Dignidad como sabiduría. Un acercamiento desde la ética de Baruch de Spinoza

AutorMaría Luisa Bacarlett Pérez
Páginas48-55
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A FONDO
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INTRODUCCIÓN
La finalidad del presente trabajo es ex-
plorar la posibilidad de encontrar una
concepción de "dignidad humana" en la
propuesta ética de Baruch de Spinoza,
subrayando una liga estrecha entre tal
idea y la de sabiduría. Hay atisbos para
pensar que desde la perspectiva
spinoziana la dignidad, lejos de ser un
atributo que el hombre recibe pasiva-
mente, es algo que completa mediante
un esfuerzo de autoconocimiento,
construyendo una sabiduría que le per-
mite vivir no sólo más allá de sus
instintos, sino más allá del "azar de los
encuentros" que determinan ciegamen-
te su manera de existir. Así, la apuesta
de las siguientes líneas se dirige a cons-
truir una "concepción activa de la
dignidad humana", tomando como base
la ética de Spinoza y su propuesta de
hacer del hombre un ser conocedor
de causas, capaz de cultivar una sabi-
duría que le permita superar su estado
de "autómata espiritual" y convertirse
en agente activo de su propia integri-
dad.
No trataremos de hacer aquí una revi-
sión exhaustiva de la idea de dignidad,
nos basta con resaltar que la dignidad
humana se encuentra como parte
medular de la "Declaración Universal
de los Derechos del Hombre", de
acuerdo a la cual "todos los hombres
nacen libres e iguales en derechos y
dignidad". Para un filósofo como Paul
Ricoeur (1986) la noción de dignidad
DIGNIDAD COMO SABIDURÍA. UN ACERCAMIENTO DESDE
LA ÉTICA DE BARUCH DE SPINOZA
MARÍA LUISA BACARLETT PÉREZ
humana hace referencia a una cualidad
inseparable al ser del hombre por el
sólo hecho de ser hombre, misma que
le hace merecedor de respeto incon-
dicional, independientemente de su
edad, sexo, estado físico y de salud,
religión, condición social u origen étni-
co. La dignidad humana remite
entonces a respetar la vida y la integri-
dad de la persona, independientemente
de las contingencias ligadas al sexo, ni-
vel económico, color de piel, etc.
Sin duda en la propuesta ética de Spinoza
el hombre posee dignidad por el sólo
hecho de ser hombre, sobre todo
porque comparte al menos dos de los
atributos de la sustancia divina,
pensamiento y extensión; pero ese valor
sólo se realiza cabalmente a partir del
trabajo de autoconocimiento que cada
individuo realiza sobre sí mismo; es decir,
el hombre alcanza la mayor dignidad
cuando ha dejado de ser un "autómata
espiritual" y se constituye como
conocedor de sus afectos, de aquello
que le daña o le beneficia. En este
sentido, la dignidad es algo que se posee
por el sólo hecho de existir, pero que
sólo se completa plenamente cuando
hemos logrado constituirnos como
agentes éticos. Así, la dignidad es a la
vez algo que se tiene por el sólo hecho
de ser humano, pero que también se
construye a través de la sabiduría, de la
puesta en práctica del respecto a sí y a
los demás. La dignidad no es una
palabra, no es meramente un atributo
formal, es algo que también se hace,

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