Safe harbors en materia de precios de transferencia
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Un safe harbor es una provisión aplicable a cierto tipo de contribuyentes u operaciones que otorga una facilidad administrativa para el cumplimiento de las reglas generales en materia de precios de transferencia.
En este sentido, un safe harbor da lineamientos específicos para el cálculo de una contraprestación, ya sea estableciendo el método aplicable, los márgenes de utilidad, las tasas de interés aceptadas, o una combinación de éstos, entre otros.
El beneficio de los safe harbors es que brindan al contribuyente certidumbre para el cumplimiento de las obligaciones en materia de precios de transferencia y, al tratarse de reglas específicas, pueden aminorar la carga administrativa.
Asimismo, las autoridades fiscales obtienen un beneficio de la aplicación de safe harbors para cierto tipo de operaciones, ya que de cierta manera pueden garantizar el cumplimiento de los contribuyentes para este tipo de operaciones
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y así poder enfocarse en transacciones que representan un riesgo de incumplimiento mayor.
No obstante lo anterior, es importante mencionar que los safe harbors, al sugerir el método de análisis de operaciones, puede llevar a que las contraprestaciones establecidas difieran de una contraprestación de mercado, por ejemplo, el contribuyente podría tener un comparable interno, pero al tener que aplicar cierto método establecido por el safe harbor, podría existir una divergencia entre las contraprestaciones.
Además, dado que la aplicación de los safe harbors es general, las particularidades de la operación de un contribuyente podrían no tomarse en cuenta, lo que de igual forma podría hacer que las contraprestaciones establecidas difieran del principio de valor de mercado.
Lo anterior cobra relevancia en el caso de operaciones con partes relacionadas residentes en el extranjero, ya que, si por la aplicación de un safe harbor, un contribuyente estableciera precios por arriba o por debajo de un precio de mercado, las autoridades fiscales podrían cuestionar esta situación, y se ubicaría al contribuyente en una situación de doble o múltiple tributación.
En resumen, los safe harbors brindan facilidades administrativas para el contribuyente en ciertos aspectos; no obstante, por tratarse de reglas muy generales, siempre va a existir el balance entre las ventajas que brindan y los riesgos que puedan causar tanto a los contribuyentes como a las autoridades fiscales.
Derivado de las ventajas fiscales y administrativas que proveen los safe harbors, diversos países han adoptado medidas en este sentido en relación con precios de transferencia, como México, Estados Unidos, Brasil, Australia, Nueva Zelanda, Suiza, Singapur, entre otros.
En México existe una...
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