∗+.+∋0)∋
52∋8∋,−+)∃∃(∋92,∃,∋3∃8,&:+(+&0∃−+∋0)&4∋3&( .&0(2−+4&,∋(.&0∋3−∋%&,0+:∋3 4∋ (∋,:+.+&
8&(+3&(−=0+−&(.&()&(∋020∃−4∋3+ ∋()∋(∋0)+4&(8∃Η∃
7∃ :∋0+4& ∃83+.∃04& 3∃ 33∃−∃4∃∋; 4∋ ,4∋0∃.+/0 4∋3 &−∋,.+& +0&,+()∃ 3∃ .2∃3 4∋∗+0∋20
−∃,.&  4∋  −∋%&,
∗20.+&0∃−+∋0)&  4∋  3∃  .&−8∋)∋0.+∃ ()∃  ,∋923∃.+/0  (∋  7∃  :∋0+4&  .&−83∋−∋0)∃04&  .&0  3&(
/4+9&(  4∋  &042.)∃  52∋  3+ ∋0  3&(  4+:∋,(&(  (∋.)&,∋(  8∃,∃  (2
∃2)&,,∋923∃.+/04+.+&0∃3−∋0)∋∋()∃3∋9+(3∃.+/0:+∋0∋ ∃.&−83∋−∋0)∃,∋3−∃,.&0&,−∃)+:&52∋
∋0−∃)∋,+∃ 4∋ .&−8∋)∋0.+∃ ∋(),2.)2,∃ 3∃ ∋; 4∋ &−8∋)∋0.+∃ ∋(3∋∃3Α ∋0 3& 52∋ ∋( 20 .3∃,&
,∋.&0&.+−+∋0)&4∋∋()∃∋(),∋.7∃:+0.23∃.+/052∋∋3∋0∗&52∋−&4∋,0&4∋∋()∃(4+(.+83+0∃(83∃0)∋∃
∃33+9∃,∃3∃.&−8∋)∋0.+∃.&03&(33∃−∃4&(4∋,∋.7&(4∋4∋∗∋0(∃4∋3&(.&0(2−+4&,∋(
0  ∃(8∋.)&  8&,  4∋−1(  ,∋3∋:∃0)∋  8∃,∃  6>+.&  ∋(  ∋3  ,∋.&0&.+−+∋0)&  52∋  (2
,∋93∃−∋0)∃.+/0∋0 ∋3(∋0)+4& 4∋ 52∋4∋ ∃3∃ ∋:&32.+/0 ∋>8∋,+−∋0)∃4∃∋0 3&(Θ3)+−&( ∃Η&(
.&∋>+()∋0  ∋0  (8∃Η∃  4&(  (+()∋−∃(  4∋  4+(),+
.&0()+)2+4&  8&,  ∋−8,∋(∃(  ;  )∋.0&3&9=∃(  −&4∋,0∃(  ; ∋3  (∋9204&  +0)∋9,∃4&  8&,  3∃(  ∗&,−∃( 
),∃4+.+&0∃3∋(4∋.&−∋,.+& 52∋(+92∋08,∋()∃04&+−8&,)∃0)∋( (∋,:+.+&(∃3∃ (&.+∋4∃4; %2∋9∃020
8∃8∋3),∃(.∋04∋0)∃3 ∋0 3∃ ∋()∃  4∋ 3∃ 8&  ∃.)+:∃ 8∋,& 52∋ 4∋  ∋−8,∋04∋, 20∃
∃.)2∃3+Φ∃.+/0;)∋.0+∗+.∃.+/052∋3∋(8∋,−+)∃∃∗,&0)∃,∋3−∃,.&4∋3+
&−&  (∃
.&−∋,.+& −+0&,+()∃ ∋0 9+,&( .&−& 3∃( −+(.∋310∋∃( 3∃( ∗∃,−∃.+∃( 4∋  3∃( ∗3&,∋,=∃( 3∃(
∗&04∃(3∃()+0)&,∋,=∃(;&),&( )∃0)&(7∃03+)∋,∃3−∋0)∋4∋(∃8∃,∋.+4&∃0)∋ ∋3∋− 
.∃4∋0∃(3 +0∗32%& 4∋ 3∃( 4&.),+0∃( :∋.∋( ∃)&,,∃0)∋( 4∋3∃ 3+  .&−8∋)∋0.+∃ ; 4∋ 72+, 4∋3
∗∃0)∃(−∃  4∋3 8,&)∋..+&0+(−&  (∋  7∃  )&3∋,∃4&  ∋3  ∋%∋,.+.+&  4∋  20∃ 8&(+.+/0  4&−+0∃0)∋  52∋  7∃
300 Ley 3/1991, 10 de Enero, de Competencia Desleal.
(∃.∃4&  4∋  3∃  .&−8∋)∋0.+∃  ∃  3&(  −1(  46  ∋0),∃−∃4&  (&.+∃3  52∋
(28&0∋3∃&8∋,∃.+/04∋200∋9&.+&20+∗∃−+3+∃,4∋
0),∋3&( 8,∋.∋8)&( −1( 4∋()∃.∃4&( 4∋ ∋()∃ ∋;4∋,4∋0∃.+/0 4∋3 &−∋,.+& +0&,+()∃ 52∋ (∋
∋0.2∋0),∃ :+9∋0)∋ ∋0 (8∃Η∃ 4∋(4∋ ∋3 ∃Η&ΜΙΙ∆ 4∋()∃.∃ ∋3 .&0.∋8)& 4∋ Ε.&−∋,.+& −+0&,+()∃Γ
∋0)∋04+∋04&  .&−&  )∃3 ∃52∋33∃  ∃.)+:+4∃4  4∋(∃,,&33∃4∃  8,&∗∋(+&0∃3−∋0)∋  .&0  10+−&  4∋  32.,&
.&0(+()∋0)∋ ∋0 &∗∋,)∃, 3∃ :∋0)∃4∋ .2∃352+∋, .3∃(∋ 4∋ ∃,)=.23&( ∃ 3&( 4∋()+0∃)∃,+&( ∗+0∃3∋(4∋ 3&(
−+(−&(  2)+3+Φ∃04&  & 0&  20  ∋()∃
.&0(+4∋,∃.+/04∋∋()∃.&0(),2..+&0∋(&+0()∃3∃.+&0∋(4∋
.∃,1.)∋,∗+%& ;8∋,−∃0∋0)∋4∋()+0∃4&( ∃3∋%∋,.+.+& ,∋923∃, 4∋∃.)+:+4∃4∋( .&−∋,.+∃3∋(;∃(∋∃4∋
∗&,−∃.&0)+02∃4∃&∋04=∃(&∋0)∋−8&,∃4∃(4∋)∋,−+0∃4∃(
∃%&∋()∃)∋(+)2,∃3∃3∋;,∋(∋,:∃∃3∃(&−20+4∃4∋(2)/0&−∃(3∃4∋∗+0+.+/04∋3&(,∋52+(+)&(∋0
:+,)24 4∋ 3&( .2∃3∋((∋ &)&,9∃,1 3∃ .∃3+∗+.∃.+/0 4∋ 9,∃0 ∋()∃ 0 )&4& .∃(& )∋04,10
∋()∃.&0(+4∋,∃.+/0∃∋∗∋.)&(4∋3∃( ∃2)&,+Φ∃.+&0∋(;4∋3&∋()∃3∃0&,−∃)+:∃−∋,.∃0)+3
3&(∋()∃ .&−∋,.+∃3∋(52∋ 4∋()+0104&(∋∃3.&−∋,.+& ∃38&, −∋0&,4∋ .2∃352+∋, .3∃(∋
4∋∃,)=.23&()∋09∃0 20∃(28∋,∗+.+∋Θ)+38∃,∃3∃∋>8&(+.+/0;:∋0)∃ ∃38Θ∃3&(Β
−∋),&(.2∃4,∃4&(
0  ∃(8∋.)&  +−8&,)∃0)∋  ∋0  ∋3  &)&,9∃−+∋0)&  &  3∃  4∋0∋9∃.+/0  4∋  3∃  3+.∋0.+∃  8∃,∃  9,∃04∋(
∋()∃+()∋0.+∃  &  0&  4∋  20  ∋52+8∃−+∋0)&  .&−∋,.+∃3
∃4∋.2∃4&∋03∃ Φ&0∃∃∗∋.)∃4∃8&,∋302∋:&∋−83∃Φ∃−+∋0)& ;3&(∋∗∋.)&(52∋6()∋824+∋,∃∋%∋,.∋,
(&∋(),2.)2,∃.&−∋,.+∃34∋ ∃52633∃∋.&0(+4∋,∃52∋ 20∃Φ&0∃ ∋()14&)∃4∃4∋20∃4∋.2∃4&
∋52+8∃−+∋0)&.&−∋,.+∃3.2∃04&6()∋9∃,∃0)+.∋∃3∃8&+()∋0)∋;∋0(2.∃(&∃3∃8,∋:+()∃
∃ −∋4+& 83∃Φ& 20∃ &∗∋,)∃ 4∋ ∃,)=.23&(∋0 .&04+.+&0∋( 4∋ .∃3+4∃4 :∃,+∋4∃4 (∋,:+.+& 8,∋.+&( ;
7&,∃,+&(.&0∗&,−∋.&03∃(+)2∃.+/0∃.)2∃3 ;.&03∃()∋04∋0.+∃(4∋4∋(∃,,&33&;−&4∋,0+Φ∃.+/04∋3
.&−∋,.+&∃38&,−∋0&,
0 ∃4+.+/0 20 .,+)∋,+& 52∋ 3∃ ∋; &)&,9∃8∃,∃  :∃3&,∃,∋3  ∋∗∋.)& (&
∋>+()∋0)∋ ∋( 3∃ −∋%&,∃ 52∋ 8∃,∃ 3∃ 3+  .&−8∋)∋0.+∃ (28&09∃ 3∃∃8∋,)2,∃ 4∋ 20 02∋:& 9,∃0
∋()∃
8∋52∋Η&.&−∋,.+&∋>+()∋0)∋.&0∃0)∋,+&,+4∃4
(−2;+0)∋,∋(∃0)∋.&0()∃)∃,52∋∃3920∃(4∋3∃(−∋4+4∃(∃4&8)∃4∃(8∃,∃∋()∃ ,∋3∃.+/0
∋0),∋4∋(+92∃3∋(7∃.&0(+()+4&∋03+−+)∃,3&(4=∃(;7&,∃,+&(4∋&8∋,∃.+/04∋3∃(9,∃04∋(.∃4∋0∃(
∃∗+0 4∋ 8,∋(∋,:∃, ∃ 3&( .&−∋,.+&( −∋0&,∋( 20−∋,.∃4&4∋ 4&−+09&( ; 7&,∃( 0& 3∃ 3∃
3+−+)∃.+/0∋0.2∃0)&∃+0:∃(+/0 9∋&9,1∗+.∃7∃ (+4&&),∃ −2;& &3&(9,∃04∋(
∃2)&(∋,:+.+&(∃∋()∃
+−+)∃,3∃&8∋,∃.+/0 4∋ 3&( 9,∃04∋( ∋()∃  8&4,=∃ ∋0 20 8,+−∋, −&−∋0)& 8∃,∋.∋,
8,&)∋..+&0+()∃;∃),∃(∃4& 8∋,&82∋()&(∃8∋0(∃,4∋(4∋3∃8∋,(8∋.)+:∃4∋3∃ %2()+.+∃;∋3,∋(8∋)& ∃
3∃),∃4+.+/0.&−∋,.+∃3 ;3∃2,4+−(&.+∃352∋9∋0∋,∃)∃3:∋Φ(∋∃20∋0∗&52∋−1(−&4∋,0&52∋
3∃(282∋()∃:∃092∃,4+∃∃3∃52∋4∋(∃∗=∃
Conclusiones
I. En la comprensión de la institución de la competencia desleal, el análisis de su
concepto es un importante aliado. En ese sentido partimos de que la propia integración de la
expresión con que se identifica a la disciplina, como “Competencia Desleal”, encierra una
contradicción, en la medida en la que se expresa en términos negativos. De hecho, se llega a
referir a la disciplina correspondiente como “Derecho de la Competencia Desleal”, cual si se
tratase de normas facultativas del ejercicio del mismo, siendo que, como claramente se
desprende de su sentido, se trataría de disposiciones cuya orientación es la de reprimir o

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR