Recibe Yasmín Esquivel Mossa la Medalla "Mujeres por la Igualdad"
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En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, la Magistrada Jasmín Esquivel Mossa, Presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa de la cdmx, recibió la medalla Mujeres por la Igualdad, que anualmente entrega la Asociación Mexicana de Juzgadoras A.C., que preside la magistrada federal Lilia Mónica López Benítez, en una ceremonia en la que fungieron como testigos de honor los Ministros Luis María Aguilar Morales, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Alberto G Pérez Dayan.
Durante su mensaje Jazmín Esquivel Mossa comento que es arduo y complejo el trabajo para las mujeres que desean abrirse paso profesionalmente en el sector público, refiriéndose a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, que refleja datos preocupantes -afirmó-, ya que revela que de los 46.5 millones de mujeres de 15 años y más que residen en el país, se estima que 30.7 millones de ellas —el 66.1%— han padecido al menos un incidente de violencia emocional, económica, física, sexual o de discriminación, en los espacios escolar, laboral, comunitario, familiar o en su relación de pareja.
En el ámbito laboral, el 26.6% de las mujeres que trabajan o trabajaron alguna vez, ha experimentado algún tipo de acto violento, principalmente de tipo sexual y de discriminación por razones de género o por embarazo. De acuerdo al estudio comentó: La discriminación, las agresiones sexuales y las de tipo
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emocional como las humillaciones, degradación e intimidación, son los tipos de violencia más frecuentes en el trabajo.
Señaló que las agresiones a mujeres en la función pública son solapadas por la cobarde complicidad de otros que permiten y toleran estas funestas acciones, que dicen combatir y despreciar. La violencia y las agresiones contra las mujeres no cesan, por el contrario –denunció–, parecieran incrementarse y arreciar, siempre auspiciadas por el miedo y el temor a no ser escuchadas, atendidas o respaldadas. “No hay nada más atroz que el atentar contra otro ser humano; pero no hay nada más deleznable que hacerlo escudado en posiciones de poder, y más en aquellas que brindan la función pública.”
La experiencia demuestra –enfatizó–, que la violencia hacia la mujer, cualquiera que sea, sobre todo la sexual, es propiciada por un empoderamiento desmedido de quienes la realizan y se mantienen impunes. Destacó que las agresiones que implican el hostigar a una mujer en su trabajo, es coartarle su derecho a un desarrollo...
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