Reforma fiscal integral (2007)

AutorIván Rueda Heduán
CargoAbogado especialista en Derecho Fiscal
Páginas207-234

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Es sabido de todos que el sistema fiscal mexicano ha alcanzado increíbles grados de complejidad, injusticia, inestabilidad, obsolescencia y opresión, debido, entre otras muchas cosas, a que en las últimas décadas se han venido realizando año con año reformas aisladas, sin ninguna planeación general definida, con el objeto exclusivo de mantener la recaudación a niveles adecuados al gasto público.

Transitamos en unos cuantos años del socialismo moderado, establecido en la Constitución de 1917, que vino rigiendo durante casi todo el siglo pasado a una economía liberal o de mercado y, además, nuestro país ha tenido que incorporarse sin remedio al presionante fenómeno económico de la globalización, todo ello tan vertiginosamente que no hemos tenido tiempo de diseñar el nuevo tipo de Estado de Derecho que requerimos y, por consecuencia, de trazar el esquema tributario que mejor responda a las actuales necesidades sociales y económicas, máxime cuando las fuerzas políticas que tripartitamente están determinando en los últimos lustros el destino de la nación son disímbolas en cuanto a su ideología, finalidades y concepciones.

Por esa razón fundamental, con absoluta regularidad anual se han venido trastocando los ordenamientos fiscales vigentes para simple y sencillamente sortear los requerimientos presupuestales, atento a lo cual la vigencia de las disposiciones adoptadas es efímera por fuerza, en detrimento de la seguridad jurídica que debería asistir a los contribuyentes, sobre todo cuando se trata de empresas, las cuales no han estado en posibilidad de planear a mediano o largo plazo su operación en forma cierta, viéndose en la necesidad de soportar los cambiantes costos contributivos que ello implica. En ocasiones los cambios regulatorios de referencia afectan financiera y económicamente a las empresas Page 208 no tanto por las variantes de las cargas fiscales en sí, si no por las modalidades de tipo contable y administrativo que imponen para el tratamiento de los ingresos acumulables, el control de costos, las variantes en deducciones y la utilidad reportable al fisco.

Por otra parte, la creación tan precipitada de las normas legales de carácter fiscal que se han ido decretando ejercicio tras ejercicio, con infinitas variables, ha producido una regulación administrativa descomunal contenida en reglamentos, resoluciones misceláneas, resoluciones de facilidades, reglas generales, criterios internos de la administración hacendaría, etc., que siembran confusión e incertidumbre, máxime cuando estas mismas regulaciones secundarias también quedan sujetas a continuos cambios, siendo excepcionales aquellos días en que no aparecen publicaciones de tal género en el Diario Oficial de la Federación.

Los altísimos índices de inflación que se experimentaron en ejercicios afortunadamente ya muy distantes y las graves crisis que en el terreno económico sufrió el país hace dos lustros fueron elementos determinantes para crear en el ámbito contributivo muchas medidas emergentes, entonces justificadas, entre las que destaca un nerviosismo recaudatorio, en virtud del cual el erario se vio impelido a exigir anticipos mensuales, a cuenta del pago anual de los gravámenes para que su importe no sufriera deméritos durante el transcurso del tiempo, orillando así a los contribuyentes a un cumplimiento sumamente frecuente de las obligaciones a su cargo. Los mismos fenómenos de inflación y crisis presionaron en aquella época al gobierno para adoptar instrumentaciones sumamente complejas, como lo fue la creación de un Impuesto al Activo de los contribuyentes con el propósito de asegurar un mínimo de ingresos al erario en defecto de los que ya no pudieron generarse en el rubro del Impuesto sobre la Renta por falta de obtención de utilidades o como también lo fue la adopción de la figura conocida como "actualización" aplicable a contribuciones, aprovechamientos, multas, tarifas, cuotas, valores y otros elementos básicos para la determinación de los gravámenes a efecto de preservar el nivel real de la recaudación mediante la aplicación de factores inflacionarios mensuales, instrumentaciones que infortunadamente se han quedado incrustadas en nuestra legislación con carácter permanente, sin que subsista en la actualidad justificación al respecto. Algo semejante aconteció con el "crédito al salario" instituido bastantes años atrás en forma circunstancial como una fórmula que evitó a los patrones otorgar aumento de sueldos a sus empleados para control de la inflación, figura que aunada a los subsidios para compensar partidas de previsión social, ha complicado enormemente la aplicación del Impuesto sobre la Renta en lo que a productos del trabajo se refiere.

Si bien es cierto que algunas estrategias fueron razonables en un momento dado, otras cuya tendencia fue la de presionar el pago de los tributos sin miramientos de justicia, que inclusive dieron pauta a no olvidadas campañas de verdadero terrorismo fiscal, resultaron evidentemente abusivas y sólo pudieron cobrar vigencia en virtud de las deficiencias democráticas del pasado que permitían a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público imponer sus criterios Page 209 unilaterales al Congreso de la Unión, convirtiéndose así en el verdadero órgano legislativo, debido al gran poder del partido político que monopolizaba el escenario.

En el orden interno nacional el reclamo de un federalismo más puro, operante y equilibrado que, por supuesto, comprende las cuestiones tributarias, ha sido cada vez más marcado, sin que a pesar de ello se haya podido arribar a fórmulas adecuadas de armonización de intereses entre los gobiernos de distintos niveles; en tanto que en el orden internacional la globalización que se ha venido imponiendo, con o sin la voluntad de los países del mundo, también acarrea por fuerza múltiples cambios fiscales que hasta ahora no están bien instrumentados en nuestro marco jurídico, sobre todo en lo que respecta a los efectos económicos de la tributación, es decir a los niveles reales de las tasas, de los cuales depende muchísimo la competitividad de nuestros empresarios, quienes están siendo materialmente descarnados por los productores de otras latitudes que operan con mayor aligeramiento en ese aspecto.

Finalmente debe decirse en lo que a estos planteamientos preliminares se refiere, que el sistema administrativo y jurisdiccional que impera en las relaciones fisco-contribuyentes, tanto para la determinación, control y cobro de gravámenes, como para dirimir las controversias a que ello da origen, no es del todo operante y eficaz, de lo que deriva la imperiosa necesidad de hacer una revisión al respecto que desemboque en una mejoría de los procedimientos hacendarios y de los que atañen a la impartición de justicia con prontitud y expeditez.

Todas las cuestiones que tan sucintamente acaban de ser comentadas provocaron una justificadísima petición de algunos sectores involucrados en el fenómeno tributario para que se realizara una reforma fiscal integral, lo que muy bien capitalizó el ex-Presidente Vicente Fox en su campaña política, despertando esperanzas en cuanto a la conformación de un marco tributario justo y operante, debido a lo cual cuando ya estaba electo para su cargo ordenó la integración de comisiones que se abocaran a dicha tarea. Fue entonces (año 2000) que quien escribe estas líneas, contando con el desprendido apoyo de Ediciones Fiscales Isef, dio publicidad amplia y gratuita al ensayo "Propuesta de Reforma Fiscal Integral" con el mejor ánimo de aportar ideas, producto de una experiencia de 40 años en aquel entonces en el terreno hacendario, ganada como servidor público, asesor de agrupaciones empresariales, abogado postulante e integrante de colegios profesionales e instituciones académicas, lo cual hice muy sincera y convencidamente conforme a los siguientes pensamientos:

"La vida ha sido magnánima conmigo en cuanto a realizaciones personales, profesionales y familiares. En este último aspecto, con la ayuda de una magnífica esposa, he podido transmitir a mis tres hijos el legado ejemplar de trabajo, dedicación y honestidad que recibí de mis progenitores, estando cierto de que tal herencia habrá de alcanzar también a mis pequeñas y hermosas nietas que han llegado como último don del cielo. Page 210

Lo que resulta lamentable y doloroso es que esos lineamientos de vida resulten cada vez más ajenos al contexto nacional donde prevalece una filosofía de lo fácil, lo improvisado y lo falto de probidad, que ha hecho caer a nuestro querido México en profundos problemas de desigualdad, delincuencia, abusos, incertidumbre y oportunismos.

Es por ello que el pasado 2 de julio (me refería al del 2000), sin mayor militancia o identificación política con alguna causa partidista, emití mi voto por el cambio...

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