El control social de la violencia intrafamiliar en el Distrito Federal

AutorGerardo González Ascencio
CargoProfesor-investigador de tiempo completo adscrito al Departamento de Derecho de la UAM-Azcapotzalco
Páginas7-24
[7]
El control social de la violencia intrafamiliar
en el Distrito Federal
Gerardo González Ascencio*
This article discusses the effects produced
by the social control of violence
within the family in the Federal District in light of
the modif‌ication of the normative applicable legal
framework. It uses a framework of references to
analyse these changes in its interrelation with the
cultural and structural components of the institutions
of criminal justice. The proposition is to bring
attention to a type of bureaucratic administration
of the violence of gender in which, f‌inally, the
reproduction of conformity is guaranteed, and it notes
that the space of everyday life is also a system in
continual process of modernisation.
I. El movimiento feminista
y el surgimiento de las políticas
públicas en materia de violencia
de género
La historia de la Lucha en Contra de la Vio-
lencia de Género en México (LCVG), co-
En este artículo se da cuenta de los efectos que se
han producido en el control social de la violencia
intrafamiliar en el Distrito Federal a la luz de la
modif‌icación del marco normativo aplicable. Se utiliza
un marco de referencias para analizar estos cambios
en su interrelación con los componentes culturales
y estructurales de las instituciones de justicia penal.
El propósito es llamar la atención sobre un tipo de
administración burocrática de la violencia de género
en donde, f‌inalmente, se garantiza la reproducción
de la conformidad y se constata que el espacio de la
vida cotidiana es también un escenario del orden en
continuo proceso de actualización.
SUMARIO: El movimiento feminista y el surgimiento de las políticas públicas en materia de violencia de género.
/ Las reformas en materia de violencia intrafamiliar de 1996, 1997 y 1998. / El diseño de la estrategia feminista
de las reformas. / El control social de la violencia intrafamiliar en el Distrito Federal. / El control social formal e
informal de la violencia intrafamiliar en el Distrito Federal. / Conclusiones. / Bibliografía.
mienza a f‌ines de los años setenta, cuando
se conformaron las primeras organizaciones
feministas contemporáneas que reivindica-
ban la maternidad libre y voluntaria, la libre
opción sexual y el derecho a vivir sin vio-
lencia. Quizá los antecedentes directos que
* Profesor-investigador de tiempo completo adscrito al
Departamento de Derecho de la UAM-Azcapotzalco.
Sección Artículos de Investigación
Sección Artículos de Investigación
8 alegatos, núm. 59, México, enero/abril de 2005
sirvieron de impulso sean, por un lado, el
movimiento estudiantil-cultural de 1968 y
el agotamiento de los partidos tradicionales
—incluidos los de izquierda— mostrado en
su incapacidad para incorporar las demandas
e inquietudes de un conjunto de actores so-
ciales nuevos, entre ellos el feminista. Por
otro lado, esta vertiente radical del femi-
nismo se encontró con algunos sectores de
mujeres intelectuales y servidoras públicas
en los debates y trabajos preparativos que se
desarrollaron con motivo de la celebración
del “Año Internacional de la Mujer”, convo-
cado por las Naciones Unidas (ONU) y rea-
lizado en nuestro país, en 1975 (González y
Duarte 1994).
Es importante destacar la dif‌icultad ex-
trema que signif‌icó visualizar los temas de
violencia de género ante la ausencia de polí-
ticas públicas formuladas para atender a los
sobrevivientes de la misma. Para la época
que comento, no existía una metodología
específ‌ica para comprenderlos, tampoco se
podía hablar de modelos terapéuticos diri-
gidos a trabajar con los sobrevivientes de
una experiencia de vi olencia, mucho menos
se podrían encontrar instituciones guberna-
mentales dedicadas exprofeso a proporcio-
nar ayuda médica, jurídica o emocional. Los
servicios gubernamentales se encontraban
dispersos y la atención a las víctimas se rea-
lizaba por estancos: por una parte la atención
legal; por otra la médica y; también compar-
timentalizada, la ayuda emocional.
En la primera fase de LCVG,1 hubo un
largo período de denuncia sobre el tema; se
trataba de llamar la atención sobre algo que
no se había hecho visible como problema so-
cial y que aparecía aislado, como producto
de desajustes emocionales o patológicos del
agresor. La visión feminista permitió su re-
signif‌icación. Al volverlo una cuestión públi-
ca, ocupó escenarios para la denuncia; forzó
la apertura de espacios para el debate en los
medios de difusión; formuló, desde 1983,
iniciativas de ley con propuestas viables
para modif‌icar actitudes de las autoridades
responsables de la procuración de justicia;
acercó a las víctimas de estos delitos a los
órganos encargados de impartirla y; obligó
al medio intelectual y de la cultura jurídica
a aceptar y reconocer los límites del marco
legal tradicional.
Este despertar, lento pero inf‌luyente por
su poder político de denuncia, ayudó a cam-
biar la mentalidad de la opinión pública sobre
la responsabilidad de la víctima. Hizo que el
ofensor dejara de ser visto como “enfermo”
y puso el énfasis en evidenciar la existencia
de innumerables pactos sociales de acepta-
ción tácita al ejercicio de la violencia.
De manera que las reformas legales im-
pulsadas por la Tercera Ola2 del feminismo
mexicano, principalmente las que fueron re-
sultado de un esfuerzo prolongado por trans-
formar integralmente los llamados Delitos
Sexuales incorporados en el Código Penal
para el Distrito Federal, y que culminaron
exitosamente en 1991; así como las que se
relacionan c on la violenci a intrafamiliar,
llevadas a cabo en 1996, 1997 y 1998; fue-
1 He señalado cuatro etapas de la LCVG en México: I.
Los primeros años. El Estado asistencialista y la etapa
de oposición y denuncia (1975-1983); II. Los años de
oposición y de propuestas alternativas (1983-1988); III.
Se tienden puentes: diálogo con el discurso of‌icial e in-
corporación de la lucha contra la violencia de género a
la agenda gubernamental (1988-1992) y; IV. Vuelta de
tuerca al control social. El Estado de las políticas públi-
cas (1992-200…).Ver: (González, 1994 y 2000).
2 Amelia Valcárcel periodiza el feminismo de la edad mo-
derna en tres etapas: la primera la denomina “El Femi-
nismo Ilustrado: La primera ola”, a la segunda la llama
“El Feminismo Liberal Sufragista: La segunda ola” y,
a la última la llama “El Feminismo Sesentaiochista: La
tercera ola. Ver: (Valcárcel y Romero, 2000: 19-54).

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