Rendición de México. 20 de junio de 1867

AutorPorfirio Díaz
Páginas89-92
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l día siguiente de mi conversación con el general Tavera,1
desapareció Márquez de la plaza de México, y Tavera me
mandó un recado, con el cónsul general de los Estados Unidos
de América, Mr. Marcus Otterbourg, repitiendo su petición de
garantías y ofreciéndome la plaza. Recibí yo personalmente,
RENDICIÓN DE MÉXICO
20 DE JUNIO DE 1867
A
1Respecto a esta conversación, Díaz acota: “Como dos o tres días antes de
la rendición de la plaza, pidió permiso para hablar conmigo el general Ta-
vera, en representación de Márquez, con objeto de proponerme la rendi-
ción de la plaza mediante algunas condiciones. Contesté a Tavera que
podía venir a hablarme si gustaba; pero que no admitiría la rendición de
la plaza, mientras se ofreciera condicionalmente, y le participé también
que no habla ría conmigo solo, sino en presencia de algunos generales del
ejército. Procedí así porque había muchas versiones vulgares, en las cuales
no quería yo aparecer complicado... Vino, sin embargo Tavera, lo recibí en
la Casa Colorada, en presencia del general Ignacio A. Alatorre, lo invité
a almorzar con noso tros, y le repetí lo que antes le había mandado decir,
esto es, que no podía conseguir ninguna condición para la entrega de la
plaza. No tomé con el general Tavera ninguna de las precauciones usadas
en esos casos, para impedir que conociera la forma de defensa en los pa-
rapetos por donde pasó, porque la situación desesperada en que estaba el
enemigo, no exigía ya esas precauciones y así se lo manifesté. Tavera re-
gresó, sin embargo, a la plaza sin comprometerse a nada y simplemente a
dar cuenta a Márquez de lo que había ocurrido…”, en op. cit., p. 239.

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