La relación de la medicina forense con la naciente criminología mexicana vista a través de la obra de Matilde O. Villacreces del Fosco, la primera criminóloga del siglo XIX

AutorGerardo González Ascencio
CargoDr. en Derecho por la UNAM, Profesor-Investigador del Departamento de Derecho UAM-A, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)
Páginas681-702
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La relación de la medicina fore nse con la naciente criminología me xicana… pp. 681-702
La relación de la medicina forense con la naciente
criminología mexicana vista a través de la obra
de Matilde O. Villacreces del Fosco; la primera
criminóloga del siglo XIX
Gerardo González Ascencio*
Sumario: Int roducción / I. La higiene y la necesidad de regla mentar y controlar /
II. La secular ización de la pobreza y de la crimi nalidad / III. La medicina fore nse
como discurso ord enador / IV. Los precursores de la crim inología mexicana en el
siglo XIX y la obra de Mati lde O. Villacreces del Fosco / V. Algunos asp ectos
del conten ido de su obra / VI. Epílogo / Anexo 1 / Anexo 2 /
Fuentes de consult a
* Dr. en Derecho por la UNAM, P rofesor-Investigador del Depart amento de Derecho UAM-A, miembro
del Sistema Nacional d e Investigadores (SNI).
Este artícu lo da cuenta de la conformación
de la disciplina cr iminológica en el México
del siglo XIX; su surg imiento de manera
particula r, la obra de la única mujer que
dejó constancia esc rita sobre la relación
de la medicina legal con el der echo penal:
Matilde O. Villacreces d el Fosco y su libro
casi desconocido, Asocia ción de la Medicina
Legal al Derecho Pu nitivo. Dos variables son
especialmente c onsideradas para explicar la
preocupación de los sect ores que constituían
la clases goberna nte sobre la fuerte incidencia
delictiva y las explicaciones t radicionales que
se le daba a la crim inalidad del mexicano;
por un lado, lo que el autor lla ma la
seculariz ación de la pobreza y las relaciones
que el nuevo Estado estableció c on los
desarraiga dos y; por el otro, la disputa por el
control de los peniten ciados que establecieron
las principales d isciplinas del paradigma de
la salud, en donde la med icina jugó un papel
central.
This article reports on the conformation of
criminological discipline in the nineteenth
century Mex ico; its emergence in
particular, the work o f the only woman who
left a written rec ord of the relationship
of legal medicine with the cr iminal law:
Matilde O. Villacreces of Fosco a nd
his book almost unk nown, Association
of Legal Medicine to punit ive law. Two
variables are par ticularly considered
to explain the conce rns of sectors that
constituted th e ruling classes over the
strong crime inci dence and traditional
explanation s that was given to criminality
of the mexican; on the one h and, what the
author calls the sec ularization of poverty
and the relations hips established with the
new state and the up rooted; on the other,
the dispute over cont rol of the convicts who
established the mai n disciplines of health
paradigm, where t he medicine played a
central role.
Sección Artículos de Investigación
682 alegatos, núm. 91, México, septiembre/diciembre de 2015
Las leyes antigu as por desconocer la inuencia que ejerce la medicin a legal en la
apreciación de las cau sas que motivan un delito; la legislación moderna por una
deplorable apatía en el mism o sentido, no han querido asociar al conocimiento
de las causas ecie ntes y generadoras de los delitos, olvidando, desprecian do
sin razón justicada , la importancia que pueden tener en la consu mación de los
hechos criminosos, la s circunstancias morbosas de las neurosis, de l histerismo,
de la epilepsia, de la embriag uez, de la manía, de la imbecilidad, y de otras
causas como éstas, q ue, en casos dados, ponen al paciente en circun stancias
apropiadas para comete r un delito.1
Introducción
A nales del siglo XIX, al arribar a nuestro país la ilustración y el pensamiento ra-
cionalista; emergió con fuerza el saber de los especialistas de la salud, tal y como
ocurrió en múltiples campos de las ciencias dedicadas al estudio del hombre. Para
comprender a la enfermedad, el nuevo paradigma médico se dedicó afanosamente
a construir explicaciones basadas en la observación y a elaborar un discurso disci-
plinar alejado de argumentos que provenían de lo que se consideraba metafísico o
teológico. La enfermedad, descrita por sus signos aparentes o espirituales, llegó a
su n, ahora el inventario sobre los enfermos y sus padecimientos, basado en el es-
tudio de los síntomas, de los órganos y de sus funciones, terminó por constituir a la
medicina en ciencia positiva.2
Además de los enormes e indudables benecios que para la humanidad originó la
fundación de la nueva ciencia médica, los participantes del nuevo paradigma dis-
ciplinar —los médicos, los higienistas, los alienistas, los psiquiatras y psicólogos
y los médicos legistas, entre otros— dota ron a su discurso de argumentos con pre-
tensiones cientícas muy coincidentes con la visión de las clases poderosas, quie-
nes temerosas de la proliferación de enfermedades contagiosas3 y de la falta de
1 Matilde O Vill acreces del Fosco, Asociació n de la Medicina Legal al Derec ho Punitivo, Imprenta, Lit o-
grafía y Enc uadernación de Benjam ín Lara, Puebla, Méx ico, 1895, p. 19.
2 No está por de más recordar que la m anera por excelencia de “conoc er”, para el pensamient o ilustrado, es
la “visión descri ptiva”. No está bien denido —escribió Bufón (1707-1788)— sino lo que ha sido exacta-
mente descrit o. En: Fernando Martí nez Cortés, La medici na cientíca y el siglo XI X mexicano, México,
FCE, Colección “La cien cia para todos”, núm. 45, segunda re impresión, 2001, p. 81.
3 Como las venéreas, especia lmente la síli s, pues hay que r ecordar que du rante el siglo XI X el miedo a
la síli s, considerada como la p este moderna , preocupó sobremanera a los gobiernos occidentales. En
nuestro país, e n 1865, durante el Segundo Imp erio, Maximil iano se preocupó por p roteger a su ejército de
las enferme dades venéreas que c onstituían un a verdadera plaga en el mu ndo previo al descubr imiento de
la penicilin a; de manera que, a la usa nza de lo que era común e n Europa, impulsó l a reglamentación de la
prostitución me diante el registro de las mujer es “públicas”. Cfr.: Gerardo González Ascen cio, “Control
sanitar io y control social . Los libros de reg istro de mujeres públicas en Oaxa ca (1890-1900)”, artículo
publicado en la revi sta Fuentes Humanísticas, núm. 42, ener o-junio de 2011, pp. 71-90.
O las virales, pues no está p or demás recordar que ta mbién la viruela fue, cua ndo menos durante los
siglos XVII y XV III, la enfermeda d más devastadora del planet a. Desde que su contagio se tr asladó al
continente A mericano se convirt ió en una de las más cruent as causas del abatimient o poblacional. Du-

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