Semblanza de los redactores de la Constitución de Apatzingán

AutorEugenio Mejía Zavala
Páginas99-139
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Semblanza de los redactores de
la Constitución de Apatzingán
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El Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, san-
cionado en el pueblo de Apatzingán el 22 de octubre de 1814, es
obra de un grupo de hombres dedicados en cuerpo y alma a dotar a su
patria del instrumento legal necesario para definirse como república in-
dependiente y regirse conforme a los principios de un orden novedoso
en el mundo hispánico. Los insurgentes reunidos en Apatzingán materia-
lizaban, así, el anhelo expresado por el iniciador del movimiento, Miguel
Hidalgo y Costilla, de que un cuerpo legislativo propio, esto es, mexica-
no, emitiera leyes benévolas y benéficas para un pueblo cansado, hasta el
hartazgo, de los abusos de la dominación española.
La consolidación de tal anhelo se debió a la capaz dirección de José
María Morelos al convocar y garantizar la formación del Congreso de
Anáhuac en la ciudad de Chilpancingo que, sin embargo, se vio forzado
a andar a salto de mata ante los asedios del ejército realista. Eran tiem-
pos difíciles para los diputados que integraban la Comisión Redactora
de la Constitución en medio de las vicisitudes de la guerra para poder
subsistir y concretar su principal tarea: formar, redactar e imprimir una
Constitución. A las adversidades se sumaban la escasez de tinta y papel;
no obstante, contaron con una imprenta que les permitió realizar un
respetable tiraje de la primera edición.
Ahora bien, ¿quiénes eran los integrantes de la corporación a la cual se
denominó Congreso de Anáhuac en virtud de las culturas de los pueblos
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quórum 113 constitución de apatzingán - 200 años
ciada por el Gobierno del Estado de Michoacán, estas últimas aparecidas
en 1965. En ese conjunto de textos eruditos se dieron a conocer la parti-
cipación de los actores mencionados, basándose principalmente en las
obras clásicas de la historiografía de la Guerra de Independencia de los
historiadores Lucas Alamán y Carlos María de Bustamante, además de la
extensa compilación documental de Juan E. Hernández y Dávalos publi-
cada a finales del siglo xix.
Posteriormente, aparecieron los trabajos de Anna Macías, Génesis del
Gobierno Constitucional en México, (1973); Ernesto de la Torre Villar con La
Constitución de Apatzingán y los creadores del Estado Mexicano (1978); y José
María Miquel I Vergés con su obra Diccionario de Insurgentes (1980), cuyas
publicaciones abordaron de una manera más profunda al Congreso y sus
actores, e incorporaron el resultado de nuevas indagaciones documentales
provenientes, principalmente, del Archivo General de la Nación. Dichos
trabajos han sido materiales de consulta obligada para los historiadores
que trabajan estos temas. Sin embargo, ha sido necesario insistir en buscar
más sobre esos actores secundarios en otros repositorios archivísticos tales
como los archivos parroquiales o en archivos fuera de México, pues toda-
vía distamos mucho de lograr un conocimiento preciso.
Aquí ofrecemos estas semblanzas como resultado de la revisión de las
obras ya clásicas, pero también de publicaciones recientes, más nuevos
descubrimientos logrados en archivos y materiales inéditos, logrando des-
terrar algunos mitos y corregir errores, pero sobre todo, hacer más claros
los rasgos de esos hombres desdibujados por el tiempo.
1. El Congreso de Chilpancingo
En un manifiesto impreso en Guadalajara en diciembre de 1810, Mi-
guel Hidalgo y Costilla señaló la conveniencia del establecimiento
de un Congreso
…que se componga de representantes de todas las ciudades, vi-
llas y lugares de este Reino, que teniendo por objeto principal
originarios que habitaron, con grandes muestras de civilización, el territo-
rio mesoamericano antes de la llegada de los conquistadores españoles? La
mayoría de sus nombres nos son desconocidos, y más desconocidas nos
son sus vidas, sus biografías, pues por demasiado tiempo los historiadores,
atraídos por las grandes figuras, poco nos hemos dedicado a averiguar
sobre una multitud de personajes que giraron en torno de los protagonis-
tas, opacados por su papel secundario en los acontecimientos de la gesta
de Independencia; sin embargo, se hace necesario como acto de justicia
conocerlos para comprender su participación y lugar en los hechos.
Cabe precisar que no podemos limitarnos a hablar sólo de los diputa-
dos que la escribieron o sólo de sus firmantes, pues confinaríamos mucho
nuestra visión dejando fuera a actores de enorme importancia en su redac-
ción. El Decreto Constitucional es el resultado de un esfuerzo continuo pero
muy accidentado por las circunstancias de la guerra, que obligó a sus par-
ticipantes a marchar por un territorio agreste y poco saludable, y que por
tareas urgentes en otros frentes de la lucha, algunos debieron abandonar,
ausentándose, sobre todo, en el momento culminante de su elaboración.
De tal modo que hablaremos de diputados, secretarios, militares y admi-
nistradores sin cuyo trabajo no se habría producido tan ansiado documen-
to. De su preocupación por hacer constar esa participación, el secretario
mismo anotó al final del Decreto Constitucional los nombres de los que “no
pudieron firmarlo por estar ausentes al tiempo de la sanción, enfermos
unos y otros empleados en diferentes asuntos del servicio de la patria”.
Por todo esto es importante destacar la necesidad de conocer las bio-
grafías de los que intervinieron en la elaboración del Decreto Constitucio-
nal de 1814. Para empezar hay que decir que ha pasado mucho tiempo
desde la publicación de una serie de investigaciones en torno de ellos, y
entre las que podemos mencionar la de Luis González, El Congreso de
Anáhuac, publicada por la Cámara de Senadores en 1963; la aportada por
Ernesto Lemoine Villicaña, “Zitácuaro, Chilpancingo y Apatzingán”, dada
a conocer en el Boletín del Archivo General de la Nación del mismo año; la
Memoria del Symposium Nacional de Historia sobre la Constitución de Apat-
zingán, publicada por la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística; y
la obra de Felipe Remolina Roqueñí La Constitución de Apatzingán, auspi-

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