Raúl F. Cárdenas Rioseco

AutorVíctor Olea Peláez
Páginas78-80

Page 78

El muy reciente fallecimiento de nuestro querido Raúl F. Cárdenas Rioseco ha cimbrado al mundo jurídico mexicano. Cárdenas fue muchas cosas: abogado civilista en sus inicios profesionales; posteriormente se convirtió en uno de los más grandes y exitosos postulantes en la materia penal en nuestro país; por sus méritos y puntual participación, fue electo en su oportunidad como coordinador de la Comisión de Derecho Penal de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, A.C., donde realizó un inmejorable papel, que se sigue palpando a la fecha; en 2016 ese Colegio de Abogados le confirió, ni más ni menos, el Premio Nacional de Jurisprudencia; se constituyó en miembro de número de la renombrada Academia Mexicana de Ciencias Penales; su producción literaria no fue menos notable, pues es autor de no menos de 15 obras jurídicas relacionadas con temas penales, que a la fecha siguen siendo de vanguardia.

Así, se convirtió en uno de los principales ideólogos de nuestro moderno Derecho penal. Sus aportes a las disciplinas jurídico-penales sin duda serán perdurables. La vida y la trayectoria de Raúl es materia ideal para un homenaje de los penalistas más connotados de nuestro país. En sus bien conocidas y siempre exhaustivamente documentadas obras jurídicas, con las que nos regaló, reside, a mi juicio, uno de los mejores legados de Cárdenas Rioseco para nuestro tiempo, sobre todo porque habría que considerar que lo que plasmaba en ellas era fruto de lo que a su vez relejaban sus múltiples e intensas vivencias en los tribunales de la República. En lo anterior residía su grandeza como litigante, además de que lo convirtió en un penalista muy completo y de excepción, por la no sencilla simbiosis de tratadista-postulante.

Lamentablemente, con su irremediable tránsito, no sólo el país, sino los que todavía ejercemos la nobilísima profesión de la abogacía, hemos perdido a un gran luchador en las complicadas lides de la justicia. Se nos ha ido el gran penalista de los últimos tiempos.

Raúl F. Cárdenas Rioseco sin duda fue un abogado ejemplar. Jamás dejó de defender, de apoyar, de encontrar, de buscar, por todos los medios jurídicos a su alcance, la justificación, o la adecuación, de una conducta que probara de manera plena que los ilícitos por los que se acusaba a sus clientes no correspondían al tipo señalado por la ley y, por ende, siempre buscó la mejor defensa en su favor. Manejó casos de alto impacto, no sólo con sapiencia jurídica sino también con genial...

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