El resurgimiento de la religion, ¿un reto para la autocomprension de la modernidad? *.

AutorHabermas, J

Resumen: El trabajo inicia con la revisión de la tesis de la secularización, que ligaba modernización y secularización a la luz de la reciente expansión global de las religiones. Se pregunta si esto último requiere una reconfiguración del marco conceptual de la teoría de la modernización. Mientras que la secularización ha tenido lugar efectivamente en la expansión de sistemas funcionales más allá de las fronteras nacionales, la religión no se ha vuelto irrelevante como "comunidad de interpretación" en numerosos asuntos sociales y morales. La tesis de la secularización no está ya vinculada al concepto de evolución social, y esto implica una perspectiva distinta respecto de las fuentes de la filosofía moderna: el pensamiento posmetafísico se ha apropiado críticamente de contenidos de la tradición judeocristiana que no son menos importantes que los de la metafísica griega. No obstante, el pluralismo persistente de visiones del mundo es también un estímulo para el desarrollo del derecho internacional y de principios compartidos de justicia para una sociedad mundial multicultural.

Palabras clave: teorías de la secularización, religiones del mundo, modernidad multicultural, justicia internacional

Abstract: The paper begins with a revision of the secularization thesis that linked modernization with secularization in the light of the recent worldwide expansion of religions. It asks whether and how the later phenomena requires a reconfiguration of the conceptual framework of modernization theory. While secularization has taken place effectively in the expansion of functional systems across state boundaries, religion has not become irrelevant as a "community of interpretation" on many social and moral issues. A new understanding of the secularization thesis is no longer linked to the concept of social evolution, and this implies a changed perspective on the sources of modern philosophy: post-metaphysical thought has critically appropriated contents from the Judeo-Christian tradition that are no less important than those of Greek metaphysics. But the persisting pluralism of worldviews is also a stimulus for the development of international law and shared secular principles of justice for a multicultural world society.

Key words: secularization theory, world-religions, multicultural modernity, international justice

Permítanme comenzar con la pregunta que afecta en primera instancia a Europa, pero que podría ser pertinente para otras sociedades: ¿qué significa el resurgimiento de la religión para una sociedad ampliamente secularizada?

  1. Desde los tiempos de Max Weber y Emile Durkheim, la tesis que postula una cercana interrelación entre la modernización de la sociedad y la secularización de la conciencia no había suscitado mayores controversias. Dicha tesis descansa en tres consideraciones:

    Primero, el progreso de la ciencia y la tecnología promueve un entendimiento antropocéntrico del mundo "desencantado" puesto que la totalidad de estados de cosas y eventos empíricos puede ser explicada causalmente; dicho humanismo, por su parte, no puede reconciliarse fácilmente con visiones del mundo teocéntricas y cosmocéntricas. Segundo, como consecuencia de la diferenciación funcional de los subsistemas sociales, las iglesias y otras organizaciones religiosas perdieron el control sobre la ley, la política, el bienestar público, la cultura, la educación y la ciencia, y quedaron restringidas a su función propiamente dicha de administrar los medios de salvación. El ejercicio de la religión se convirtió en asunto privado y en general perdió influencia y relevancia pública. Finalmente, el paso de las sociedades agrarias a las sociedades postindustriales condujo a niveles más altos de bienestar y seguridad social, y con la disminución del riesgo y la creciente seguridad existencial se atenuó también la necesidad, profundamente arraigada, de una práctica que prometía manejar las contingencias incontrolables acudiendo a la fe en un poder "superior" o cósmico. De hecho, se debilitaron los vínculos religiosos de los ciudadanos de las sociedades más ticas de Europa, Canadá, Australia o Nueva Zelanda, primero de manera gradual, y desde el final de la segunda guerra mundial de manera más dramática.

    Dentro de la comunidad de expertos en sociología, sin embargo, la tesis de la secularización se ha vuelto un tópico controvertido en las dos décadas pasadas (Hadden 1987). Esta tesis es vulnerable a la sospecha de que solamente transformó en una gran narrativa los lugares comunes de la intelligentsia occidental entre 1870 y 1910 (Martin 2005, introd.). Recientemente, en la bien fundada ola de críticas a la perspectiva eurocéntrica estrecha, se habla incluso del "fin de la teoría de la secularización". (1) Estados Unidos, con la vitalidad no disminuida de sus comunidades religiosas y una proporción estable de ciudadanos comprometidos y activos religiosamente, se mantiene no obstante como la fuerza impulsora de la modernización, por lo que ha sido considerado como la gran excepción a la tendencia secularizadora. Desde la perspectiva globalmente extendida hacia otras culturas y religiones del mundo parece ahora, en cambio, ejemplificar el caso normal.

    Para esta postura revisionista el desarrollo europeo, cuyo racionalismo occidental alguna vez se presupuso como modelo para el resto del mundo, representa ahora la ruta anómala (Sonderweg). (2) Pero, sobre todo, tres fenómenos traslapados convergen para dar la impresión de un "resurgimiento global de la religión": la expansión misionera, la radicalización fundamentalista y la instrumentalización política del potencial para la violencia de las tres grandes religiones del mundo:

    * Respecto del primero, la expansión misionera, puede detectarse un primer signo de vitalidad en el avance generalizado de los grupos ortodoxos, o en cualquier caso conservadores, de las iglesias y las denominaciones religiosas establecidas. Esta afirmación es válida tanto para el hinduismo y el budismo como para las tres religiones monoteístas. Lo más sorprendente de todo es la expansión regional de estas religiones establecidas en África y en los países del este y sudeste de Asia. El éxito misionero parece también depender de la flexibilidad de sus formas de organización. La Iglesia católica romana, por su carácter transnacional y multicultural, se adapta mejor a la tendencia globalizadora que las iglesias protestantes nacionalmente organizadas, que son las principales perdedoras. Las más dinámicas de todas son las redes descentralizadas del Islam (sobre todo en África, al sur del Sahara) y las de los evangélicos (especialmente en América Latina). Lo que distingue a estos grupos es una forma extática de religiosidad inspirada en los líderes carismáticos.

    * En lo que se refiere al segundo fenómeno, los movimientos religiosos que están creciendo mas rápidamente, como los pentecostales y los musulmanes radicales, pueden ser descritos como fundamentalistas. Su forma de culto combina el espiritualismo y el adventismo con concepciones morales rígidas y una adhesión literal a las Sagradas Escrituras. De modo contrastante, los "nuevos movimientos religiosos" que han proliferado desde los años setenta manifiestan un sincretismo "californiano" y comparten con los evangélicos una forma desinstitucionalizada de observación religiosa. En Japón, por ejemplo, han surgido aproximadamente 400 de estas sectas que combinan elementos del budismo y la religiosidad popular con doctrinas pseudo-científicas y esotéricas. En la República Popular China, la represión política de la secta Falun Gong ha llamado la atención sobre el gran número de "nuevas religiones" cuyos seguidores se cree que alcanzan los 80 millones. (3)

    En tercer lugar, respecto de la radicalización política, el régimen de los ayatolas en Irán y el terrorismo islámico son solamente los ejemplos más espectaculares del desencadenamiento del potencial para la violencia que subyace a la religión. Con frecuencia, conflictos latentes de origen profano se encienden cuando se codifican en términos religiosos. Esto es cierto para la "desecularización" del conflicto del Oriente Medio, las políticas del nacionalismo hindú y el conflicto soterrado entre la India y Pakistán; (4) así como para la movilización de la derecha religiosa en Estados Unidos antes y durante la invasión de Irak.

  2. No puedo discutir con detalle la controversia entre los sociólogos sobre el supuesto Sonderweg (ruta anormal) de las sociedades europeas dentro de una sociedad mundial movilizada religiosamente. Mi impresión es que los datos recabados globalmente apoyan de modo sorprendentemente robusto a los defensores de la tesis de la secularización (Norris e Inglehart 2004). Mientras que las sociedades desarrolladas son cada vez más seculares, la sociedad mundial es cada vez más religiosa; esto último, como resultado de las altas tasas de natalidad en los países más pobres o en desarrollo. Aunque, por supuesto, la expansión dinámica de la religión no puede ser explicada solamente en términos de tendencias demográficas. Un examen más cuidadoso de los campos afectados tiende a confirmar la hipótesis de que existe una conexión entre la inseguridad existencial y la necesidad religiosa. Por ejemplo, diversos grupos vulnerables en Latinoamérica, Asia...

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