Roberto Gil Zuarth: “Necesitamos revisar la reforma electoral”

AutorLuis Arturo Pelayo
Páginas46-50

Page 47

¿Qué piensas de los procesos democráticos en México, su transparencia y legalidad, a nueve años de la transición en el gobierno federal?

La transición fue un proceso histórico largo, complejo, gradual, encabezado fundamentalmente por la oposición. A diferencia de otras transiciones democráticas, la nuestra no fue producto de una ruptura violenta. Fue resultado de una serie de reformas constitucionales y legales que abrieron los espacios de representación que permitieron el arribo de otras formaciones ideológicas a los espacios de decisión política, fundamentalmente al Congreso de la Unión.

La LVII Legislatura, que inició en 1997, marcó el inicio de la pluralidad política decisoria. A partir de ese momento, el partido político en el gobierno tuvo que negociar las políticas públicas y el presupuesto con la oposición, y el hecho de que el Ejecutivo no tuviera una mayoría estable en el Congreso detonó importantes transformaciones institucionales, cambios fundamentales al diseño normativo del Estado mexicano. Destacó, por ejemplo, la reforma al Banco de México y la creación de la Auditoría Superior de la Federación.

Con la alternancia, que se consumó en el año 2000, empezaron a consolidarse rutinas democráticas. Tenemos un Congreso federal que controla al Ejecutivo. Los representantes populares asignan, desde el presupuesto, los fondos y los recursos públicos. En el parlamento mexicano el gobierno y los partidos confeccionan las políticas públicas.

La pluralidad social se proyecta en pluralidad política. Las distintas visiones de la realidad que se recrean en la sociedad encuentran eco en el seno de instituciones políticas. Los dispositivos constitucionales que en el régimen de un partido hegemónico eran sólo objeto de estudio en las universidades, cobran pleno sentido y eficacia. La pluralidad política ha hecho posible los pesos y los contrapesos.

El pluralismo político, en efecto, le ha dado nueva vida a la Constitución, le ha devuelto su fuerza normativa. Hoy la Suprema Corte actúa con independencia e imparcialidad frente a los actores políticos, decide sobre políticas públicas y determina la orientación interpretativa de las leyes que los políticos aprueban en el Congreso. La política se somete al Derecho que dictan los jueces.

Aunque aún queda mucho por hacer...

Nuestra democracia está en proceso de consolidación. Ninguna democracia es perfecta. No hay democracia acabada. La democracia es un proyecto común, un permanente anhelo colectivo. Los pendientes de la convivencia social deben atenderse desde la plataforma democrática que como sociedad nos hemos dado.

Mucho se ha criticado al PAN, especialmente desde el PRI, de iniciar “campañas negativas”. ¿Esto significa que los partidos políticos deben ser inmunes a la crítica?

Todo lo contrario. La crítica social debe ser especialmente intensa frente a los partidos y a los políticos. Los gobiernos dependen de la confianza de los ciudadanos y, por tanto, deben someterse permanentemente al escrutinio público. No es un derecho de los políticos rendir cuentas; es una obligación democrática.

La protección de los políticos frente a la crítica debe ser débil. El umbral de la crítica admisible debe ser más amplio cuando el ciudadano juzga el desempeño de los políticos. De lo contrario se genera un efecto silenciador. Las autoridades deben promover la crítica, no vedarla.

Acción Nacional siempre ha creído que la libertad de expresión es la libertad fundamental del régimen democrático. La democracia es, ante todo, diálogo, debate. Los ciudadanos discuten para generar acción colectiva. Sin deliberación no hay democracia, y sin libertad de expresión no hay deliberación. Cuando se inhiben los...

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