Seguridad jurídica: clave para impulsar la inversión extranjera

AutorJonathan H. Stahl Ducker
Páginas42-45

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Durante 2012, la inversión extranjera en México disminuyó 34.9 por ciento en comparación con 2011, particularmente en el tercero y cuarto semestres. La razón principal: un cambio de sexenio por demás complicado que claramente generó entre los inversionistas un entorno de incertidumbre, teniendo como resultado la detención momentánea de planes de inversión, por lo menos en lo que se aclaraba la situación y se de?nían las políticas económicas para el desarrollo del país de los próximos seis años.1Sólo hay que recordar que durante 2011, de conformidad con el reporte anual de la Comisión de Desarrollo e Inversión de las Naciones Unidas y con datos estadísticos
de la Secretaría de Economía, México captó recursos extranjeros por un monto superior a 19 billones de dólares, mientras que dicha cifra superó 25 billones de dólares en 20132 (véase la grá?ca). Lo anterior demuestra que la percepción de los inversionistas extranjeros respecto de la estabilidad observada en un Estado es una variable crítica. Un insumo fundamental que integra dicha estabilidad está representado por la certidumbre y la seguridad jurídicas que cada Estado construye en su territorio. (ver tabla)

En la historia de nuestro país, en ningún momento se ha contabilizado un número mayor de ?ujos entrantes de inversión extranjera directa como los registrados durante el último año. México, me atrevo
a a?rmar, se encuentra en un momento histórico, y no sólo eso, sino en una situación ejemplar para aprovecharlo. Es así que, al menos durante el último semestre, el Congreso aprobó dos reformas constitucionales sumamente necesarias, las cuales están dirigidas a impulsar el crecimiento
de la inversión extranjera directa, tanto en materia de radiodifusión y telecomunicaciones, como en la exploración y la extracción de hidrocarburos y generación de energía eléctrica.

Ahora, el reto principal que enfrenta México en cuanto a la inversión extranjera se divide en dos vertientes. La primera, promover a México en el extranjero como un Estado estable y en pleno crecimiento económico, y la segunda, con eso atraer mayores ?ujos de inversión.

Una de las maneras más claras y e?cientes para alcanzar este objetivo es atender puntualmente las preocupaciones y las necesidades de los inversionistas extranjeros, siendo una de ellas fundamental: la protección de la que goza su inversión y los medios jurídicos para defenderla. En consecuencia, la presencia o la ausencia de inversionistas se encuentran...

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