El Salvador 2009: fin de un ciclo político electoral

AutorÁlvaro Artiga-González
Páginas71-100
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CONTEXTO POLÍTICO PREVIO40
En 2004 la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) ganó un cuarto perio-
do presidencial en El Salvador desde 1989. Sin embargo, ninguno de sus
presidentes contó con una mayoría legislativa propia y su gobierno fue
posible solamente con el apoyo de los otros partidos de derecha. De esta
manera fue como ARENA pudo implementar dos medidas de gran trascen-
dencia para el país: el cambio de moneda (la llamada “dolarización”) y la
aprobación y ratificación del Tratado de Libre Comercio con los Estados
Unidos. Así también se fueron adoptando, en el transcurso de veinte años de
gobiernos areneros, las medidas económicas de corte neoliberal sin mayo-
res trabas. Sobresalen las privatizaciones de la transmisión y distribución de
energía eléctrica, de las telecomunicaciones y de la banca. También se fue pro-
fundizando la vinculación de la política exterior salvadoreña a la de los
Estados Unidos hasta su acompañamiento en la guerra contra Irak y en su
posición hemisférica contra los gobiernos de Hugo Chávez, en Venezuela;
Evo Morales, en Bolivia y Rafael Correa, en Ecuador.
Asimismo, formaron parte del contexto previo a las elecciones de 2009,
junto a los fenómenos señalados en el párrafo anterior, el poco crecimien-
to y luego estancamiento de la economía salvadoreña, traducido especial-
mente en la falta de empleo formal o la expansión del empleo informal y el
subempleo; y el incremento de la inseguridad pública, manifestada princi-
* Es doctor en Ciencia Política por la Universidad de Salamanca y profesor en la Univer-
sidad Centroamericana en San Salvador.
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Álvaro Artiga-González*
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palmente en el aumento de las tasas de homicidios y extorsiones.1 Sobre
todos los asuntos mencionados se fue construyendo el núcleo central de
la plataforma programática del cambio propuesto tanto en 2004 como en
2009 por el Frente “Farabundo Martí” para la Liberación Nacional (FMLN).
Aunque las diversas encuestas de opinión pública mostraron, en ambos
años, corrientes favorables al cambio, el mismo no llegó sino hasta 2009.
La diferencia tiende a explicarse acentuando el factor candidato. El candi-
dato presidencial del FMLN en 2004 provocaba más rechazos y temores que
apoyos en la mayoría de los electores. Ya las elecciones legislativas de 2003
habían convertido al FMLN en la primera fuerza parlamentaria. Sin embargo,
su contingente legislativo no era suficiente para formar una mayoría. El
FMLN seguía siendo el principal partido de oposición sin la fuerza necesaria
para impulsar el control político sobre el Ejecutivo.
Por otro lado, el último presidente arenero intentó llevar a su partido
hacia posiciones de centro derecha asumiendo un discurso reformista
donde “lo social sería la base de su gestión”. En tales circunstancias com-
petir con posiciones polarizantes en 2009 no sería la mejor estrategia que
adoptaría el FMLN para ganar las elecciones. A diferencia de ocasiones an-
teriores, esta vez el Frente parecía decidido a moderar sus posiciones al
grado de aceptar que su candidato no fuera un miembro histórico del
partido. Encontró en Mauricio Funes la ficha adecuada para sus pretensio-
nes: un periodista con alta aprobación popular por acorralar con pregun-
tas difíciles a sus entrevistados en su programa matutino de televisión.
Entre sus entrevistados estaban, por supuesto, políticos y funcionarios de
todo tipo.
Los veinte años de gobiernos de ARENA, la opinión generalizada sobre
la necesidad de hacer cambios en el rumbo del país (incluyendo un cambio
en el partido de gobierno) y un candidato presidencial moderado constitu-
yeron el contexto inmediato de las elecciones presidenciales, legislativas y
1El PIB per cápita real bajó de 2,786 dólares por habitante, en 2007, a 2,677 en 2009. La
tasa de crecimiento del PIB real, en 2007, fue de 4.3 mientras que en 2008 fue de 2.4 por cien-
to (Programa Estado de la Nación, 2011). Por otra parte, la tasa de subempleo en 2006 fue de
43.3 (por cada 100 habitantes), la tasa de desempleo fue de 6.6 y la tasa de subutilización laboral
fue de 49.9. El sector informal, para el mismo año, representaba el 48.7 por ciento de la Pobla-
ción Económicamente Activa (PEA) ocupada urbana (PNUD-El Salvador, 2008). Según la DIGESTYC
(2009), el porcentaje de personas ocupadas en el sector informal en el área urbana para 2008
alcanzaba el 48.6 por ciento de la PEA urbana. Finalmente, la tasa de homicidios en 2008 era
de 52 por cada 100 mil habitantes mientras que al comienzo de la década era de 39.

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