Religión sin dios
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TRIBUNAL ESTATAL ELECTORAL DE CHIHUAHUA
En esta obra que retoma las conferencias Einstein, impartidas por Ronald
Dworkin en la Universidad de Berna en el año 2011, se invita al lector a reco-
nocer que el delgado lazo que une a teístas y ateos, es mucho mas grande de
lo que parece ser: unos y otros experimentan lo sublime y doloroso, tienen fe en
la verdad, se comprometen con la vida bien llevada y deenden el valor de sus
ideas y convicciones, pues como arma el afamado jurista norteamericano, la
religión es más profunda que la misma idea de Dios.
Las implicaciones de este argumento en el ámbito del derecho, como en el
caso de la objeción de conciencia, la justicación de las guerras religiosas, la
libertad de culto o la igualdad ante la ley, son tema de esta erudita reexión a
la que nos convoca Dworkin.
Igualmente en el libro se nos continua planteando un tema de gran relevan-
cia: personas religiosas versus personas no religiosas, el punto de partida para
el autor, es el hecho de que existen muchos individuos que deniéndose como
ateos tienen convicciones parecidas e igual de profundas que aquellas que se
denen como religiosas. En este universo hay quienes por ejemplo arman que
si bien no tienen un Dios personal, creen que hay una fuerza o un ser superior
y más grandes que el ser humano.
La obra que se pone a su consideración se compone de cuatro capítulos, se
inicia con el planteamiento de la premisa fundamental de la obra: La religión
es algo más profundo que Dios y la creencia en él es sólo una consecuencia de
esa visión del hombre.
En el capítulo dos se aborda el tema relativo al universo, se da un paseo por
las distintas teorías y modelos que pretenden explicarlo en sus distintas fases:
origen, desarrollo y futuro. Haciendo un profundo análisis de los intentos por
comprender el universo en que vivimos, llegando hasta lo que hoy en día nos
ene seña la física cuántica.
En el capítulo tres, el autor arma que toda persona tiene derecho a la liber-
tad de pensamiento, de conciencia y religión; este derecho incluye la libertad
de cambiar de religión o de creencia, así como de manifestarla de manera
individual y colectiva, tanto en público como en privado.
Cierra esta obra el tema de la muerte y la inmortalidad, el autor expresa que
la vida después de la muerte no tiene por que ser imaginable, no es necesario
que decidamos que apariencia tener o si podremos ver sin ojos o movernos sin
extremidades, en síntesis la pregunta sobre el signicado de la vida después de
la muerte no se puede responder, sin embargo, esta simple oferta aumenta el
atractivo de las religiones que la hacen.
Esta obra deja serias e importantes interrogantes atraves de profundas re-
exiones teóricas y políticas, pues éstas se articulan con problemáticas actuales
tales como: el apoyo del estado a determinadas iglesias, los rituales religiosos
dañinos, la homosexualidad, el aborto y la prohibición de utilizar crucijos, tur-
bantes y burkas en lugares públicos.
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