¿La región más inestable del mundo? Sierra Leona y su impacto regional

AutorMaría Cecilia Costero Garbarino
CargoInvestigadora titular de El Colegio de San Luis y coordinadora de la licenciatura en Relaciones Internacionales

La permanente crisis política y económica que vive Sierra Leona desde que proclamó su independencia de Gran Bretaña en la década de los sesenta, no parece vislumbrar nuevos escenarios después de analizar lo que han sido sus últimos acontecimientos.

El presidente Ahmed Tejan Kabbah, democráticamente electo, fue removido de su cargo en mayo del 1997 por una junta golpista encabezada por Johnny Paul Koroma, que lo acusó de “no haber puesto fin a la guerra civil en el país”; además, lo tildó de sectarista y de haber promovido el tribalismo. Meses más tarde y una vez restituido en su cargo mediante la presión internacional, la viabilidad por lograr un consenso social interno dista mucho de ser una variante posible. Éste es uno de los principales retos que enfrenta el gobierno electo de Kabbah.

Un recorrido histórico hasta nuestros días, para comprender el porqué del conflicto sierraleonés, nos adentrará en los principales aspectos de la agenda regional actual. En realidad, no basta con que los gobernantes de estados débiles intenten reestructurar su sistema político y adaptarse a las presiones de la nueva Posguerra Fría. Para analizar lo anterior, este trabajo ha quedado dividido en las siguientes partes:

  1. Los primeros pasos de Sierra Leona como nación independiente, los cuales explican los complejos matices de las relaciones políticas internas mediante sus principales figuras políticas.

  2. La aparición del Frente Unido Revolucionario, en el que se caracteriza el surgimiento del movimiento contestatario al poder central y la imposibilidad por lograr una alianza interna.

  3. El duro camino hacia el multipartidismo, en el cual se refleja la debilidad de las estructuras políticas locales, así como la regionalización del conflicto a partir de los sucesos en Sierra Leona.

  4. Por último, a manera de conclusión, se da una perspectiva de este conflicto que está incidiendo en la dinámica del África Occidental, en la alianza de actores regionales e internacionales y en la denominación que ha caracterizado a este conflicto interno como una de las peores crisis humanitarias a nivel internacional.

Los primeros pasos como nación independiente

Sierra Leona, como otros nuevos estados del continente, proclamó su independencia de Gran Bretaña en 1961, pero siguió manteniendo estrechos lazos de ayuda con su ex metrópoli. Como Estado independiente heredó la división administrativa del territorio, mas instauró un sistema fundamentalmente presidencialista, con un primer ministro y un parlamento. Lo que fue la antigua colonia ocupa actualmente el área occidental donde quedó establecida la capital de Freetown, y el entonces protectorado lo constituyeron tres provincias (norte, sur y este, divididas a su vez en 12 distritos),1 cuya autoridad local se mantuvo a través de los “paramount chiefs”.2

Encontramos, pues, como afirman algunos autores, que se mantuvo vigente un sistema político basado en la relación jefe-cliente, mediante el cual el gobierno compraba el servicio de los jefes tradicionales. Esto impidió que se desarrollara espontáneamente una burocracia local y supeditó, además, la defensa y seguridad interna a los recursos y fuerzas provenientes del exterior.3

La república de Sierra Leona es un pequeño país enclavado en la costa occidental del continente africano. Tiene una extensión geográfica de 71 740 kilómetros cuadrados y colinda con Guinea y Liberia, su principal fuente de exportación es la producción de café y minerales como el hierro, la bauxita y los diamantes. Su población está estimada en 4.6 millones de personas, entre los que se encuentran 20 grupos étnicos, siendo los mayoritarios los temne y los mende, que ocupan un 60 por ciento del territorio, aunados a los Creol, descendientes de esclavos libertos (de Jamaica) en un 2 por ciento, quienes tienen a su cargo importantes sectores de gestión administrativa y económica; en su población residen, además, pequeños grupos de europeos, libaneses, paquistaníes e hindúes. El 60 por ciento de su población es musulmana, un 30 por ciento profesa cultos tradicionales y un 10 por ciento son cristianos. Su lengua oficial es el inglés, pero hablan principalmente las lenguas de los mende en el sur y el temne en el norte.

La crisis interna sierraleonesa está considerada como una consecuencia de la rivalidad política entre las élites de los mayores grupos étnicos: los mende, un tercio de la población que gobierna el sur y los temne, otro tercio que ocupa las provincias del norte; sin embargo, hay otras razones que la explican.

Si bien es cierto que la élite mende permaneció 16 años en el poder con el que fuera una de las principales figuras políticas del país durante el periodo colonial, Milton Margain, época en que se formó su partido, el Sierra Leona People’s Party (SLPP), fue Siaka Stevens, después de él, quien de una ramificación del SLPP creó el All People’s Party (APC), agrupando como fuerza política a creoles y a la mayoría temne de las provincias del norte. De esta forma, en un primer momento respondió a un proyecto con características nacionalistas. Aliado con Sekou Touré, el APC, proclamado socialista, se convirtió pronto en una fuerza de cambio social.

Siaka Stevens, al frente del All People’s Congress, logró mantener un régimen unipartidista entre 1967 a 1985. En los años setenta, Siaka liberalizó la minería de diamantes mediante la aprobación de licencias individuales, creando un flujo de contrabando que benefició más a los propios particulares que a la tesorería del Estado sierraleonés. Así, mientras Siaka estimulaba el libre acceso a la principal fuente de recursos del país, el erario público seguía las pautas del financiamiento impuesto por la banca internacional.

El interés por ejercer el control de esta lucrativa actividad, se convirtió en origen de una constante pugna social interna. Datos certifican que a través del contrabando, se llegaron a exportar más del 50 por ciento de la extracción de gemas vía Liberia. El gobierno del APC, pese a contar con importantes recursos para la exportación de minerales (bauxita, hierro, óxido titanio, diamantes) y productos agrícolas (arroz, café y cacao), supeditó su desarrollo a la inversión extranjera directa y a los préstamos foráneos.4

A finales del gobierno de Siaka Stevens, se gestó una inclinación política a favor de la creación futura de un sistema político volcado al multipartidismo; iniciativas que se concretaron con su sucesor, el entonces Jefe militar de Estado Joseph Momoh (1985-1992).

La aparición del FUR (Frente Unido Revolucionario)

Frente al desgaste político del APC y la inminente falta de control social, apareció un movimiento contestatario al poder central. En 1991, en las provincias del sur y del este de Sierra Leona, surgió el Frente Unido Revolucionario (FUR). Se formó como una fuerza rebelde integrada tanto por ciudadanos como por antiguos oficiales “sobels” (soldados rebeldes), encabezados por la figura histórica de Foday Sankoh.

Su estrategia antigubernamental los llevó a criticar los objetivos económicos; reclutaron población civil y se aliaron tanto a jefes tradicionales como a algunos miembros del ejército, y desde su aparición como fuerza beligerante han secuestrado incluso a rehenes extranjeros como forma de presión internacional. Informaciones recientes atestiguan que la guerrilla FUR: “sobels”, militares y empresarios han estado controlando el tráfico clandestino de diamantes y redes comerciales de productos agrícolas, obteniendo ganancias estimadas en 200 millones de dólares, mientras que el ingreso gubernamental entre 1994 y 1995 totalizó solamente un valor por 60 millones de dólares.5

El conflicto interno sierraleonés ha trascendido sus fronteras en todos los aspectos. Los rebeldes del FUR han estado relacionados, desde marzo de 1991, con el grupo Frente Patriótico Nacional de Liberia (ahora en el poder) de Charles Taylor, quien los ha utilizado para comprar armas y pagar a sus propios beneficiarios, motivo por el cual se extendió la guerra civil de Liberia a la zona fronteriza con el territorio sierraleonés desde sus primeros años.6

En abril de 1992, Valentine Strasser (26 años), junto con otros oficiales, derrocó al presidente Momoh y estableció en Freetown un régimen de gobierno caracterizado por la movilización de...

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